¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

09 mayo 2009

Venezuela recupera y ahorra

Venezuela recupera y ahorra



La gigante estatal del petróleo venezolano, Pdvsa, se hizo cargo de las empresas ligadas a las actividades primarias de la principal industria del país, luego que la Asamblea Nacional aprobara y el presidente Chávez promulgara inmediatamente una ley que reserva al Estado los bienes y servicios conexos a las actividades primarias de hidrocarburos. En un año de recortes de gastos para no afectar planes sociales y políticas de transformación del país, con esta nueva recuperación el Estado ahorrará unos 700 millones de dólares anuales, sólo en el Lago de Maracaibo, estado Zulia.

Precisamente desde el Zulia, en Lagunillas, el presidente Hugo Chávez remarcó el sentido estratégico de la medida. "Estamos nacionalizando 60 empresas privadas, hoy desaparecen, no nos hacen falta, ¿para qué?" dijo el mandatario en transmisión especial de televisión desde el lago de Maracaibo.

“Los burgueses se llevaban las grandes ganancias del país mediante la explotación de los trabajadores y trabajadoras, eso es el modelo capitalista”, remarcó el mandatario, y saludó el ingreso a la órbita estatal de 8 mil trabajadores de las actividades recuperadas.

"El capitalismo convierte al trabajador en un esclavo, lo exprime y cuando ya no lo puede exprimir más, lo expulsa y lo abandona, porque no tienen privilegios, no tienen seguridad social", indicó el presidente Chávez y remarcó que con el Socialismo del Siglo XXI, el trabajador cuenta con sus beneficios y será considerado como un hombre digno. En la actividad lo acompañó el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet.

"Necesitamos que te conviertas en un maestro de la creación del nuevo sistema socialista y cuando ya tengas que pasar a retiro, tendrás tu reconocimiento, pensión y jubilación digna como hombre digno que eres", le refirió Chávez a uno de los trabajadores con los que recorría el complejo petrolero en el lago de Maracaibo.

En declaraciones a TeleSUR vía telefónica, Chávez precisó que la toma de control de las Operaciones Petroleras Acuáticas en el Lago de Maracaibo representa "un acto de liberación construyendo el socialismo con los trabajadores".

"Todos estos espacios son del pueblo, estamos liberándolos del dominio del capitalismo, estamos recuperando progresivamente los eslabones (...) Recuperamos primero la médula y ahora las actividades que son estratégicas, conexas pero estratégicas, lo que no significa que sean secundarias", explicó el presidente venezolano.

El ministro de Energía y Petróleo y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, remarcó que todos los trabajadores vinculados con las empresas sujetas a la Ley pasan a formar parte de la industria petrolera, a través de un proceso de absorción. Se busca además que la medida reduzca el alto grado de conflictividad generado por el incumplimiento de las obligaciones laborales por parte de las contratistas privados.

“Mientras otras empresas petroleras en el mundo cancelan proyectos y despiden gente, nosotros no vamos a hacer ni lo uno ni lo otro”, indicó el ministro Ramírez, citado por la agencia IPS. Pdvsa emprendió una enorme rebaja en sus costos y gastos para este año, de 17.000 a 6.000 millones de dólares. Se busca así sostener con 14.000 millones de dólares el presupuesto de inversión en desarrollo y exploración de nuevos yacimientos.

Las actividades que ahora serán gestionadas desde el Estado son la inyección de agua, de vapor o de gas que mejoran la energía de los yacimientos; la compresión del gas; las actividades en el lago de Maracaibo, como lanchas para el transporte de personal, buzos y mantenimiento y otras como las barcazas con grúas para transporte de materiales; la producción de agua industrial y otros insumos.

Sólo en el lago de Maracaibo se nacionalizaron 300 lanchas, 30 remolcadores, 30 gabarras (barcazas planas), 39 terminales y muelles, 61 lanchas de buzos, cinco diques de astilleros y 13 talleres.

