¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

05 abril 2013

El imperio del engaño


Desenmascarando a EE.UU. imperial
El imperio del engaño


Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Si se tomaran todas las verdades incómodas omitidas en los medios dominantes durante el medio siglo pasado, se compilaran y se indexaran y se agregase una pizca de sarcasmo desdeñoso, se podría acabar teniendo un libro muy parecido a America’s Deadliest Export: Democracy (La exportación más letal de EE.UU.: la democracia) [Zed Books, 2013] la última obra escrita por el disidente en serie William Blum. Como sus pares mejor conocidos Noam Chomsky, Howard Zinn y Gore Vidal, Blum es un tábano perenne sobre el pellejo imperial, picando la falsedad y puntuando la hipocresía con un celo implacable. En la contracubierta del libro de Blum Rogue State (Estado canalla) –y repetido en el volumen actual– se encuentra el siguiente párrafo, probablemente el mejor que ha plasmado o pueda plasmar en papel:
"Si yo fuera presidente, podría detener los atentados terroristas contra Estados Unidos en unos días. Para siempre. Primero pediría perdón a todas las viudas y huérfanos, a los torturados y empobrecidos y a los muchos millones más de víctimas del imperialismo estadounidense. Entonces anunciaría con toda sinceridad, a todos los rincones del mundo, que las intervenciones globales de los Estados Unidos de América se han terminado e informaría de que Israel ya no es el estado número 51 de EE.UU., sino que de ahora en adelante (por extraño que parezca) es un país extranjero. Reduciría entonces el presupuesto militar al menos en un 90% y usaría la cantidad ahorrada para pagar indemnizaciones a las víctimas y reparar el daño causado por los bombardeos e invasiones de EE.UU. Habría dinero más que suficiente. ¿Sabes a lo que equivale el presupuesto militar de los Estados Unidos? Un año es igual a más de 20.000 dólares por hora por cada hora desde que nació Jesucristo. Esto es lo que haría en mis tres primeros días en la Casa Blanca. Al cuarto me asesinarían".
Es bien sabido que este párrafo fue citado por Osama bin Laden en una de sus homilías al mundo en sus vídeos de 2006. Sobrevino una pequeña tormenta mediática que revoloteó sobre Blum como un drone sobre una aldea en Waziristán. Sin embargo, una vez que se calmó el furor, la conexión de Blum con bin Laden contaminó su reputación como personalidad pública. En la siguiente media docena de años Blum ha recibido poquísimas invitaciones a dar conferencias en las universidades después de haber contado con una agenda regular de actividades en los años anteriores. Casi se puede imaginar al insípidamente correcto administrador universitario, sentado en su oficina de caoba, rechazando sin más la propuesta de invitación a Blum, llamando la atención a ingenuos intercesores estudiantiles para que usen un poco más de discreción en la elección de oradores. Pero son ellos los que salen perdiendo.
La última obra de Blum confirma que su exilio del circuito universitario no ha hecho nada para atenuar su furia. El nuevo libro es una compilación de ensayos y artículos originados desde mediados de los años de Bush hasta 2011 y cubre una vasta gama de temas de política exterior. Blum escribe con irresistible informalidad, un escritor con poco tiempo para los giros habilidosos del poeta o el novelista. Su misión parece demasiado urgente para cualquier cosa que no sea simple honestidad. En contraste con un analista más moderado como Chomsky, Blum golpea con todo. Lanza salva tras salva contra el edificio de la falsificación imperial, una verdadera babel de beligerancia encubierta. Sin embargo, su indignación se aligera mediante saludables dosis de humor, incluyendo un último capítulo que imagina un Estado policial global de extremos cómicos.
Parece que el objetivo central de Blum es denunciar la mitología estadounidense de las buenas intenciones. Declara en la introducción, respecto al público estadounidense: “No importa cuántas veces les mientan, a menudo siguen subestimando la capacidad de engaño del gobierno, aferrándose a la creencia en que de alguna manera sus dirigentes tienen buenas intenciones. Mientras la gente crea que sus dirigentes elegidos son bienintencionados, los dirigentes pueden hacer lo que les dé la gana, y lo hacen. Literalmente”.
Basándose en esa premisa, Blum establece rápidamente el objetivo central de la política exterior de EE.UU.: la dominación mundial. El concepto, descrito de esta manera tan pocas veces –incluso en la izquierda– podrá sonar como sacado de una novela de Bond, una siniestra conspiración de SPECTRE, tramada en algún centro de comando submarino. Pero cuando Blum comienza a presentar el fundamento de su afirmación, lo ostensiblemente ficticio comienza a parecer real. Afirma que las fuerzas armadas de EE.UU. son la vanguardia de las empresas estadounidenses, empecinadas en lograr la globalización corporativa por cualquier medio a su disposición, incluidos el terror estatal, el saboteo de las elecciones, bombardeos, asesinatos, apoyo a autócratas asesinos en masa y una represión general de los movimientos populistas. De hecho, cualquier medio que pueda vencer la amenaza de la democracia económica, un modelo que innecesariamente gravaría y estorbaría los esfuerzos de las corporaciones para mejorar el resultado final de sus balances.
Nuestra visión bipolar del mundo
A continuación Blum nos conduce por una letanía de temas de política exterior, dejando a un lado la fachada de doble moral y subterfugio oficial y revelando la verdadera cara de la política exterior de EE.UU., que casi nunca es una realidad hermosa, admirable o defendible. Al leer los casos emerge una polaridad inquietante. Por una parte, el Noble Estadounidense, cuyas misiones civilizadoras en el extranjero son siempre intervenciones necesarias, condicionadas por un deseo de ennoblecer a pueblos ignorantes. Por la otra, el Terrorista, un bárbaro horrorosamente salvaje que pone el grito en el cielo con ira fundamentalista ante las libertades disolutas e infieles de Occidente. El Terrorista reduciría a polvo el hemisferio occidental si tuviera ocasión de hacerlo. De ahí las posiciones avanzadas de nuestros militares, solo una medida defensiva contra un enemigo con quien las negociaciones son una pérdida de tiempo.
Según la ortodoxia, la política exterior de EE.UU., en el mejor de los casos, es una fuerza casi mesiánica para el bien global, y en el peor es capaz de cometer errores disparatados que malinterpretan el carácter cultural del mundo en desarrollo. Nótese aquí que casi se excluye la capacidad de una conducta inmoral. Equivocada, sí. inmoral nunca. Piensen en la tan citada afirmación de Barack Obama de que la guerra de Irak fue una guerra “errónea”, una guerra “estúpida” y mal dirigida. Ni una sola vez en su campaña de 2008 o antes nuestro futuro presidente llegó a insinuar que la guerra de Irak fue profundamente inmoral. Si no lo fue, resulta que ninguno de los responsables de la guerra debería ser enjuiciado por crímenes de guerra. De ahí la rápida decisión de Obama de “mirar hacia adelante” y permitir que los criminales como George Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld se paseen tranquilamente hacia los libros de historia. De la misma manera resulta que las violaciones de nuestras libertades civiles se pueden llevar a cabo con la conciencia limpia, ya que el gobierno solo quiere proteger a su ciudadanía. Lo que esta perspectiva requiere del ciudadano promedio es una generosa fe infantil, una noción crecientemente risible en la era de Wikileaks.
