Rebelión
Para tener Presente
¿REFORMA EDUCATIVA?
¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.
Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?
ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza
29 septiembre 2007
OBJETIVO BIRMANIA
Rebelión
26 septiembre 2007
ARCANA : HISTORIA, ESPACIO Y TIEMPO EN AMERICAA LATINA
EADUARDO GALEANO..
historia unica
22 septiembre 2007
EXTRADICCION DEL DELINCUENTE ALBERTO FIJIMORI FUJIMORI
• Contundente, reveladora, ilustrativa, la resolución judicial chilena es una ejemplar pieza jurídica sobre crimen y corrupción.
Y agrega: "Estando el requerido (Fujimori) en antecedentes de la existencia y finalidad del grupo 'Colina' y de las acciones que llevaba a cabo, lo que se demuestra por los premios, ascensos y condecoraciones otorgadas por Fujimori a los integrantes de este grupo y porque muchas personas lo vieron dar órdenes a Montesinos, quien a su vez las entregaba al mencionado grupo 'Colina', con lo que habría tenido una participación de autor mediato". Entendiendo que el autor mediato "es el que ejerce el dominio de la voluntad de quien ejecutará el hecho punible, a través de un aparato organizado de poder".
•Por la compra de la línea editorial de los medios de comunicación (votaron en contra Rodríguez y Ballesteros).
•Por la interceptación telefónica (votaron en contra Rodríguez y Ballesteros).
•Por el allanamiento de la casa de la esposa de Montesinos, Trinidad Becerra, con la finalidad de apropiarse de los "vladivideos" de la corrupción (votaron en contra Rodríguez y Ballesteros).
COINCIDENCIA. Buena parte del fallo concuerda con la resolución de la fiscal chilena Mónica Maldonado, que se pronunció por la extradición.
20 septiembre 2007
19 septiembre 2007
PERU: DL 982 es inconstitucional.
La Defensoría del Pueblo consideró inconstitucional el decreto legislativo que contempla sanciones para las autoridades que participen en huelgas y acciones de protestas, según un reciente informe remitido a la Comisión de Constitución del Parlamento.
El documento, que analiza los decretos legislativos dictados por el Ejecutivo en materia de lucha contra el crimen organizado, también señala como inconstitucional la exención de responsabilidad penal a los miembros de las Fuerzas Armadas y la PNP en el caso del uso reglamentario de las armas.
El informe menciona que gran parte de la inconstitucionalidad de las normas radica, principalmente, en que regulan materias que el Poder Ejecutivo no estuvo autorizado a incluir en su propuesta legislativa.
Los decretos analizados tuvieron por finalidad luchar contra el crimen organizado mejorando las capacidades de la Policía Nacional del Perú (PNP), el Ministerio Público y el Poder Judicial para combatir la criminalidad organizada.
El informe da cuenta que un 37 por ciento de las reformas contenidas en los decretos legislativos no se relacionan con la lucha contra el crimen organizado ni alguno de los delitos mencionados en la ley que autorizó la expedición de estos decretos.
La Defensoría del Pueblo recomienda, en ese sentido, derogar aquellas normas inconstitucionales, y en el caso de aquellas que excedieron la autorización del Congreso, su contenido puede ser recogido en una ley formal.
Por último, la Defensoría formula también recomendaciones específicas al Ministerio Público, el Poder Judicial, la Academia de la Magistratura, la PNP y los Ministerios de Justicia, Interior y Economía y Finanzas, a fin de fortalecer la lucha contra la delincuencia organizada. (Con información de Andina)
Fuente:
www.larepublica.com.pe
Ahora viene la pregunta del millón: ¿Seguirá Alan García las recomendaciones de la Defensoría del Pueblo?
PD: Que verguenza que Beatriz Merino sea más eficiente que Gorriti y Huamán, los eternos dirigentes de la CGTP.
NOTA: Pregunta y PD. del profe leo.
Rebelión, dignidad, autonomía y democracia.
Voces compartidas desde el sur *
- Porque es bien sabido que las puertas fueron antes ventanas, y antes fueron rendijas, y antes fueron y son memoria. Tal vez por eso temen los de arriba, porque quien tiene memoria en realidad tiene en su futuro una puerta.[1]
La voz del subcomandante Marcos oíase en la Plaza de Mayo esa tarde del 24 de marzo de 2001 cuando se cumplían veinticinco años del golpe militar que inició, a fuego y sangre, la imposición del neoliberalismo en Argentina. Desde la ciudad de México, adonde había arribado la caravana zapatista que movilizó la sociedad mexicana en reclamo de la autonomía y la dignidad indígenas, la voz del Sub hablaba con los miles de mujeres y hombres que en Buenos Aires -y en tantas ciudades del país- se manifestaban contra la impunidad y por la justicia. Este encuentro se engarzaba con otros anteriores; de un diálogo múltiple y difuso que, forjado a través de las fisuras de las pantallas globales, de las correspondencias del espacio intergaláctico y de las travesías que unieron el sur latinoamericano con el sureste de México, había diseminado las voces zapatistas en Argentina.