Con la sanción de la ley se inicia el estudio para determinar cuánto pagará el Estado a las empresas expropiadas. La ley establece que "para el cálculo del justiprecio de los bienes (...) se aplicará el valor en libro y se deducirán los pasivos laborales y ambientales determinados por las autoridades competentes".

En Caracas, el diario El Nacional aseguró que una de las empresas que se retirarán del negocio de los servicios anexos al petróleo es la británica John Wood Group, que tiene el 49,5% de la acciones en la firma Servicios de Ingeniería Mantenimiento, Construcción y Operaciones (Simco) que gozaba de un contrato por 800 millones de dólares a 16 años para el tratamiento e inyección de agua en los yacimientos del Lago de Maracaibo.

El ministro Ramírez informó que desde las 12 de la noche del jueves “los trabajadores se abocaron a controlar todas nuestras instalaciones, y a las 6 de la mañana de este viernes tuvimos el primer reporte de que están bajo el control del Estado revolucionario más del 85 por ciento de las instalaciones y las actividades”, comprendidas en la ley que se acababa de sancionar.

“Con el apoyo de nuestro componente militar pudimos detectar que las empresas querían evadir la ley llevándose de nuestro territorio remolcadores y lanchas. En consecuencia actuamos de manera efectiva con la cooperación de nuestra Guarnición Militar y nuestros trabajadores”, comentó Ramírez.

La toma de control de los servicios conexos ya comenzó en otros estados de Venezuela. En el oriente, Pdvsa asumió la dirección de una planta inyectora de gas.

Disculpen la molestia

Disculpen la molestia

Página 12


Quiero compartir algunas preguntas, moscas que me zumban en la cabeza.

¿Es justa la justicia? ¿Está parada sobre sus pies la justicia del mundo al revés?

El zapatista de Irak, el que arrojó los zapatazos contra Bush, fue condenado a tres años de cárcel. ¿No merecía, más bien, una condecoración?

¿Quién es el terrorista? ¿El zapatista o el zapateado? ¿No es culpable de terrorismo el serial killer que mintiendo inventó la guerra de Irak, asesinó a un gentío y legalizó la tortura y mandó aplicarla?

¿Son culpables los pobladores de Atenco, en México, o los indígenas mapuches de Chile, o los kekchíes de Guatemala, o los campesinos sin tierra de Brasil, acusados todos de terrorismo por defender su derecho a la tierra? Si sagrada es la tierra, aunque la ley no lo diga, ¿no son sagrados, también, quienes la defienden?

Según la revista Foreign Policy, Somalia es el lugar más peligroso de todos. Pero, ¿quiénes son los piratas? ¿Los muertos de hambre que asaltan barcos o los especuladores de Wall Street, que llevan años asaltando el mundo y ahora reciben multimillonarias recompensas por sus afanes?

¿Por qué el mundo premia a quienes lo desvalijan?

¿Por qué la justicia es ciega de un solo ojo? Wal Mart, la empresa más poderosa de todas, prohíbe los sindicatos. McDonald’s, también. ¿Por qué estas empresas violan, con delincuente impunidad, la ley internacional? ¿Será porque en el mundo de nuestro tiempo el trabajo vale menos que la basura y menos todavía valen los derechos de los trabajadores?

¿Quiénes son los justos y quiénes los injustos? Si la justicia internacional de veras existe, ¿por qué nunca juzga a los poderosos? No van presos los autores de las más feroces carnicerías. ¿Será porque son ellos quienes tienen las llaves de las cárceles?

¿Por qué son intocables las cinco potencias que tienen derecho de veto en las Naciones Unidas? ¿Ese derecho tiene origen divino? ¿Velan por la paz los que hacen el negocio de la guerra? ¿Es justo que la paz mundial esté a cargo de las cinco potencias que son las principales productoras de armas? Sin despreciar a los narcotraficantes, ¿no es éste también un caso de “crimen organizado”?

Pero no demandan castigo contra los amos del mundo los clamores de quienes exigen, en todas partes, la pena de muerte. Faltaba más. Los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles.

Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, ¿por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? ¿Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? ¿Contra quién se arma, hasta los dientes, la llamada comunidad internacional? ¿Contra la pobreza o contra los pobres?

¿Por qué los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo, que cotidianamente atentan contra la seguridad pública? ¿O acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados, o mal pagados, repitiéndoles noche y día que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca, tener, tener, y quien no tiene, no es?

¿Y por qué no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. ¿O no fabrica muerte la industria militar, que devora la mayor parte de nuestros recursos y buena parte de nuestras energías? Los amos del mundo sólo condenan la violencia cuando la ejercen otros. Y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres, y también insoportable para los terrestres que todavía queremos, contra toda evidencia, sobrevivir: los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollado una tecnología de la destrucción que está aniquilando, de paso, al planeta y a todos sus habitantes.

Esa tecnología se alimenta del miedo. Es el miedo quien fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial. Y en tren de implantar la pena de muerte, ¿qué tal si condenamos a muerte al miedo? ¿No sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánicos nos condenan a la soledad, nos prohíben la solidaridad: sálvese quien pueda, aplastaos los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, éste te robará, aquél te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina.

En el mundo al revés, dan miedo hasta los más elementales actos de justicia y sentido común. Cuando el presidente Evo Morales inició la refundación de Bolivia, para que este país de mayoría indígena dejara de tener vergüenza de mirarse al espejo, provocó pánico. Este desafío era catastrófico desde el punto de vista del orden racista tradicional, que decía ser el único orden posible: Evo era, traía el caos y la violencia, y por su culpa la unidad nacional iba a estallar, rota en pedazos. Y cuando el presidente ecuatoriano Correa anunció que se negaba a pagar las deudas no legítimas, la noticia produjo terror en el mundo financiero y el Ecuador fue amenazado con terribles castigos, por estar dando tan mal ejemplo. Si las dictaduras militares y los políticos ladrones han sido siempre mimados por la banca internacional, ¿no nos hemos acostumbrado ya a aceptar como fatalidad del destino que el pueblo pague el garrote que lo golpea y la codicia que lo saquea?

Pero, ¿será que han sido divorciados para siempre jamás el sentido común y la justicia?

¿No nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?

¿No es de sentido común, y también de justicia, ese lema de las feministas que dicen que si nosotros, los machos, quedáramos embarazados, el aborto sería libre? ¿Por qué no se legaliza el derecho al aborto? ¿Será porque entonces dejaría de ser el privilegio de las mujeres que pueden pagarlo y de los médicos que pueden cobrarlo?

Lo mismo ocurre con otro escandaloso caso de negación de la justicia y el sentido común: ¿por qué no se legaliza la droga? ¿Acaso no es, como el aborto, un tema de salud pública? Y el país que más drogadictos contiene, ¿qué autoridad moral tiene para condenar a quienes abastecen su demanda? ¿Y por qué los grandes medios de comunicación, tan consagrados a la guerra contra el flagelo de la droga, jamás dicen que proviene de Afganistán casi toda la heroína que se consume en el mundo? ¿Quién manda en Afganistán? ¿No es ese un país militarmente ocupado por el mesiánico país que se atribuye la misión de salvarnos a todos?

¿Por qué no se legalizan las drogas de una buena vez? ¿No será porque brindan el mejor pretexto para las invasiones militares, además de brindar las más jugosas ganancias a los grandes bancos que en las noches trabajan como lavanderías?

Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos. Una de las consecuencias de la crisis mundial es la caída de la próspera industria del automóvil. Si tuviéramos algún resto de sentido común, y alguito de sentido de la justicia ¿no tendríamos que celebrar esa buena noticia? ¿O acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia, desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y de los peatones, que morirán un poquito menos?

Según Lewis Carroll, la Reina explicó a Alicia cómo funciona la justicia en el país de las maravillas:

–Ahí lo tienes –dijo la Reina–. Está encerrado en la cárcel, cumpliendo su condena; pero el juicio no empezará hasta el próximo miércoles. Y por supuesto, el crimen será cometido al final.

