¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

16 mayo 2010

En Camisea cocinan con leña

En Camisea cocinan con leña

El balón de gas cuesta hasta 60 nuevos soles en esta zona cusqueña. Mientras García persiste en exportar ciegamente el gas extraído de las entrañas de La Convención, sus pobladores pagan el precio más caro de Latinoamérica.

José Víctor Salcedo- La Convención.

La comida de Margarita Cáceres de Cueva huele a humo. La cocina de gas que le regalaron sus hijos está guardada en su habitación y ya comienza a oxidarse. Hace tres años recibió el regalo, y solo la utilizó una sola vez.

Margarita prefiere cocinar con leña que gastar 42 soles para comprar un balón de gas. Preferiría no cocinar para su esposo en un fogón, pero es mejor utilizar esos valiosos soles ahorrados en comprar azúcar u otro alimento necesario para parar la olla.

La vida de Margarita transcurre en medio de la oscuridad y el hollín de su cocina. La encontramos en su humilde casa, en Echarate (el miércoles 11 de este mes), preparando el almuerzo para su familia.

Margarita interrumpe su quehacer para quejarse de las autoridades que no hacen nada para beneficiar a los pobladores de la zona con las bondades del gas de Camisea.

Dos minutos después escucha la voz del presidente Alan García en una radioemisora diciendo que hay suficiente gas para el sur y para exportar. Margarita voltea, nos mira y vuelve a quejarse sin ocultar su molestia: “¿Le dimos una segunda oportunidad para que nos haga esto?”. Vuelve la mirada al fogón, atiza el fuego y sigue preparando el almuerzo.

Una verdad desgarradora

Cuando intentamos preguntarle si estaba de acuerdo con la exportación del gas a México, el sonido de la puerta de calamina nos interrumpe. Es Blas, su esposo. Debe atenderlo y nosotros abandonar su casa.

Así como Margarita, el 90% de cuatro mil familias del distrito Echarate, provincia de La Convención, en el Cusco, utilizan leña para cocinar sus alimentos. Un rápido recorrido por este distrito cusqueño nos permite descubrir una desgarradora realidad todavía desconocida para la mayoría de los peruanos.

¿Por qué prefieren cocinar con leña y no con gas? Sucede que, a medida que uno se acerca al yacimiento gasífero de Camisea, el costo del balón de gas (GLP) se incrementa escalonadamente y muy pocas familias utilizan ese combustible.

Una paradoja

El distrito de Echarate está ubicado a pocos kilómetros de la reserva del gas de Camisea. Irónicamente en esta localidad, de cuyas entrañas se extrae el gas que llega por un ducto a Lima, y de la cual también una parte se transforma en GLP, solo 5 de cada 100 personas utilizan en sus cocinas el hidrocarburo.

De acuerdo con el XI Censo Nacional de Población y VI de Vivienda del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 91.7% de la población del distrito de Echarate utiliza leña como combustible, en tanto que solo el 5.4% usa gas para cocinar. A nivel de la región Cusco, el 32.2% de la población emplea gas y un 46.5% prefiere preparar sus alimentos con leña (ver infografía).

Pagan hasta S/. 60 por balón

En Echarate el balón de gas cuesta 42 soles, pero a una hora de viaje rumbo al yacimiento, en Palma Real, el costo sube a S/. 48 y hasta S/. 50 soles. En el Bajo Urubamba, según el alcalde de Echarate, Elio Pro Herrera, un balón de gas llega a costar 60 nuevos soles.

De las estadísticas se deduce que el consumo del gas en el Cusco, la región propietaria del yacimiento gasífero, tiene una relación inversa a la cercanía con los Lotes 88 y 57, donde se explota el recurso.

Falta de política energética

Marco Chalco de La Cuba, alcalde de La Convención, asegura que el problema se debe a la falta de políticas de estado en materia energética que estén dirigidas a priorizar el mercado interno.

Consideró que la solución depende de la construcción del Gasoducto Andino del Sur y una Central Térmica en la localidad de Kepashiato para la generación de energía eléctrica que cubra la demanda de energía de La Convención.

Mientras no se construya el gasoducto para el sur, Blas seguirá preparando y comiendo sus alimentos con olor a humo y Margarita no dejará de lamentarse de haber votado por Alan García.

Sánchez habla de 17 TCFs

Por otro lado, el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, reiteró ayer que el gas para atender la demanda interna está asegurado ya que las reservas probadas de los Lotes 56 y 88 ascienden a 17 Trillones de pies cúbicos (TCF).

Explicó que de esos dos lotes se puede extraer 13 TCF, y al sumar los 2 TCF del Lote 57 da unos 15 TCF de gas recuperable. “Tenemos 17 TCF en las estructuras. Trece TCF se pueden extraer con la tecnología vigente. Y si a esto le añadimos los dos TCF del lote 57, tenemos los 15 TCF a los que hacía referencia el presidente”, dijo.

Sánchez dijo que en casi cuatro años solo se han consumido aproximadamente 0.3 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural.

“Estamos diciendo que con los volúmenes existentes tenemos cubiertas nuestras necesidades”, señaló el ministro.

Destacó que el lunes presentará la certificación de otra Consultora Internacional, contratada por el gobierno, que confirmará la cantidad de gas existente en Camisea.

Seguimiento al ducto del sur

A través de una resolución suprema, el Ministerio de Energía y Minas conformó ayer la Comisión Sectorial para el seguimiento y la emisión de informes sobre la ejecución del gasoducto al sur.

Estará presidida por un funcionario de la Dirección General de Hidrocarburos (DGH) y conformada por un representante del gobierno regional del Cusco, Arequipa, Puno, Moquegua y Tacna.

La Comisión, que se instalará en un plazo no mayor de 15 días calendario, informará a la DGH los avances del cumplimiento de las obras de construcción e instalación del sistema de transporte de gas natural por ductos de Camisea al sur del país.

Datos

Ducto. Marco Chalco, alcalde de La Convención, dijo esperar que el Ministerio de Energía y Minas cumpla con garantizar el ducto sureño y la construcción de la central eléctrica valorizada en US$ 164 millones, para que la discriminación de los beneficios del hidrocarburo termine.

Habrá paro. La autoridad edil confirmó su participación en el paro convocado por los gremios del 18, 19 y 20 contra la exportación del gas de Camisea.

El gas más caro de Latinoamérica

Los consumidores peruanos pagan por un balón de gas doméstico de diez kilos un precio muy superior al resto de países de América Latina. Un informe de la Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) del 2004 da cuenta de que en el Perú el costo promedio del balón de gas es de S/. 32.00 (actualmente está en S/. 35), Brasil S/. 31.90; Uruguay 26.24; Chile 20.22; Argentina 18.28; Paraguay 14.72; y Bolivia 8.89. Asimismo, en Colombia cuesta S/. 8.13, Venezuela S/. 4.48, y Ecuador S/. 3.36.

En su informe, Aspec considera absurdo que incluso países no productores de gas, como Chile, vendan a sus consumidores el gas más barato que en el Perú.


http://www.larepublica.pe/economia/16/05/2010/en-camisea-cocinan-con-lena-0

preludio de la crisis global del capital

Grecia: preludio de la crisis global del capital



No es vaticinio, pero sí la constatación de la continuidad de un ciclo: si la crisis griega no es manejada con cuidado por sus responsables (gobiernos, empresarios y especuladores) –y escapa a sus expectativas− se podría convertir en una crisis global del régimen capitalista en el mundo; en breve, partiendo de su bifurcación hacia los otros miembros de los llamados pigs : acrónimo despectivo de origen anglosajón con el que se conoce al grupo de países del sur de Europa constituido por Portugal, Italia y España, además de Grecia.

¿Por qué se desencadena la crisis en el país helénico de poco más de 11 millones de habitantes y 131,940 km²? Son muchas las hipótesis y han sido esbozadas por una variedad de autores especialistas en el tema de la crisis. Nosotros nos ubicamos en la perspectiva científica y crítica de la teoría del valor-trabajo: cuanto mayor es el desarrollo capitalista afianzado en el aumento de la capacidad productiva del trabajo debida al progreso tecnológico y al desarrollo de las fuerzas productivas materiales de la sociedad capitalista global, tanto menor es la reducción de la magnitud (I) de la que depende –dentro de la jornada de trabajo− el valor medio de la fuerza de trabajo determinado por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su reproducción. Ocurre, entonces, una producción cada vez menor de valor que castiga la producción de plusvalía y, en el largo plazo, provoca la caída de la tasa de ganancia que es el motor del sistema. Esta es la primera hipótesis que planteamos. La segunda hipótesis se refiere al hecho de que, derivado de la anterior, la magnitud (II) relativa a la plusvalía, o tiempo de trabajo excedente no remunerado al trabajador, cada vez más presenta dificultades para aumentar: en otras palabras su crecimiento se convierte en marginal, es decir, crece cada vez menos al grado de que su crecimiento puede llegar un punto en que cese. Este momento marca la irrupción de la crisis, de las rupturas y de las mutaciones en los órdenes económico, social y político.

Dentro del neoliberalismo, en el curso de las décadas de los ochenta y noventa del siglo pasado, la "salida" de la crisis del capital consistió en el desdoblamiento de las inversiones a la esfera monetaria y financiera, en sentido estricto se fortaleció el capital ficticio que se convirtió en hegemónico hasta la actualidad. La época estuvo caracterizada por crisis recurrentes estructurales que se desarrollaron en los países dependientes de la periferia capitalista, desde la crisis mexicana de 1982 hasta la de argentina de 2001-2002. Pero las cosas cambiaron a partir de diciembre de 2007, 2008 y 2009, cuando la crisis del capital se desplaza al centro del centro del sistema económico capitalista: Estados Unidos y ahora se bifurca hacia la eurozona, constituida por 16 países, pero también cubre a Gran Bretaña, Japón, Rusia, Turquía y a algunos países de América Latina 2 como México −dependiente de la economía norteamericana− y Brasil fuertemente dependiente de las importaciones chinas y cuyo gobierno recientemente aprobó una reducción del gasto del Estado y autorizó el incremento de las tasas de interés supuestamente para contener el "sobrecalentamiento" de la economía y el aumento de la inflación.

A partir de aquí vislumbramos dos etapas del proceso de la crisis estructural del capital.

La primera se caracteriza por las enormes dificultades del capital financiero y de las grandes empresas inmobiliarias que sumergieron al sistema en una profunda recesión que sólo va a ser paliada por la intervención del Estado a través de un apoyo incondicional al capital financiero. Al respecto un autor asevera correctamente que: "A dos años de haber explotado la crisis neoliberal no se ha prohibido ni una de las transacciones financieras que sirven para especular, incrementar riesgos e intensificar la volatilidad. En cambio, se inicia la última ofensiva en la guerra para desmantelar lo que queda de una etapa en la vida del capitalismo en la que la solidaridad social y una norma salarial que permitía hacer frente a la deficiencia de demanda agregada importaban un poco. 3

La segunda etapa, que se prolonga hasta la actualidad (2010), se caracteriza por la crisis fiscal del Estado (derivada del apoyo que éste le otorga al capital financiero o, mejor dicho, al capital ficticio), lo que nos hace recordar la obra del reconocido autor James O'Connor, The Fiscal Crisis of the State , donde certeramente postula la tesis de la crisis del Estado de bienestar desde la década de los setenta del siglo pasado y que ahora se desdobla en sus rasgos estructurales sobre las clases trabajadoras de todo el planeta. 4

Al respecto un autor plantea que: "La crisis fiscal no tardará en llegar a otras economías desarrolladas con cuentas frágiles y endeudamientos excesivos. La causa del gran deterioro en las finanzas públicas fueron las medidas adoptadas por los gobiernos durante los últimos dos años para contener las consecuencias de la gravísima crisis financiera que eclosionó en los Estados Unidos" (el "centro" del Centro del imperio)" "…y que luego se diseminó al resto del sistema financiero mundial. Las políticas instrumentadas para salvar a los bancos y sacar las economías de la recesión han generado enormes déficit y forzado a los gobiernos a endeudarse y a asumir compromisos financieros que presionarán las cuentas fiscales por muchos años".5 Mientras que el FMI advierte que la deuda pública pone al mundo en riesgo de otra nueva crisis.6

La contrapartida de la crisis fiscal, que ocurre en medio de la recesión y de graves problemas de sobreacumulación de capital y de disminución de la masa de plusvalía creada en el sistema, es el fuerte endeudamiento de las economías con bancos y acreedores. Es así como el sistema se comienza a fracturar por la insolvencia o incapacidad de pagos de los países cuyo déficit es capitalistamente insostenible. De este modo la deuda de Grecia representa 115,1% de su producto interno bruto, la de Italia, 118%; la de Portugal, 76,8 y la de España, 53,2%, que se agravan por un creciente desempleo que, en la eurozona, se calcula oficialmente rebasa los 15 millones de personas y promete incrementarse.

