¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

10 abril 2009

Colapso en el Norte: ¿muerte en el Sur?

Colapso en el Norte: ¿muerte en el Sur?



Aunque la contracción económica parece amainar en los países industriales avanzados y puede tocar fondo en un futuro no muy distante, apenas comienza a cobrar vuelo en el mundo en desarrollo, que se ahorró los efectos más tempranos de este colapso global. Puesto que la crisis se precipitó en gran medida por la estrepitosa caída del mercado inmobiliario en Estados Unidos y la resultante desintegración de productos financieros derivada de la "securitización" de cuestionables hipotecas, la mayoría de las naciones en desarrollo sintieron poco los efectos de las etapas primeras del colapso, por la sencilla razón de que poseían pocos de tales activos.

Ahora, conforme las naciones más ricas dejan de invertir en el mundo en desarrollo o de adquirir sus exportaciones, la crisis las golpea con saña. Por encima de todo esto, las condiciones se deterioran en un momento en que una sequía severa afecta a muchas regiones claves en la producción de alimentos y los campesinos pobres carecen de lo indispensable para comprar semillas, fertilizantes y combustible. El resultado probable: se cierne ya sobre muchas áreas una crisis alimentaria que golpeará sobre todo donde más golpeó el colapso económico global.

Es entendible que hasta ahora nuestras preocupaciones por los impactos humanos de la crisis global se enfocaran sobre todo en el desempleo y las penurias económicas en Estados Unidos, Europa y la anterior Unión Soviética. Se han publicado muchas historias del devastador impacto de los cierres de las plantas, las bancarrotas y los embargos de viviendas que afectan a familias y comunidades en estas partes del mundo. Se ha dado mucho menos cobertura al impacto del colapso sobre el mundo en desarrollo. Sin embargo, conforme la crisis se esparza a los países más pobres, es probable que su gente atraviese penurias tan severas como las de los países más ricos y, en muchos casos, mucho peores. La mayor preocupación es que casi todas las mejoras logradas en la erradicación de la pobreza en los últimos diez años serán inútiles, y que decenas de millones de personas de la clase trabajadora y de los círculos bajos de la clase media se sumirán en las penurias de las que habían escapado.

Es igualmente preocupante el riesgo de escasez de comida en estas áreas, lo que puede desatar desnutrición, hambre e inanición generalizadas. Todo esto producirá seguramente vasta miseria humana, enfermedades y muerte, pero también provocará desasosiego social y político de varios tipos, incluidos los motines, la rebelión y las refriegas étnicas.

Ni el presidente Obama ni el Congreso ni los medios masivos están, en su mayor parte, abordando estos peligros. Como antes, el interés público mantiene su foco en cómo se ven afectados Estados Unidos y otras potencias industriales por la crisis. Sin embargo, existen tres informes recientes: uno del Banco Mundial, otro de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (la FAO), y otro más de los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos, que comienzan a prestar atención a la perspectiva de una segunda ola económica de conmoción, la cual golpeará al mundo en desarrollo.

Hundidos en penurias

A fines de febrero, ejecutivos del Banco Mundial prepararon un documento de contexto <http://siteresources.worldbank.org/NEWS/Resources/swimmingagainstthetide-march2009.pdf> para la junta de ministros de Finanzas del Grupo de los 20 (G-20) celebrada cerca de Londres, entre el 13 y el 14 de marzo. El documento se titula Swimming Against the Tide: How Developing Countries Are Coping with the Global Crisis [Nadando a contracorriente: cómo lidian con la crisis global los países en desarrollo] y nos brinda una evaluación preliminar de los impactos del colapso en los países de bajos ingresos (PBI). Aunque sigue siendo borroso, el panorama se anuncia sombrío. La mayor parte de los PBI estuvieron protegidos del impacto inicial de los repentinos bloqueos en el flujo de capitales privados porque tenían acceso limitado a tales mercados. Pero aunque "fueron más lentos en emerger", apunta el informe, "los impactos de la crisis sobre los PBI no han sido menos significativos que los efectos que se esparcen por otros canales".