En El Salvador, el arzobispo Oscar Arnulfo Romero comprobó que la justicia, como la serpiente, sólo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados, por delito de nacimiento.

El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, ¿no es de alguna manera un homenaje? ¿Un homenaje al arzobispo Romero y a los miles que como él murieron luchando por una justicia justa en el reino de la injusticia?

A veces terminan mal las historias de la Historia; pero ella, la Historia, no termina. Cuando dice adiós, dice hasta luego.

La Rebeldía de la Gente Común

La Rebeldía de la Gente Común



¿Qué es la rebeldía?

“Es un lugar común que funda en todos los hombres el primer valor. Me rebelo, luego existimos”.

Albert Camus (El Hombre Rebelde)

En el pasado mes de diciembre trabajadores de una fábrica de ventanas en Chicago, tras la amenaza de ser despedidos, se vieron obligados a ocupar su lugar de trabajo y levantar la voz contra el gran absurdo de que el banco, el Bank of America, que precisamente cancelara la línea de crédito que aseguraría sus sueldos, fuera rescatado con 25,000 millones de dólares por el gobierno federal norteamericano. En el mismo mes, miles de personas y estudiantes ocuparían las calles de Atenas (Grecia) para condenar la represión policial, que provocó la muerte de un adolescente, y a su vez dejar sentir su malestar con la creciente crisis económica, política y social por la que atraviesa su país.

En marzo pasado unos estudiantes de un instituto tecnológico en Manatí, Puerto Rico, paralizaron su centro educativo por dos semanas y crearon un campamento en postrimerías de la misma universidad. Sus demandas consistían en exigirle a la administración una mayor transparencia en el manejo de sus fondos educativos, mejores condiciones de estudio en el plantel universitario, libros y la contratación de más profesores.

Por la misma línea, y más recientemente, unos valientes y aguerridos estudiantes universitarios de la New School en la ciudad de Nueva York, cansados y preocupados por la creciente mercantilización de su educación y falta de transparencia por parte de la administración de su universidad, se han declarado en huelga, han exigido la renuncia de su decano y han ocupado uno de los edificios de su institución en la 5ta avenida. “[L]a educación no es una mercancía” señalan los estudiantes. De esta manera provocando una fuerte tensión entre la policía, administración y estudiantes.

El pasado primero de mayo, 20 mil trabajadores en Puerto Rico, tras las amenazas por parte de su conservador gobierno de despedir a 30 mil empleados públicos, ocuparon la principal avenida financiera y bancaria del país – conocida como la Milla de Oro – gritando a viva voz que la crisis la paguen quienes la provocaron: los ricos.

Tan reciente como el pasado seis de mayo un grupo de puertorriqueños – entre ellos varios artistas, un obrero retirado, un diseñador mecánico y una enfermera – irrumpieron e invadieron el hemiciclo de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos para reclamar, cantando a viva voz, el derecho inalienable que posee Puerto Rico a su libre determinación e independencia. “Y gloria a las manos, a todas las manos que hoy trabajan porque ellas construyen y saldrá de ellas la nueva patria liberada. ¡La patria de todas las manos que trabajan! Para ellas y para su patria, ¡Alabanza!, ¡Alabanza!” – Cantaban los puertorriqueños en pleno Congreso norteamericano.

¿Qué hay en común entre estos sucesos? “No somos políticos, somos gente, común y corriente” señaló el actor Luis Enrique Romero luego de ser detenido en Washington DC. Se trata pues, de reconocer la gran diversidad de luchas reivindicativas producidas y protagonizadas por gente común. Se trata, como sugiere el Sub-comandante Insurgente Marcos, de reconocer la rebeldía en la gente común. Gente común que en el día a día rechaza y grita contra las condiciones de vida actuales. Gente común que en el día a día resisten y crean lazos y relaciones sociales de solidaridad y afectividad. Reconocer las luchas reivindicatorias del día a día es reconocerlas también como parte de una lucha mayor, de una lucha contra el mismo dominio hegemónico del capital. Es la lucha contra esa colonialidad que representa la subsunción real, la fetichización y comercialización de la vida misma en el capital. Es reconocer la composición de un nuevo sujeto emancipador, de un proletariado social que ya no sólo se encuentra en las fábricas industriales, en los partidos de izquierda, en los sindicatos o en el estado, sino que se encuentra ahí afuera, en la fábrica social; en un constante éxodo ocupándolo todo.