Las rebeliones de las dignidades
El levantamiento indígena en enero de 1994 confrontaba e impugnaba la implantación del neoliberalismo en México, de la mano del proyecto salinista y la funcional continuidad del PRI. Confrontaba también con las falaces promesas que intentaban legitimar el ingreso al "primer mundo estadounidense" a partir del inicio del TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte), desnudando las trágicas consecuencias sociales y el carácter imperial que traían aparejados estos acuerdos de liberalización comercial. Y en ese sentido los zapatistas anticipaban las luchas y movimientos que habrían de cruzar, en los años siguientes, toda "nuestra América" en la construcción de la resistencia contra el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas).
Pero también las voces rebeldes del Sureste mexicano cuestionaban las admoniciones del fin de la historia y la pretendida inevitabilidad de la "globalización neoliberal". Su emergencia y difusión regional e internacional exorcizaban los intentos del "pensamiento único" de rendir inútil la resistencia, ineficaz la acción colectiva y arcaico todo deseo de cambio. De las profundidades de la selva latinoamericana el grito de los indígenas chiapanecos servía así a reponer y alimentar los sueños y utopías de transformación como herramientas constructoras de un presente distinto. Esta primera significación internacional de la sublevación en Chiapas interpeló particularmente a muchas mujeres y hombres en Argentina cuando la década menemista se aprestaba a cumplir su primera mitad y la hegemonía del neoliberalismo en el país parecía consolidarse con deseos de perennidad. Y de este modo, tantos ojos y oídos en el sur vibraron al escuchar el grito rebelde de Chiapas.
Cuando años después la protesta social se intensificaba en Argentina bajo la emergencia de nuevos colectivos y movimientos populares, de nuevas prácticas y referencias identitarias, la imagen del pasamontañas zapatista habría de confundirse con el pañuelo "piquetero" y con tantos otros rostros sin rostro que en América Latina y en el mundo se erguían frente a los señores del dinero, el poder y la guerra. No se trata sólo de "máscaras" parecidas de una clandestinidad obligada ante la ferocidad y violencia de la opresión que los amenaza. Por el contrario, los rostros se confunden aún más en la dignidad recuperada, en la pérdida del anonimato, en el hecho que se hacen ver, que alzan sus voces. Una dignidad forjada en la rebeldía frente a un poder que los expropia y excluye, que tanto los condena a la miseria y la violencia como intenta manipularlos en el engaño y la dádiva. Así, tan próximamente lejana de la selva chiapaneca, desde pequeñas ciudades del interior del país golpeadas por la privatización de la petrolera estatal hasta las barriadas populares de los otrora cordones industriales de los grandes aglomerados urbanos, la rebeldía a una similar exclusión y opresión daba emergencia a los movimientos de trabajadores desocupados en Argentina, aquellos que el "pensamiento sociológico" había considerado un imposible colectivo.
La dignidad recuperada en el piquete que corta y ocupa rutas y caminos -muchas veces por tiempo prolongado-, la fraternidad colectiva en la experiencia de la lucha, la tentativa de gestionar de manera solidaria los recursos obtenidos a partir del cuestionamiento de las formas clientelares y disciplinarias de los aparatos político-partidarios tradicionales, hacen de estas rebeldías una voz compartida frente al despojo y humillación que impone el carácter excluyente del neoliberalismo, como fase capitalista contemporánea.
Así, los horizontes planteados por los insurrectos zapatistas se volvían significativos universalmente en tanto sus voces cuestionaban las formas más extendidas que asumen la explotación, la expropiación y las relaciones de poder y sumisión que caracterizan a la "globalización neoliberal" contemporánea (Ceceña, 2001, pp. 133-34). Y en esta riqueza postulaban un conjunto de referencias que resignificaban de manera crítica algunas de las visiones acuñadas por la tradición de izquierda de las décadas pasadas.