Por ejemplo, "muchos gobiernos de PBI confían desmesuradamente en las entradas procedentes de la exportación de mercancías, cuyos precios cayeron de modo dramático junto con la demanda global". Del mismo modo, la inversión extranjera directa está cayendo también, en especial en los sectores de recursos naturales. Por sobre todo han disminuido las remesas de los migrantes en los países más ricos a sus familias en casa, borrando una fuente importante de ingresos para las comunidades pobres. Si sumamos todo esto, "es muy probable que la desaceleración del crecimiento profundice las privaciones de los pobres realmente existentes". Es más, en muchos PBI "grandes cantidades de personas serán particularmente vulnerables a la volatilidad económica y a las desaceleraciones temporales".

Conforme crezca la intensidad de la crisis, más y más de estas personas perderán sus empleos o sus otras fuentes de ingreso (como esas remesas tan importantes) y serán empujados debajo de la línea de la pobreza, habiendo estado arriba. ¿El resultado?: "Se prevé que la crisis económica incremente la pobreza en 46 millones de personas en 2009". El panorama que presenta el informe del banco al G-20 resulta más oscuro cuando intenta evaluar la capacidad de los PBI para enfrentar las necesidades de todos estos nuevos pobres. Y dado que mucho del ingreso de estos países se deriva de la venta de exportaciones –cuya demanda ha disminuido significativamente (lo que baja los precios)– y debido a que los préstamos e inversiones del extranjero se han ido secando muchísimo, los gobiernos implicados tienen muy poco y preciado dinero para proporcionar servicios de emergencia a sus crecientes legiones de pobres. Las implicaciones son ominosas. "Estando ausente la asistencia [pública], los establecimientos pueden verse forzados a ventas adicionales de activos de los que depende su subsistencia [implementos agrícolas, ganado], a retirar a los niños de las escuelas, a una menor confiabilidad de la atención a la salud, dietas inadecuadas y desnutrición". Las consecuencias de largo plazo de estas acciones desesperadas pueden ser severas: "La caída del nivel nutricional y de salud entre los niños que sufren de un consumo reducido (o la mala calidad de los alimentos) puede ser irreversible". Ya ahora “los cálculos sugieren que la crisis alimentaria ha causado que el número de personas con desnutrición aumente en 44 millones. “Estas estimaciones –un incremento de 46 millones en aquellos que fueron empujados a la pobreza y un aumento de 44 millones más de desnutridos– exceden con mucho cualquier cosa reportada en otras partes. Y deben verse como datos preliminares, que pueden ser recalibrados con base en la duración y la severidad del colapso mundial. Si resultan precisos los pronósticos del banco sobre los impactos probables de la crisis sobre los PBI, estas cifras pueden crecer mucho más.

Se cierne la inseguridad alimentaria

La temporada de cultivo primaveral ha comenzado en muchas áreas del mundo, y los preocupados expertos agrícolas comienzan a calcular las perspectivas de la disponibilidad alimentaria conforme avance el año. Sus preocupaciones están muy bien fundadas: la primavera y verano pasados los aumentos en los precios del petróleo y la escasez localizada de comida condujeron a motines en Camerún, Egipto, Etiopía, Haití, India, Indonesia, Costa de Marfil y Senegal, entre otros países. (El precio de la comida está muy ligado al del crudo, dado que la agricultura moderna se basa en gran medida en productos derivados del petróleo para el cultivo, la cosecha, la entrada a los mercados, los plaguicidas y los fertilizantes artificiales). Desde entonces, los precios de los alimentos bajaron un poco debido a la disminución de los costos del petróleo, pero las existencias tienen también riesgo de contracción debido a la severa sequía en muchas partes del mundo; de ahí la preocupación por la disponibilidad alimentaria en 2009.