En la lejana polaridad del espectro moral se encuentra el terrorista. Los que nos molestan –marxistas redistributivos, partidarios de la reforma agraria, socialistas favorables al gran gobierno, antitotalitarios– son desdeñosamente calificados de terroristas por nuestro gobierno, gracias al mágico eufemismo de “apoyo material”. Basta con agregar una fuerte dosis de intimidación y se logra el consenso general. Por lo tanto, tu combatiente por la libertad se convierte en mi insurgente. Mi resistencia indígena se convierte en tu ejército maoísta. Se presenta al terrorista como un degenerado moral, imposible de comprender porque es fundamentalmente depravado, a diferencia de nosotros. Como ilustra la retórica estatal, los terroristas siempre atacan primero. La historia comienza con un coche bomba y termina con una intervención humanitaria.
Blum denuncia esta interpretación pervertida de la historia en un escenario tras otro: Irak e Irán; la Casa Blanca de Bush; la satanización de Wikileaks; las catástrofes de la antigua Yugoslavia; el bombardeo de Libia y el apoyo al terror estatal en Latinoamérica. En un capítulo sobre la Guerra Fría, Blum revisa lo que posiblemente sea la fábula más útil del Siglo XX al hacer la sorprendente afirmación de que la Guerra Fría no fue una batalla secreta entre capitalismo y comunismo, sino más bien un esfuerzo estadounidense para aplastar el populismo en el Tercer Mundo. Hasta el establishment ha admitido a veces esta afirmación. Nada menos que el influyente politólogo de Harvard Samuel Huntington dijo en una conversación privada grabada en 1981: “Hay que promover la intervención u otra acción militar de tal manera que se cree la impresión errónea de que se está combatiendo contra la Unión Soviética. Es lo que EE.UU. ha estado haciendo desde la doctrina Truman”.
Ilusiones necesarias
Hay numerosas incursiones en áreas relacionadas, incluyendo la ideología social, la defensa del entorno, las contradicciones del capitalismo, la efectividad del gobierno, la religión, el disenso, la tendencia de los medios dominantes hacia el engaño por omisión. Al capítulo sobre los medios le sigue astutamente un desmonte de Barack Obama, a quien Blum despoja de su fachada de relaciones públicas como reformador progresista. Muestra al presidente como un belicista retóricamente vacío, aliado del gran dinero e imperialista comprometido. Para subrayar el poder de la retórica para ocultar no solo la venalidad sino la fechoría, Blum termina el capítulo con un sorprendente pasaje de un discurso de Adolf Hitler en 1935, que suena como un coro de perogrulladas pacifistas y un internacionalismo que podría haber sido expresado por cualquier elegido neoliberal en cualquier economía desarrollada. Entre otras declaraciones de un perfecto pragmatismo liberal, Hitler dice:
Puede que nuestro amor a la paz sea más grande que en el caso de otros, porque hemos sufrido más debido a la guerra. El Reich alemán… no tiene otro deseo que vivir en términos de paz y amistad con todos los Estados vecinos. Alemania no tiene nada que ganar en una guerra europea. Lo que queremos es libertad e independencia.
Blum es una muestra perfecta de franqueza cuando se enfrenta a patriotas rabiosos y nacionalistas reflexivos. Cuando alguien le pregunta si ama a EE.UU., responde a secas: “No, no amo a ningún país. Soy un ciudadano del mundo. Amo ciertos principios, como los derechos humanos, las libertades civiles, una democracia significativa, una economía que ponga a la gente por delante de los beneficios”. Esta honestidad característica y escueta se refleja en todo el libro. Página tras página, Blum traduce las complejidades de la doble moral al lenguaje del hombre de la calle, desempacando los objetivos malévolos del militarismo estadounidense.
Flanqueando al Gran Hermano
Como en el caso de muchos escritos y polémicas de la izquierda, hay un capítulo final en el que pierde gran parte de la fuerza y el impulso del texto precedente y finalmente expresa la gran pregunta “¿Entonces, qué hacemos al respecto?”. Por suerte, las respuestas de Blum son tan simples y sensatas como el resto de su trabajo. Para el autor, la condición sine qua non de cualquier cambio político real es obvia: eliminar el dinero de la política. Para convocar el tipo de presión política requerida para imponer un semejante cambio sistémico: Necesitamos una población educada. Blum señala que lo mejor que podemos hacer es educarnos en el proyecto imperial. Al desenmascarar los engaños sutiles y no tan sutiles de los medios aprobados por el Estado podemos informarnos, y a otros, hasta que alcancemos una masa crítica de disenso, momento en el cual se puede efectuar el cambio.
En uno de los últimos capítulos sobre la resistencia, Blum ofrece un poco de esperanza proveniente de un informe del Defense Science Board, un organismo federal creado para dar consejo independiente al Secretario de Defensa. En 2004, el grupo criticó la teoría de las actitudes musulmanas globales hacia EE.UU. Después de desacreditar el mito del odio irracional de Medio Oriente contra las libertades estadounidenses, el informe llegó a la siguiente conclusión lapidaria: “Ninguna campaña de relaciones públicas puede salvar a EE.UU. de políticas erróneas”.
Podrá ser válido en el extranjero, pero habría que estar dormido para no ver la efectividad de las relaciones públicas sobre la opinión pública de EE.UU. Nuestro presidente es un presidente de las relaciones públicas, cuya mano invisible higieniza nuestra realidad de su carácter sanguinario. Somos seducidos por las perogrulladas tranquilizadoras de medios aprobados por el Estado, colocar primero a la gente, conservadurismo compasivo, cambio en el que podemos creer, Camelot, una ciudad resplandeciente sobre una montaña, mañana en EE.UU. Gustave Le Bon, pionero de la psicología de masas, señaló una vez que las masas son especialmente susceptibles a fantasías reconfortantes y que “Quienquiera que pueda suministrar ilusiones es fácilmente su amo; quienquiera que trate de destruir sus ilusiones será siempre su víctima”.
Blum cita un trabajo destructor de ilusiones de la contracultura de los años sesenta, sobre todo al activista y músico Gil Scott-Heron, cuya canción The Revolution Will Not Be Televised [La Revolución no será televisada] advierte a EE.UU. de que viene una revolución. Scott-Heron canta que la gente, en la paráfrasis de Blum, “Ya no podrá vivir su vida diaria normal” y –de un modo más incisivo– que “no debería querer vivir su vida diaria normal”. Pero en el actual clima social tranquilizado, esta última línea suena al mismo tiempo terriblemente relevante y tristemente ingenua. ¿Cuántos de nosotros simplemente queremos dejar el trabajo, descansar en nuestro sofá cerca de suficientes sedativos alcohólicos, narcóticos televisuales que decoran la sala de estar y caer en un estado de alivio irreflexivo? Las comodidades podrían ser el opio del pueblo de EE.UU. La ruptura de esa burbuja de banalidades, a través de la expansión de los instrumentos de información, parece un camino viable hacia adelante.
Y mientras los profetas solitarios como Blum siguen al pie del cañón, un puñado de verdades excavadas puede amenazar con hundir la narrativa cuidadosamente construida del imperio. Una nota de injusticia puede sonar en el pensamiento de un gerente medio insípidamente aquiescente o de un trabajador de mantenimiento con los labios sellados. Mao Zedong dijo una vez: “Una sola chispa puede incendiar la pradera”. Sin esa trémula esperanza, el hecho de que la premisa central de intención maligna se haya confirmado tan a menudo sirve de poco consuelo. Una Casandra absuelta es poco más que una salva para el ego del tábano. Pero en vista del daño a la democracia y a sus perspectivas aquí y en el extranjero, ¿quién puede decir con seguridad que esta no es su lucha?
Jason Hirthler es escritor, estratega y un veterano de 15 años en la industria de las comunicaciones corporativas. Vive y trabaja en la Ciudad de Nueva York. Contacto: jasonhirthler@gmail.com .

