¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

23 agosto 2013

Care Perú desmiente cifras publicadas por Minedu en mejoras educativas en el Vraem.


 

 Serían las cifras publicadas recientemente por el Ministerio de Educación (Minedu) sobre la mejora educativas en temas de infraestructura, inversión y contratación de docentes.

TIPO - JUNÍN
La Central Asháninka de Río Ene (Care Perú) desmintió las cifras publicadas recientemente por el Ministerio de Educación (Minedu) sobre la mejora educativa en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) en temas de infraestructura, inversión y contratación de docentes.
Según el Minedu, desde 2012 a la fecha transfirió alrededor de 242 millones de nuevos soles para la construcción de 215 instituciones educativas, contrató 846 docentes y 117 auxiliares educativos, y el programa Beca 18 benefició a 1,299 jóvenes.
Ante esta información del Gobierno, la organización asháninkas señaló en un documento enviado a INFOREGIÓN, que la realidad en las escuelas de las comunidades en el río Ene, ubicadas en la provincia de Satipo, en Junín, son totalmente diferentes.
De acuerdo a Care Perú, muchos colegios abrieron sus puertas en abril y una escuela de la comunidad de Kirikiari recién retomó las clases el 8 de julio por falta de profesores. Además, la organización cita el comunicado 21-2013 de la Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) de río Tambo, que indica que existían plazas para el cargo de docente hasta el 21 de junio.
Además, Care afirma que el 60% de escuelas en la cuenca del Ene son unidocentes, los alumnos no cuentan con los materiales necesarios para estudiar y las escuelas se encuentran en condiciones precarias.
Finalmente, la organización afirma que la ausencia de profesores en el Ene es a nivel secundario, por lo que solo dos jóvenes de la zona accedieron al programa Beca 18 en el Vraem, de las 500 vacantes ofrecidas.
Fuente: inforegión

Las falacias de la derecha

Las falacias de la derecha



Vamos a tratar aquí algunos aspectos de los razonamientos que nos propone la derecha política y mediática en nuestro país, para desmontarlos, y darnos cuenta de hasta dónde llega su nivel de demagogia y de falacia. Cuando la derecha se queda sin argumentos de peso para apoyar sus teorías y propuestas, a veces las apoyan con este tipo de argumentos, absurdos, falaces y engañosos. Este artículo está pensado para señalar algunos ejemplos de ello, y llamar nuestra atención para no caer en sus trampas.

Recuerdo que hace pocos meses, a nuestro joven compañero Alberto Garzón le propusieron un razonamiento de este tipo, sin que él pudiera dar la respuesta adecuada: con respecto a la expropiación de la petrolera YPF por parte del Gobierno argentino, él argumentaba que el Estado Español no debiera preocuparse tanto en representar los intereses de las empresas españolas, que al fin y al cabo, tienen su potente accionariado, y además tributan la mayoría fuera de España. Sus contertulios quisieron atraparlo siguiendo su razonamiento, y lo continuaron de esta forma: "...entonces, cree usted que el Gobierno no debe interferir por los intereses de sus ciudadanos... ¿qué hacemos entonces cuando secuestran a algún cooperante español en el extranjero?". Bien, la respuesta a esta pequeña trampa, es hacer ver que en el primer caso se trata de intereses económicos, mientras que en el segundo lo que se defiende es la propia vida humana, los derechos humanos.

Pues bien, valga este simple ejemplo para muestra de lo que intentamos transmitir. Con respecto a la LOMCE del Ministro Wert, se han emitido juicios auténticamente absurdos para intentar justificar lo injustificable. Se ha dicho por ejemplo, que todas las reformas educativas que hasta entonces se habían puesto en marcha eran del PSOE, lo cual, por sí solo, no es ni siquiera un argumento. Después se ha dicho que no se entendía cómo "la izquierda" (así, en general) no quería reformar la educación, después del elevado fracaso escolar de nuestro alumnado, y de los malos resultados de los Informes PISA. Pues bien, a esto hay que responder que sí queremos reformar la educación, pero para dotarla de más fondos, de más recursos, de más profesorado, para que sea más inclusiva, más gratuita, más laica, y más pública a todos los niveles, entre otras muchas cosas. ¿O es que para evitar el fracaso escolar hay que meter la religión en las aulas, eliminar Educación para la Ciudadanía, privatizar la escuela pública, eliminar la democracia en los centros, o implantar en la escuela una filosofía mercantilista de la educación?