La primera valoración de la disponibilidad alimentaria para este año acaba de salir, y el pronóstico no es promisorio. Publicado por la FAO, el primer informe de 2009, titulado Crop prospects and Food Situation [Perspectivas de cosechas y situación de los alimentos] <www.reliefweb.int/rw/rwb.nsf/db900SID/MVDU-7PD4Q8?OpenDocument> proporciona una revisión, región por región, de lo producido a nivel agrícola por todo el mundo. Aunque se espera que algunas áreas tengan cosechas mejores que el promedio, la mayoría no van a tenerlas. La conclusión principal del informe es: "Los primeros indicios apuntan a una reducción global en la producción de cereales en 2009 [relativa a 2008]. Menor cultivo y/o climas adversos hacen probable que la producción del grano baje en casi todo el mundo".

Los hallazgos más significativos del informe han de encontrarse en su revisión de las varias regiones agrícolas, donde dos áreas claves –Asia y Sudamérica– están en riesgo particular debido a la creciente escasez de agua.

En Asia, indica el informe, "se reporta una severa sequía en el norte y el oeste de China, donde se registran niveles de precipitación 70-90 por ciento menores de lo normal". Hay informes de que 9.5 millones de hectáreas de trigo invernal –44 por ciento del área total plantada– están seriamente afectadas en las provincias de Hebei, Shandong, Henan, Shanxi, Anhai, Shaanxi y Gansu. Las perspectivas para el trigo de invierno se consideran mejores en India, pero ahí también la lluvia ha sido escasa en los meses recientes, "y 30 de las 36 subdivisiones meteorológicas reportan lluvias más bajas de lo normal en niveles significativos". Si juntamos esto, parece que la producción de cereales en dos de las naciones más populosas del mundo fueron sustancialmente menores en 2009 que en los años previos. El incremento resultante en las importaciones de granos empujará hacia arriba los precios en el mercado por todo el mundo. Las condiciones son incluso peores en la parte sur de Sudamérica, donde una severa sequía atenaza Argentina y el sur de Brasil. En Argentina, la producción de trigo en la temporada 2008-2009, que está por terminar, fue la más baja en 20 años y virtualmente la mitad del récord de 2007. Esto significa que las exportaciones de trigo argentino –uno de los principales productores del mundo– será 60 por ciento menor que el promedio de los últimos cinco años, lo que reduce dramáticamente las existencias en los mercados mundiales y sube los precios globales todavía más. Se espera que la producción de maíz también decline por toda la porción sur de Sudamérica. "Precipitaciones escasas y erráticas, altas temperaturas y precios relativamente altos en los insumos [muchos derivados de petroquímicos] han demorado las operaciones de cultivo y en algunos casos han impedido las siembra por completo", anota el informe de FAO. Las pérdidas debidas a la sequía están en un rango de entre 40 y 60 por ciento en muchas áreas productoras de Argentina, y se declaró incluso una emergencia agrícola en los departamentos de Chaco, Entre Ríos y Santa Fe. Condiciones similares se reportan en el sur de Brasil, lo que conduce a pronosticar, ahí también, descensos en los cultivos.

En otras áreas claves de producción, las existencias de agua pueden ser adecuadas pero los agricultores no pueden sembrar lo suficiente por falta de semillas, fertilizantes u otros insumos esenciales. Esto es especialmente cierto en los así llamados países de bajos ingresos y déficit en alimentos (PBIDA) –naciones que persistentemente están pobres y hambrientas. Un ejemplo es Zimbabwe, “donde, pese a que las condiciones del clima son satisfactorias, las carencia de semillas de calidad, fertilizantes, agroquímicos y poder de labranza, más los precios incosteables de casi todos los insumos agrícolas… ponen al maíz severas restricciones”.