01 abril 2013

OTRO LADRON DE SIETE SUELAS Y PARASITO DE LA SANGRE DEL PUEBLO AHORA ES ELEGIDO POR LA CAMARILLA DE PATRIA ROJA COMO DIRIGENTE DEL CEN SUTEP

HANMER VILLENA, FRACASADO DIRIGENTE AL SERVICIO DEL GOBIERNO, ES ELEGIDO SEC. GRAL. DEL SUTEP.

 "Vamos  a  eliminar  a  sendero luminoso  del magisterio"  dijo  Hanmer  Villena  al  juramentar   como  nuevo  Secretario  General  del  SUTEP - PATRIA  ROJA,   tras  ser  electo  por  no más   de  cien personas.  Para  este  mal  padre que  ha  abandonado  a  su  hija  incumpliendo  con  el pago  de  sus pensiones alimenticias   y  que  ha  sido  inscrito  en  el  Registro  de  Morosos  Alimenticios  del  Poder Judicial,  el  senderismo  es  el problema  fundamental  en  el magisterio, más  no  el  progresivo  empobrecimiento  y  atropello  de  sus  elementales derechos laborales.  Desde  su  cómodo  sillon  burocrático,  electo por  su  argolla partidaria  sin  participación  de miles de maestros  y  maestras  del país,  Villena  desnudó  su  mediocridad  poniendo  a  buen recaudo  a la  derecha neoliberal  que  con  sus politicas  hambreadoras  y  antilaborales  ha  venido  agrediendo al  magisterio  en los  ultimos  veinte  años  congelando  sus  remuneraciones  tras  eliminar  la  estabilidad laboral,  entro  otros  derechos  económicos  sociales  al promulgar  la  Ley  29944. 
 
