¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

10 diciembre 2014

Nuestro pais no necesita reformas, necesita una revolución (primera parte)




A la par con la crisis de la economía en el “primer mundo” se desarrolla una propia en nuestra patriae que reviste características estructurales y terminal del modelo. Estas crisis económicas conllevan conflictos sociales cuya envergadura concuerda con su profundidad. Evidentemente son muy graves puesto que en algunas regiones se han producido revoluciones y guerras civiles sin desenlaces predecibles. En todo el mundo se va sucediendo un continuo aumento de situaciones de guerra en una escalada que ya está lindando con una tercera guerra mundial.

Lo que ocurre en Medio Oriente, en África, Afganistán y Ucrania es la lucha de intereses de grupos nacionales contra intereses de grupos económicos de los países imperialistas, por un lado, y de los intereses de las economías emergentes contra los intereses hegemónicos vigentes. El desenlace probable en una guerra mundial nuclear está dejando de ser una siniestra quimera y ya deviene una realidad. El problema no es cómo evitar la hecatombe sino la actitud que ante ella asumirá cada país, grupo social y partidos

La historia muestra dos posturas generales para enfrentar situaciones similares:
—por un lado, donde priman criterios nacionalistas y chovinistas que han conducido sólo a enormes catástrofes de la humanidad, una posición oportunista en pro de los intereses reaccionarios;
—y por otro, luchas en todos los países contra estas grandes conflagraciones, una lucha contra los intereses de las minorías dominantes, una postura revolucionaria en pro de una sociedad que extirpe estas lacras que destruyen al planeta y a sus habitantes.

Nuestro planeta se halla ante la disyuntiva del retorno a la barbarie o el avance a una nueva era de paz y progreso para la humanidad.

En esta guerra económica entre las antiguas potencias (EEUU, Europa y Japón) y las emergentes (BRICS), los países tercermundistas, principalmente América Latina, como abastecedores de materias primas de las grandes economías han sido favorecidos en su crecimiento generando su propia crisis de desarrollo.

Chile es el ejemplo más claro. El acelerado crecimiento económico de las dos últimas décadas, producto de políticas que impidieron cualquier control del mercado y de las finanzas, ha llevado a toda la superestructura jurídica en que se basan las relaciones sociales y económicas a una serio conflicto entre grandes grupos dominados y las pequeñas minorías dominantes; entre los trabajadores, los pequeños y medianos empresarios, agricultores, campesinos, y todo tipo de minorías sociales enfrentadas a los dueños del gran capital.

Este acelerado desarrollo ha ido corroyendo todas las estructuras del modo de vida de nuestro pueblo. Han sido sobrepasadas, provocando gran malestar y generando constantes protestas y estallidos sociales, desde la educación, la salud, transporte público, medio ambiente, las fuentes de trabajo de los pequeños empresarios y campesinos, de los mapuches y otras etnias hasta el sistema jurídico, político administrativo y el conjunto de las instituciones estatales.

El parlamento, el poder judicial y el poder ejecutivo con su constitución, son incapaces de resolver problemas a los que los se enfrentan.

No hay reformas que puedan resolver los problemas de nuestro país. Sólo un cambio profundo y radical en la forma económica, en el modo de producción, acompañado de radicales transformaciones en la superestructura jurídica, podrá conducirlo sin serios traumas sociales hacia una sociedad mejor.

Los sucesivos gobiernos de la Concertación y el anterior de la Alianza se han dedicado a administrar el modelo neoliberal en una coyuntura de expansión de los capitales hacia todas las latitudes del mundo. La gran demanda de materias primas, las inversiones extranjeras y los consiguientes grandes ingresos monetarios, no se han aprovechado para crear una infraestructura industrial, material y social que permitiera al país su autosustentabilidad y los niveles de desarrollo correspondientes. La ambición de la gran burguesía y el servilismo oportunista de los partidos tradicionales de izquierda les impidieron ver otro camino que enriquecer sus propios bolsillos. La izquierda ha contribuido a que la lucha política se enmarque dentro los límites sistémicos heredados de la dictadura por la debilidad de los sectores revolucionarios, la incapacidad de asumir un proyecto socialista y la falta de una visión alternativa progresista.

El rol principal de los gobiernos en la primera década postdictadura, además de favorecer los intereses del gran capital, fue neutralizar al movimiento revolucionario aplicando políticas persecutorias a sus organizaciones y cooptar a los dirigentes de los movimientos sociales y sindicales. En la primera década del nuevo siglo y segunda de la Concertación, las políticas aplicadas se han reducido a fortalecer el modelo neoliberal, bajo las orientaciones de los bloques imperialistas y sus instituciones en detrimento del medio ambiente, condiciones de vida y bienestar social, aprovechando la mayor demanda del cobre, principal ingreso del país (olvidándose de que Chile es el primer productor y poseedor de las mayores reservas de cobre del mundo).

Este conglomerado llamado Concertación, integrado por partidos y personalidades que fueron parte del gobierno de la Unidad Popular en la lucha por un país soberano, antimperialista y antioligárquico, democrático y popular, dio un giro subyugándose al bloque proimperialista y a sus políticas.