Las falacias de esta derecha se cuentan y se no se acaban. Con respecto a la Reforma Laboral implantada por el PP, uno de los famosos argumentos que usaban para justificarla, antes de que se supiera todo su contenido, era la denuncia de la existencia de trabajadores protegidos frente a trabajadores precarios. Entonces, los electores ingenuos pueden pensar que lo que se esconde detrás de esa crítica es que piensan proteger a todos los trabajadores, eliminando la precariedad. Craso error, porque lo que pretenden, y de hecho lo han conseguido, es justo lo contrario: eliminar la protección de los derechos de los trabajadores, y aumentar in crescendo la precariedad laboral. Desde que la Reforma Laboral entró en vigor, no sólo se han destruido cientos de miles de puestos de trabajo, sino que además, los nuevos contratos que se han firmando han correspondido en su mayoría a contratos a tiempo parcial o temporales, con un elevado nivel de precariedad. Se ataca a los sindicatos, que pierden fuerza y representatividad, se eliminan las subvenciones públicas a los mismos (mientras aumentan las subvenciones a la Patronal, como se ha conocido hace pocos días), destruyendo la capacidad negociadora de los Convenios Colectivos, llegando a un panorama de casi total desprotección de los trabajadores/as.

Las falacias llegan al absurdo total. Como el Estado de Derecho era una mera ilusión, resulta que tenemos que estar contra el Estado y contra el Derecho. Como bajo el capitalismo, el Parlamentarismo es una tomadura de pelo, los anticapitalistas nos volvimos antiparlamentarios. Como la civilización y el progreso, bajo el capitalismo, no son más que colonialismo e imperialismo, nosotros decidíamos que para ser anticolonialistas había que estar en contra de la civilización, y para ser antiimperialistas en contra del progreso. Y lo mismo a una escala más reducida: como las oposiciones estaban corrompidas, en lugar de estar contra la corrupción, había que estar contra el sistema de oposiciones. Como los Catedráticos tenían tendencia al nepotismo, en lugar de combatir el nepotismo, se decidía suprimir a los Catedráticos.

Pero sigamos con el razonamiento, a ver dónde nos lleva: como los Catedráticos a veces abusaban de los agregados, en lugar de suprimir los abusos, se optaba por suprimir la distinción entre Catedrático y agregado. Como los funcionarios abusaban de los contratados, lo mejor era que todos fueran contratados. Como los profesores abusan de los alumnos, lo mejor es suprimir también esta rígida distinción y que todos aprendamos a la vez jugando juntos al corro de la patata. Siguiendo con esta lógica, en la enseñanza pública podríamos decidir suprimir la calefacción porque a veces está demasiado alta o las tuberías porque el agua suele tener sabor a cloro. Y aún se podría ir más allá, a título individual: como los calcetines a veces nos aprietan el tobillo, lo mejor será suprimir los calcetines; y los zapatos, y los calzoncillos... Por este camino, llegamos al colmo de los absurdos. Nosotros lo vamos a dejar aquí, pero insto a mis lectores a imaginar o recordar otras falacias, trampas y engaños de la derecha, porque como estamos viendo, no tienen límites.

Blog del autor: http://rafaelsilva.over-blog.es/

Introducción al Derecho

Anécdota extraída de una clase de Derecho de la Misión Sucre en un barrio de Caracas