Son esas luchas cotidianas e insurgentes creadoras de espacios comunes y esferas públicas que van más allá del estado y del mercado neoliberal. Es decir, se generan actividades y resistencias, que en ocasiones, se presentan como autónomas al dominio capitalista, y por consiguiente, antagónicas al mismo. Ese espacio y esa esfera pública, que aún nuestra izquierda oficial en Puerto Rico no quiere reconocer, se nos presenta como esa gran potencialidad que acarrea no sólo el grito y la rabia de rechazo al status quo – como sugiere John Holloway –, sino que también lleva de por sí una gran carga positiva: de desear una realidad distinta. No se trata pues – como usualmente pretenden las izquierdas oficiales – de indicarle a la gente común qué hacer o qué pensar. Se trata entonces, como sugiere Holloway, de en lugar de hablar, aprender a escuchar y descubrir que ya la gente es rebelde. De mirar la gente en el transporte público, en las escuelas, en las universidades, en la colecturía, en las comunidades, en las favelas, en las villas, en los caseríos y pensarnos ya rebeldes. Todos rebeldes porque nos une una historia en común.

Por ejemplo, los estudiantes de la New School han acuñado su lucha como una la lucha general contra el capital “así como contra toda relación de poder jerárquica. La solución que proponemos – señala un estudiante – es un medio sin fin. Nuestra ocupación del nº 65 de la 5ª Avenida es un pequeño modelo de nuestra propuesta, que consiste en que los trabajadores, los estudiantes y los desposeídos de todo tipo ocupen colectivamente los lugares donde viven, trabajan y se mueven.”

Aceptemos humildemente la rebeldía de la gente común. Rebeldía que crea espacios de luchas que incluso en ocasiones van más allá del independentismo mismo. Espacios que nos dan pié a desarrollar nuevas estrategias y nuevas formas de organizarnos. Espacios que son asiduamente contrarios a la doble colonialidad que nos aqueja como pueblo: la colonialidad del imperialismo yanki y la colonialidad y subsunción real de la vida misma ante el imperio del capital.

Por lo tanto, reconozcamos la rebeldía plural de la gente común, es decir de todos nosotros, para recuperar el control de ese preciado tesoro que el mercado neoliberal y el colonialismo norteamericano nos ha arrebatado: la vida misma. Reconocerlo es desmitificar y descosificar a ese sujeto fetichizado e históricamente excluido. Es cuando el objeto se convierte en sujeto. “Cuando estos obstáculos – sugiere Raúl Zibechi – se convierten en sujetos, y comienzan a cambiar el rumbo de la historia, y además pro­ducen saberes que cuestionan el monopolio ostentado por los especia­listas, o sea, cuando los “objetos” se convierten en sujetos…”. Así, debemos entonces reconocer la emergencia de un nuevo sujeto emancipador distinto. Un sujeto sapiente, cognoscente y/o epistémico que constituya un proletariado social dispuesto y capaz de de construir un nuevo y mejor modo de vida.

*El autor es egresado de la Facultad de Derecho Eugenio María de Hostos en Mayagüez, Puerto Rico. Es también estudiante del Instituto Internacional de Sociología Jurídica en Oñati, País Vasco

El desempleo mundial rompe cálculos y récords

El desempleo mundial rompe cálculos y récords

Madrid Digital


El impacto de la crisis global no se atenúa y una de sus mayores consecuencias, del desempleo, ya rompe varios récords en diferentes países y cálculos oficiales sobre las cifras que puede alcanzar.