Mención aparte merece el Partido Comunista, otrora baluarte histórico de la clase obrera chilena, que hoy no sólo reniega de su razón fundacional hasta caer en posturas que contradicen todo su pasado dejando un vacío en los intereses de la clase asalariada. Hace unos años, por lo menos, defendía los intereses inmediatos de la clase obrera (los intereses futuros, la lucha por ser clase dominante los abandonó hace décadas).

El deambular errático y confuso en la vida política también ha sido un factor gravitante en el débil movimiento social y político de la izquierda chilena. En vez de asumir la primera línea en lo relativo a las transformaciones revolucionarias y populares, se tornó vagón de cola del sector democrático burgués y en conjunto sus integrantes pasaron a ser los acólitos de los sectores capitalistas e imperialistas. Hoy, como parte del sector gobernante, jugará el papel de saboteador y persecutor de los movimientos sociales y organizaciones revolucionarias aprovechando sus conocimientos y relaciones construidas en las luchas pasadas, tal como lo ha hecho el Partido Socialista. Tuvo su momento para asumir un proyecto revolucionario al comenzar la crisis del 2008 pero prefirió insertarse en el sistema que se está resquebrajando por todos los lados. Son los yanaconas modernos.

LA NUEVA ÉPOCA QUE NOS TOCA ENFRENTAR
Se produjo un desánimo y confusión en las masas populares después de las elecciones presidenciales del año pasado, mejor dicho, en los sectores cupulares y dirigentes de las fuerzas de izquierda.

El año 2013 tuvo importante significado para nuestro pueblo y sus fuerzas políticas por lo cual merece un exhaustivo y profundo análisis con el fin de sacar lecciones para lo venidero. La conjugación de tres aspectos que en raras ocasiones se presentan en la vida política entrega enormes elementos para sacar conclusiones del qué hacer. Ese año el presente, el pasado y el futuro se expresaron en conjunto permitiendo visualizar las conductas de los diferentes actores políticos a corto y mediano plazo.

El malestar del presente estuvo reflejado en las movilizaciones sociales fue una constante en los cuatro años del gobierno Piñera y de la derecha. Nadie debería sorprenderse si decimos que vienen luchas más amplias y agudas buscando transformaciones reales en el conjunto de las formas económicas, políticas y sociales con todas las relaciones que han generado.

El pasado se asomó fuertemente tomando la fecha redonda del cuadragésimo aniversario del golpe militar contra el gobierno de la Unidad Popular y su presidente Salvador Allende, negándose a matar la memoria y buscando la forma de darle continuidad a casi la totalidad de su programa demostrando su plena vigencia.

El futuro se expresó en la campaña electoral, en todas las promesas de los candidatos al parlamento y presidenciales, dejando ver cómo, por sus posturas e historia, irían a enfrentar lo venidero. Es evidente que la actividad de toda la “clase política” estará enmarcada en defender el sistema y realizar algunas reformas para “mejorarlo”.

La magnitud política de estos tres factores las determina el contexto económico y político en que se desenvuelven lo que este año ha sido relevante ya que han presentado en un corto plazo permitiendo tener una conciencia política más elevada al conjunto de la población reflejado en la baja participación electoral.

LA CRISIS
Se ha hablado mucho de la crisis global que está atravesando el modo de producción capitalista y el conjunto de sus relaciones jurídicas. Sólo mencionaremos que desde los inicios del 2008 se ha ido expandiendo paulatinamente a todos los rincones del planeta generando grandes conflictos sociales, movimientos de indignados, cesantía, miseria, rebeliones y guerras.

A seis o siete años de iniciada esta crisis sistémica, aún no se ha encontrado solución dentro del capitalismo. Ni tampoco las fuerzas revolucionarias han demostrado capacidad para instaurar otro sistema.

Analizar los factores mencionados fuera de este contexto nos impediría entrar en la esencia para su entendimiento. En un marco de auge económico y de una real democracia en que la mayoría de la población sintiera representados sus intereses, las movilizaciones sociales no existirían o serían pocas. Las democracias se ven amenazadas por los serios conflictos sociales, económicos y políticos que trae aparejado el crecimiento incontrolable del capital y por lo mismo su crisis ante la falta de mercado para su consumo y su reciclaje. Las consecuencias son las archiconocidas formas a las que recurren los sectores dominantes para mantenerse en su lugar: los golpes de estado, guerras civiles o locales, invasión e intervención en otros países y, por último, guerra mundial.

Piñera, a diferencia de la Concertación fue más audaz en la ampliación y profundización del modelo conllevando a agudizar los problemas estructurales del sistema. El bajo nivel cultural y el semianalfabetismo no han sido impedimento para entender o intuir correctamente el modelo, pero sí han permitido generar grandes problemas sociales sin tener ningún remordimiento por las penurias de nuestro pueblo. Su filosofía consiste en afirmar que el mercado resuelve todos los problemas.

Dejar la cultura, la educación, la salud, la defensa del patrimonio y otras necesidades sociales básicas a merced del mercado es simplemente acelerar los problemas estructurales del sistema y los conflictos sociales.

Transformar los centros educacionales en empresas, generadoras de mercancías como cualquier fábrica, ha sido la política que ha puesto en pie de lucha a los estudiantes y profesores.

A pesar de que estas políticas malograron el modo de vida de los chilenos, ellas han sido un factor para crear conciencia política y en muchos casos revolucionaria.