Estructra de la deuda griega por países Europeos

Francia: 75.172 millones de € (40% del total)

Alemania: 45.003 millones de €

Gran Bretaña: 15.089 millones de €

Holanda: 11.892 millones de €

Italia: 6.924 millones de €

Bélgica: 3.600 millons de €

Austria: 4.649 millones de €

España: 1.273 millones de €

Suecia: 684 millones de €

Portugal: 9.746 millones de €

Irlanda: 8.464 millones de €

Total: 188.598 millones de €

Fuente: Banco Internacional de Pagos de Basilea

En el caso de los bancos alemanes (en sí capital dinero que en rigor no genera valor ni plusvalía mientras no se recicla a la esfera productiva), segundos acreedores de Grecia en el seno de la Unión Europea, 7.900 millones corresponden al banco hipotecario Hypo Real Estate, nacionalizado el año pasado debido a las dificultades para sobrevivir sin declarar la suspensión de pagos. El segundo banco alemán acreedor de la deuda Griega es el Commerzbank (uno de los líderes del sistema bancario alemán con sucursales en más de 40 países en el mundo) a quien el país helénico le debe 3.100 millones, mientras que al Deutsche Postbank Group (uno de los principales bancos de Alemania proveedor de servicios financieros que se encuentra en manos del Estado), le debe 1.300 millones en bonos y otros productos financieros griegos. A consorcios como el de seguros Munich, Grecia le debe 2.200 millones y al Allianz, el mayor grupo europeo de seguros y uno de los mayores aseguradores y proveedores de servicios financieros en el mundo, 700 millones, según el Banco Internacional de Pagos.

En este contexto, el 7 de mayo de 2010, los líderes de los 16 países de la eurozona aprobaron un "paquete de rescate" a Grecia por la cantidad de 110.000 millones de euros (unos 147.000 millones de dólares), de los cuales 80 millones fueron aportados por la UE y el resto por el FMI.7 Las primeras partidas de la "ayuda" millonaria deben llegar antes del día 19 porque el gobierno griego tiene que liquidar

9.000 millones por el vencimiento de los intereses de su abultada deuda que asciende a 273.000 millones y que corresponde a 115% de su PIB.

Este paquete se otorga a cambio de imponer a la sociedad griega un draconiano programa de austeridad social que fue aprobado por el parlamento griego hegemonizado por el Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) durante tres años y que incluye drásticos recortes en el gasto público –con énfasis en el gasto social− con el fin de reducir un déficit que alcanza 13,6% del PIB8 para situarlo en 8,1% en 2011. Asimismo, las pensiones, los salarios de funcionarios y otros beneficios sociales de la población serán recortados mientras aumentan los impuestos a la población. Cabe destacar que ya se aplicó un aumento de 10% en los impuestos sobre el tabaco, el alcohol y la gasolina, así como al IVA; aumentó también la edad para jubilación y se flexibilizaron los despidos de trabajadores y empleados, mientras que la reforma laboral está pendiente.

El paquete, además, refuerza las medidas presupuestarias en toda la Unión Europea (UE) con todas las consecuencias sociales que ello implica. Entre otras medidas adoptadas destaca un plan general de "rescate" por 750.000 millones de euros (cercano a un billón de dólares), para todos los países europeos en crisis y se considera el más grande desde que los líderes del Grupo de las 20 naciones más importantes del mundo (G-20) acordaron inyectar dinero a la economía global tras el colapso del banco Lehman Brothers en 2008, el cuarto banco de inversión en Estados Unidos rescatado por el gobierno de este país.9

Sin embargo, esas medidas no atacan de raíz los problemas estructurales que generaron la crisis griega y, en general, del régimen del capital en Europa y en el mundo, por lo que están condenadas al fracaso y a generar nuevos paquetes de austeridad para la población. Confirmando lo anterior, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Baroso, señaló que “hay que apretarse todavía más el cinturón en pos de una mayor austeridad para que los socios de la eurozona hagan esfuerzos adicionales con el fin de atajar sus abultados déficit públicos".10 En particular, ese fracaso se da entre otras cosas porque: "El 'plan de rescate' de Grecia no ataca a los beneficios y las rentas financieras sobre la deuda"11; por el contrario, las estimula y protege. Y el efecto "contagio" de la crisis griega a otras países de la región, debido a la insuficiencia de las medidas adoptadas, lo destaca la agencia calificadora Moody’s que amenaza con rebajar la calificación crediticia de Portugal y recortar más la de Grecia a estatus "basura".12 "El contagio se ha extendido desde Grecia –históricamente un crédito más débil en el contexto de la zona euro– a soberanos con métricas de crédito más fuertes como Portugal, Irlanda y España", reveló Moody’s. A partir de aquí la imposición de paquetes de austeridad se ha ido extendiendo como lava a cada vez más países del sur de Europa.

En efecto, el 12 de mayo de 2010 el presidente socialdemócrata del Estado Español anunció la posibilidad de que sea puesto en vigor un paquete de austeridad a la población para reducir el déficit público del gobierno de 11,1% a 3% entre 2010 y 2013. El objetivo es "ahorrar" 5.000 millones más en 2010 y un total de 10.000 en 2011. De ellos, 1.200 saldrán de comunidades y ayuntamientos. También contempla disminuir en décimas la previsión del PIB para 2011.13 Para ello plantea impulsar las siguientes medidas a través de un decreto ley:

- Reducir el salario 5% en promedio a los burócratas (unos 2.600.0000 millones) y mantenerlo congelado en 2011.

- Suspender en 2011 la revalorización de las pensiones, excluyendo las no contributivas y las pensiones mínimas.

- Eliminar el régimen transitorio para la jubilación parcial de la Ley 40/2007.

- Eliminar la prestación por nacimiento de 2.500 euros a partir del 1 de enero (el "cheque-bebé").

- Revisar el precio de los medicamentos (no los de referencia) y adecuar las unidades del envase a la duración estándar del tratamiento (incluso con monodosis).

- Suprimir para nuevos solicitantes la retroactividad del pago por dependencia al día de la presentación, excepto si la tramitación supera el límite de 6 meses.

- Reducir 6.045 millones de inversión pública estatal para 2010 y 2011, y 600 millones de Ayuda Oficial al Desarrollo. 14

Ante esta política unilateral de ajustes económicos anunciados por el gobierno español, al igual que en Grecia, los sindicatos del país como la Unión General de Trabajadores (UGT), Comisiones Obreras (CCOO) y la Federación de Servicios Públicos (FSP) anunciaron el jueves un plan de movilizaciones ante la reducción de salarios a trabajadores del Estado con la perspectiva de impulsar una huelga general para el 2 de junio. Sin embargo es muy probable que las direcciones corporativas de estos sindicatos negocien con el gobierno socialdemócrata para no concretar la huelga general y mediatizar las movilizaciones, al menos en un sentido radical.

Un día después del anuncio del plan español de austeridad el gobierno de Portugal, en alianza con el conservador Partido Social Demócrata (PSD), aprobó un aumento generalizado de impuestos y un recorte drástico del gasto con el objetivo de "ahorrar" 2.100 millones y reducir el déficit público desde el 9% de 2009 a 7% del PIB en 201015 para, de esta manera, llegar a 4,6% (sólo 1,6%) sobre el límite de 3% que impone Bruselas a los Estados de la Unión Europea.

De acuerdo con la fuente citada de El país, el Plan de Austeridad del gobierno portugués contempla las siguientes medidas que deterioran las condiciones de vida y de trabajo de la población:

  • Aumenta la presión fiscal en 1.000 millones y recorta el gasto en otros 1.100 millones.
  • El IVA subirá un 1% en todos los escalones y el tipo normal pasará de 20% a 21%.
  • El nuevo impuesto del rendimiento de las personas físicas (IRS) se incrementará en un 1% para los salarios de hasta 2.375 euros mensuales y un 1,5% para los que estén por encima de ese valor.
  • El impuesto a las empresas tendrá una tributación autónoma de 2,5% para las más grandes, sobre todo para las instituciones financieras.
  • El impuesto sobre el capital aumentará un 1,5% para los tipos de interés de los depósitos a plazo, lo que afectará también a los dividendos.
  • El Gobierno recortará 150 millones en las indemnizaciones compensatorias a las empresas públicas, 100 millones (5%) en las transferencias del Estado a los ayuntamientos y rebajará en 5% los salarios de ministros, diputados, alcaldes, gestores públicos.

Para los gobiernos de la Europa del gran capital, la crisis se reduce a la dimensión fiscal de los presupuestos públicos. Como existe un tope al déficit público de 3%, entonces rebasarlo implica su inmediata corrección. La segunda línea de preocupación es la defensa del euro, como "moneda soberana" que es el "cimiento" de la Unión: les preocupa la "unidad" y consideran que cualquier perturbación de las economías puede quebrantarla. De tal manera que así justifican la imposición de las políticas de austeridad y la reducción de la dimensión social del decadente Estado de bienestar consolidado después de la segunda guerra mundial del siglo pasado. El gran capital financiero está en lo general de acuerdo con las medidas de austeridad adoptadas para "paliar" la crisis, pero se opone rotundamente a ser objeto de "ajustes" que lesionen sus intereses de clase, así como de sus grandes capitales y empresas trasnacionales.

Por su parte el FMI considera que las políticas de austeridad, que golpean gravemente a los trabajadores europeos, constituyen la única alternativa de superación de la crisis fiscal y de la supuesta pérdida de competitividad internacional de las economías. Al respecto, el Primer Subdirector Gerente y Presidente Interino del Directorio Ejecutivo, John Lipsky, señaló:

"La economía griega se ha visto sacudida por una reacción adversa del mercado en los últimos meses. Estas presiones reflejan la preocupación acerca de la sostenibilidad de las finanzas públicas y la baja competitividad. Las medidas adoptadas inicialmente para resolver estos problemas no lograron restablecer la confianza del mercado, lo que tuvo repercusiones adversas sobre el sector bancario... Las autoridades griegas han elaborado ahora un audaz programa integrado por sólidas medidas iniciales orientadas a recobrar la credibilidad y recuperar la confianza del mercado. El programa se centra en i) restablecer la sostenibilidad fiscal, ii) incentivar la competitividad externa, y iii) salvaguardar la estabilidad del sector financiero. Para dar tiempo a Grecia a aplicar estas reformas y demostrar una trayectoria creíble de aplicación de políticas adecuadas, así como para aliviar la carga del ajuste sobre el pueblo griego, la comunidad internacional ha puesto en marcha un programa de apoyo financiero sin precedentes. Las ambiciosas medidas que las autoridades griegas se han comprometido firmemente a aplicar en el marco del programa, en un contexto de importantes riesgos de contagio a otros países, merecen un nivel excepcional de acceso a los recursos del FMI.16

Como complemento de lo anterior el representante del FMI aclara que "La sólida implementación de reformas orientadas a flexibilizar el mercado de trabajo, mejorar la competencia interna y racionalizar la administración pública" será esencial en la "estrategia de recuperación de la economía griega.