Con  sus  palabras  no le  hace  ningun  daño  al senderismo;  por  el  contrario,  como  perrito  faldero   se pone  al  servicio  del  régimen  al  que  seguramente  servirá  dividiendo  al magisterio entre  "senderistas"  y  "institucionalistas"  como  si la contradicción principal  fuera  ese  entre los  maestros  y  de  esa  forma  capitalizar  el reconocimiento oficial  proveniente  de  uno de  los  regímenes  más  abusivos,  el  de  Ollanta  Humala,  que  ha  traicionado  al  magisterio  y  al pueblo peruano  en  general  para  consolidar  el  modelo neoliberal  en  el país. 
 
Para  el magisterio  peruano  un  "dirigente"  electo  en  congresos  superpartidarizados por Patria  Roja   no  tiene  ninguna relevancia,  es mas  traición  y colaboracionismo  para  seguir  controlando  la  Derrama  Magisterial.   Hace  rato que  Patria  Roja  no  existe  en  el  sindicalismo clasista,  en la  ultima  huelga  fueron rebasados  por las  bases  y  se  sostienen  ahora  con  el  beneplácito  de  los  últimos  gobiernos.

Reneé Ramírez (de patria roja) se lanza como candidato a Yurimaguas

OTRO LADRON DE SIETE SUELAS, PARASITO VIVIDOR DE LA SANGRE DEL PUEBLO.

La gente de patria roja continúa por el mismo camino: cuando no están traicionando los intereses de las masas están buscando postular al congreso o los municipios. 
Su llegada a Yurimaguas será entre el martes y miércoles y su compromiso como hijo yurimagüino será luchar por el desarrollo de Alto Amazonas.

Luego de dos años de gestión, el ex secretario nacional del SUTEP, Reneé Ramírez Puerta, regresa a su tierra natal para emprender su campaña política en las próximas elecciones municipales.

En entrevista a “Pro & Contra”, Ramírez Puerta, contó que concluyó su periodo con el magisterio satisfactoriamente, tuvo el respaldo de las bases y el reconocimiento de sus colegas maestros por las luchas y los derechos obtenidos y se siente muy fortalecido por este apoyo, ahora inicia una nueva etapa de su vida, una experiencia en un nuevo proyecto, iniciar su campaña como candidato a la alcaldía provincial, es un reto muy difícil, pero nada imposible porque conoce de la realidad que vive su pueblo y la población quiere cambios y nuevos rostros.

El ex dirigente nacional del SUTEP, dijo además que formó un nuevo movimiento político regional, que se llama Movimiento de Afirmación Social (MAS) que trabajará con Pueblo Unido y durante tres meses realizarán una organización de bases en diferentes lugares de la provincia de Alto Amazonas y para ello se desplazará personalmente a estos lugares

Fuente:

Perú al Día

el vuelo del cóndor y las ideas revolucionarias



Caracas. La batalla de las ideas adquiere una importancia decisiva frente al asalto del gran capital contra las conquistas históricas de los pueblos y las condiciones de reproducción de la vida en el planeta. En América Latina y el Caribe se refleja muy nítidamente pues como en ninguna otra parte del mundo en el siglo 21, las luchas sociales hicieron surgir un bloque de líderes y gobiernos que en distintos grados se oponen al neoliberalismo y han hecho revivir el pospuesto ideal bolivariano y martiano de unidad latinocaribeña. Estos acontecimientos, catalizados luego de la irrupción de Hugo Chávez en la palestra política(1992), han posicionado a nuestra región como un interlocutor internacional crecientemente autónomo e influyente. También han elevado la conciencia política popular de un modo en que el capital cada vez puede ejercer menos la dominación cultural por los medios tradicionales, como se observa diáfanamente en Venezuela.
Aquí, el impacto en los revolucionarios de la desaparición física del jefe histórico de la Revolución ha hecho rodar por tierra los pronósticos de la mafia mediática. Lejos de cundir el desaliento y la división, se ha reforzado la unidad y combatividad del chavismo, que se dirige a conquistar para su candidato Nicolás Maduro una rotunda victoria en la elección presidencial del 14 de abril. Al imperio no le queda más recurso que la desestabilización. Así se analizó en el X Encuentro de Intelectuales, Artistas y Luchadores Sociales En Defensa de la Humanidad que el 25 y 26 de marzo debatió en esta capital el pensamiento y la acción de Chávez
En este contexto cobra gran actualidad Cuba: ¿revolución o reforma? (La Habana, 2012), libro del ensayista y periodista cubano Enrique Ubieta, ya que aunque su eje es el debate cultural en torno a la Revolución cubana, la argumentación empleada trasciende los límites de la isla. La cultura contrarrevolucionaria –dice el autor- sólo puede entenderse desde un enfoque global”.
Ubieta desnuda y demuele los estereotipos neoconservadores y “posmodernos”, mostrando fehacientemente la enorme pobreza intelectual, moral y espiritual que albergan. A partir de una discusión exhaustiva de las aseveraciones del pensamiento contrarrevolucionario cubano e internacional, el autor desmonta sus trampas, eufemismos y emboscadas semánticas y retóricas. Como explica en las “Palabras iniciales”, no es un libro para objetar a personas concretas; la polémica sigue el hilo conductor de la propuesta cultural que intenta restaurar el capitalismo en Cuba, y los argumentos de sus principales exponentes.
En la primera sección del volumen, “El vuelo del Cóndor: revolucionarios versus reformistas”, Ubieta aborda un tema decisivo para comprender la tradición revolucionaria cubana: la coincidencia entre lo necesario y lo útil. Nos explica que el primer acto útil en pos de la independencia fue inevitablemente de justicia: la liberación de los esclavos.En las condiciones de Cuba, si se quería alcanzar la independencia había que movilizar al grueso de la población tras ese objetivo, que a su vez exigía la abolición de la esclavitud.
Las necesidades vitales de la población sólo podían ser alcanzadas desde presupuestos éticos, sentencia el autor, un principio que se ha mantenido invariablemente a lo largo de la historia cubana. Allí reside un antagonismo de primer orden con el pensamiento de derecha nacional, particularmente con la versión actual, más pragmática y cínica que sus antecesoras, enarbolada por la contrarrevolución en los textos de autores como Rafael Rojas y Carlos Alberto Montaner, por mencionar dos de los más conocidos.
Ubieta argumenta cómo el apego de los ideólogos contrarrevolucionarios al deber ser teleológico se contrapone al martiano poder ser, la “utilidad de la virtud”, que no reduce la verdad a lo meramente visible. Este es el “vuelo del cóndor”, que pide sacrificio, pero es indispensable al interés de la patria. Lo otro es insectear , vocablo creado por Martí para calificar al culto positivista por los meros datos ausentes de alma y horizonte. Insectear conduce inevitablemente a la subordinación a Estados Unidos pues si se analiza desde el racionalismo frío ¿cómo podría el pueblo cubano sostener la independencia frente a un poder tan formidable?
El nuevo libro de Ubieta llega en buen momento, cuando nuestros pueblos quieren volar como el cóndor y las oligarquías se empecinan en hacerlo como insectos.
Twitter: aguerraguerra
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

27 marzo 2013

MAESTROS DIGNOS, EJEMPLO DE LUCHA

Los maestros de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, salvando la dignidad de México


1. De que los maestros de Primarias, Preescolar, Secundarias de la Coordinadora (CNTE), con sus luchas salvan la dignidad del país, es indiscutible. La lucha de los maestros de México en la defensa de sus derechos y de la educación pública, gratuita, laica y popular, causa mucho coraje en el gobierno represivo y en los empresarios explotadores. Los medios de información (TV, radio, prensa), así como lo políticos de derecha –cuyo objetivo esencial es la mayor privatización educativa y más grande control- no han descansado en sus campañas contra las luchas de los profesores. En los últimos meses, los triunfos de luchas magisteriales en Michoacán, Oaxaca y Guerrero, han provocado nuevas campañas en los medios de información contra los maestros; pero olvidan que los habitantes de los pueblos apoyan a los profesores. 2. Se ha escrito que el Sindicato (SNTE) de maestros es el más grande de Latinoamérica pues cuenta –según últimos datos- con un millón 700 mil asociados, quizá unos 300 mil de ellos son trabajadores administrativos, técnicos y manuales. No pertenecen a él los profesores universitarios, aunque sí lo normalistas y politécnicos. Por ello se ha declarado que sólo en cuotas sindicales el SNTE recibe unos 200 millones de pesos al mes; pero los medios de información –en su intensa campaña de desprestigio contra los maestros- buscan desprestigiarlos a partir de la corrupción que se registra entre los dirigentes y comisionados del SNTE, así como de las luchas justas de la CNTE que lleva 33 años batallando en la oposición. Es cada vez más claro, con su comportamiento, que el objetivo de gobierno y empresarios es privatizar todo la educación.
3. La revolución mexicana (1910-17) y la Constitución de 1917 le dieron al sistema educativo mexicano un carácter público, gratuito, laico y popular. Se aceptó un pequeño porcentaje de educación privada (¿10 por ciento?) para que los sectores reaccionarios pudieran educar a sus hijitos. Sin embargo este sector comenzó a crecer violando todos los reglamentos educativos; pero sólo alcanzó un alto crecimiento a partir de 1982 cuando el neoliberalismo se impuso en el país con el gobierno de Dela Madrid-Salinas. Se frenó la inversión pública en educación para abrirle paso a la educación privada (hoy 45 por ciento) Si antes los funcionarios en un 80 por ciento estudiaron en escuelas públicas, hoy más el 90 por ciento tienen origen de escuelas privadas. La educación pública se ha abandonado y la escuela privada ha recibido todos los apoyos.
4. Por ello la campaña de los medios de información es muy intensa contra la educación pública, en particular contra los maestros. Conocido el gran potencial del Sindicato de maestros, el PRI siempre se aprovechó de su gran fuerza para atraer a todos sus líderes. Desde los años veinte ningún congreso de diputados ha dejado de tener maestros en su seno. Sus secretarios generales (Robles Martínez, Jongitud Barrios, Ester Gordillo) no dejaron de ocupar cargos importantísimos dentro del PRI, el ISSSTE y demás secretarías. ¿Puede olvidarse que también otros “líderes obreros” desde los veinte, como Morones, Nava, Velázquez y otros más, ocuparon altos cargos gubernamentales y que incluso, por ello, llegó a pensar que México era socialista? Aunque se consideré al normalismo una profesión de segunda, los maestros han jugado una gran historia en el país.
5. Ningún sector de trabajadores es tan o más batallador y consciente de sus derechos que los maestros. Hemos vivido en México luchas campesinas; de obreros (ferrocarrileros, electricistas, mineros, petroleros); de estudiantes, indígenas y burócratas, pero ningún sector ha sido tan persistente o constante y ha vivido tantas décadas luchando en defensa de sus derechos y de la educación nacional. Podría demostrarse que desde hace un siglo, desde el triunfo la revolución Maderista en 1911, los maestros aparecen en la escena política como dirigentes, asesores, redactores de proclamas. ¿Por qué han destacado tanto en la historia? Porque su trabajo ha sido la enseñanza, porque ha estado identificados con los niños y padres de familia, porque se han sentido –sobre todo las maestros rurales- como parte del pueblo. ¿No fue un maestro el redactor del Plan de Ayala zapatista?
6. Los tecnólogos creen que ser maestro es ser un simple recitador de programas de clase, un simple repetidor de lo que enseñan en las normales. Piensan que con presentar un examen de conocimientos puede escogerse quienes son los buenos y los malos. Olvidan las experiencias, las vocaciones y las causas que hicieron escoger esta carrera. Desde el primer día de clases hasta el último el maestro se enfrenta a niños, a seres humanos que lo van reeducando; quizá aprehende más el maestro que el alumno y su aprendizaje no es libresco o escolar sino de la vida cotidiana que no se puede expresar en un examen de conocimientos. La vida cotidiana de los maestros, sobre todos los rurales, es otra cosa. ¿No sería mejor acaso despedir a las decenas de miles de maestros comisionados por el Sindicato y por el PRI para hacer política electorera a favor de candidatos indeseables?
7. La acusación permanente de gobierno y empresarios contra los maestros es que, por sus luchas permanentes, dejan durante días, semanas y meses a millones de niños sin clases; pero siempre tienen el cuidado en silenciar que ellos (empresarios y gobiernos) son los destructores de la educación, los que mantienen a un 70 por ciento de la población en condiciones de desempleo y pobreza. Las batallas de la Coordinadora (CNTE) que llevan varias décadas son absolutamente justas. Es urgente apoyar a los oaxaqueños, guerrerenses y michoacanos que en los últimos meses nos han demostrado cómo se debe luchar. Espero que los maestros de la “mayoría silenciosa” despierten y se sacudan de esa ideología capitalista que durante muchas décadas los ha mantenido secuestrados, en silencio como si fueran cadáveres insepultos.
Blog del autor: http://pedroecheverriav.wordpress.com
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Los hijos de la "pobreza crónica"