No vamos a referirnos a todas las movilizaciones durante estos años, por todos muy bien conocidas. El común denominador de todas ellas, ha sido la guerra librada entre las grandes empresas multinacionales y la mediana y pequeña empresa privada; entre los pescadores artesanales y las siete familias dueñas del mar chileno para su pesca industrial; entre los poblados pequeños y las grandes industrias energéticas y agropecuarias; entre los mapuches con su modo de producción de fuerte raigambre histórica y cultural frente a las grandes empresas madereras, turísticas y energéticas. La movilización en Magallanes fue conflicto con una multinacional energética: Metanex.

Es el capitalismo desbocado al cual Piñera le quitó las riendas el que en definitiva llevará al cataclismo al país. Hoy se desencadena el conflicto interburgués, entre la pequeña burguesía nacional y las grandes transnacionales imperialistas y grandes consorcios nacionales.

Esta es la verdadera razón de la debacle electoral y política de la derecha, del malestar de algunos sectores contra Piñera. Dentro de las movilizaciones sociales, estuvieron los latifundistas y campesinos despojados de agua para el riego por Colbún que la utiliza para la generación eléctrica.

Las indisciplinas, las depresiones, las pugnas por cargos y candidaturas, los llantos, deserciones de los partidos y del conglomerado de la Alianza (derecha más reaccionaria)son consecuencia de esto. La baja votación fue el efecto, no su causa.

Buscar alternativas y soluciones al problema social, económico y político obliga a mirar hacia el pasado.

La Unidad Popular fue un proceso de profundos cambios económicos, sociales y políticos interrumpidos salvajemente por el imperialismo y la derecha. La UP fue el primer gobierno en la historia de Chile que puso en jaque a los sectores dominantes. Duró tres años, pero sus logros, transformaciones y sentimientos hasta hoy perduran en la memoria de nuestro pueblo. Fueron tres años de efervescencia y plena participación en todos los ámbitos de la sociedad. En el contexto actual, surge inevitablemente como recuerdo muy presente, a pesar de haber transcurrido ya cuarenta años. Interrumpieron el proceso porque sabían que su aprobación iba creciendo aceleradamente. La UP, su programa y sus medidas, su método siguen siendo ejemplos —aunque irrepetibles — para la construcción de una alternativa a este modelo. Por más que se intente, la Concertación más el PC, jamás van a lograr ni la mínima parte del fervor logrado por la UP.

La izquierda teniendo un campo de acción favorable, el mejor desde el advenimiento de la democracia, no supo aprovecharla. El actuar aislado de los líderes más carismáticos con falta de visión en los intereses colectivos fue un factor de ir divididos perdiendo la gran oportunidad de transformarse en una fuerza alternativa a las existentes. No obstante de haber responsabilidades individuales, el principal factor de esta falta de unidad es la ausencia de un partido revolucionario sólido ideológicamente y disciplinado, capaz de asumir roles organizativos y orientadores en frentes más amplios de la lucha política. Aunque sea en proyectos que, por el momento, deban ser progresistas y no revolucionarios, pero que claramente señalen el camino hacia cambios revolucionarios.

El punto de partida de todo revolucionario consiste en que jamás debe perder de vista las transformaciones del sistema político económico. Su fundamento estriba en cambiar radicalmente las relaciones sociales en que nos basamos y vivimos, lo cual es imposible sin cambiar el modo de apropiación y distribución de los beneficios generados en el sistema productivo.

La diferencia entre el marxismo y otras ideologías que tienen los mismos objetivos consiste en que para los primeros, las relaciones en que nos desenvolvemos socialmente provienen de las relaciones de producción donde la explotación del hombre y la competencia son, entre otras, las principales causantes de los males sociales. Conocemos dichos males: la miseria, el hambre, la discriminación de todo tipo, la violencia entre géneros, las guerras, delincuencia, etc.

Los revolucionarios no marxistas, en general, creen en la posibilidad de realizar cambios fundamentalmente cambiando la conciencia, las leyes y administraciones políticas para controlar las relaciones económicas y sociales. En ellos predominan factores éticos, morales y emocionales. Para los marxistas, esto es totalmente insuficiente si a la par no se cambia de raíz el modo de producción capitalista por uno socialista, donde no sean el mercado y la producción mercantil los reguladores de la sociedad en que vivimos.

EL PROBLEMA DE LA INDUSTRIALIZACIÓN DEL PAÍS
Este aspecto le interesa a todos los sectores sociales, excepto a quienes están estrechamente relacionados con las grandes transnacionales y a las políticas de las instituciones que dominan la economía mundial (FMI, OMC, BDI, BM, etc.). Hasta el presente, la economía se mantuvo supeditada a los intereses del capital transnacional en cuyos planes no estuvo ni estará presente la industrialización del país. El mercado, como ente donde se concreta la razón de ser del capital, de la fuerza de trabajo y de todas las fuerzas productivas, es manejado por aquellas instituciones.

El desarrollo “sostenido” de la economía de nuestro país está entrando en un proceso de estancamiento unido a una crisis estructural. Por un lado, el exceso de capitales sin tener condiciones materiales, energéticas y sociales para seguir materializándose en fuentes productivas y, por otro, la dependencia de las grandes potencias imperialistas. Por lo cual, los intereses reales, presentes y futuros se encontrarían en seria contradicción con las necesidades de nuestra población.