Recientes análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que la recesión barrió medio millón de puestos de trabajos en los últimos dos meses. En el sector financiero los despidos rondan ya los 155.000 y en el resto 360.000.

A ese ritmo la recuperación del empleo se dará entre cuatro y cinco años más después de que la economía mundial empiece a mostrar señales claras de mejoría.

De acuerdo con esas estimaciones de la OIT, el desempleo anual se ubicará en un rango del 6,7 al 7,1 por ciento a finales de 2009, frente al seis por ciento registrado el año pasado.

Por ese camino el número de afectados podrá llegar a los 52 millones de personas, mientras un centenar de países corren un riesgo muy alto de inestabilidad social por esa causa porque, incluso con una recuperación económica mundial, el empleo se mantendrá a la baja.

General Motors es un reflejo de esa tendencia al notificar la eliminación de 21.000 puestos de trabajo en Estados Unidos y el cierre de 13 de sus 47 fábricas en ese país. Este año, tiene previsto desaparecer 47.000 plazas en todo el mundo.

Le sigue Caterpillar, empresa de fabricación de equipos de construcción y minería y líder en su sector a nivel mundial, con un recorte de 23.610 empleos.

En Europa, la distribuidora alemana Metro AG, presente en 21 naciones, perdió en enero 15.000 puestos de trabajo. La empresa de aviación SAS, 8.600.

En Norteamérica, Alcoa prescindió de 15.000 trabajos y la farmacéutica Pfizer dejó a 19.500 personas desempleadas entre enero y febrero.

En Asia-Pacífico, la producción de coches por parte de Nissan se hará con 20.000 puestos menos. Pioneer, el fabricante de equipos de electrónica, despedirá a 10.000 de sus empleados.

África también tiene algo que mostrar en materia de despidos. La tercera productora de platino a nivel mundial, Lonmin, recortará 5.500 plazas, mientras la otra gran productora, Anglo Platinum, se cobrará 10.000.

Otros datos sintetizan la dramática situación laboral en Estados Unidos, donde el desempleo llega al 8,5 por ciento, la cifra más alta en 25 años. Desde que comenzó la recesión, en diciembre de 2007, ese país perdió 5,1 millones de puestos de trabajo, en todas las ramas.

El paro entre las 27 naciones que integran la Unión Europea (UE) afecta a unos 20 millones de personas, de las cuales poco más de 14 millones se ubican en los países del euro.

Tal situación refleja un incremento de cuatro millones de desempleados más que en marzo de 2008.

Las autoridades económicas pronosticaron que unos 3,5 millones de plazas laborales se perderán este año en la Unión Europea, aunque los patrones consideran que la cifra podría alcanzar los 4,5 millones.

España, afectada duramente por el derrumbe de su sector de vivienda y reducción del turismo, ahora tiene la tasa más alta de desempleo en la Unión Europea, al ubicarse en el 17,6 por ciento.

Más de una tercera parte de los empleados españoles menores de 25 años se encuentran sin trabajo.

Entre las grandes economías de la UE, el paro en Alemania está en el 7,6 por ciento y en el 8,8 en Francia.

En otras latitudes, como en Brasil, la tasa de desempleo en marzo fue del nueve por ciento de la población económicamente activa, la mayor desde agosto de 2007 cuando reportó 9,5 por ciento.

Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), la cifra de parados en las seis mayores regiones metropolitanas se ubicaron en 2,1 millones, por la caída de la producción y las exportaciones. El índice de desempleo en Brasil mide el número de personas que busca trabajo en las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Recife, Porto Alegre y Salvador.

Para Argentina, la situación no es tan alarmante pero, pero ante el eventual impacto de la recesión, han comenzado los despidos y se calcula que ya superan los 50.000.

Así, el aumento del desempleo es considerado como uno de los mayores mazazos de la actual crisis económica, cuyos efectos se reflejan en la quiebra de empresas, despidos y reducción de jornada laboral, según estadísticas gremiales y gubernamentales.

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