Otros países que enfrentan severa inseguridad alimentaria, debida a alguna combinación de pobreza, sequía, daños por tormentas o desórdenes internos son Afganistán, la República Centroafricana, Chad, la región de Darfur en Sudán, la República Democrática del Congo, Eritrea, Etiopía, la franja de Gaza, Haití, Irak, Myanmar (Birmania), Corea del Norte, Somalia y Tayikistán. En éstos y otros 17 PBIDA, una proporción significativa de la población enfrenta hambre, desnutrición o inanición persistentes. Es más, esta lista crecerá, conforme los efectos descritos en el informe del Banco Mundial comiencen a hacerse sentir en los meses venideros. Si más personas caen en la pobreza por todo el mundo y conforme suban los precios debido a rendimientos descendentes en las cosechas, es seguro que crecerá el número de aquellos que experimentan inseguridad alimentaria.

Desasosiegos que amenazan regímenes

Conforme estos efectos reverberan por todo el mundo en desarrollo y millones de personas se enfrentan a condiciones más y más inclementes, tiende a crecer el desasosiego político y social en todas sus formas. Tal desasosiego, que implica furibundas protestas por el cierre de fábricas, por los despidos masivos y por las medidas de austeridad de los gobiernos, ya hizo erupción en Europa, Rusia y China y ahora amenaza esparcirse a otras áreas del mundo. Hasta ahora, los desórdenes se han limitado a disturbios urbanos y a algunos incidentes donde se arrojaron piedras, pero es fácil imaginar formas mucho más violentas de conmoción incluso el estallido de alguna rebelión armada o de trifulca entre civiles.

El peligro fue puesto en evidencia por un tercer informe, digno de atención, una evaluación anual de amenazas, <http://intelligence.senate.gov/090212/blair.pdf> que entregó el director de la Inteligencia Nacional, el almirante Dennis C. Blair, al comité selecto del Senado relativo a inteligencia, el 12 de febrero pasado. Aunque mucho del informe de Blair se centra en asuntos conocidos, como las aspiraciones nucleares de Irán y la guerra en Afganistán, le dedica considerable atención a la perspectiva de que surjan disturbios sociales y políticos debido al actual colapso económico. "La principal preocupación a corto plazo de Estados Unidos en cuanto a la seguridad, es la crisis económica global y sus implicaciones geopolíticas", se apunta en el informe. Al rastrear esta preocupación, “el tiempo es quizá nuestra mayor amenaza… y los modelos estadísticos muestran que las crisis económicas incrementan el riesgo de una inestabilidad amenazante a los regímenes si perduran más allá de uno o dos años”.

Por supuesto, la crisis ya duró más de un año en Estados Unidos y parece destinada a persistir mucho más tiempo en los países desarrollados y en las áreas en desarrollo, así que el peligro de la "inestabilidad amenazante para los regímenes" tiene que ser tomada muy en serio. El almirante Blair no proporciona, país por país, una valoración de dónde espera él dicha inestabilidad. Pero sí apunta varias áreas con riesgos particulares, entre ellas África, América Latina y Asia Central. Hablando de esta última, por ejemplo, apunta que Kazajstán, Kirgiztán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán, "con su política altamente personalizada, sus débiles instituciones y sus crecientes desigualdades, están mal equipados para lidiar con los retos planteados por el extremismo islamita violento, por el pobre desarrollo económico y los problemas asociados con la energía, el agua y la distribución de alimentos".

Todos estos países son particularmente vulnerables a la crisis económica global, sobre todo con la caída de las remesas de los migrantes. “Tayikistán y Kirgiztán han dependido mucho de las remesas de los trabajadores migrantes de Rusia y Kazajstán para suplir una porción significativa de su producto interno bruto –casi 45 por ciento en el caso de Tayikistán– y se verán afectados severamente por la crisis financiera. La privación económica acicatea también un incremento en el crimen y la piratería en ciertas áreas”, apunta Blair. Esto es especialmente cierto en África occidental, donde la pobreza y la disminuida capacidad del Estado facilitan el trasiego y embarque de narcóticos de América Latina a Europa. "Los traficantes han logrado cooptar a funcionarios del gobierno y de la procuración de justicia de estos países, lo que mina aún más a los gobiernos débiles y económicamente empobrecidos, que carecen de mecanismos adecuados para impulsar el cumplimiento de la ley y la capacidad judicial", apunta el informe.