Como se puede apreciar el eje de la preocupación de gobiernos y organismos internacionales radica en el problema del déficit público y en el mercado, que proporcionan el rumbo y las "buenas señales" para los empresarios para decidir invertir o contraer sus inversiones, como lo revela el siguiente diagnóstico del FMI:

"Tras amplias consultas con la Comisión Europea, las autoridades griegas anunciaron medidas fiscales adicionales en febrero y marzo de 2010, pero estas medidas tampoco lograron afianzar plenamente la confianza del mercado . Por último, la inestabilidad en los mercados se agudizó como consecuencia de lo que parecían seguridades de financiamiento insuficientemente claras por parte de los países socios de la zona del euro. Como resultado, la confianza del mercado se deterioró aún más, y la preocupación con respecto a la sostenibilidad fiscal se agudizó, agravando la crisis de confianza. El acceso al financiamiento externo se agotó y los diferenciales de los títulos del gobierno se ampliaron drásticamente, lo que creó la amenaza de conducir a la economía a una espiral descendente de nuevos riesgos". 17

Por ello el Programa de austeridad del gobierno griego se resume en estos tres ajes:

1) Restablecer la confianza y la sostenibilidad fiscal.

2) Restablecer la competitividad de la economía.

3) Salvaguardar la estabilidad del sector financiero, es decir, del capital ficticio que en buena parte es el responsable de la crisis.

Frente a las ficciones de ciertas corrientes de pensamiento dominantes en la época del neoliberalismo, que negaban no sólo la pérdida de perspectiva de lucha de los trabajadores sino, además, la misma existencia del mundo del trabajo y de su protagonista: el obrero, consideramos que esta crisis marca el preludio del resurgimiento de un sujeto histórico, ciertamente renovado por la incorporación de sectores y clases sociales del mundo proletario, que va a dar la respuesta ante las embestidas del capital y del Estado en esta coyuntura histórica de la crisis capitalista caracterizada, como asentamos al principio, por la disminución relativa de la producción del valor y por las crecientes dificultades que encuentra el capital social global para seguir incrementando tanto la masa como la cuota de plusvalía. Por todo ello al capital no le queda otra alternativa que hacerlo a partir de la expropiación del fondo de consumo y de vida de la fuerza de trabajo y extendiendo la superexplotación del trabajo en el seno mismo de los países del capitalismo avanzado.

Notas:

1 El autor es, sociólogo, investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

2 Eleni Belu, "La crisis económica capitalista internacional", Revista Comunista Internacional, núm. 1, 2009-2010, p. 15. Un buen análisis de estos cambios estructurales en América Latina se encuentra en CEPAL, Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe . Crisis y espacios de cooperación regional , Naciones Unidas, Santiago de Chile, 2008-2009, octubre de 2009, disponible en internet: http://www.eclac.org/cgi-bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/6/36906/P36906.xml&xsl=/comercio/tpl/p9f.xsl&base=/comercio/tpl/top-bottom.xsl.

3 Alejandro Nadal, "La Unión Europea rescata el proyecto neoliberal ", La jornada , 12 de mayo de 2010.

4 La crisis del welfare state europeo se originó con la firma del Tratado de Maastricht el 7 de febrero de 1992 que entró en vigor el 1 de noviembre de 1993 y con el que se constituyó la actual Unión Europea (UE).

5 Felipe de la Balze , "El mundo prefiere no ver la próxima crisis fiscal", rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=103300 , 31-03-2010.

6 La jornada, 20 de abril de 2010.

7 Cf. FMI, Comunicado de Prensa No. 10/87 (S) de
9 de mayo de 2010, en: http://www.imf.org/external/spanish/np/sec/pr/2010/pr10187s.htm.

8 La jornada, 08 de mayo de 2010

9 La jornada, 08 de mayo de 2010.

10 La jornada, " Recibe Grecia fondos de FMI-UE para salvarla de la bancarrota", 12 de mayo de 2010.

11 Catherine Samary Y Hugo Harari-Kermadec , " Robo organizado contra Grecia", en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105573 , 10 de mayo de 2010.

12 La jornada, " Recibe Grecia fondos de FMI-UE para salvarla de la bancarrota", 13 de mayo de 2010

13 El país online , " Plan de choque de Zapatero", http://www.elpais.com/articulo/espana/Zapatero/da/vuelco/estrategia/recorte/sueldos/publicos/precedentes/elpepunac/20100513elpepinac_1/Tes , 13 de mayo de 2010.

14 Idem.

15 Idem.

16 FMI, Comunicado de Prensa No. 10/87 (S) de
9 de mayo de 2010, en: http://www.imf.org/external/spanish/np/sec/pr/2010/pr10187s.htm .

17 Idem. Negritas y subrayados nuestros.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Nicaragua: La traición de los intelectuales

Nicaragua: La traición de los intelectuales

Revista Correo/Rebelión


Se puede afirmar que lo más granado de la una vez denominada ”intelectualidad revolucionaria” nicaragüense le ha dado la espalda a su pueblo, al que le deben muchas distinciones, premios y críticas elogiosas sin las cuales sus carreras no serían lo que son hoy en día. ¿Se puede hablar de traición? Claro que sí. Pero estemos claros que sólo los hombres libres, los revolucionarios, traicionan, el hombre burgués no.

El homo económicus del capitalismo no puede traicionar. Su esencia motivacional, lo que le mueve, es la búsqueda incesante del beneficio personal, la acumulación de recursos que en algún momento se pueda traducir en capital: Los títulos, las prebendas, la fama, los minutos de exposición mediática y, claro esá, el metálico contante y sonante.

El pensar en los demás, el correr riesgos por lo que se piensa es justo, el sacrificarse por un ideal, el dar sin recibir dinero a cambio son gastos superfluos, cosas que no pertenecen a la esfera del hombre burgués por más que los ideológos del capital a cada rato anden invocando motivos superiores para su afán de ganancia y conquista.

En la sociedad capitalista, los intelectuales no se diferencian de los zapateros, albañiles, abogados, tortilleras o cualquier otro grupo profesional. Venderse, hacerse comprar y consumir, esa es la ley de hierro del mercado. El que vaya en contra de ella será tarde o temprano tildado de tonto, soñador o peligroso revolucionario – y deberá asumir las consecuencias.

Escribía Marx en sus manuscritos económico-filosóficos:

”La producción produce al hombre no sólo como mercancía, mercancía humana, hombre determinado como mercancía; lo produce, de acuerdo con esta determinación, como un ser deshumanizado tanto física como espiritualmente. Inmoralidad, deformación, embrutecimiento de trabajadores y capitalistas. Su producto es la mercancía con conciencia y actividad propias..., la mercancía humana.”

¿Qué nos está diciendo el jóven Marx, cuya línea de pensamiento, al contrario de lo que afirman los posmodernos ”renovadores”, siguió viva y se desarrolló en toda la obra del maestro alemán? Que dentro del sistema capitalista nos transformamos en mercancías igual a las que producimos: libras de arroz, poemas, repuestos de automóvil o lo que sea. Sólo que somos unas mercancías especiales, ”con conciencia y actividad propias” en un sistema hecho para producir ”inmoralidad, deformación, embrutecimiento de trabajadores y capitalistas”.

En vez de cambiar pan por pan, amor por amor, sudor por sudor, ideas por ideas, medimos lo que creemos que somos por un ”equivalente general”, una ”gelatina de trabajo abstracto” que es el valor de cambio. Ese ”valor que se valoriza a sí mismo” es un fetiche de apariencia ”natural” pero de sustancia social, y por lo tanto, posible de abolir.

Lo que hagamos en nuestras vidas en contra de la ley del valor, lo haremos en contradicción con los mandatos del capitalismo. Lo que hagamos con el fin de llegar a ser seres humanos completos, lo haremos, en última instancia, como revolucionarios. Por eso es que, si decimos que personajes como Sergio Ramírez, y muchos otros han ”traicionado” es también porque reconocemos que en algún momento de sus vidas albergaron, o dijeron albergar, la ambición de superar los marcos estrechos de la ética burguesa junto con otros seres humanos.

Así que los aludidos en este texto no tienen por qué sentirse ultrajados por los conceptos que vertiremos a continuación, en todo caso se deberían sentir tomados en serio por lo que un día dijeron pensar o hicieron.

No nos mueve, aclaramos, el interés de ajustar cuentas: ¿para qué, si aquí seguimos ”haciéndole güevo” a esta revolución, contentos como perros con dos colas? Escribimos estas líneas para entender qué fue lo que pasó, para entender lo que está pasando y por qué. Señores y señoras ”renovadores”, ”probos”, dueños de toda moral y pureza: No se den tanta importancia, porque estas líneas no son para ustedes, son para nosotros.

Lo que esos intelectuales hicieron en el pasado por amor a esta revolución ya no les pertenece. La ”Nicaragua, Nicaragüita”, ”La consigna”, ”La hora Cero” y tantos otros símbolos de lucha y resistencia le pertenecen a este pueblo revolucionario. A ellos lo que único que les queda son unos papeles que dicen ”copyright”. Da pesar, porque es verdaderamente triste ver cómo algunos seres humanos cercenan voluntariamente lo mejor de su persona a cambio de unas pocas monedas, prebendas o adulaciones de los patrones de las ideas.

LA LARGA NOCHE NEOLIBERAL

El neoliberalismo hizo un daño terrible en el terreno de las ideas, y no sólo a los intelectuales. Por ejemplo, hoy en dìa, por todos lados se habla de "sensibilizar" a la gente; para abatizar, para que no boten la basura en cualquier lado, para que manden a sus hijos a la escuela, etcétera. No, lo que se busca es precisamente lo contrario a sensibilizar. Lo que se busca es hacer conciencia, es decir, concientizar.

Se "sensibiliza" a alguien apelando solamente a los sentimientos por los sentimientos mismos. Esa es la manera de funcionar de la publicidad. La concientización funciona al revés: mobiliza los sentimientos a partir de una toma de conciencia crítica de la realidad.

Otro ejemplo: todavía se habla mucho de "consumidores" y "usuarios" cuando en realidad, desde una perspectiva de restitución de los derechos, se debería hablar de sujetos y actores, de cuidadanos y de pueblo, de clase trabajadora, de mujeres, de campesinos, de miskitos, de mayagnas, etcétera.

La ola restauradora y contrarrevolucionaria del neoliberalismo, aunque afectó a toda la sociedad, no logró, sin embargo, sus dos principales objetivos: la destrucción del FSLN y la reinstauración del protectorado somocista. Una causa fundamental de este fracaso es que el Frente Sandinista jamás renegó de su compromiso histórico con la liberación nacional y el socialismo, no renegó de su historia y, algo muy importante en un contexto latinoamericano, nunca renegó de su solidaridad con la revolución cubana.

Los sectores del sandinismo que, por el contrario, se fueron alejando de las definiciones fundamentales del movimiento y perdieron la lucha ideológica y política dentro del Frente terminaron, como sabemos, en los brazos de la oligarquía y de la sociedad civil prefabricada por los Estados Unidos y la Unión Europea.

¿SOMBRAS, NADA MÁS?

Si empezamos este texto citando al jóven Marx de los Grundrisse no fue por casualidad, sino porque esa frase empieza nombrando algo a lo que el neoliberalismo y todas las ideologías ”post” afines al mismo (el postmodernismo, el postestructuralismo, el postmarxismo, etcétera) le huyen como a la peste: la producción y el trabajo, el ensuciarse las manos tocando los objetos de este mundo, en fin, la praxis. ”¡Todo son símbolos!” dicen, y también dicen ”la revolución de los 80s fue una ilusión”.