Para lograr una economía independiente que impida al país ser esquilmado por las grandes potencias, para ser próspero, cuya economía favorezca a toda la sociedad y no sólo a una ínfima minoría como hoy, es indispensable desarrollar una industrialización eje de toda la vida social y económica del país. Esto sólo se conseguirá cuando el control del país y del gobierno esté realmente en manos de las mayorías dispuestas a realizar las transformaciones de fondo en el sistema político y económico.

Cualquier proyecto que no esté encabezado por un partido revolucionario y de clase, no pasará de ser un intento fallido dentro del sistema imperante.

Editorial Portal Rodriguista 
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=193015

Constitución política democrática: Una demanda histórica

Editorial Semanario El Siglo

Diario Red Digital


“Miren esta fruta: ¿acaso va a crecer más con una nueva Constitución?”, fue uno de los pintorescos argumentos que esgrimió la candidata de la derecha en las recientes elecciones presidenciales. Sacó risas. Pero bien mirado, acaso tuviera razón, pues entre los cambios a realizar en un nuevo marco institucional, bien podría estar un tratamiento más racional y equitativo del derecho de uso del agua como bien público a resguardar por el Estado.

Y es que el reemplazo de la Constitución vigente no deriva tan sólo de su carácter “de facto” y de que llevara la firma, no del todo borrada por la “Reforma Lagos”, del abyecto dictador.

Contiene la Constitución Política del Estado disposiciones “de amarre”, como la existencia del suprapoder representado por el Tribunal Constitucional y la prohibición al Estado de incidir como agente económico en el desarrollo productivo del país.

Cuestiona toda posibilidad de cambio la derecha, basándose en las dificultades que tendría cualquier proceso tendiente a dictar una nueva Carta Fundamental. Llama “ilegítimo” el recurso de una Asamblea Constituyente y alerta sobre los riegos de lo que de antemano califica como un “salto al vacío”.

En el colmo de la desvergüenza -tanto la UDI y RN, como parte importante del gran empresariado- omiten el dato de que la Constitución del 80, la pinochetista, fue discutida y redactada de espaldas a la ciudadanía y aprobada en un referéndum fraudulento y en medio de un clima represivo, con plena vigencia del terrorismo de Estado.

Carta “mercadista”, todo en ese texto tiende a garantizar los derechos de los grandes poseedores. Su filosofía es la del provecho sin límites.

No reconoce ningún derecho por encima del de “propiedad”, y todo en su articulado tiende a establecer barreras infranqueables para cualquier modificación de signo progresista. Es, en pocas palabras, “El gran candado” para impedir la libre circulación de las ideas del progreso social, y evitar que las mayorías ciudadanas se pronuncien por los cambios y pesen decisivamente en los procesos sociales.

La discusión está abierta y nadie podrá detenerla. Sobre los mecanismos del cambio necesario, mucho es lo que debe considerarse. Abogan algunos, en considerable cantidad, por una Asamblea Constituyente. Conciben otros como único escenario el actual parlamento.

Cómo se resolverán los “mecanismos”, es algo sobre lo cual deberá debatir la ciudadanía. Lo que ya está claro y nada podrá cambiarlo, es el abrumador respaldo a la elaboración de una Constitución Política digna de su nombre. Y en el papel que, cualquiera sea la modalidad adoptada, debe tener el pueblo.

Para ello, la sociedad se movilizará, como la ha hecho y lo seguirá haciendo cuando de los intereses vitales del país se trata.

Una Constitución Política es “democrática”, cuando ha sido discutida y aprobada por la comunidad, sin restricciones ni exclusiones en nombre de exigencias pseudo académicas, ni otros privilegios acordados a los “especialistas”. El mayor especialista en democracia es, precisamente, el “demos”: el pueblo.

http://www.diarioreddigital.cl/debate/4108-constitucion_democratica_quilodran.html