Blair señala a Guinea Bissau, que describe como el “Estado africano típicamente narco”. El 3 de marzo, el presidente del país, João Bernardo Vieira, fue asesinado, en lo que algunos observadores consideran una disputa entre intereses rivales en el tráfico de drogas. En un reciente testimonio, Blair vincula el desasosiego político en el mundo en desarrollo con las condiciones económicas globales. Hablando de los recientes disturbios en Pakistán, por ejemplo (ver <www.dni.gov/testimonies/20090225_transcript.pdf>) le dijo el 25 de febrero a un comité de la Cámara de Representantes: "El gobierno está perdiendo autoridad en el norte y en el occidente, e inclusive en las partes más desarrolladas del país, debido a que las penurias económicas crecientes, y las frustraciones por la pobre gobernanza, han dado pie a mayores radicalizaciones". Aunque es quizá muy pronto para especificar dónde ocurrirán episodios de "inestabilidad amenazante a los regímenes" a resultas de la crisis económica, el análisis derivado de los recientes informes del Banco Mundial y de la FAO sugieren que muchas naciones en desarrollo están en riesgo y éste es significativo.

Las naciones más adineradas experimentaron sólo la primera oleada de la crisis económica global. Los efectos de la segunda oleada –que golpeará a las naciones menos desarrolladas– todavía están por sentirse. A juzgar por todos los indicios, las consecuencias de esta segunda oleada pueden sacudir la Tierra mucho más que la primera.

Traducción: Ramón Vera Herrera

Las siete plagas del Perú...

LAS SIETE PLAGAS DEL PERU ...

Así como en Egipto, en nuestra tierra soportamos lacrasque no son atacadas por los diferentes gobiernos. Y, en unos casos, hasta son mantenidas por el aparato estatal


Los diez males con que fue advertido el Faraón se conocen como “Las diez plagas de Egipto” o como "Las siete plagas de Egipto" debido a que -si bien en total fueron diez- a partir de la cuarta fueron padecidas únicamente por los egipcios y no por los israelitas. En nuestros tiempos, hablar de las siete plagas es analizar los aspectos que aquejan nuestra sociedad. Lacras que nos devoran, muchas veces ante la pasividad de quienes deberían afrontarlas. O, a veces, de nosotros mismos. A pesar que las cifras macro hablan de un repunte de nuestra economía y el presidente Alan García anuncia a los cuatro vientos que vivimos en el país de las maravillas, la realidad es otra. Por ello, en esta Semana Santa, bien se puede analizar cuáles son las siete plagas en el Perú…

Las siete plagas capitales en nuestro país se traducen en desempleo, corrupción, pobreza, deficientes servicios de educación y salud; así como discriminación e inseguridad ciudadana. Y si Dios castigó a Egipto, especialistas en estas materias coinciden en señalar que los gobiernos no hacen nada o muy poco por revertir esta situación. Y con ello castigan a todos los peruanos. Aquí, diversos especialistas canalizan para LA PRIMERA estas plagas contra las que debemos luchar.

1.- Corrupción
Carmela Sifuentes, presidente de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), responsabilizó de la corrupción reinante en las distintas instituciones del estado al modelo impuesto por el ex presidente Alberto Fujimori. Mal que se arrastra aún en este régimen. “Este modelo trajo consigo todo una ola de corrupción en cada una de las instituciones y actualmente el gobierno aprista continúa con estas políticas”, señalo Sifuentes. Sobre los casos de corrupción expuestos durante el gobierno aprista, la presidente de la CGTP señaló que existe mucho favoritismo político, nepotismo y burocracia en todas las instancias del Estado. “Es una plaga muy grande y que mata conciencias y personas. Los perjudicados son el pueblo y la clase trabajadora”, finalizó.

2.- Desempleo y violación de derechos laborales
Para Julio Cesar Bazán, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), existe un gran problema de pérdida de puestos de trabajo en el Perú, el cual se agrava con la actual economía primaria exportadora que no permite puestos de trabajo duraderos. “Los sectores más afectados con el desempleo son la minería, los textiles y la agro exportación”, asegura Bazán.