Cuando la Revolución Popular Sandinista triunfó el 19 de julio de 1979, reivindicando las ideas de Sandino, Fonseca y el Ché, de la Revolución Cubana y de la Teología de la Liberación, hacía ya buen rato que en las universidades europeas se estaba vaciando de contenido revolucionario al marxismo, entre otra cosas, a raíz de la derrota del Mayo Francés, del golpe contra la Unidad Popular en Chile, del asesinato del Ché en Bolivia y de otra serie de derrotas de la izquierda mundial.

Ya no estaba bien hablar de un sujeto para el cambio social ya que esto se consideraba ”totalitario”. Lenin, el gran continuador del marxismo en la era del imperialismo, fué dejado de lado por ”anticuado”, ”voluntarista” y ”autoritario” junto con el Ché y muchos otros revolucioanrios. Del énfasis en la acción transformadora se pasó a absolutizar el lenguaje, y de la lucha política por la transformación de la sociedad se pasó a las ”políticas de la identidad” de grupos aislados de los sectores oprimidos, como las mujeres, los gays y los pueblos originarios como algo opuesto a las tendencias ”totalizadoras” del socialismo.

A Nicaragua esta ola postmoderna llegó con retraso de unos diez años y cobró cuerpo con la derrota electoral de 1990 y la crisis que ésta produjo entre los revolucionarios. Trataremos de ilustrar este proceso de involución ideológica y política disfrazado de renovación tomando como ejemplo a uno de los casos más emblemáticos, el del escritor Sergio Ramírez Mercado:

En una entrevista concedida a Carlos Powell en 2003 con el paradójico título ”El deber de contar es un deber serio”, Ramírez, a propósito de su novela ”Sombras nada más”, explica:

”Todo es fabricado. Todo se hace atando cabos. Aparenta ser una novela testimonial porque inserta testimonios que también son ficticios, y luego se da noticia detallada de estos testimonios, de dónde han sido tomados, en qué circunstancias fueron conseguidos, para terminar de convencer al lector. Yo creo que en la medida en que el lector queda convencido de que lo que le estoy contando es real, yo estoy desempeñando mi papel. Mi papel es buscar cómo engañar al lector.”

Desgraciadamente, los trucos dramáticos de Sergio Ramírez no tienen nada de literario y sí mucho de político. Tirando la piedra y escondiendo la mano, ténica favorita del El Nuevo Diario, el autor dice: ”Yo me cuido de dar opiniones en mis novelas, sino, le quitaría ese papel a mis personajes.” Eso no le impide equiparar bajo la etiqueta de ”atrocidades” una masacre de niños perpetrada por la Guardia Nacional y el ajusticiamiento de un esbirro somocista a manos de los guerrilleros, o dejar a uno de sus personajes femeninos decir del fundador del Frente Sandinista Carlos Fonseca Amador que ”Una vez nada más lo vi y me aburrió con su fanática letanía”.

Ramírez, cuya técnica literaria previamente él mismo definió como un intento de engañar al lector, en la entrevista critica el machismo presente en las filas del sandinismo. Por supuesto, su mirada selectiva le impide ver que al lado de ese machismo existían innumerables pruebas de lo contrario. En una harto rancia operación ideológica, utilizada en todas las épocas por la reacción para denostar a los movimientos revolucionarios, absolutiza un aspecto, y focaliza su crítica sobre una figura, en este caso la del comandante Carlos, cuando es más que conocido su papel como el dirigente más intransigente con las desigualdades de género dentro de la guerrilla sandinista.

Si para el posmoderno ”todo son símbolos” y la realidad un atributo derivado, hay que agregar que esos símbolos deberán en algún momento, terminar necesariamente por traducirse en símbolos pecuniarios. Para la postmodernidad ex-sandinista, a menudo el proceso de transformación de las palabras en oro recorre un largo camino que va desde la acumulación de capital-prestigio a costa de la revolución a su revalorización por medio de claudicaciones iniciales, a su reconocimiento en el seno de la familia de hijos pródigos del complejo multinacional cultural-propagandístico.

Es sabido que Ramírez, luego de la derrota electoral de 1990 lideró el grupo de parlamentarios y otros ex-funcionarios del gobierno sandinista de los 80s que demandó un aggiornamento del movimiento que renunciara a la lucha por el socialismo y la liberación nacional al tomar distancia de los discursos antiimperialistas y clasistas. Luego, este Movimiento Renovador Sandinista dirigido por Ramírez no tuvo ningún problema para aliarse con los sectores más reaccionarios de la oligarquía con el fin de impedir que el FSLN pudiese levantar cabeza: ”Nunca más,” parecían haber jurado.

En 1998 la casa editorial Alfaguara le concede su primer premio de novela a Ramírez por la obra ”Margarita, está linda la mar” que le reportó al autor la jugosa suma de 167.336 dólares o unos 25 millones de pesetas de la época. Por esa misma obra recibió, en enero de 2000, el premio de Casa de las Américas. En ese entonces, la institución cubana fue calificada por Ramírez como ”todo un universo cultural para la América Latina” En esa oportunidad, Ramírez dijo de la Revolución Sandinista:

”Estábamos empeñados en derrocar a una dictadura obscena, y lo conseguimos. En esa revolución, una tarea hermosa y fundamental en mi vida -y siempre he dicho, no sin nostalgia, que no la cambiaría por nada- entré como escritor, apartando mi oficio porque eran tiempos de llamado a filas. Otros, entregaron más que yo, aún la vida.”

Probablemente, al momento de redactar esas frases ya Ramírez se encontraba escribiendo su próxima obra, una puñalada por la espalda a ”esos otros” que habían entregado la vida por la revolución. Fue así que Ramírez escrbió su arrepentimiento total de la Revolución Sandinista con el título ”Adiós muchachos” publicada al año siguiente y que le valió el reconocimiento del New York Times como ”una de las más distinguidas figuras de la literatura hispanoamericana” -un universo que comprende nombres como los de Borges, Carpentier, Cortázar, Rulfo, Vargas Llosa, García Marquez, y decenas de grandes autores. La literatura latinoamericana es una mesa con muchos comensales y, seamos honestos, es una tarea delicada ver a quién sacar de ella para poner a... Sergio Ramírez.

Cómo, según el autor, todo no es sino ”sombras, nada más”, como su tarea de escritor no consiste sino en ofrecer al lector una mentira creible, como ya le dijo ”adiós” a ”los muchachos”, a partir de los primeros años del nuevo siglo, el escritor ex-sandinista se ve cada vez menos obligado a mantener la más mínima apariencia de izquierdista.

Su propuesta política, de socialdemócracia pasa a ser una de ”democracia contra dictadura”, su sujeto social pasa, de ser el pueblo, a convertirse en la ”sociedad civil” y su propuesta cultural, pasa, del humanismo a la defensa de los peores productos pseudoculturales del neoliberalismo.

Así es como, para la fecha en que Rebelión.org publicaba su entrevista con el autor, en abril de 2003, éste firmaba un pronunciamiento condenando el encarcelamiento de 75 mercenarios financiados por la SINA en La Habana. Unos años y varias crónicas en los grandes diarios de la derecha latinoamericana más tarde, ya Ramírez no tendría el más mínimo empacho de verter todo su odio contra Cuba, Venezuela y la izquierda:

En agosto de 2006 le explica a los lectores de El Nuevo Diario que ”la revolución cubana es un experimento fallido” y un año más tarde, desde Argentina, agrega que Hugo Chávez, Fidel Castro y Daniel Ortega son ”caudillos posmodernos”.

La lógica de su desarrollo (en realidad, involución) intelectual, lo lleva a oponerse a la no-renovación de la licencia del canal venezolano RCTV en mayo de 2007. No es casualidad que Ramírez hubiese salido en defensa de este canal que, además de golpista, era un foco de anticultura dirigido contra el pueblo venezolano. Como buen intelectual "post", Ramírez ya no cree en un sujeto del cambio social sino en una sociedad civil de ONGs diseñadas por encargo. Tal y como lo han hecho gran cantidad de artistas e intelectuales ex-izquierdistas en los últimos 30 años, en la práctica Ramírez ha dedicado todos sus esfuerzos a destruir activamente a dicho sujeto.

El reconocimiento a semejante desarrollo político a la ultraderecha vendría, por ejemplo, el 12 de enero de 2009, cuando el ”demócrata” anticubano Raúl Rivero en Cubanet, la web de la Fundación Nacional Cubano-Americana, elogiaba el último libelo de Ramírez en el que acusaba a Chávez y a Daniel Ortega de ser dictadores que andan en avión mientras sus pueblos se mueren de hambre. Ya antes, el anticomunista Rivero había salido defendiendo a Ernesto Cardenal y a Ramírez de la supuesta persecusión de la que serían objeto por parte del ”Orteguismo”.

El 21 de noviembre de 2009 se enfrentaron en Managua dos sociedades civiles. Una de ellas movilizó a unos 7.000 simpatizantes, la otra, a 370.000. Una de ellas protestaba contra la ”dictadura sandinista”, la otra celebraba una victora aplastante en las elecciones municipales del año anterior. En una de ellas, Arnoldo Alemán y Eduardo Montealegre, responsables del robo de unos 900 millones de dólares del pueblo nicaragüense a lo largo de los años, marchaban al lado de los Cardenales, de los Chamorros, y toda una una parafernalia de políticos ex-sandinistas convertidos en neoderechistas.

UNA PROPUESTA NADA ORIGINAL

¿Qué andamiaje intelectual se esconde tras esta práctica de bandazos políticos adornados de bellas frases?

Una poetisa de gran talento como Gioconda Belli, que en sus días de revolucionaria sandinista supo recibir el premio Casa de las Américas 1978 por su libro Línea de Fuego, aún en 2005 escribía pronunciamientos a favor de Cuba motivándolos "Me sumo a los intelectuales que protestan contra una nueva condena a Cuba, orquestada desde Washington".

Tres años y medio más tarde, mientras las torres gemelas del sistema financiero mundial se sacudían en sus cimientos y recién electo Barak Obama, Belli proclamaba en un artículo la mañida tesis del ”fracaso de los sistemas”.

En ese artículo, la poetisa escribía ”Tan trágicos son los explotados mineros cubiertos de lodo de las Minas de Loma Panda en Brasil, como los balseros cubanos, arriesgando sus vidas sobre endebles barquitos en los que esperan alcanzar la supuesta prosperidad en Estados Unidos” como si Belli ignorase el hecho de que son los Estados Unidos (la potencia capitalista) los que han sometido a los ciudadanos de la isla socialista a la cínica y cruel Ley de Ajuste Cubano que premia la emigración ilegal, o a un brutal bloqueo económico y a 50 años de agresiones ininterumpidas.

El artículo de Gioconda Belli es una declaracion programática de esta izquierda renovada (en realidad, neoderecha) de pasado sandinista y sociedad civil creada por encargo. Firmemente posicionada en los discursos postmodernos del fin de las ideologías y los grandes sistemas, la autora nos plantea la tesis (nada original, por cierto) de que no debemos seguir anclados en las ideas pasadas de moda de la lucha de clases, y nos llama a dedicarnos a ”buscar la felicidad”. Todos los que no pensamos como ella somos, naturalmente, dogmáticos totalitarios que le queremos imponer nuestras doctrinas.

Fiel al fetichismo burgués que toma por cosas lo que son procesos históricos y sociales, Belli nos viene con el (viejo y gastado) planteamiento de que ”tanto el capitalismo como el socialismo, han fracasado en su intento de conducirnos a la tierra prometida de igualdad, fraternidad y libertad”. Como si el capitalismo y el socialismo fuesen dos proyectitos de ONG salidos de la pluma de un Adam Smith o de un Carlos Marx, y como si la lucha por la construcción del socialismo no fuese una consecuencia de las contradicciones del propio capitalismo.