La guerra a través de los medios de comunicación y el triunfo de la propaganda

Secreto, vigilancia y censura


Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

¿Por qué ha sucumbido una parte tan grande del periodismo ante la propaganda? ¿Por qué la censura y la distorsión se han convertido en una práctica estándar? ¿Por qué es la BBC un vocero del poder rapaz? ¿Por qué engañan a sus lectores el New York Times y el Washington Post?
¿Por qué no se enseña a los jóvenes periodistas a comprender los propósitos de los medios y a cuestionar las pretensiones y las malas intenciones de la falsa objetividad? ¿Y por qué no se les enseña que la esencia de una parte tan importante de lo que se llama medios dominantes no es información, sino poder?
Se trata de cuestiones urgentes. El mundo enfrenta la perspectiva de una gran guerra, tal vez una guerra nuclear, con EE.UU. determinado a aislar y provocar a Rusia y eventualmente a China. La verdad está siendo puesta cabeza abajo y al revés por los periodistas, incluyendo aquellos que promovieron las mentiras que llevaron al baño de sangre en Irak en 2003.
Los tiempos en los que vivimos son tan peligrosos y están tan distorsionados en la percepción pública que la propaganda ya no es, como la llamó Edward Bernays, un “gobierno invisible”. Es el gobierno. Dirige directamente sin temor a contradicción y su principal objetivo es conquistarnos: conquistar nuestro sentido del mundo, nuestra capacidad de separar la verdad de las mentiras.
La era de la información es realmente la era de los medios. A través de los medios se hace la guerra, se ejecuta la censura, se imparten la retribución y la diversión, una cadena de montale surrealista de clichés obedientes y suposiciones falsas.
Este poder de crear una nueva “realidad” se ha hecho durante mucho tiempo. Hace 45 años, un libro titulado The Greening of America causó sensación. En la portada estaban las palabras: “Viene una revolución. No será como las revoluciones del pasado. Se originará con el individuo”.
Yo era corresponsal en EE.UU. en la época y recuerdo la elevación del autor al estatus de gurú, era un joven académico de Yale, Charles Reich. Su mensaje era que decir la verdad y la acción política habían fracasado y que solo la “cultura” y la introspección podían cambiar el mundo.
En pocos años, impulsado por las fuerzas del lucro, el culto del “yoismo” había casi agobiado nuestro sentido de la acción conjunta, nuestro sentido de la justicia social y del internacionalismo.
La clase, el género y la raza fueron separados. Lo personal era lo político y los medios eran el mensaje.
Después de la Guerra Fría, la fabricación de nuevas “amenazas” completó la desorientación política de aquellos que 20 años antes habrían formado una vehemente oposición.
En 2003, filmé una entrevista en Washington con Charles Lewis, el distinguido periodista de investigación estadounidense. Discutimos sobre la invasión de Irak de unos meses antes. Le pregunté, “¿Qué habría pasado si los medios más libres en el mundo hubieran cuestionado seriamente a George Bush y Donald Rumsfeld e investigado sus afirmaciones, en lugar de transmitir lo que resultó ser burda propaganda?”
Respondió que si nosotros, los periodistas, hubiésemos cumplido nuestra tarea “hay una probabilidad muy, muy buena de que no habríamos iniciado la guerra en Irak”.
Es una declaración inquietante y apoyada por otros famosos periodistas a los que hice la misma pregunta. Dan Rather, anteriormente de CBS, me dio la misma respuesta. David Rose del Observer e importantes periodistas y productores en la BBC, que prefirieron no ser nombrados, me dieron la misma respuesta.
En otras palabras, si los periodistas hubieran cumplido su tarea, si hubiesen cuestionado e investigado la propaganda en lugar de amplificarla, cientos de miles de hombres, mujeres y niños estarían todavía vivos; y millones de personas no habrían huido de sus casas; la guerra sectaria entre suníes y chiíes podría no haber estallado y el infame Estado Islámico podría no existir actualmente.
Incluso ahora, a pesar de los millones de personas que salieron a las calles en señal de protesta, la mayoría del público en los países occidentales tiene poca idea de la magnitud del crimen cometido por nuestros gobiernos en Irak. Incluso menos saben que en los 12 años antes de la invasión los gobiernos de EE.UU. y Gran Bretaña iniciaron un holocausto al negar a la población civil de Irak los medios para subsistir.
Son las palabras del alto funcionario británico responsable de las sanciones en Irak en la década de los 90, un sitio medieval que causó las muertes de medio millón de niños de menos de cinco años, informó Unicef. El nombre del funcionario es Carne Ross. En el Foreign Office [Ministerio de Exteriores] en Londres, era conocido como “míster Irak”. Actualmente, es un revelador de la verdad de cómo engañan los gobiernos y de cómo los periodistas están dispuestos a propagar el engaño. “Entregábamos a los periodistas información falsa de inteligencia modificada”, me dijo, “o los excluíamos”.
El principal denunciante, durante este terrible y silencioso período fue Denis Halliday. Entonces Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas y alto funcionario de la ONU en Irak, Halliday prefirió renunciar antes de implementar políticas que describió como genocidas. Calcula que las sanciones mataron a más de un millón de iraquíes.
Lo que entonces sucedió a Halliday es instructivo. Fue borrado. O fue vilipendiado. En el programa Newsnight de la BBC, el presentador Jeremy Paxman le gritó: “¿No es usted otra cosa que un apólogo de Sadam Hussein?” The Guardian recientemente describió esto como uno de los “momentos memorables” de Paxman. La semana pasada, Paxman firmó un contrato de un millón de libras por escribir un libro.