Primer día de clase. El profesor de "Introducción al Derecho" entró al aula con precisión suiza.
-¡Buenos días!
-¡Buenos días, profesor! Respondieron los alumnos con la emoción propia de un inicio universitario
-Les pido encarecidamente que apaguen sus celulares durante la clase y que cada vez que deseen hablar, háganlo con la señal de costumbre, es decir, levantando la mano.
El profesor, sumergido en su rol de catedrático de temple, vio a cada uno de sus alumnos e inmediatamente pidió el nombre de un estudiante que estaba sentado en la primera fila y que lucía algo distraído por coquetear con una agenda nueva:
- ¿Cuál es su nombre?
- Mi nombre es Fidel, señor.
La cara del profesor, cual transfiguración del Dr. Jekyll en Mr. Hyde, al escucharlo se tornó en la máxima expresión de la repulsión y profirió estruendosamente, aprovechándose de una exacerbada autoridad, la siguiente orden:
- ¡Fuera de mi clase y no vuelva nunca más! –.
Por espacios de unos infinitos 5 segundos reinó un silencio aterrador en el salón. Fidel, quien no salía del desconcierto, al observar que el profesor lo veía con mirada penetrante cerró su agenda, se colocó el bolígrafo en el bolsillo de su camisa, se levantó rápidamente, recogió sus cosas y salió del aula notoriamente perturbado. Sus pasos arrítmicos oscilaban entre la tristeza y la molestia propias de la incomprensión. Los demás estudiantes mostraban indignación y susto, manifestados en murmullos, quejas, gestos y movimientos de cabeza, pero nadie levantó la mano, nadie habló.
- ¡Muy bien!, continuó el maestro, ¡vamos a empezar la clase! Hoy quiero hablarles de las leyes ¿Para qué sirven las leyes? preguntó al voleo.
Los estudiantes estupefactos seguían asustados, pero poco a poco se fueron incorporando a la clase y empezaron a responder la pregunta:
- ¡Para tener un orden en nuestra sociedad!
- ¡No! - Respondió categóricamente el profesor.
- ¡Para cumplirlas!
- ¡No!
- Para que las personas equivocadas paguen por sus acciones.
- ¡No! - ¿Alguien sabe la respuesta a esta pregunta? Imploró el catedrático.
- Para que se haga justicia - contestó con timidez una muchacha.
- ¡Por fin oigo una respuesta digna de una universidad! ¿Cómo se llama usted, señorita?
– Érika, profesor.
– Muy bien, Érika, ¡por la justicia!, Y ahora, ¿qué es la justicia? preguntó el profesor a los estudiantes, aunque con los ojos fijos en la tímida muchacha.
Érika dubitativa no hacía otra cosa que pensar en la actitud tan sínica del profesor.
- A fin de salvaguardar los derechos humanos, dijo alguien.
- Bien, ¿qué más?
- ¡Para diferenciar el bien del mal!, dijo un muchacho.
-¡Para recompensar a aquellos que hacen el bien!
- Ok, no está mal, pero ahora respondan esta pregunta: ¿Actué correctamente al expulsar a Fidel del aula?
Todos se quedaron petrificados en sus pupitres. Nadie respondió.
- ¡Quiero una respuesta por unanimidad!
- ¡No! contestaron todos en una sola voz tardíamente solidaria.
- ¿Se podría decir que he cometido una injusticia?
- ¡Sí!
- ¿Y por qué nadie levantó la mano y habló? ¿Por qué nadie hizo nada al respecto? ¿Para qué queremos leyes y reglas, si no tenemos la voluntad necesaria para practicarlas? Cada uno de ustedes tiene la obligación de hablar cuando es testigo de una injusticia. No olviden las palabras de un médico argentino que en un momento difícil escribió a sus hijos esta carta que a continuación les leeré:
A mis hijos
Queridos Hildita, Aleidita, Camilo, Celia y Ernesto:
Si alguna vez tienen que leer esta carta, será porque yo no esté entre ustedes. Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y, seguro, ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza. Acuérdense que la revolución es lo importante y que cada uno de nosotros, solo, no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario.
Hasta siempre hijitos, espero verlos todavía. Un beso grandote y un gran abrazo de