En una frase que no tiene desperdicio, la autora escribe: “Mientras el capitalismo endiosó el dinero y cosificó al hombre, el socialismo endiosó al partido y sacrificó a los individuos en el altar de su peculiar concepto de pueblo.” Admitiendo que el capitalismo transforma al hombre en una cosa (o sea, lo cosifica), Belli no tiene por su parte ningún problema en cosificar el socialismo, es decir, el movimiento histórico de las grandes masas oprimidas por liberarse de la opresión capitalista.

Según el cliché liberal usado por la autora, el socialismo habría sacrificado al hombre a costa del partido ”y de su peculiar concepto de pueblo”.

Movimientos tan dispares como la Revolución Cultural china, la Revolución de Octubre, la Unidad Popular de Allende, el ataque al Moncada o las insurrecciones contra la dictadura somocista son englobadas en un sólo molde explicativo: el del pobrecito ”individuo” oprimido por el terrible Leviatán del Estado y el Partido, es decir, la misma caricatura del socialismo que, desde hace décadas, los editoriales de la Pren-CIA S.A. repiten cada semana.

Parece que a Belli, que participó activamente en la lucha contra la dictadura somocista y en la revolución sandinista durante la década de los 80s, se le olvidaron las duras condiciones bajo las que hubo que tratar de construir el socialismo, así como los miles de muertos necesarios, tanto para derrocar a la dictadura como para defender el nuevo poder revolucionario. Ahora resulta que todo eso no fue más que un error, un proyectito fracasado que se puede echar al cesto de la basura. Ahora resulta que todos esos muertos no fueron obra de las balas del imperialismo, es decir, del sistema capitalista, sino del afán totalitario de los revolucionarios.

De ahí en más no es difícil para la autora dar rienda suelta a todas las falsificaciones más vulgares del pensamiento de Marx, Lenin, Gramsci y demás revolucionarios de este movimiento supuestamente fracasado y concluir, faltaba más, con la tesis uribiana del ”imperialismo de Chávez”.

De ahí en más no es difícil para la autora dar rienda suelta al postmoderno libre juego del lenguaje y llamar ”pre-socialista” al rescate de los bancos hecho por Obama, ”imperialismo” a cualquier tipo de relaciones internacionales y ofender la capacidad intelectual del lector con formulaciones como ”si el imperialismo es la fase superior del capitalismo y éste está en crisis, la crisis es una crisis del imperialismo” (y no del capitalismo).

En un revelador lapsus de sinceridad, Belli escribe: ”Parece que sufrimos una crisis de imaginación y en países como el nuestro ésta sea quizás la más grave,” una afirmación más que pertinente en lo que respecta a un ”sandinismo renovado” devenido en furgón de cola de la oligarquía histórica de Nicaragua.

Para Belli, como para todos los demás ”renovadores”, el capitalismo tiene un lado ”malo” (Bush y sus guerras, etcétera) y un lado ”bueno” (el mercado y la supuesta libertad del individuo, los Demócratas estadounidenses, etcétera).

Ellos, como todos los revisionistas desde Bernstein hasta nuestros días, proponen conservar el lado bueno y eliminar el malo. Con respecto al socialismo, proponen eliminar de éste a todos los elementos y movimientos que levantan la perspectiva de la lucha y el tema del poder. No les gusta el ”peculiar concepto de pueblo” marxista que hace referencia a la alianza entre las clases oprimidas y prefieren ser parte de una ”sociedad civil” supuestamente pura, ética y transparente.

Ese tipo de maromas ideológicas tiene más de 100 años de repetirse en diversas coyunturas de crisis interimperialistas, siempre ejecutadas por personas y grupos que se autodenominan tolerantes, pacíficos, no-dogmáticos y éticos, y que siempre, infaliblemente, terminan apoyando las causas mas reaccionarias, desde los ”socialistas” que a principios de siglo votaron por sus burguesías a favor de una guerra mundial que causó millones de muertos, hasta los que hoy apoyan todas las ”guarimbas” financiadas por los Estados Unidos en cada uno de los países del ALBA.

"¿Por qué aferrarnos a definiciones sistémicas, como si sólo dentro de uno de estos sistemas estuviese nuestra salvación?" pregunta Belli retóricamente y responde: ”Yo propongo un nuevo sistema: el felicismo…. el que persiga la felicidad. Los reto a definirlo.” Este original sistema no lo es tanto: Tiene trescientos años de existencia y se llama capitalismo.

"La vida, la libertad y la búsquda de la felicidad", (en inglés "life, liberty and the pursuit of happiness") es una de las frases más famosas de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos de 1776 y sus orígenes se remontan a las ideas del filósofo liberal John Locke a inicios de siglo XVIII en Inglaterra. Locke, considerado en círculos liberales como ”el filósofo de la libertad”, según explica Eduardo Galeano, "era accionista de la Royal Africa Company, que compraba y vendía esclavos" y cuyos barcos negreros tenían nombres como "Voltaire, Rousseau, Jesús, Esperanza, Igualdad, Amistad".

En su época, los representantes más prominentes de la ideología liberal que proclamaban la igualdad de todos los seres humanos, se opusieron férreamente a todos los intentos de liberación de los pueblos oprimidos llamándolos barbaros y proclives a las dictaduras. La mayoría de ellos no creía que la libertad, la fraternidad y la igualdad deberían extenderse a todo el género humano. En nombre de la libertad, invadieron, ocuparon y asesinaron millones de hombres, mujeres y niños.

A la muerte de Marx y Engels, un nuevo movimiento cobró fuerza al interior de la Segunda Internacional, el revisionismo. Nacido en el período entre la primera gran crisis global del capitalismo (1873-1896) y la antesala de la Primera Guerra Mundial, este movimiento propugnaba que que las predicciones del marxismo habían resultado erróneas, que los obreros ya estaban viviendo mejor, y que de entonces en adelante se podría construir el socialismo con reformas y con la colaboración de la burguesía.

Los revisionistas despreciaban la dialéctica, aborrecían todo llamado a la lucha de clases, negaban la existencia del imperialismo y apoyaban el colonialismo. Como sus colegas "renovadores" de hoy en día, se autoproclamaban demócratas y tolerantes. Bajo la influencia de esta escuela reformista, casi todos los parlamentarios de la Segunda Internacional votaron a favor de créditos de guerra a sus respectivas burguesías que precipitaron a Europa a una masacre que dejó un saldo de ocho millones de muertos y seis millones de inválidos.

Si las izquierdas reformistas de los países imperiales, en sus variantes revisionistas, eurocomunistas o postmodernas, tienden a hacerle el juego a las políticas de sus propias burguesías, en los países del tercer mundo éstas tienden a ser absorbidas por los planes de conquista imperiales y por las élites colaboracionistas criollas. Mientras que en unos países se suman a los organismos para-estatales de ”ayuda humanitaria”, en los países del tercer mundo tienden a formar ONGs "tóxicas" financiadas con fondos de los países imperialistas destinados a la desestabilización y la guerra.

DE IZQUIERDA RENOVADA A DERECHA RECICLADA

Los intelectuales ”renovadores” no constituyen renovación alguna. En el caso de nuestros ex-sandinistas, como en el de otros ex-izquierdistas latinoamericanos como Teodoro Petkoff en Venezuela, se puede afirmar que constituyen una neoderecha funcional a los planes más retrógrados del imperialismo.

Es difícil ver a estos intelectuales, a diferencia de un Tony Negri (el de la tesis del ”Imperio sin imperialismo”) o de un John Holloway (el de la tesis de que ”no hay que tomar el poder”), como izquierdistas confundidos.

En la Nicaragua actual es imposible no darse cuenta de que al hablar de la ”dictadura de Ortega” se está apoyando la agenda de las embajadas de la OTAN. Al atacar las supuestas ”medidas populistas” del gobierno, es imposible no darse cuenta de que se está atacando al único gobierno que se ha tomado en serio los problemas del país desde 1990. Al cobrar los cheques de las ONGs, es imposible ignorar cuál es la mano que los firma. Al participar en las actividades de la sociedad civil ad-hoc, es imposible ignorar la ausencia de pueblo.

¿Traicionan estos intelectuales? Claro que sí.

Se traicionan a sí mismos, pero eso es lo de menos. Traicionan a su propio pueblo y sus esfuerzos por lograr una vida digna. Traicionan a los que ofrendaron sus vidas en la lucha contra la muy real y perversa dictadura somocista, y en la defensa de la muy real y profunda Revolución Popular Sandinista.

Pero también traicionan los anhelos de liberación de millones de latinoamericanos que ven en el ALBA la materialización de 500 años de lucha y resistencia. Traicionan todo esto al boicotear la solidaridad internacional con Nicaragua, y traicionan la buena fé de miles de personas progresistas y de izquierda que a lo largo y ancho del mundo todavía confían en sus viejas credenciales revolucionarias.

En la era del ”poder inteligente” en la que un presidente negro en la Casa Blanca carga con el pesado fardo del Hombre Blanco y declara la guerra al mundo en aras de la Civilización Occidental y sus múltiples crisis, en el Tercer Mundo no faltan los portadores contemporáneos de la Maldición de Malinche, dispuestos a ayudarle.

Publicado en la Revista Correo #8-2010

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Esperando a los griegos

Esperando a los griegos



    ¿Qué esperamos congregados en el foro?

      Es a los bárbaros que hoy llegan.

      Kavafis

Hace años se acabó el cuento de la globalización feliz y ahora termina la quimera del euro. La Guerra de Irak quebró las fantasías tramposas de una democracia de mercado benéfica y universal; la crisis financiera desmantela en este momento el castillo de naipes de la unión monetaria europea.

Nos repitieron la fábula de un continente resumen de los valores más avanzados de la civilización: “Aquí nació la democracia, la Carta de los Derechos del Ciudadano, el Estado del Bienestar”... Y en su levitación europeísta se olvidaron de decirnos que en esa tierra de promisión también nació el esclavismo, la Inquisición, el colonialismo o el fascismo.

Si se veían muy apurados nos relataban esa historia tan tierna de Europa como contrapeso de Estados Unidos, del capitalismo productivo y bueno frente al capitalismo especulativo y malo, del modelo social europeo frente al darwinismo norteamericano. Hasta los mandamases de la izquierda repitieron como papagayos el mismo guión autocomplaciente.

Ahora la crisis arrambla con la fachada fraudulenta. La Europa del Capital y de la Guerra presenta su auténtica faz. Tras el escaparate de los Erasmus y Comenius, Bolonia anticipa la universidad clasista; tras la patraña del discurso intercultural, la represión carcelaria de los centros de internamiento de inmigrantes; tras el fetichismo de la moneda única, el euro-yugo, el dogal hunde-pueblos.

Al principio de la crisis cundió el desconcierto en los consejos de administración y en los palacios. Sonaron de nuevo grandes palabras: nacionalización, refundación del capitalismo, revuelta social. Parecía intuirse el fin del letargo, el retorno del antagonista dormido. Vana ilusión. Tras el susto, los poderes económicos y políticos volvieron a la ofensiva de clase, moviendo las fichas de más calado.

El capital demostró, una vez más, su doble condición experta de traficante de sueños y gestor de las crisis. Traficante de deseos, de expectativas, de pulsiones de consumo, pero también hábil administrador de los bruscos despertares. Las burbujas económicas –ya sea inmobiliaria, tecnológica, petrolera o alimentaria- no son un exceso del sistema, sino su condición de existencia; pero las crisis son también consustanciales al capitalismo. Burbuja y crisis, especulación y crisis, constituyen la sístole y la diástole imprescindibles de la Bestia. A esa alternancia corrosiva, los cantores del capitalismo le llaman, con ínfulas de imposible poesía, “destrucción creativa”.