Los siervos de la supresión han hecho buen trabajo. Consideremos los efectos. En 2013, un sondeo de ComRes estableció que una mayoría del público británico creía que la cantidad de víctimas en Irak era menos de 10.000, una fracción mínima de la verdad. Una pista de sangre que lleva de Irak a Londres ha sido borrada casi por completo.
Se dice que Rupert Murdoch es el padrino de la mafia de los medios, y nadie debe dudar del aumento del poder de sus periódicos, 127 en total, con una circulación combinada de 40 millones, y su red Fox. Pero la influencia del imperio de Murdoch no es mayor que su reflejo en los medios en general.
La propaganda más efectiva no en encuentra en el Sun o en Fox News, sino tras un halo liberal. Cuando The NewYork Times publicó afirmaciones de que Sadam Hussein tenía armas de destrucción masiva, se creyó en su falsa evidencia, porque no era Fox News, era el New York Times.
Lo mismo vale para el Washington Post y el Guardian, que han desempeñado un papel crítico en el condicionamiento de sus lectores para que acepten una nueva y peligrosa guerra fría. Los tres periódicos liberales han distorsionado los sucesos de Ucrania como un acto maligno de Rusia cuando, en realidad el golpe dirigido por los fascistas en Ucrania fue obra de EE.UU., con la ayuda de Alemania y de la OTAN.
Esta inversión de la realidad es tan dominante que el cerco militar de Washington y la intimidación de Rusia no son contenciosos. Ni siquiera constituyen noticias, sino que se suprimen tras una campaña de calumnias y temor del tipo con el que crecí durante la Guerra Fría.
Una vez más el imperio del mal nos persigue, dirigido por otro Stalin o, perversamente, por un nuevo Hitler. Nombra tu demonio y dale con todo.
La supresión de la verdad sobre Ucrania es uno de los apagones noticiosos más completos que pueda recordar. La mayor concentración militar occidental en el Cáucaso y Europa occidental desde la Segunda Guerra Mundial es suprimida. La ayuda secreta de Washington a Kiev y sus brigadas neonazis responsables de crímenes de guerra contra la población de Ucrania oriental es suprimida. La evidencia que contradice la propaganda de que Rusia fue responsable del derribo de un avión comercial malasio es suprimida.
Y de nuevo, medios supuestamente liberales son los censores. Sin citar ningún hecho, ninguna evidencia, un periodista identificó a un dirigente prorruso en Ucrania como el hombre que derribó el avión. Ese hombre, escribió, era conocido como "El Demonio". Era un hombre temible que atemorizó al periodista. Esa fue la evidencia.
Muchos en los medios occidentales se han esforzado por presentar a la población étnica rusa de Ucrania como forasteros en su propio país, casi nunca como ucranios que buscaban una federación dentro de Ucrania y como ciudadanos ucranios que resistían a un golpe orquestado en el extranjero contra su gobierno elegido.
Lo que tiene que decir el presidente ruso no cuenta; es un villano de pantomima a quien se puede ultrajar impunemente. Un general estadounidense que dirige la OTAN y sale directamente de Dr. Strangelove –un General Breedlove– habla rutinariamente de invasiones rusas sin una pizca de evidencia visual. Su personificación del General Jack D. Ripper de Stanley Kubrick es absolutamente perfecta.
40.000 rusos se estaban concentrando en la frontera, según Breedlove. Fue suficiente para el New York Times, el Washington Post y el Observer, este último se distinguió previamente con mentiras y patrañas que respaldaron la invasión de Irak de Blair, como reveló su antiguo periodista, David Rose.
Es casi el ambiente alegre de una reunión de clase. Los tamborileros del Washington Post son los mismos editorialistas que declararon que la existencia de las armas de destrucción masiva de Sadam era un “hecho indiscutible”.
“Si os preguntáis”, escribió Robert Parry, “cómo podría caer el mundo a ciegas en la tercera guerra mundial, como cayó en la primera hace un siglo, todo lo tenéis que hacer es considerar la locura que ha envuelto prácticamente a toda la estructura política/mediática de EE.UU. respecto a Ucrania en la que una falsa narrativa de sombreros blancos contra sombreros negros se impuso rápidamente y se ha mostrado resistente a los hechos o a la razón”.
Parry, el periodista que reveló Irán-Contra, es uno de los pocos que investigan el rol central de los medios en este “juego de pollos”, como lo calificó el ministro ruso de Exteriores. ¿Pero es un juego? Mientras escribo estas líneas, el Congreso de EE.UU. vota la Resolución 758 que, en pocas palabras, dice: “Preparémonos para la guerra contra Rusia”.
En el Siglo XIX, el escritor Alexander Herzen describió el liberalismo secular como “la última religión, aunque su iglesia no es del otro mundo sino de éste”. Hoy ese derecho divino es mucho más violento y peligroso que cualquier cosa que genere el mundo musulmán, aunque tal vez su mayor triunfo sea la ilusión de información libre y abierta.
En las noticias se hacen desaparecer países enteros. Arabia Saudí, la fuente de extremismo y terror respaldado por Occidente no interesa, excepto cuando hace bajar el precio del petróleo. Yemen ha sufrido doce años de ataques de drones estadounidenses. ¿Quién lo sabe? ¿A quién le importa?
En 2009, la Universidad del Oeste de Inglaterra publicó los resultados de un estudio decenal de la cobertura de Venezuela en la BBC. De 304 informes transmitidos, solo tres mencionaron alguna de las políticas positivas introducidas por el gobierno de Hugo Chávez. El mayor programa de alfabetización de la historia de la humanidad apenas mereció una referencia pasajera.