Correspondencia de Prensa

Niños y adolescentes que viven en "hogares clasificadores de residuos" están en "riesgo sanitario". El 50% consume la comida recolectada de la basura.
La sociedad (casi sin distinción de banderas políticas o clases sociales), los llama "hurgadores". Es el nombre del estigma. En la basura encuentran lo que el negocio del "reciclaje" demanda; procuran su comida diaria entre las sobras de alimentos que otros tiran. Recorren las calles, día y noche. A pie, en carros tirados por caballos, a veces en bicicleta. Viven en asentamientos y barrios donde manda la pobreza extrema. Si bien los "clasificadores registrados" suman 5.500, se sabe que superan los 15.000 en todo el país. Sus familias están integradas, mayoritariamente, por personas jóvenes. El 40% tiene menos de 18 años, y el 35 % menos de 14 años. Es el trabajo infantil y adolescente que "clasifica residuos". Son los hijos de una "pobreza crónica" que continúa agrediéndolos. . Los últimos datos son aplastantes. El 30% de los niños y adolescentes que viven en "hogares de clasificadores de residuos" en Montevideo, presentan "problemas de rezago educativo"; 45% de ellos habita en viviendas sin acceso a agua potable; 65% no tiene saneamiento; 61,3% tiene el "baño incompleto". Casi 7 de cada diez viven en hogares donde se "clasifica" en la casa, lo que agrava los "riesgos sanitarios".

Estas son algunas de las conclusiones del documento "Niños, niñas y adolescentes en hogares clasificadores de residuos de Montevideo" (1) que fue presentado el jueves 21 de marzo, y elaborado en el marco de la Iniciativa Pobreza y Medio Ambiente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El documento es simultáneo al estudio sobre "la dimensión ambiental de la pobreza urbana" realizado por el programa de Naciones Unidas. (Ver Correspondencia de Prensa, 23-3-2013)

Uno de los aspectos que se investigó fue que comida consumen los niños y adolescentes de estas familias. En ese sentido, se observó que alrededor del 50% de los niños entre 0 y 4 años reside en hogares donde "consumen la comida recolectada". Es decir, la encontrada en un conteiner callejero, en un basural o no se sabe dónde. Además, 10% de los consultados declaró no cocinar lo alimentos recolectados. Esto, dice el informe, "constituye un importante riesgo sanitario".