Necesitan destruir, purgar, limpiar la economía (Solbes dixit). Requieren hundir países y desmantelar derechos para recuperar las tasas de ganancia. Precisan eliminar a los competidores más débiles y doblegar a las clases trabajadoras para satisfacer su bulimia de beneficio y restaurar el ciclo de la explotación. Y en esas están.

Los Mercados se convierten en la fuerza telúrica, en los nuevos hados protagonistas de la tragedia. “Hay que restablecer la confianza de los mercados”, dicen a coro los medios de comunicación, la intelectualidad, los políticos y sindicalistas. Los mercados como potencia sobrenatural por encima de los designios humanos señalan con su dedo divino quiénes son los hundidos y los salvados. Hoy el destino fatal y ciego le toca a Argentina y mañana puede cebarse con Islandia, con Grecia o con España.

Y mientras ahogan nuestro grito de angustia con el cuento del Mercado como Nueva Providencia, nos olvidamos de los mercaderes de carne y hueso, de Botín, de Florentino, de las Koplowitz, de los bancos y multinacionales terrenales para los que los gobiernos-capataces urden leyes, plusvalías y rescates a medida.

Vienen a saco. “Lo queremos todo y lo queremos ahora”: el despido barato, el salario de los empleados públicos, la jubilación a los 67, el copago sanitario, las cajas de ahorro, las oficinas de empleo, correos, la privatización de los servicios públicos… Han declarado la lucha (unilateral) de clases, mientras la población trabajadora se abraza a su ficción de clase media propietaria, adherida al consumo y hedonismo programados, dispuesta a cualquier cosa –racismo rampante incluido- con tal de prolongar sus insensatos sueños de nuevos ricos. “Habían olvidado el tiempo de la pobreza/ y el habla de los abuelos; pero no sabían/la vileza sin fin en que vivían/ahora que eran parias de la riqueza” (Celso Emilio Ferreiro). Parias de la riqueza, rocosa clase media, esclavos de la bonanza de los últimos años y abonados a la ideología del todos contra todos y sálvese el que pueda.

Ingenuos, pensamos que la crisis sería el abreojos, la oportunidad para acabar con el encantamiento y sin embargo se adensó la ceguera y el miedo. Los que mandan han comprobado que enfrente apenas hay nada; por eso aprietan el acelerador, por eso no pararán hasta que la rabia de las gentes despierte.

Pero no las tienen todas consigo. De ahí que, compulsivamente, necesiten echar zahorra para ocultar el rastro del robo. Messi regatea magistralmente y Belén Esteban se remienda la cara o las tetas mientras los empresarios corruptores untan con trajes y caballos a los políticos corrompidos; Ronaldo encabeza las remontadas épicas y Bea la legionaria monta el pollo en el Gran Hermano, entretanto el Banco de Santander se embucha 9000 millones más de beneficios.

Llega la hora de la verdad. Han querido cobrarse la primera gran pieza en Grecia y ahora vienen a por España. Allí se han encontrado con una clase obrera y una juventud precaria dispuestas a luchar. Cuatro huelgas generales en tres meses. Y el poder no ha dudado; de nuevo hemos visto la sangre por las calles, de nuevo la antiquísima lección de economía política e infamia: el dinero tiene licencia para matar.

Resignación o resistencia. No hay más caminos. La primera opción pasa por replegarse otra vez al buen rollito, a la oposición consentida en cualquiera de sus formas-la izquierda sumisa y mendicante, el sindicalismo corporativo y parasitario, el posmodernismo evasivo y subvencionado-. La segunda alternativa pasa, en lo inmediato, por la huelga general y por la paciente construcción de un sólido movimiento anticapitalista.

En Mérida, del 29 de mayo al 2 de junio, con motivo de la reunión de ministros de agricultura de la Unión Europea, desde la modestia periférica de nuestras fuerzas, tenemos una oportunidad para contribuir a edificar esa resistencia social contra la barbarie del capital.


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Lo que no se dice de la crisis

Lo que no se dice de la crisis

Público


La crisis que están viviendo algunos países mediterráneos –Grecia, Portugal y España– e Irlanda se está atribuyendo a su excesivo gasto público, que se supone ha creado un elevado déficit y una exuberante deuda pública, escollos que dificultan seriamente su recuperación económica. De ahí las recetas que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo (BCE) y el Consejo Europeo han estado imponiendo a aquellos países: hay que apretarse el cinturón y reducir el déficit y la deuda pública de una manera radical.

Es sorprendente que esta explicación haya alcanzado la dimensión de dogma, que se reproduce a base de fe (el omnipresente dogma liberal) y no a partir de una evidencia empírica. En realidad, ésta muestra lo profundamente errónea que es tal explicación de la crisis. Veamos los datos.

Todos estos países tienen los gastos públicos (incluyendo el gasto público social) más bajos de la UE-15, el grupo de países más ricos de la Unión Europea, al cual pertenecen. Mírese como se mire (bien gasto público como porcentaje del PIB; bien como gasto público per cápita; bien como porcentaje de la población adulta trabajando en el sector público), todos estos países están a la cola de la UE-15. Su sector público está subdesarrollado. Sus estados del bienestar, por ejemplo, están entre los menos desarrollados en la UE-15.

Una causa de esta pobreza del sector público es que, desde la Segunda Guerra Mundial, estos países han estado gobernados la mayoría del periodo por partidos profundamente conservadores, en Estados con escasa sensibilidad social. Todos ellos tienen unos sistemas de recaudación de impuestos escasamente progresivos, con carga fiscal menor que el promedio de la UE-15 y con un enorme fraude fiscal (que oscila entre un 20 y un 25% de su PIB). Son Estados que, además de tener escasa sensibilidad social, tienen escaso efecto redistributivo, por lo que son los que tienen mayores desigualdades de renta en la UE-15, desigualdades que se han acentuado a partir de políticas liberales llevadas a cabo por sus gobiernos. Como consecuencia, la capacidad adquisitiva de las clases populares se ha reducido notablemente, creando una economía basada en el crédito que, al colapsarse, ha provocado un enorme problema de escasez de demanda, causa de la recesión económica.

Es este tipo de Estado el que explica que, a pesar de que su deuda pública no sea descomunal (como erróneamente se presenta el caso de Grecia en los medios, cuya deuda es semejante al promedio de los países de la OCDE), surjan dudas de que tales Estados puedan llegar a pagar su deuda, consecuencia de su limitada capacidad recaudatoria. Su déficit se debe, no al aumento excesivo del gasto público, sino a la disminución de los ingresos al Estado, resultado de la disminución de la actividad económica y su probada ineficacia en conseguir un aumento de los ingresos al Estado, debido a la resistencia de los poderes económicos y financieros.

Por otra parte, la falta de crédito se debe al excesivo poder del capital financiero y su influencia en la Unión Europea y sus Estados miembros. Fue la banca la que, con sus comportamientos especulativos, fue creando burbujas que, al estallar, han generado los enormes problemas de falta de crédito. Y ahora están creando una nueva burbuja: la de la deuda pública. Su excesiva influencia sobre el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (este último mero instrumento de la banca) explica las enormes ayudas a los banqueros y accionistas, que están generando enormes beneficios. Consiguen abundante dinero del BCE a bajísimos intereses (1%), con el que compran bonos públicos que les dan una rentabilidad de hasta un 7% y un 10%, ayudados por sus agencias de calificación (que tienen nula credibilidad, al haber definido a varios bancos como entidades con elevada salud financiera días antes de que colapsaran), que valoran negativamente los bonos públicos para conseguir mayores intereses. Añádase a ello los hedge funds, fondos de alto riesgo, que están especulando para que colapse el euro y que tienen su base en Europa, en el centro financiero de Londres, la City, llamada el “Wall Street Guantánamo”, porque su falta de supervisión pública es incluso menor (que ya es mucho decir) que la que se da en el centro financiero de EEUU.

Como bien ha dicho Joseph Stiglitz, con todos los fondos gastados para ayudar a los banqueros y accionistas se podrían haber creado bancos públicos que ya habrían resuelto los problemas de crédito que estamos experimentando (ver mi artículo “¿Por qué no banca pública?”, en www.vnavarro.org).

En realidad, es necesario y urgente que se reduzca el sobredimensionado sector financiero en el mundo, pues su excesivo desarrollo está dañando la economía real. Mientras la banca está pidiendo a las clases populares que se “aprieten el cinturón”, tales instituciones ni siquiera tienen cinturón. Dos años después de haber causado la crisis, todavía permanecen con la misma falta de control y regulación que causó la Gran Recesión.

El mayor problema hoy en la UE no es el elevado déficit o deuda (como dice la banca), sino el escaso crecimiento económico y el aumento del desempleo. Ello exige políticas de estímulo económico y crecimiento de empleo en toda la UE (y muy especialmente en los países citados en este artículo). No ha habido una crisis de las proporciones actuales en el siglo XX sin que haya habido un crecimiento notable del gasto público y de la deuda pública, que se ha ido amortizando a lo largo de los años a base de crecimiento económico. EEUU pagó su deuda, que le permitió salir de la Gran Depresión, en 30 años de crecimiento. El mayor obstáculo para que ello ocurra en la UE es el dominio del pensamiento liberal en el establishment político y mediático europeo, imponiendo políticas que serán ineficientes, además de innecesarias. Y todo para asegurar los beneficios de la banca. Así de claro.

Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/2013/lo-que-no-se-dice-de-la-crisis/

rCR

Se puede vivir sin petróleo, pero no sin plantas

Vertido en el golfo de México
Se puede vivir sin petróleo, pero no sin plantas



Negocios y políticas como las que condujeron al derrame de crudo en el golfo de México están minando la arquitectura vital del planeta, según la Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 3, publicada el pasado lunes.

El derrame de unos 5.000 barriles diarios de crudo, causado por la rotura el 20 de abril de una plataforma petrolera en el golfo de México, tendrá efectos devastadores que durarán décadas, según los expertos.

Este tipo de negocios y políticas, multiplicados miles de veces en el último siglo, han puesto en peligro los pilares de la vida terrestre, según el informe Perspectiva Mundial sobre la Diversidad Biológica 3 (GBO3, en inglés), que publica la ONU.

Se trata del registro más reciente del estado de la diversidad de especies de flora y fauna, los organismos vivos que nos suministran salud, riqueza, alimentos, combustible y otros servicios esenciales.

En ese estudio, «se distingue con claridad el perfil de lo que puede ser el sexto mayor evento de extinción de la vida en la Tierra», afirma el científico Thomas Lovejoy, jefe de biodiversidad del Heinz Center for Science, Economics and the Environment y consejero jefe de la Presidencia del Banco Mundial.

Uno de los puntos de inflexión es el colapso irreversible de la selva amazónica, afirmó. Una reciente investigación revela que la combinación de tres factores podría desatar una incontenible transformación de la Amazonia en una sabana.

Esos factores son el aumento de dos grados centígrados de la temperatura media global, una pérdida de entre 3 y 4% más de la cobertura selvática original y los incendios forestales.

Así, se desataría una enorme pérdida de especies y abundantes emisiones de CO2 a la atmósfera, recalentando el clima.

Este es el Año Internacional de la Biodiversidad, pero las campanas de alarma llevan bastante tiempo sonando.

En 2002, 123 países se comprometieron a acciones urgentes para frenar el ritmo de pérdida de especies. Ocho años después, con los datos aportados por esas naciones, el GBO3 registra que las promesas no se cumplieron.

Interrogado acerca de por qué es importante la extinción de especies cuando contamos con todo tipo de tecnología, Lovejoy contesta: «Usted no se alimenta de Internet». Tampoco se puede respirar sin las plantas que suministran oxígeno, pero se puede vivir sin petróleo.