En Europa y EE.UU., millones de lectores y televidentes no saben casi nada de los notables y vigorizantes cambios implementados en Latinoamérica, muchos de ellos inspirados por Chávez. Como la BBC, los informes del New York Times, el Washington Post, el Guardian y el resto de los respetables medios occidentales se destacaron por su mala fe. Se burlaron de Chávez hasta en su lecho de muerte. ¿Cómo se explica algo semejante, me pregunto, en las escuelas de periodismo?
¿Por qué millones de personas en Gran Bretaña son persuadidas de que es necesario un castigo colectivo llamado “austeridad”?
Después del crac económico de 2008 quedó al descubierto un sistema podrido. Durante la fracción de un segundo los bancos fueron alineados como delincuentes con obligaciones hacia el público que habían traicionado.
Pero a los pocos meses –aparte de unas pocas piedras lanzadas por excesivas “bonificaciones” corporativas”– el mensaje cambió. Las fotos de archivo policial de banqueros culpables desaparecieron de los tabloides y algo llamado “austeridad” se convirtió en el agobio de millones de personas de a pie. ¿Ha habido alguna vez un engaño tan descarado?
Actualmente muchas de las premisas de vida civilizada en Gran Bretaña se están desmantelando con el fin de pagar una deuda fraudulenta, la deuda de unos delincuentes. Se dice que los recortes por la “austeridad” ascienden a 83.000 millones de libras esterlinas. Es casi exactamente la suma de impuestos evitados por los mismos bancos y por corporaciones como Amazon y por News UK de Murdoch. Además, los bancos deshonestos reciben un subsidio anual de 100.000 millones de libras en seguro gratuito y garantías, una cifra que financiaría todo el Servicio Nacional de Salud.
La crisis económica es pura propaganda. Las políticas extremas rigen ahora Gran Bretaña, EE.UU., gran parte de Europa, Canadá y Australia. ¿Quién defiende a la mayoría? ¿Quién cuenta su historia? ¿Quién hace constar la realidad? ¿No es lo que supuestamente deben hacer los periodistas?
En 1977 Carl Bernstein, famoso por el Watergate, reveló que más de 400 periodistas y ejecutivos de las noticias trabajaban para la CIA. Incluye a periodistas del New York Times,Time y las redes de televisión. En 1991, Richard Norton Taylor del Guardian reveló algo similar en este país.
Nada de esto es necesario en la actualidad. Dudo de que alguien pagase al Washington Post y a muchos otros medios noticiosos para que acusaran a Edward Snowden de ayuda al terrorismo. Dudo que de alguien pague a los que rutinariamente calumnian a Julian Assange, aunque muchas otras recompensas pueden ser cuantiosas.
Tengo claro que la razón principal por la que Assange ha atraído tanto veneno, rencor y celos es que WikiLeaks arrancó la careta de una elite política corrupta sostenida en pie por los periodistas. Al anunciar una extraordinaria era de revelaciones, Assange se hizo de enemigos al iluminar y avergonzar a los guardavallas de los medios, no solo en el periódico que publicó y se apropió de su gran revelación. Se convirtió no solo en un objetivo, sino en un ganso de oro.
Lucrativos negocios con libros y cintas de Hollywood se hicieron y carreras en los medios fueron lanzadas o estimuladas apoyándose en WikiLeaks y su fundador. Hubo gente que ganó mucho dinero mientras WikiLeaks lucha por sobrevivir.
Nada de esto se mencionó en Estocolmo el 1º de diciembre cuando el editor del Guardian, Alan Rusbridger, compartió con Edward Snowden el Premio Nobel alternativo de la Paz. Lo chocante en este evento fue que Assange y WikiLeaks no fueron mencionados. No existían. Eran no-gente.
Nadie habló por el hombre que había marcado nuevos rumbos en la denuncia digital y que entregó al Guardian una de las noticias más sensacionales de la historia. Además, fueron Assange y su equipo de WikiLeaks quienes efectiva –y brillantemente– rescataron a Edward Snowden y lo condujeron a la seguridad. Ni una palabra.
Lo que hizo que esa censura por omisión fuera tan irónica, impactante y afrentosa fue que la ceremonia se realizó en el Parlamento sueco, cuyo cobarde silencio en el caso de Assange se ha coludido con un grotesco error judicial en Estocolmo.
“Cuando la verdad es reemplazada por el silencio”, dijo el disidente soviético Yevtushenko, “el silencio es una mentira”.
Este tipo de silencio es el que debemos romper los periodistas. Tenemos que mirar al espejo. Tenemos que hacer rendir cuentas a medios que no rinden cuentas a nadie, que sirven al poder y a una psicosis que amenaza con la guerra mundial.
En el Siglo XVIII, Edmund Burke describió el papel de la prensa como el Cuarto Poder que controla a los poderosos. ¿Fue verdad algún día? Ciertamente ya no vale. Lo que necesitamos es un Quinto Poder: un periodismo que controle, analice y se oponga a la propaganda y enseñe a los jóvenes a ser agentes del pueblo, no del poder. Necesitamos lo que los rusos llamaron perestroika, una insurrección de conocimiento subyugado. Lo llamaría verdadero periodismo.
Hace 100 años desde la Primera Guerra Mundial, los periodistas han sido recompensados y honrados por su silencio y colusión. En el clímax de la matanza, el primer ministro británico David Lloyd George dijo en confianza a C.P. Scott, editor del Manchester Guardian: “Si la gente realmente conociera [la verdad] la guerra se pararía mañana, pero por supuesto no la conocen y no pueden conocerla”.
Es hora de que la sepan.
Este fue el discurso de John Pilger en el Simposio Logan, “Construyendo una alianza contra el secreto, la vigilancia y la censura”, organizado por el Centro para el Periodismo de Investigación, en Londres, 5-7 de diciembre de 2014. Contacto: www.johnpilger.com
Fuente: http://www.counterpunch.org/2014/12/05/war-by-media-and-the-triumph-of-propaganda/