El informe da cuenta que los niños y adolescentes de "hogares de clasificadores" se encuentran "expuestos" a importantes riesgos para la salud, porque residen en viviendas con problemas de humedad, ventilación, inundación, ubicados en terrenos con presencia de contaminantes y cercanos a lugares tóxicos. Alrededor de la mitad de los niños de entre 0 y 4 años reside en viviendas que carecen de agua potable y seis de cada diez en casas sin baño o con baño sin cisterna y sin saneamiento, "factores que afectan directamente la salud y aumentan la probabilidad de contraer enfermedades como diarrea".

Un porcentaje importante de niños y adolescentes de las zonas estudiadas "vive a menos de 500 metros de lugares tóxicos", siendo los de mayor prevalencia los basurales y lugares de quema de basura. Esto es "esperable" -señala el documento-, pues los "hogares clasificadores de residuos" tienden a asentarse en las cercanías de vertederos y basurales, "generando situaciones de alto riesgo sanitario". En el terreno donde se encuentra la vivienda se detecta la presencia de contaminantes y metales, lo cual "afecta directamente la salud de los integrantes del hogar", principalmente los que se encuentran en mayor contacto con el predio, niños y niñas entre 0 y 5 años. De igual manera, se observó que un porcentaje importante de niños y adolescentes se ubica en terrenos de quema de cables (tarea que se realiza para extraer el cobre que luego es vendido al peso), canteras de rellenos y presencia de otros contaminantes.

Por otra parte, la realidad indica que son muchos "los que clasifican basura dentro de sus propias casas, donde incluso viven con animales". Así, los niños se encuentran en contacto con la basura y se incorporan a la actividad del reciclaje a edades muy tempranas, inicialmente en contacto indirecto o como forma de colaborar con el hogar.

El documento advierte que la gran mayoría de niños y adolescentes pertenecientes a "hogares clasificadores" se encuentra afectada por el tipo de miseria de más difícil reversión: la "pobreza crónica", producto de generaciones que no han conocido otro modo de ganarse la vida. Más del 70% de los menores de 14 años de "hogares clasificadores" se encuentra en situación de "pobreza crónica" y en "una situación de alta vulnerabilidad". El documento del PNUD habla de personas que "no conocen otro modo de vida", que comienzan a trabajar junto con sus padres, como éstos lo hicieron en su momento junto con sus abuelos. Además, "factores habitacionales y ambientales inciden en la condición de pobreza y favorecen su transmisión inter-generacional".

En cuanto al trabajo infantil y adolescente, las dos investigaciones coinciden: el 25% de los menores de 14 años realiza tareas de recolección de basura y esa cifra sube al 33,3% en el caso de los mayores de esa edad.

Nota

1) El estudio que fue elaborado con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Vivienda, y la embajada de España, se basó en un universo de 1.121 hogares ubicados en las zonas más pobres de Montevideo.
 
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165868

Los Pueblos dicen: ¡Ya no confiamos en su Estado!

Los Pueblos dicen: ¡Ya no confiamos en su Estado!