Calificó al desempleo como una plaga endémica ya que este tema tiene raíces históricas por las desigualdades existentes y por la economía peruana. El presidente de la CUT mencionó que ante el creciente desempleo en nuestro país, se incrementa el sub-empleo, por el cual los peruanos realizan actividades que no corresponden a sus profesiones y sus capacidades, con remuneraciones precarias. “Además, con políticas de favoritismo a los capitales extranjeros se despide a miles sin que se respeten los derechos laborales, como son la libertad sindical, la estabilidad laboral, la negociación colectiva, entre otros”.

3.- La mala educación
Para nadie es un secreto que la educación peruana atraviesa una crisis de la cual no tiene cuando salir. Sobre este tema que compromete el futuro de miles de niños, el secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), Hamer Villena, opinó que este es un mal que aqueja al país y cuyo responsable es el Estado peruano, ya que en lugar de incrementarse el presupuesto el sector educación, este se redujo. Para el dirigente del Sutep, otro gran problema que afecta al sector es la deserción escolar, pues -según dijo- los propios informes del ministerio de Educación señalan que en las zonas altoandinas no empieza el año escolar. Sobre la controvertida ley de Carrera Publica Magisterial, Villena Zúñiga aseguró que la norma no traerá los beneficios que dice, pues “es una cortina de humo para esconder la crisis del actual gobierno”

4.- La salud en crisis
Al igual que la educación, el sector salud también atraviesa la peor crisis de la época, según lo aseguró el presidente de la Federación Medica Peruana (FMP), Leoncio Díaz, quien señaló que para este gobierno y los anteriores la salud no es prioridad pues en lugar de verla como una inversión es una carga para las autoridades. “Nuestro sector necesita de un mayor presupuesto para implementar mejor nuestros hospitales, postas y centros de salud e incluir a nueve millones de peruanos que no tienen ningún tipo de atención de salud”, solicitó el galeno. Para Díaz, el anunciado crecimiento económico de nuestro país no se refleja en el sector salud pues “el criterio que manejan es que la salud debe convertirse en una mercancía”.

5.- Pobreza y desigualdad
David Tejada, economista y ex -viceministro de Salud, comentó que pese al crecimiento económico que atravesó el país en los últimos años, la disminución de la pobreza fue muy pequeña, sumado a que desde comienzos del año pasado se registro, el incremento de la inflación con alza de los precios de los alimentos. El especialista refirió que, para este año, se perderá todo lo ganado en años anteriores ante la desaceleración drástica de la economía. “No hay ninguna redistribución del ingreso, por el contrario, hubo una concentración excesiva del ingreso”, aseguró Tejada. Sostuvo que el tema central debe ser reducir la desigualdad entre los peruanos. “Una ínfima minoría mejoró notablemente sus ingresos, mientras que los que perciben sueldos y salarios son los mas afectados con la crisis mundial”, sentenció.

6.- Discriminación
“En el Perú hay personas que son invisibles, por la discriminación. Son despreciados y no tienen o no pueden ejercer sus derechos”, opinó Wilfredo Ardito, responsable del Área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh). Sostuvo que la discriminación es una plaga de división, de maltrato, de abuso a las personas más débiles, pero confía en que, con los años, se vaya superando este tema. “Se ven avances muy importantes en los últimos tres años, entre ellos normas y sanciones a las personas que discriminan, pero aún hay mucho que hacer”, finalizó.

7.- Inseguridad ciudadana
“En los últimos años la inseguridad ha ido creciendo, así como el constante reclamo a las autoridades por parte de la sociedad”, afirmó el especialista en temas de seguridad Carlos Castro, quien agregó que -de mantenerse los niveles crecientes de delincuencia, crimen organizado, narcotráfico y hasta terrorismo- será muy difícil controlar estos problemas si no son puestos en la agenda del gobierno. Castro señaló además que el Estado tiene la obligación de garantizar la seguridad al ciudadano. Para ello se debe tener metas claras de políticas de seguridad y convivencia pacifica, con diseños integrales y donde se articulen las diversas instituciones de seguridad publica.