La concepción zapatista de la política, el poder y los caminos de la emancipación, las voces del "mandar obedeciendo" y del "caminar al ritmo del más lento" que inspiraban formas colectivas más democráticas y horizontales, la idea de que la construcción de un mundo nuevo empieza en el presente cotidiano y su crítica a la visión de "toma del poder" -que enfatizaba y enriquecía la concepción de "autonomía"-, dieron palabras a sensibilidades y prácticas que desarrollaban experiencias colectivas de diversos movimientos: de trabajadores desocupados, campesinos, asamblearios, juveniles, de derechos humanos, culturales y sindicales en Argentina.[3] Estas palabras circularon por una gran cantidad de colectivos y movimientos, aunque no siempre cristalizaron en prácticas efectivas (a veces parecieron cumplir tan sólo una función legitimante) y cuando lo hicieron adoptaron diferentes formas e intensidades. Sus voces se mezclaban también con otras, habladas por esa diversidad de movimientos de origen rural, indígena o campesino, que protagonizaron la lucha contra el "neoliberalismo" en nuestra Latinoamérica reciente. De todas ellas, sin duda la sensibilidad zapatista resultaba la más clara y sugerente.
Estas voces inspiraron un espacio lábil de prácticas sociales, colectivos y organizaciones que hicieron de la referencia a la horizontalidad y la autonomía elementos sustantivos de su construcción. La agrupación HIJOS (Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio) en el terreno juvenil y de los derechos humanos, el Movimiento de Trabajadores Desocupados de Solano (distrito del sur de la provincia de Buenos Aires), o el "autonomismo" que pareció enraizarse en una parte del movimiento asambleario urbano son algunas, quizás las más conocidas, de estas experiencias.[4]
Los debates en torno a la concepción zapatista del cambio
El zapatismo plantea esta cuestión en un sentido radical que quizás puede sintetizarse en la provocativa frase que nos propone "cambiar el mundo sin tomar el poder". La fuerza de su experiencia ha estimulado un intenso debate que recorre el espacio de la reflexión crítica y del activo societal en Argentina. Un debate donde el zapatismo se ha mezclado -y a veces desdibujado- con otras voces, en el desafío de pensar los caminos del cambio ante las nuevas formas de dominio que el capitalismo promueve. Las perspectivas "situacionistas"[5]5 o las palabras de John Holloway y Toni Negri; las conceptualizaciones sobre el "contrapoder" o el "antipoder", las críticas que estas reflexiones han merecido, los señalamientos de sus debilidades y desaciertos, para mencionar sólo algunas, han formado parte de esta discusión que da cuenta de la revitalización que empieza a sacudir al pensamiento crítico y transformador.[6]
No es el motivo de esta reflexión introducirnos en este debate. Vale sí señalar que el mismo es el resultado del estímulo suscitado por la experiencia zapatista, aunque también por las resistencias tejidas en torno al movimiento internacional antimundialización neoliberal y por el ciclo de movilizaciones y conflictos que conmovió a Argentina en los últimos años. Claro que el zapatismo aporta su propia voz en esta discusión pero ¿cómo entenderla?, ¿qué nos dice? Al intentar responder a estas preguntas corremos siempre el riesgo de convertir a los decires zapatistas en una nueva ideología y restablecer la jerarquía de los saberes que ellos mismos cuestionan en su práctica, haciendo de la infalibilidad la nueva orden de autoridad y de la convicción un muro donde el diálogo y el aprendizaje ya no son posibles.
Las jornadas de diciembre y la democracia verdadera
Por otra parte, en un camino paralelo, los lazos forjados entre estos colectivos y experiencias sociales en una multiplicidad de acciones de solidaridad y cooperación supieron constituir una red difusa de espacios heterogéneos de soberanía popular no estatales y no mercantiles donde, como en la perspectiva zapatista, lo económico, lo social y lo político tendían a fundirse en la experiencia colectiva como un proceso o tendencia que se desarrolla en la práctica social de manera no uniforme.
Este proceso de conflicto y experimentación popular supo verbalizarse en el estribillo-consigna "Que se vayan todos". Surgida como canto colectivo en las movilizaciones y cacerolazos que acosaron al régimen político a fines de diciembre de 2001, extendida como referencia a una amplia gama de movimientos y articulaciones, esta "invención popular" mereció múltiples interpretaciones en un debate que aún no concluye. Anatematizadas por la élite política, entendidas como un cambio restringido a los "representantes políticos" o a la "dirección" del movimiento, interpretadas como un cuestionamiento a toda forma de organización colectiva, para nosotros señalaban la ambición de una democratización radical de lo institucional-político-estatal bajo formas participativas y directas que operaba no sólo en el terreno de los poderes del Estado nacional sino también como orientación de sentido hacia un amplio conjunto de la trama institucional de la sociedad.
Y en estas múltiples vertientes, podemos decir que la verdadera democracia de la que también habla la voz zapatista estuvo presente como anhelo, demanda, construcción y desafío en la experiencia popular reciente en Argentina.