Papá
Hubo un silencio propicio para la reflexión. El maestro continuó su pedagogía crítica
-¡No vuelvan a estar en silencio, nunca más! Esta lección de esta primera clase de Introducción al Derecho de nuestro programa de formación nos debe enseñar algo vital: cuando no defendemos nuestros derechos, se pierde la dignidad y la dignidad no puede ser negociada. ¿Han ustedes leído el perfil del egresado en Derecho? Por si acaso no lo han leído, hoy en día los estudiantes leen poco, les he fotocopiado esta hojita para que la lean.
-¡Érika!, ¿podrías ayudarme a repartirla?
–Sí, profesor.
– Muy bien, ahora podrías leerla.
– Seguro.
-¡Haz énfasis en la parte que he subrayado, por favor!
“El profesional egresado de esta área, desarrolla una visión crítica y analítica frente a las ciencias jurídicas, asumiendo una posición reflexiva de la realidad bajo una formación integral para el ejercicio de su profesión, con alto sentido ético, de honestidad y responsabilidad de su misión social hacia lo justo y el respeto por la dignidad humana”. Los estudiantes escuchaban cabizbajos y llenos de incertidumbre.
- “Basta ya de tutela odiosa, que la igualdad ley ha de ser: no más deberes sin derechos, ningún derecho sin deber"- cantó a sotto voce el profesor. Tarea para la casa, ¡escriban una cuartilla sobre el autor de la carta y otra sobre la canción que he cantado! Ah, otra cosa, se me olvidaba algo importantísimo. ¡Vayan a buscar a Fidel, por favor! Después de todo, él es el maestro, yo soy sólo su tesista y estudiante del último período.

Prof. Dr. Alí Ramón Rojas Olaya (Ph.D). Rector de la Universidad Católica Santa Rosa. Profesor del Departamento de Matemática y Física. Instituto Pedagógico de Caracas.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=172873

La reforma laboral de la educación y el neoliberalismo



Las pugnas por redefinir la política educativa son cada vez más evidentes, obligándonos a reflexionar sobre sus objetivos y su futuro. Desde el sexenio pasado se ha impulsado un proyecto que tiene como objetivo central desmantelar el sistema público de la educación, que inició en el siglo XIX, con el triunfo liberal, y que se fortaleció con la revolución mexicana y el artículo tercero constitucional. La meta fue muy sencilla pero vital para la construcción de la Nación: inculcar en la población una serie de valores, símbolos y creencias que sirvieran como núcleo de la identidad nacional pero además conformar un sector de trabajadores de la educación que tuviera la misión de proteger y promover los valores de la educación como un bien público. 
 
En ese sentido, la educación pública sirvió como punta de lanza para acabar con la hegemonía de la Iglesia en la educación y para homogeneizar contenidos y fines educativos. Pero también, su carácter público estuvo y está orientado a definir la educación pública como una inversión social y no solamente individual. De otro modo, si la persona invierte recursos para pagarse una carrera en una institución privada de educación superior, al terminar sus estudios saldrá a la calle con el deseo de recuperar su inversión. El compromiso social del egresado del sistema público, se convierte, en el egresado de una institución privada, en un compromiso personal para hacer rentable su inversión. Y es así como existe hoy una visión empresarial del conocimiento, que privilegia el beneficio personal por encima del social. Ya no se concibe a la educación como un bien social, público, sino como un bien privado, personal y es imposible negar que la tendencia neoliberal en la educación se ha ido fortaleciendo en detrimento de la visión social.
El papel que ha jugado el neoliberalismo para transformar los valores que impulsan el proceso educativo en el mundo resulta fundamental para comprender las presiones y conflictos que enfrenta el sistema educativo  y las perspectivas que se abren hacia el futuro. Aquí es importante insistir en que las acciones de un sector crítico de maestros de educación básica de la política educativa del gobierno actual no parece despertar la solidaridad de otros sectores del gremio, en particular de los profesores universitarios, que omiten considerar el impacto de la reforma educativa como una amenaza directa a sus condiciones labores. Si bien la eventual aprobación de las leyes secundarias -que tienen en la mira la regulación punitiva del ámbito laboral de los maestros de educación básica- no parece amenazar los derechos de los profesores universitarios, sería difícil negar que la ofensiva reformadora actual es en realidad parte de una proyecto de alcances más amplios, que tarde o temprano afectará a todo el universo educativo en su conjunto. 