Dayhana Cam
Redacción
DIARIO LA PRIMERA

¡Llegaron las putiencuestas!

¡Llegaron las putiencuestas!

La putiencuesta de Manolito Saavedra, el hombre de CPI, ya está aquí. También vienen las de la Universidad de Lima, la de las hermanitas Susy y Cucharita Díaz, la del Bartolomé Herrera espectral y la de “La Razón” & Company, que siempre es la más creíble porque se hace sin recursos ni prejuicios ni preguntas.

Manolito Saavedra siempre fue uno de los científicos de la demoscopía que Fujimori llamaba a Palacio y pagaba al contado para que le dijera qué hacer cuando algún periodista incómodo había descubierto una porquería que debía ser tapada con un psicosocial, un milagro de utilería o un carraspeo terrorífico de Martha Chávez.

Gran consultor era Manolito. Yo lo conocí cuando era muy decente y estaba en el negocio de los conteos rápidos a boca de urna, así que fuimos dupla segura en varias elecciones. Y la verdad es que el hombre la achuntaba con frecuencia. En esos tiempos era un hombre modesto que vivía bien gracias a su trabajo.

Lo volví a ver, años después, en la época en que Baruch Ivcher le hacía la vida imposible con una tonelada de juicios. Lo acusaba de trampear con las cifras del rating. Y nunca supe quién tenía la razón en esto de las sintonías y los contoneos.

De lo que sí me di cuenta es de que ya el hombre estaba “trabajado” por el fujimorismo –con todo lo que eso puede implicar-. Esquivaba la mirada, hablaba más bajito que nunca, estaba secuestrado por una sucesión de subjuntivos que lo hacían indescifrable. Y una finísima caspa le veteaba los hombros, como si acabara de bajar de alguna altura alpina.

En ese periodo de su mutación, uno podía preguntarle si no creía que la gente estaba asqueada de tanta mugre nipo-peruana y el hombre te respondía:

“En los sectores A y B podría estar produciéndose, no sé si un rechazo o una especie de darse cuenta de que..., es decir, de percatarse de algunas diferencias entre el discurso del presidente y lo que podría estar haciéndose, pero, como tú sabes, César, esos sectores no son representativos...”

Entonces uno, por fregar, insistía:

-¿Y en el sector C?

-“Bueno, allí, donde tampoco tenemos un gran peso de acuerdo al padrón electoral, podrían estar sucediendo, muy discretamente, algunos cambios que, de mantenerse, y esto es una hipótesis, alterarían en un porcentaje mínimo ciertas cifras...”

El hombre se había convertido en el seguro servidor del sake y en el cortador del sashimi de Fujimori. Hablaba con la voz de un ábaco y uno presentía que tenía un kimono pervertido colgado en el baño.

En todo caso, demostró su sólida conversión al fujimorismo durante el largo vestíbulo de la segunda reelección (ilegal) del sátrapa.

Recuerdo perfectamente las maniobras que Saavedra y Forrado –y a veces Apoyo- hicieron para desalentar a la oposición, para desacreditar los discursos alternativos, para demoler a Andrade, para favorecer al Congreso hediondo y para gritar a los vientos, con sus cifras de contadores de Enron en la mano, que Fujimori era imprescindible, que su régimen tendía a la eternidad por aclamación y que el descontento era un invento del rencor.

¡Si le hubiésemos creído a Saavedra y a su harén de sumas teológicas jamás nos habríamos librado –Baygón en ristre- del fujimorismo ladrón y asesino!

Saavedra no sólo ganaba dinero aconsejando a Fujimori y dándole las encuestas que, a todo costo, le solicitaba Montesinos. Saavedra era también poderoso, íntimo y cercanísimo.