“Su justicia es falsa”: Esa fue la voz más alta de la Conferencia de Prensa realizada el 15 de marzo con líderes de los pueblos Ixil, Q’anjob’al, Chuj, Akateko, K’iche’, Mam, Kaqchikel, Q’eqchi’, Ch’orti’, Poqomchi’, Achi’, Xinka y Mestizo. La justicia es falsa, dijeron, porque en lugar de usar la Constitución para proteger los derechos de los pueblos indígenas, la usan para tutelar negocios privados. Los líderes indígenas presentaron como pruebas de su indignación varias resoluciones judiciales que coinciden en mostrar una práctica común e impune: racismo y desprecio a la vida de los pueblos indígenas. Una denuncia de gran importancia, incluso para debatir a fondo el estado de la doctrina constitucional guatemalteca, es que la Corte de Constitucionalidad negó el recurso de inconstitucionalidad total de la ley de minería considerando que NO viola los derechos de los pueblos indígenas. Esta vez no aceptó que, al ser aprobada en 1997 estando en plena vigencia el Convenio 169 de la OIT, la ley minera debió adecuar su normativa al cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas. Pero la CC dijo que no, que esa ley está bien tal como está, casi perfecta.
Otra denuncia de falsedad de justicia son los fallos de la Corte Suprema y de la Corte de Constitucionalidad a favor de empresas extranjeras que están penetrando en el territorio Maya Ixil. La empresa Enel de Italia fue protegida sin escuchar la inconformidad del Pueblo Ixil, ni las protestas por coacción, amenazas y persecución para aceptar el contrato con la trasnacional italiana. También se denunció que e n Lanquín, Alta Verapaz, la Corte de Constitucionalidad otorgó amparo a favor del Pueblo Q’eq’chi’, pero que no anuló la licencia de la construcción de la hidroeléctrica Xacbal, por lo que la empresa Entre Ríos S.A. sigue haciendo lo mismo. Otra prueba de falsedad fue puesta por las Autoridades de los 48 Cantones de Totonicapán, quienes dijeron que es otra burla de la justicia y un acto de impunidad el que los tribunales decidan no juzgar a los autores intelectuales de la masacre del 4 de octubre del 2012. Y se dijo, además, que la protección de la Corte de Constitucionalidad a la reforma del magisterio niega y destruye los idiomas indígenas y la formación de maestros indígenas.
En la Conferencia de Prensa, estando allí como testigo de honor de 28 comunidades del Pueblo Ixil, monseñor Álvaro Ramazzini afirmó con razón que están a la vista abusos que no pueden dejar de abordarse y tener un impacto en la Organización Internacional de Trabajo (OIT). La CC no sólo le dio la espalda a la demanda del Pueblo Ixil, sino el mismo presidente de la República, Otto Pérez Molina, desairó la confianza que pusieron en el diálogo las autoridades ancestrales de San Juan Cotzal, Nebaj y Chajul, mientras decidió respaldar la suspensión unilateral de las negociaciones, avalando un papel firmado sólo por el Alcalde de San Juan Cotzal, sin consentimiento expreso y previo de las comunidades, para imponer que Enel controle el río Cotzal por 20 años, se apropie del 100% de la venta de electricidad y entregue tan sólo 2 millones de quetzales al año a la Municipalidad en calidad de beneficios. Al presidente de la República la llegada de Enel le parece un acto histórico de consenso y democracia y lo dice para la región Ixil, donde se cometieron 114 masacres, y donde también asegura que nunca hubo genocidio.
Esta demasiado claro que todo el régimen político (el ejecutivo, el legislativo y el judicial), se niega a hacer un análisis profundo del estado de los derechos de los pueblos indígenas en Guatemala. ¿Cuándo se aceptará que existe violación específica a los derechos indígenas? Todas las redes del sistema político guatemalteco confabulan cada día para no ver a los “indios”. Los medios de comunicación y los voceros del racismo hacen parecer como algo normal que el derecho indígena se interprete como si fuera una rama jurídica alejada de las demás, sin vínculos con la articulación política de la nación en su conjunto. Ni siquiera se reconoce la costumbre como fuente de derecho. A la CC le importa un comino la costumbre indígena de llamar a la puesta en común.
Ayer lo hicieron para robar sus tierras y obligarlos a punta de fusil para trabajar gratis en sus fincas. Hoy se modernizan alardeando que se respetan los derechos indígenas con programitas de salud y nutrición y repartiendo bolsas de alimentos. Hoy planifican su plusvalía con desalojos y tribunales de arbitraje. El derecho internacional no les importa.
Es al sistema político al que hay que cambiar. Existen muchas razones para no seguir tolerando su arrogancia. Mencionemos cinco. Primera, porque es un sistema corrupto, funcional para compadres y mafias de todo tipo. Allí están la ministra de Ambiente y el ministro de Energía y Minas ocultando que son asesores de trasnacionales, parientes de gerentes mineros, socios de militares petroleros y líderes de redes de proveedores para la producción de gas, petróleo y minerales. Todo un circo de diputados negocia con empresarios narcos, gringos o europeos para tener padrinos en las próximas elecciones.
Segunda, porque es un sistema que no admite la participación y representación comunitaria. Sólo le interesa controlar los derechos de ciudadanía. Por eso la CC no ha aceptado ninguna consulta, ni la realizada por las comunidades mestizas, basadas en los artículos 64, 65 y 66 del Código Municipal, que es una ley constitucional. La CC en diciembre de 2012 ordenó de manera prepotente desaparecer del orden jurídico toda normativa que indique que las consultas sean vinculantes.
Tercera, porque es racista. Acostumbrado a las prácticas asimilacionistas no tolera los derechos indígenas. La identidad indígena sólo la acepta para el folclor y el turismo. Reforma la ley electoral pero no admite el derecho al autogobierno de los pueblos indígenas. Para este régimen político, los pueblos indígenas en Guatemala son los mismos “indios” de hace 60 años a quienes se les acerca y habla sólo a la hora del voto. Nada ha cambiado: sus idiomas siguen sin ser oficiales, sus títulos de propiedad siguen siendo burlados, sus autoridades siguen siendo negadas, sus sistemas de convivencia siguen siendo destruidos, sus mujeres siguen siendo violadas por soldados, su educación y su salud sigue siendo despreciadas y su justicia desestimada. Los monopolios de noticias son decisivos para levantar creencias racistas que no aceptan la existencia de derechos específicos de los pueblos indígenas.
La cuarta razón es que este sistema político sólo administra la pobreza, ni siquiera se propone erradicarla. No tardan en aparecer nuevos candidatos defendiendo el empleo y la pequeña y mediana empresa y prometiendo lo que ya no podrá hacer Pérez Molina porque, como siempre, el gobierno de turno caerá en desgracia y la oligarquía habrá cambiado de bando muy feliz, ya que tiene pactos fuertes con cúpulas militares y poderes extranjeros para empujar su economía con desalojos, despojos y muertes. Y se trata de una economía que hunde a la mayoría, con dedicatoria especial contra la población indígena.
Y la quinta es porque este sistema sólo habla a balazos. La censura y el miedo son sus cartas de negociación. Su política es la persecución ilegal contra quienes defienden sus derechos. Los asesinatos políticos contra los dirigentes indígenas y campesinos Gerónimo Sol Ajcot, de Sololá; Carlos Hernández, de Chiquimula; Exaltación Marcos Ucelo y Rigoberto Aguilar, de Santa María Xalapán, son otras pruebas de su vocación criminal. La reciente captura de Rubén Herrera, dirigente social de Barillas, Huehuetenango, y miembro del Consejo de Pueblos Indígenas de Occidente, es otra evidencia de que la justicia prefiere cuidar los contratos mercantiles que proteger los derechos humanos.
En esta Conferencia de Prensa los pueblos indígenas dijeron: “n os están obligando a no creer ni respetar sus leyes y sus instituciones”. Esas fueron palabras llenas de honor, dignidad y de valor porque es muy cierto que Guatemala no puede seguir igual.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

DATA WEB DE EDUMEDIA TECNOLOGIA EDUCATIVA