El neoliberalismo no es un simple modelo de desarrollo sino una ideología, que tiene como objetivo modificar los patrones de pensamiento, la manera de percibir los problemas y el afán por polarizar el mundo social entre los que están a favor del progreso y los que se le oponen. El neoliberalismo es, por lo tanto, conjunto de ideas que promueve intereses específicos y sataniza todo lo que no comulgue con ella. Es así como su poder no sólo se manifiesta en la manipulación de las políticas públicas o los principios educativos sino que aspira a influir en el tejido cultural de las sociedades contemporáneas, como una plataforma desde la cual puedan ser invadidos todos los campos del conocimiento humano y poder así tener un mayor control social y poder imponerse sin necesidad del uso de la fuerza bruta. 

“El neoliberalismo, por lo tanto, más que una doctrina o una simple colección de medidas económicas, constituye una verdadera corriente civilizatoria propia del capitalismo en su actual etapa de desarrollo, es decir, dominado por el capital financiero sustentado sobre la revolución tecnológica acaecida en la segunda mitad del siglo XX.” [i]  

La naturaleza capitalista del neoliberalismo es una tautología pues para nadie es un secreto que su fin último apunta al aseguramiento de altas tasas de ganancia para los inversionistas sin importar las consecuencias sociales que esto pueda provocar. La dinámica neoliberal aspira a la mercantilización de todas las cosas. Así, el agua, la tierra y en general todos los bienes que por siglos han sido considerados públicos son sometidos a la adjudicación de un valor monetario y su capacidad para producir ganancias. La educación, uno de los bienes sociales más importantes para el desarrollo de las sociedades contemporáneas, no ha escapado de este proceso. 

En efecto, la mercantilización de la educación ha tenido como objetivo primordial transformarla en un buen negocio, aplicando los principios empresariales y organizándola para producir beneficios privados. 

“Bajo la racionalidad neoliberal… el sistema educativo es analizado en relación a tres ideas fundamentales: eficiencia, eficacia y calidad, que fueron originalmente acuñadas por la pedagogía estadunidense del eficientismo industrial que traslada al campo pedagógico y, en general al de las ciencias humanas, conceptos empresariales. De esta manera, se vincula lineal y mecánicamente el sistema educativo con el aparato productivo, subordinando el primero a los intereses del segundo.” [ii]

Estas ideas fundamentales someten el proceso educativo a la lógica de una racionalización del gasto, lo que se traduce en una pauperización de los salarios de los profesores, la reducción de las contrataciones de tiempo completo y el aumento de profesores contratados por horas, de manera esporádica y el fin de la educación gratuita. Asimismo, la educación debe subordinarse a las necesidades de la oferta laboral, por lo que campos de conocimiento como el de las ciencias sociales o las humanidades se está reduciendo en favor de una educación profundamente especializada y técnica, que impulse el desarrollo económico y coloque en segundo plano el desarrollo del pensamiento libre y autónomo. Pero la idea de la calidad es la que más ha influido en los procesos educativos, sobre todo para descalificar a la educación pública y ponerla como ejemplo negativo. En todo caso la idea de calidad no representa más que la conversión de la educación en mercancía, definiendo al estudiante como un consumidor preocupado por la relación costo beneficio. 

“Esto generará dinámicas específicas al interior de la institución universitaria. Por un lado, la venta de servicios reconfigurará: 1) el perfil socio-económico del estudiantado en los programas en los cuales se debe pagar; 2) la oferta académica porque, paulatinamente, se irán privilegiando aquellos programas que son "rentables", es decir, que dejan buenos dividendos económicos. Estos aspectos remodelarán a la universidad.” [iii]

Por lo demás, los trabajadores académicos se verán constreñidos a una dinámica que reproduce el trabajo en las maquiladoras y el trabajo informal, lo que representa una fuerte contradicción en el discurso privatizador, pues la falta de seguridad laboral de los académicos impactará en su nivel de compromiso y por lo tanto con el nivel de calidad de la educación que imparten. Al verse obligado a tener otros ingresos para completar los que provienen de su labor docente, el profesor no podrá preparar sus clases, colaborar en cuerpos colegiados y evaluar de cerca el rendimiento de los estudiantes. Mucho menos de poder realizar investigación básica o aplicada, lo que redundaría en un mayor nivel de titulación, objetivo medular de la educación universitaria y talón de Aquiles de las universidades mexicanas, públicas y privadas. Este hecho es hoy por hoy una realidad y factor determinante para comprender la crisis del sistema educativo. 