Sin embargo, la preocupación por los ecosistemas siempre está en segundo lugar cuando se decide explorar en busca de crudo, minerales o madera, apunta Kieran Suckling, director ejecutivo del no gubernamental Centro para la Diversidad Biológica de EEUU.

«Si los ecologistas consultados al final son lo bastante agresivos, tal vez puedan conseguir que el proyecto se reduzca en un 5%», dijo Suckling. «El poder reside en aquellos que impulsan el desarrollo», insistió.

«Desastre anunciado»

BP fue eximida de controles ambientales para operar en el golfo de México. Y no había planes para lidiar con un derrame importante de crudo. «Era un desastre anunciado, pero la empresa y el Gobierno hicieron de cuenta que no pasaría».

Pese al enorme valor de los ecosistemas, es difícil calcularlo en dinero, dice Suckling. El golfo de México es un enorme recurso alimentario estimado en 2.000 millones de dólares anuales solamente para el Estado de Louisiana. Pero eso ni siquiera se acerca al valor real de esa región. «¿Cómo poner precio a sus humedales que existen desde hace cientos de miles de años?».

En lugar de explotar crudo en el mar, la sociedad podría decidir elevar su eficiencia en consumo de combustible, dice Lovejoy. Por ejemplo, si los coches y camiones recorren 18 kilómetros por litro de gasolina ahorrarían millones de barriles de crudo por año y miles de millones de dólares en gastos de combustible, según la Unión de Científicos Comprometidos.

«Hay que elevar la importancia de la biología en la agenda de preocupaciones humanas», afirma Lovejoy. La cuestión es «lograrlo antes de que ocurran terribles desastres». «La infraestructura biológica del planeta peligra y nuestro mayor interés es hacer algo para salvarla».

Los siete momentos del cambio social

Intervención en el Congreso “Marxism 2009”
Los siete momentos del cambio social

http://www.herramienta.com.ar


La crisis es, a mi juicio, una racionalización irracional de un sistema irracional. La irracionalidad del sistema queda perfectamente clara hoy: masas de capital y trabajo inutilizadas, de costa a costa, en el centro de un mundo pleno de necesidades insatisfechas. ¿Acaso esto no es una estupidez? La racionalización que el capital desea tiene por objeto restablecer las condiciones de extracción de plusvalía, restaurar los beneficios. El medio irracional de lograr este objetivo consiste en suprimir trabajo y capital, condenando inevitablemente al fracaso la racionalización buscada. He aquí lo que entiendo por racionalización irracional de un sistema irracional.

Sin embargo, el socialista que soy considera que existe otro medio de racionalizar el sistema. La cuestión fundamental, a mi modo de ver, consiste en determinar las condiciones que permitan al capital y al trabajo, reunidos, ir efectivamente al encuentro de las necesidades de la humanidad. Es la racionalización a la cual deberíamos tender todos de ahora en adelante. En efecto, hoy día la crisis abre la oportunidad de pensar la transición hacia el socialismo, hacia el comunismo.

Ahora bien, buscar respuestas en el sistema en el cual vivimos implica reafirmar nuestro entusiasmo revolucionario. Entiendo que para ello es necesario volver de nuevo a los orígenes de este entusiasmo. Aunque aprecié mucho el impulso revolucionario que reinaba ayer aquí por la noche, con Alex Callinicos o Slavoj Žižek, me pareció no obstante que éste no estaba libre de peligros. En nuestra época, el adjetivo revolucionario se ha vaciado de sentido. Todo es revolucionario, incluidos los cosméticos, y no estoy seguro de querer llegar a ser un experto del último pulverizador capilar revolucionario; ¿Acaso Margaret Thatcher no se definía ella misma como revolucionaria?

Pensar para actuar

¿A qué debería parecerse el movimiento revolucionario que deseamos? Para responder a esta cuestión debemos forjar una teoría del cambio social que nos ayude a determinar los medios por los cuales un movimiento revolucionario pueda conducirnos hacia una sociedad radicalmente diferente. Con ese fin, me interesé cada vez más de cerca con lo que es, a mi juicio, la teoría del cambio social desarrollada por Marx en El capital. Y voy a utilizarla para que reflexionemos sobre esta teoría como un medio para actuar.

El pasaje sobre el cual me detengo siempre es una nota a pie de página (la nota 4) del capítulo 15 del libro I, titulado “Mecanización y gran industria”. Marx desarrolla la idea de que la tecnología, la relación con la naturaleza, las relaciones sociales y las representaciones mentales se imbrican en una suerte de configuración dialéctica. Conecta igualmente esta idea con su lectura de Darwin, lo que me parece casi corresponder con una tentativa evolucionista para establecer una teoría del cambio social. Marx plantea la cuestión en estos términos: analicemos estos distintos elementos poniéndolos en relación con nuestra concepción del futuro; es decir, partamos de donde estamos ahora y reflexionemos sobre los medios para llegar a otras configuraciones.

La relación con la naturaleza: primer momento del cambio social

El primer concepto sobre el cual Marx se detiene es el de la relación con la naturaleza. ¿En qué consiste nuestra relación con la naturaleza? ¿Cómo la comprendemos? ¿Por qué medios queremos modificarla en el futuro y cómo pensamos la relación dialéctica entre la actividad humana y la transformación de la naturaleza? Colocar la relación con la naturaleza en estos términos vuelve obsoleta la idea de que la naturaleza podría ser determinada por la actividad humana. Al contrario, aparece más bien como un componente del cambio social. En otras palabras, colocar la relación con la naturaleza así implica que la transformación humana y la transformación del orden de la naturaleza son interdependientes, evolucionan juntas. Esta dialéctica es crucial en la historia humana. Y cuando Marx la aborda, lo hace de manera extensa, abarcativa y compleja.

He aquí, en cualquier caso, un momento de la transformación histórica sobre la cual Marx nos invita a que reflexionemos: ¿Qué tipos de relación con la naturaleza apuntan a una sociedad socialista? ¿Y cómo vamos a conseguir, a partir de la situación actual, establecer nuevas formas de relación con la naturaleza en la sociedad socialista futura?

El momento tecnológico

Marx introduce otro elemento: el tecnológico. Para él, la tecnología no se reduce a las máquinas sino que se refiere también a la concepción, a las formas sociales y a la organización del trabajo, así como a la formación y los conocimientos necesarios. Este momento nos reenvía a una extensa esfera de actividades. ¿Qué tipos de combinaciones tecnológicas deseamos y cómo pueden ser establecidas? He aquí las cuestiones a las cuales debemos responder. A ellas se añade el problema planteado por Marx en el capítulo 15, consagrado a la gran industria: ¿Cómo el capitalismo definió una tecnología que le es propia y que corresponde perfectamente con sus necesidades específicas y a sus medios de producción? Después de todo, el capitalismo tiene su origen en tecnologías feudales, en formas de organización social feudales. Y es solamente cuando desarrolla su propia tecnología que de verdad se afirmó como capitalismo. La evolución de la tecnología se conecta entonces con la aparición de un nuevo modo de producción que rompe con el feudalismo.

Se trata, entonces, de colocar un haz de cuestiones verdaderamente cardinales para nosotros: ¿Qué tipos de tecnologías podemos imaginar para la sociedad socialista? ¿Cómo establecerlas, al mismo tiempo que hoy sólo nos parece posible utilizar las formas tecnológicas que conocemos? ¿Cómo podremos pasar de tecnologías capitalistas a otras completamente diferentes? En otras palabras, se trata de plantearse exactamente las mismas cuestiones que en el capitalismo se plantearon para pasar de las tecnologías feudales a sus propias tecnologías.

Esta cuestión no es, obviamente, independiente de la relación con la naturaleza. Porque la relación con la naturaleza es definida por parámetros tecnológicos, al menos tanto como las tecnologías son determinadas por problemas vinculados a la naturaleza. En la actualidad, las “tecnologías verdes” se consideran como un medio para responder a las dificultades que plantea la relación con la naturaleza. Existe entonces una estrecha relación entre la evolución tecnológica y la evolución de nuestra relación con la naturaleza. Es decir, estas evoluciones están dialécticamente relacionadas una con la otra, aunque son independientes entre sí. Así como lo que hacemos tiene consecuencias directas sobre la naturaleza, esta cambia por sí misma también y debemos adaptarnos a ello. No es una casualidad si, por ejemplo, se asociaron algunas gripes aparecidas recientemente con las grandes densidades de la industria agroalimentaria. Surgida en México, la gripe porcina procede en realidad del desplazamiento de las grandes concentraciones de cerdos de Carolina del Norte hacia este país. En el Delta del Rivière de las Perlas (Sur de China), la gran concentración de aves (incluidos pollos enfermos) implicó la aparición de la gripe aviaria.

El mecanismo tecnológico y la relación con la naturaleza son, por tanto, dos momentos del proceso de transformación en los cuales debemos pensar.

Las relaciones sociales

El tercer elemento sobre el cual Marx se detiene se refiere a las relaciones sociales. ¿De qué tipos de relaciones sociales estamos hablando en el presente y en qué tipo de relaciones sociales queremos trabajar? Queda claro que esta cuestión no es independiente de los mecanismos tecnológicos, que tiene que ver con la relación con la naturaleza. En efecto, estas relaciones constituyen una esfera verdaderamente compleja, dentro de la cual los conflictos son numerosos, tanto en lo que concierne al tipo de relaciones sociales que contemplamos -en términos de clases sociales, de género, de “razas”- como a los medios de los que disponemos para asumir el conjunto de estas cuestiones.

De este modo, las tecnologías limitan las posibilidades de algunos tipos de relaciones sociales. Por ejemplo, yo defiendo la idea de una división horizontal de las tareas sociales en el marco de algunas actividades comunes. Y con todo, tendría temor de ver a un anarquista a la cabeza de una central nuclear. Y francamente, la existencia misma de las centrales nucleares -y que se piense que ellas existan para un determinado tiempo- implica tomas de decisiones rápidas, con el riesgo de que una u otra explote.

Entonces, en cierto sentido, las tecnologías de las que disponemos no están desvinculadas de una determinada manera de concebir las relaciones sociales; del mismo modo, las posibilidades de ver las relaciones sociales no están desvinculadas de las tecnologías disponibles. Algunos piensan que es maravilloso poder beneficiarse de las tecnologías solares y de las energías eólicas. Sin embargo, el desarrollo de estas tecnologías depende de metales que poseen las cualidades magnéticas necesarias para su funcionamiento. Ahora bien, un 95% del comercio de estos metales raros procede hoy de China. Así pues, tal solución suscita otras dificultades, vinculadas, en particular, con la posición dominante de China en el comercio de los metales raros.

Organización de la producción, representación mental del mundo, de la vida diaria y del “vivir juntos”

El cuarto elemento sobre el cual Marx se detiene es, por supuesto, la organización de la producción. La producción puede organizarse de numerosas maneras diferentes. Debemos reflexionar sobre el proceso de producción y sus métodos de funcionamiento. La organización de la producción no está, nuevamente, separada de las relaciones sociales, de los medios tecnológicos y de la relación con la naturaleza.

Marx introduce una dimensión más que, en mi opinión, es en verdad muy importante: la representación mental del mundo. Ésta debe cambiar: debemos modificar nuestra manera de vernos en el mundo en términos de relaciones sociales, de medios tecnológicos, de relaciones con la naturaleza, en resumen: en relación con todas las cuestiones mencionadas anteriormente. De nuevo, esta transformación no es independiente de todos los demás aspectos. A eso se añade nuestra concepción de la vida diaria (el trabajo, los niños, etc.). ¿De qué se trata, en definitiva, hoy? ¿Y cómo lo vemos en la sociedad que debe construirse?

En fin, el último aspecto sobre el cual Marx hace hincapié remite a la noción de “vivir juntos”, es decir, todos los elementos de carácter institucional y administrativo que cimientan a la sociedad y gracias a los cuales los hombres y las mujeres pueden coexistir.