Y cuando hizo su Cepri propia y vendió su patente monopólica de mediciones de sintonía, la fortuna le llegó por fin. Ahora era un hombre encumbrado y con plata.

¡Cómo ha sufrido Manolito todos estos años de casi viudez despensionada!

Por eso es que ayer, más melancólico que nunca, este abanderado del fujimorismo nos regaló con una encuesta hecha –esa fue la fallida intención- para demostrarnos que “la condena a Fujimori es rechazada por el 59 por ciento de limeños”. Así decía el titular colgado en el portal de RPP. Parecía escupido por Carlitos Raffo.

¿Cincuenta y nueve por ciento de limeños rechaza la condena? –me pregunté antes de enterarme de que detrás de los números estaba Saavedra.

De inmediato, claro está, RPP, la radio de Manuel Delgado Parker –que pronto pondrá, en “Mi novela favorita”, “Pantaleón y los visitadores del SIN”- rebotó el regalito con todos los titulares posibles y con todos los Chemas y todos los Raúles reverberando.

Pero como los años a algunos mejoran y a otros les sancochan la azotea, resulta que las cifras de Manolito Saavedra no cuadran. O sea, se cuadran ante el jefazo de siempre pero resultan, como muchas de las de antes -las de los tiempos del cólera-, un verdadero fraude.

Un fraude al que el fujimorismo gregoriano de RPP se ha prestado.

Porque lo cierto es que si uno examina con atención los números de CPI –más allá del sesgo de las preguntas sentimentaloides- encontrará que la verdad es exactamente lo contrario de lo que nos han querido hacer creer.

Veamos. El 36 por ciento de los encuestados está plenamente conforme con la condena. Todavía hay un 4 por ciento que piensa que el veredicto debió ser más contundente. Allí tenemos ya un 40 por ciento.

Luego viene lo bueno. Si uno escarba detrás del curare que Saavedra y RPP le pusieron a los cuadros encuentra que hay un 28 por ciento de limeños que han sido puestos en el rubro del fujimorismo doliente porque han dicho que no están de acuerdo con la magnitud de la condena. No es que consideren a Fujimori inocente. No es que consideren injusto que haya sido sometido a un proceso y condenado. En lo que no están de acuerdo es –Saavedra dixit- en la cantidad de años impuesta. ¿Eso los hace parte de la corte que Saavedra y RPP integran vestidos a lo Pompadour?

No. Y por eso es que hablamos de una auténtica manipulación de resultados. Frente a la pregunta específica de si Fujimori debió ser o no condenado, sólo un 26 por ciento, según los propios números semiencriptados de Saavedra, está por la absolución.

De modo que si sumamos el 36 por ciento de conformes, el 4 por ciento que piensa que debieron ser más años y el 28 por ciento de los que no rechazan una condena pero sí la severidad de la del martes, tenemos que el 68 por ciento de los encuestados han rechazado la idea de la inocencia y la absolución y que sólo un 26 por ciento se ha manifestado por la liberación sin cargos del señor Fujimori.

¿Ven hasta dónde puede llegar el criollismo del trío Los Chemas (Saavedra, Salcedo y Manuel Delgado)?

No importa. Estas majaderías de lloronas que solicitan su montepío era de esperarse. Ahora lo que aguardamos con fervor es la encuesta Benavente-Ilse, financiada por la rabia cuantiosa de quienes prosperaron hasta la grosería gracias a las leyes de la dictadura.

En otro cuadro, Saavedra ha puesto la pica en Flandes (o en Palacio de Gobierno). Dice que un 52 por ciento de encuestados de la capital estaría muy de acuerdo con que Alan García indulte a Fujimori.

Ese era el asunto de fondo. Primero te cuento lo de la injusticia y el clamor gimiente de las masas. Después te invito a que abras la reja. Ojalá que García, que en estos días parece haber recordado que es un Presidente, no caiga en estos cantos de manatí.

César Hildebrandt
Columnista
diario la primera

DATA WEB DE EDUMEDIA TECNOLOGIA EDUCATIVA