Bibliografía
Ceceña, Ana Esther, "Por la humanidad y contra el neoliberalismo, líneas centrales del discurso zapatista", en José Seoane y Emilio Taddei (comps.), Resistencias mundiales. De Seattle a Porto Alegre, CLACSO, Buenos Aires, 2001.
Holloway, John, Cambiar el mundo sin tomar el poder, Universidad Autónoma de Puebla-Herramienta, Buenos Aires, 2002.
MTD Solano y Colectivo Situaciones, La Hipótesis 891. Más allá de los piquetes, De Mano en Mano, Buenos Aires, 2002.
Página 12, Buenos Aires, 27 de marzo de 2001.
Seoane, José, "Argentina: la configuración de las disputas sociales ante la crisis", OSAL (Observatorio Social de América Latina), n. 7, CLACSO, Buenos Aires, junio de 2002. --- y Emilio Taddei (comps.), Resistencias mundiales. De Seattle a Porto Alegre, CLACSO, Buenos Aires, 2001.
Zibechi, Raúl, Genealogía de la revuelta. Argentina: la sociedad en movimiento, Letra Libre, Buenos Aires, 2003.
17 septiembre 2007
Costa Rica: la lucha contra el Tratado de Libre Comercio
GCV: Es muy importante que, aunque no exista una única coordinación, exista un objetivo común pues eso unifica más que los liderazgos, que de hecho son muy diversos. Por eso, creo que puede afirmarse que todo el movimiento social y popular está en contra del TLC. Y cada organización es tan importante como las demás, independientemente de su tamaño, porque actúan en planos distintos de la realidad (desde aquellas que salen en los medios de prensa hasta las que actúan en su barrio solamente). En esto hay sindicatos tan importantes como los del Instituto Costarricense de Electricidad y organizaciones campesinas como el Frente Agrario Campesino contra el TLC; no obstante, lo más significativo es que han surgido expresiones organizativas novedosas, a nivel barrial, cantonal, de jóvenes, etc., que rompen de facto los esquemas organizativos tradicionales y eso constituye una riqueza política central en este movimiento, porque lo hace muy flexible y difícil de cooptar. Hay algunos esfuerzos importantes de unidad, entre ellos la Coordinadora Nacional de Lucha contra el TLC, las Coordinadoras regionales (que funcionan con autonomía), entre ellas en la zona sur y la zona norte; está también el Frente Nacional de Apoyo a la Lucha contra el TLC, conformado por personalidades académicas y políticas; partidos políticos como el Frente Amplio y Acción Ciudadana también han tenido un importante papel llamando a la ciudadanía a oponerse al Tratado. Pero lo más relevante es que la sociedad se ha movilizado, por ello el foco dejan de ser las organizaciones en sí mismas, que se convierten más bien en vectores de la movilización ciudadana.
CIEPAC: Si se llegara a ratificar el TLC se prevé la necesidad de que la Asamblea Legislativa apruebe 13 proyectos de ley, inseparables del TLC. ¿Qué temas abarcan? ¿Cuáles son las inconstitucionalidades de estos proyectos de ley que ustedes denuncian?
GCV: Estos proyectos de ley, llamados "agenda de implementación", son indispensables para que el TLC tenga plena efectividad jurídica y por eso son parte inseparable del Tratado. Los proyectos más controversiales son:
GCV: Si gana el NO, va a ser un choque para los EEUU y para la clase política costarricense. Creo que no lo esperan y están dispuestos hasta el fraude para evitar el triunfo del pueblo. En principio, tendrían que aceptar el resultado en caso de que perdieran, pero también cabe la posibilidad de que no lo hagan y venga la represión. Es difícil pero es posible. Lo que sí es seguro es que el gobierno seguiría apostando por la ratificación de la "agenda de implementación", que es algo así como "el TLC sin TLC", para asegurar sus principales negocios. Los Estados Unidos podrían imponer sanciones comerciales, para crear una especie de "castigo ejemplar", para advertir así a otros países sobre los riesgos de resistirse a la firma de un TLC. Incluso creo que dentro de ese "castigo ejemplar" podrían desviar inversiones hacia otros países del área, por ejemplo a Nicaragua y Honduras, para culpabilizar a la población costarricense por la supuesta pérdida de empleos, etc. El escenario es difícil de prever pero quiero apuntar algo esencial: las contradicciones en torno al TLC revelan una situación más compleja, profunda y estructural el términos de crítica al neoliberalismo, por eso, ya sea que gane el Sí o el No, dicha contradicción profunda no se va a resolver ahora y seguirá latente como el elemento aglutinador de la vida política del país en los próximos años.