SUTE XV : MOVIMIENTO FEMENINO MAGISTERIAL

“No se trata de reformar la propiedad privada, sino de abolirla, no se trata de paliar los antagonismos de clase, sino de abolir las clases, no se trata de mejorar la sociedad existente sino de establecer una nueva” (K. Marx)

La mujer solo puede pensar en su emancipación en la medida que sea valorada su tarea como luchadora social, en la medida que se identifique con el carácter proletario de la lucha social.

El Movimiento Femenino Magisterial hace llegar un saludo de clases a todos y cada uno de los maestros que vienen demostrando con su espíritu indoblegable de lucha que el camino es uno solo y a pesar del oportunismo y la traición, la lucha continúa. 

El presente año termina en medio de evaluaciones, reubicaciones y despidos. Los maestros en un porcentaje considerable han sido atrapados por las promesas de una mejora salarial a través de evaluaciones punitivas. Se vienen involucrando de manera voluntaria con la esperanza de aprobar un examen que los obligará a dar cuenta inmediata de su desempeño profesional condicionado por los caprichos y la corrupción reinante. Debemos ser claros en precisar que a partir del 2015 estas evaluaciones llevarán al despido masivo; el Ministro de Educación ha prometido “limpiar el magisterio de los malos maestros en un plazo de dos años” (2015 y 2016). Los primeros ya fueron echados: aquellos maestros a quienes supuestamente la edad les impide ejercer la docencia. Les siguen todos los que descalificaron por segunda vez el examen de reubicación, es decir, más de 50,000 maestros. Las pruebas desempeño no reflejan la realidad del trabajo del docente, el aspecto psico-motriz, afectivo, cognoscitivo, ni aplicativo de los conocimientos, capacidades, y habilidades que se imparten a los alumnos. Esto es simplemente es un mecanismo para el despido, contratación y avance de la privatización como parte de la implementación dela Ley 29944. 

Esta implementación no establece diferencias, también los directores vienen enfrentando una situación de degradación que no se aprecia en el ejercicio de otras profesiones. Del mismo modo, los maestros interinos serán objeto de una “evaluación” que justifique su despido inmediato, sin importar que muchos de ellos tienen más de 20 años de servicio. 
Es en este contexto que los maestros expresamos nuestro rechazo absoluto a estas evaluaciones que se convierten en chantaje laboral e ilusión desesperada para quienes tienen la esperanza de acceder a una mejora de sus ingresos económicos. 

Ante esta situación nuestros dirigentes vienen asumiendo posiciones reflexivas en cuanto a las estrategias de lucha adoptadas en los últimos dos años. Cada uno en su posición ha permanecido consecuente y constante, pero los resultados no han sido los esperados. La implementación avanza a pasos agigantados, los maestros de bases repiten al unísono, sin unidad no hay lucha. 

Luego de amplios debates finalmente han concertado en fechas para establecer un diálogo y sacar adelante una posible unidad programática en base a los siguientes puntos: 
  • • Defensa de la Educación Pública y gratuita, rechazo a las privatizaciones
  • • Respeto y vigencia de la Ley del Profesorado y luchar por la nulidad de la LRM.
  • • Pago inmediato del 30% por PC, años de servicio, luto y sepelio, Refrigerio y Mov. y otros.
  • • Aumento general de sueldos y salarios, pensionables, para todos los trabajadores del Sector Educación.
  • • Cese al hostigamiento y persecución a dirigentes y maestros de base 
  • • Incremento del presupuesto al sector Educación del PBI, al más del 6%.

Los maestros de bases saludamos la iniciativa conjunta de impulsar esta unidad programática, asimismo saludamos la próxima fecha de reunión propuesta para el 14 de diciembre esperando sea de carácter abierta y transparente. 

Consideramos propicia la oportunidad para compartir nuestra preocupación por las actitudes injustificadas de quienes se apropian del derecho de participar a reuniones, esperando recuerden que la propiedad privada es de carácter burgués y solo nos conduce a establecer distancia con las bases. Por otro lado condenamos las actitudes irracionales entre maestros clasistas, la lucha es de ideas, el debate es abierto, nos corresponde sustentar y asumir nuestras responsabilidades sin atentar ni imponer nuestra presencia. 

DEBEMOS TENER EN CUENTA QUE CAMINAMOS HACIA UNA UNIDAD PROGRAMÁTICA, QUE ESTA MEDIDA ES LA MÁS ACERTADA PARA HACER RESPETAR NUESTROS DERECHOS SINDICALES Y QUE CUALQUIER ENFRENTAMIENTO ES EXPRESIÓN DE BOICOT A ESTE CLAMOR DE LAS BASES. 

¡DEFENSA DE LA EDUCACION PÚBLICA Y LA ESTABILIDAD LABORAL!
¡LUCHEMOS POR LA UNIDAD PROGRAMÁTICA!!BASTA DE ENFRENTAMIENTOS!

03 de diciembre 2014

COMPARTIR CON EL SUTE XV : REUNIÓN DE COHESIÓN MAGISTERIAL

SE INVITA A TODOS LOS MAESTROS DE LAS DISTINTAS BASES DE LIMA A COMPARTIR CON EL SUTE XV A LA REUNIÓN DE COHESIÓN MAGISTERIAL

DIA: 19 de diciembre del 2014
LOCAL:  CETPRO MICAELA BASTIDAS
AV. FLORES DE PRIMAVERA Pdro 3

DATA WEB DE EDUMEDIA TECNOLOGIA EDUCATIVA