La revolución permanente del capitalismo

Tenemos así siete aspectos que participan en la transformación de todo orden social. Estos siete momentos evolucionan juntos en cada una de las fases de transición del orden social existente. Así pues, cuando Marx reconstruye el paso del feudalismo al capitalismo en El capital, destaca el hecho de que todos estos elementos debieron cambiar los unos en relación con los otros. En efecto, eso parece bastante claro, y es absolutamente falso sostener que Marx se haya imaginado que sólo uno de estos aspectos pudiera haber sido el determinante: el cambio tuvo implicaciones sobre cada uno de estos elementos. La transformación social es entonces un proceso que evoluciona de manera interdependiente; en eso se parece al sistema ecológico. La transición del feudalismo al capitalismo implicó de hecho una transformación de la representación mental del mundo, del proceso de producción, de la tecnología, y de la relación con la naturaleza.

Sin embargo, a partir del momento en que el capitalismo se afirmó, no quedó satisfecho con la manera en que estos siete momentos se articulaban. En efecto, optó por una revolución perpetua. Piensen un poco en estos siete aspectos y traten de recordar cómo eran visualizados en 1970. ¿Cuál era entonces la representación mental dominante del mundo? ¿Y cuál es la de hoy? El capitalismo se presenta así como una reconfiguración radical permanente de todos estos momentos.

Las crisis configuran de nuevo al conjunto de estos elementos. En la actualidad, precisamente, atravesamos una crisis y debemos pensar en todas las posibilidades que se abren en este momento particular para configurar de nuevo el conjunto de estos aspectos, con el fin de reorientar la sociedad no en el sentido hasta ahora dominante -hacia las ganancias capitalistas- sino en una dirección radicalmente diferente, para responder a las necesidades de la humanidad.

Las posibilidades abiertas por la crisis

De ellas deberíamos ocuparnos en este momento. Lo que es de verdad maravilloso en el hecho de ver las cosas así es que el movimiento social puede tomar apoyo sobre no importa cuál de estos aspectos. Sin olvidar, sin embargo, que lo importante es no detenerse en uno u otro. En otras palabras, es necesario crear un movimiento revolucionario móvil que atraviese todas estas interrelaciones dialécticas. El capitalismo no sabe qué tipo de reconfiguración va a establecerse. Estamos hoy en un momento donde debemos estar en condiciones de dar sentido a todas estas posibilidades. Pero para ello, necesitamos recursos, imaginación, creatividad científica; tenemos necesidad de la ayuda de mucha gente. Debemos movilizar al conjunto de estas fuerzas. Por tanto, en este momento de crisis, uno de los problemas principales al cual debemos hacer frente es que todos estos recursos potenciales están, en cierta medida, aprisionados ideológicamente bajo el yugo de las estructuras institucionales, y por ello debemos liberarlos.

Yo trabajo en el sistema universitario; una de las más importantes tareas que tenemos que encarar hoy es liberar a la universidad de las limitaciones corporativistas neoliberales y movilizar a todas las personas que se preguntan lo que está en curso, con el fin de animarles a reflexionar. Imagínense que pueda hacerse… Pero debemos hacer más todavía. La universidad no se cuestiona sola; es necesario movilizar a otras instituciones, hacer el llamado; he aquí lo que en verdad debe hacerse.

Una visión radicalmente otra del mundo

Con el fin de movilizar al conjunto de estos recursos es necesario avanzar una visión del mundo radicalmente diferente, y proponer soluciones alternativas a aquellas sobre las cuales numerosas personas tienden. Debemos, por otro lado, extender esta nueva visión del mundo en el sentido más amplio posible. En otras palabras, si existe una transición entre el capitalismo y el socialismo, ella deberá ser tan larga y compleja como la que señaló el paso del feudalismo al capitalismo. Considerar así la fase de transición implica que es necesario ir más allá de las barricadas y la toma de poder. Ciertamente debemos tomar apoyo sobre estructuras existentes, sobre el Estado, pero debemos reconfigurar radicalmente al Estado. En mi opinión, no tiene ningún sentido llamar a la destrucción del Estado, porque la cuestión del tipo de institución que debe sustituir al Estado va a plantearse inevitablemente. Alguna cosa similar al Estado deberá organizar al Estado y eso implicará una reconfiguración de toda la estructura institucional.

Aquí está, a mi juicio, el conjunto de tareas que debemos atender. Ahora bien, nos enfrentamos a una crisis mayor en nuestras propias filas, vinculada a nuestra falta de imaginación en cuanto a lo que debe y puede hacerse reuniendo y movilizando todos los recursos disponibles. Debemos tener una visión más amplia que aquélla que expresa generalmente la izquierda.

La ciudad como bien común

Uno de los grupos con los cuales trabajo en Nueva York se llama “Derecho a la ciudad”. Se trata de una asociación que reúne aproximadamente a quince organizaciones que defienden distintos intereses (los sin refugios, las víctimas de la criminalización, los homosexuales, etc.). Estas organizaciones se reunieron con el fin de defender el derecho a la ciudad, a recuperar la ciudad como bien común. Se trata, a mi juicio, de un muy importante movimiento político que busca proyectarse nacionalmente; pretende extenderse en Nueva York, Miami, Washington, Los Ángeles y otras ciudades más. Aunque no sé cómo situarlo en las distintas concepciones de las clases sociales puestas en cuestión esta noche, lo considero como un movimiento de clase.

Muchas esferas, cuestiones, temas, deben ser abordadas: aquellas que afectan a la gente y son verdaderamente indignantes. Por ejemplo, en enero de 2008, dos millones de personas habían perdido sus casas en los Estados Unidos. Durante el mismo mes, Wall Street se asignaba una prima de 32.000 millones de dólares (sólo 2% menor que el año anterior), ¡una prima por haber llevado a la ruina el sistema financiero mundial! Encuentro eso en verdad indignante. Pero lo es más aún el que aquéllos que perdieron su casa fueron considerados responsables del desastre. Eso no deja ninguna duda en cuanto a la incapacidad de comprender la naturaleza sistémica de la crisis.

El papel de la izquierda hoy

Tenemos un papel muy importante que jugar para esclarecer a la gente. Las visiones del mundo con las cuales se acercan a estas cuestiones son absolutamente erróneas. Es una de las razones por las cuales me interesé en la teoría del cambio social en Marx. Es necesario poder llevar la batalla sobre todos los frentes y combatir la ideología dominante. Internet puede ser un buen medio, pero la red puede ser utilizada también para otros fines, al igual que en su tiempo lo fue el teléfono: puede ser a la vez un instrumento para lograr objetivos revolucionarios así como un medio para defender opciones contrarrevolucionarias.

Cuando desarrollo la idea de la transición del feudalismo al capitalismo no quiero decir que hoy se trata exactamente de la misma cosa. Lo que este ejemplo muestra es que es necesario pensar en el conjunto de los elementos que implica el cambio social; la presión de la clase obrera por sí sola no basta. Francis Bacon [filósofo inglés del siglo XVII que dio un marco teórico a las ciencias modernas, NdT] modificó profundamente la concepción de la naturaleza y también transformó radicalmente la manera en que el sistema de producción podía comprenderse. Esta transformación radical permitió después reorganizar la producción. En resumen, eso que se consideraba como un arte en el siglo XVI se volvería una ciencia y una tecnología en el siglo XIX.

En otros términos, estos cambios se llevan a cabo constantemente. La burguesía hace cosas que abren actualmente posibilidades; para nosotros se trata de asirlas, reconocerlas y analizarlas. Mucho trabajo nos espera. Es necesario intentar considerar lo que se hace aquí, en Egipto o en América Latina. Los movimientos sociales que se dicen hoy anticapitalistas son innumerables. Ahora bien, se trata de saber cómo unirlos proponiendo una visión del mundo que esté realmente en condiciones de impugnar al capitalismo mundial. Y eso debe hacerse a través de alianzas y también a través de la comprensión de cada uno de los siete aspectos desarrollados aquí. Se trata de observar también cómo se articulan los unos con los otros, en función de los distintos contextos en los cuales se llevan a cabo (la situación no es la misma, por ejemplo, en Sudáfrica o Zimbabue). Debemos imaginar una manera dialéctica de articular al conjunto de estos elementos.

Leer a Marx hoy para cambiar el mundo

Mi análisis teórico desafía algunos de las interpretaciones clásicas de Marx. El argumento según el cual la superestructura sería modelada por la infraestructura no me convence, ya que no pienso que las ideas vengan determinadas por la base material. Todo es dialéctico y, al leer Marx, se no se puede ver nada de otro modo. Si hubiera pensado que todo venía determinado por las circunstancias materiales, no habría escrito El capital. Redactó este libro precisamente porque no creía en eso. Por otro lado, escribir El capital no basta, porque no basta con trastornar nuestra representación del mundo para cambiarlo: todos los demás momentos deben transformarse también; si no cambian, estaremos condenados.

A veces es posible tomar apoyo sobre la transformación de las relaciones sociales, pero si los otros aspectos no cambian también apenas se puede ir muy lejos en la transformación del universo social. Es necesario siempre tener en el espíritu al conjunto de elementos que lo condicionan y el conocimiento de cómo se articulan los unos con los otros. Esta es la razón por la que la construcción de un movimiento para el socialismo requiere una gran capacidad de imaginación. Sin eso, seguiremos haciendo principalmente aquello de los que muchas personas hablaron aquí: defender esto y defender aquello. Esto es ciertamente una etapa necesaria para constituir la base de todo movimiento, pero si afirmamos que “es el momento de pasar al ataque”, ello implica otra cosa.

Esta es la razón por la que el período de crisis que cruzamos es extremadamente importante; es un momento de debilidad de los poderes dominantes, y en tales momentos hay más posibilidad de pasar al ataque. Por eso debemos reflexionar sobre algunos verdaderos planes de ataque que nos permitan invertir la dinámica de este momento de transformación radical. Porque debemos emerger, de una manera o de otra, y nuestra tarea consiste en garantizar que podamos hacerlo de la mejor manera posible y no dejar que el sistema decida por nosotros, con el riesgo de que se sobreviva a sí mismo. Si no, nos encontraremos muy pronto en un marasmo peor; porque, francamente, no creo que este sistema sea posible a largo plazo. No me propongo defender aquí una visión apocalíptica, pero sinceramente no veo cómo el 3,5% o incluso 3% de crecimiento serán indefinidamente posibles. Ahora bien: tal es la condición precisamente necesaria para el restablecimiento del capitalismo. Pero al proseguir sobre este camino, iremos simplemente de una crisis a otra. Es necesario hacer algo ahora o, por lo menos, prepararnos para la próxima vez.


Intervención en el Congreso “Marxism 2009”, organizado por el SWP (Partido Socialista de los Trabajadores) británico en Londres, del 2 al 6 de julio. David Harvey participó en el taller consagrado a la crisis económica junto a Chris Harmann. En su intervención se desarrolla principalmente una idea que parece paradójica hoy con relación al repliegue del movimiento social. Para él la crisis, lejos de cerrar los horizontes socialistas, abre nuevas perspectivas. Es la hora, según él, para las fuerzas de izquierda, de volver a salir al ataque, armadas de una teoría del cambio social que se inspira en Marx. (Nota de los editores franceses)

Transcripción, traducción al francés, título y encabezamientos de Stéfanie Prezioso para solidaritéS, n°159, 4 de diciembre de 2009, según el video disponible en youtube: “The Crisis today: Marxism 2009, Bloombsburry, July 5 2009”. Versión en castellano tomado de Viento Sur sección web, traducción de Andrés Lund Medina. Revisión del texto de los editores de Herramienta.

Fuente: http://www.herramienta.com.ar/revista-herramienta-n-43/los-siete-momentos-del-cambio-social

rCR

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