Asimismo, las políticas neoliberales le han dado una enorme fuerza de gestión y de control a la burocracia educativa, que con el argumento de mantener la calidad en la educación se ha convertido en el factor real de poder en el interior de los centros escolares, no sólo por su control sobre el presupuesto sino por ser el intermediario entre la comunidad y los órganos evaluadores externos, que definen en buena medida el nivel de recursos que recibirán para llevar a cabo sus labores sustantivas. 

Como la espada de Damocles, los órganos evaluadores y la burocracia magisterial penden encima de la cabeza de los maestros con la finalidad de someterla a la lógica mercantil. Dichos agentes han sido los principales ejecutores de las políticas neoliberales en la educación y no se ve para cuando puedan dejar de serlo. Su celo mercantilista es hoy por hoy un fuerte obstáculo para contrarrestar dicha tendencia.

Dada la correlación de fuerzas actual difícilmente la comunidad de maestros podrá por sí misma hacer frente al reto de combatir la mercantilización de la educación superior. Será necesario involucrar a amplios sectores sociales con el argumento de que la educación es un bien social y que por lo tanto, su defensa es responsabilidad de la sociedad en su conjunto. De otro modo, parecerá más bien que los trabajadores académicos que critican la mercantilización de la educación, están simplemente tratando de salvar sus propios intereses. La lucha por la defensa del derecho al trabajo, impulsada en estos días por los trabajadores de la educación, ha sido mostrada por los medios de comunicación, por el propio estado y por buena parte de la opinión pública, como una lucha por el mantenimiento de privilegios, por una negación a las supuesta virtudes de la evaluación externa para promover una educación de calidad. En la medida en que los maestros, que hoy presionan al congreso para impedir la aprobación de leyes secundarias que materialicen el espíritu privatizador de la reciente reforma constitucional en materia de educación, difundan la idea de que lo que se defiende es un bien público, probablemente podrá enfrentar la ofensiva neoliberal con mayor fuerza.

“… la controversia hoy pasa también por reconocer que dejar a la educación a merced de las fuerzas del mercado implica desconocer que esta es un derecho reconocido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este debate se centra, de igual modo, en aceptar la importancia que la educación tiene y debe tener para el desarrollo de las sociedades. En este entendido, y a juzgar por lo que se comienza a ver, esta Macdonalización parece suponer que la investigación está motivada no por lo que conviene al bien común sino por lo que las grandes empresas consideran lucrativo.” [iv] 
 
Por todo lo anterior, la defensa de la educación como un bien público constituye una táctica que puede aglutinar fuerzas diversas para enfrentar al neoliberalismo. La táctica entonces es fortalecer la crítica permanente y sistemática de la ideología neoliberal, exponiendo sus contradicciones y los intereses que la animan, evitando así que se afiance en la mentalidad nacional y se convierta en dogma. El papel de los trabajadores académicos, independientemente del nivel educativo en el que se desempeñen, es clave para frenar la tendencia a incorporar plenamente la dinámica mercantil los procesos educativos. De otro modo, abandonar a sus suerte a los maestros de educación básica facilita enormemente la imposición del proyecto educativo neoliberal. Lo que está en juego, insisto, es el sistema en su conjunto y no sólo el nivel básico. Ignorarlo parece ser una explicación plausible para comprender la pasividad del resto del universo magisterial frente a las acciones de repudio por parte de los maestros clasistas que hoy se movilizan en la capital del país.
Notas
[i] Cuevas Molina, Rafael. Universidad, cultura y democracia en América Latina: La era neoliberal http://www.rebelion.org/noticia.php?id=82625.
[ii] Ibídem.
[iii] Ibídem.
[iv] Ibídem.

DATA WEB DE EDUMEDIA TECNOLOGIA EDUCATIVA