¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

02 diciembre 2010

Proyecto nacional y proyecto socialista

Proyecto nacional y proyecto socialista



“Por el engaño nos han dominado más que por la fuerza”
Simón Bolívar

El diálogo y la acción son el núcleo de nuestra agenda para derrotar al capitalismo
La efervescencia revolucionaria que avanza en América Latina pone a la orden del
día la necesidad de una alternativa socialista, e internacionalista, para terminar con las calamidades que produce el capitalismo en materia de explotación de los trabajadores, miseria, saqueo de materias primas, degeneración cultural y destrucción de los ecosistemas. En este contexto se ha desarrollado una tradición nacionalista, en la izquierda, que reapareció, especialmente en Argentina, bajo la premisa de “nacional y popular”.
Nos interesa impulsar diálogos fraternales con compañeros que sostienen tesis nacionalistas de izquierda, sin dejar de simpatizar con el socialismo que es, necesariamente, antiimperialista, anticapitalista, latinoamericanista e internacionalista. Como lo soñaron San Martín, Simón Bolívar, Benito Juárez, José Martí... Pensamos que es necesario abogar por la unidad para encontrar, en común, la claridad necesaria para el debate y las coincidencias que nos permitan, sin dogmatismos, reivindicar el programa de la Revolución Socialista en manos de los mejores luchadores, militantes y activistas del nacionalismo revolucionario.

La burguesía nacional, una clase reaccionaria. Si fuesen tan “buenos” no necesitaríamos hablar de justicia social
Creemos que los militantes nacionalistas de izquierda deben incorporar a sus herramientas políticas, la teoría de la lucha de clases, sin tergiversaciones. Creemos que se debe reconocer que entre la clase dominante y los explotados, es decir los trabajadores, la idea de la “reconciliación” es ilusoria. El cordero y el lobo no pueden convivir como hermanos. “Lobo suelto, cordero atado”.
La historia de la humanidad sería incomprensible si no la entendemos como la pugna histórica entre dos clases antagónicas: los oprimidos (que hemos sido y somos la inmensa mayoría) y los opresores (que han sido y son la inmensa minoría). No se trata de una contienda abstracta entre grupos, sino es la contienda por la propiedad privada contra la propiedad social de la riqueza, es la contienda del capital y el trabajo, es la contienda de los que se han apropiado de las riquezas contra los desposeídos que con su trabajo la producen. En síntesis es la historia de una lucha por dominar la plusvalía.
No es necesario volver a explicar que la ganancia empresaria proviene del trabajo no pagado al obrero, es decir, producto de la explotación. Los empresarios, nacionales o extranjeros, tratan que el obrero trabaje largas jornadas y con el salario más bajo posible. Despiden y persiguen ferozmente a los obreros que piden mejores condiciones laborales, castigan a aquellos que, obligados a luchar contra los patrones, defienden sus derechos y exigen sus reivindicaciones para una vida digna y libre.
Muchos grandes empresarios, latifundistas, banqueros, clérigos argentinos (nacionalistas) que han adquirido franquicias o alianzas con grupos trasnacionales –Clarín, Soldati, Macri, Mercedes Benz, Ford, Fortabat...- tienen un largo y siniestro registro de crímenes contra la clase obrera. Las fechas del primer centenario (1910), de la “semana trágica” en 1919, de la “Patagonia rebelde” en 1921, del bombardeo de la Plaza de Mayo en junio de 1955, del Plan “Conintes” en los 60, o de la dictadura militar en 1976-1983, son testigos del odio de clase y del sadismo sangriento que los industriales, banqueros y terratenientes nacionales y extranjeros, mostraron (y muestran) hacia sus trabajadores “compatriotas”.
La propia experiencia de los gobiernos peronistas bajo Perón y el kirchnerismo avalan esta afirmación. El golpe de la “Libertadora”, conducido por los militares, fue organizado e inspirado por los sectores decisivos de la clase dominante, la burguesía terrateniente de la Sociedad Rural y la gran burguesía industrial agrupada en la Unión Industrial Argentina (UIA). De la misma manera, el acoso sufrido por los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández ha tenido como actores principales a los mismos protagonistas, apoyados por sus lacayos políticos en la derecha peronista, la UCR y la Coalición Cívica.
Los empresarios son la clase dominante en materia económica, política y cultural. Son los dueños de la vida social. Cuando se pide que nos abracemos todos, “que la patria se una”, lo que se está proponiendo realmente es que el obrero se olvide de quien es su amo explotador y, mirándolo con buenos ojos, se someta a los intereses de las clases privilegiadas. No son hermanos la victima y el victimario.
Las burguesías nacionales latinoamericanas han demostrado, suficientemente, su carácter reaccionario, su odio contra los pueblos contra sus nacionalidades, contra sus tradiciones, contra sus raíces... las burguesías despliegan con impudicia su codicia irrefrenable, su sometimiento al imperialismo y su miedo a los trabajadores de cada país. Los nacionalistas de izquierda, en cambio, creen que es posible encontrar un sector progresista de la burguesía mediana con quien aliarse para liberarse de la opresión imperialista. Hasta hoy semejante sector jamás apareció.
Especialmente en la historia en general, y la de nuestro país en particular, se ha demostrado con creces que ese sector no existe, o es tan débil e irrelevante que no puede jugar ese papel que han pretendido atribuirle algunos sectores del nacionalismo popular. La protesta de los patrones agropecuarios argentinos, entre los cuales algunos dicen haber identificado una burguesía mediana rural progresista, volvió a revelar su carácter reaccionario y antipopular. Un ejemplo dramático es Cobos y su papel en los episodios de la 125.

¿Una economía nacional independiente?
La economía capitalista, hoy “Globalizada”, se sustenta en la producción privada de mercancías para su venta en los mercados nacionales y extranjeros. Al hacer esto, los empresarios no están pensando en “la grandeza de su nación”, sino en la de su bolsillo. Y la competencia comercial lleva a choques entre las burguesías nacionales como vemos recurrentemente con Brasil y Argentina. Esa fue la razón por la cual el capitalismo nos metió en la primera y la segunda guerra mundiales y en todas las guerras burguesas que padecemos hasta el presente. Por eso, dialécticamente, lo “nacional” de un país se opone necesariamente a lo “nacional” de los demás países. En lugar de la concordia y la confraternización de los pueblos, las fronteras nacionales, bajo el capitalismo, son una fuente permanente de conflictos. Todos los países latinoamericanos mantienen entre sí disputas territoriales y fronterizas. En el plano ideológico esto se refleja en la tendencia al chauvinismo y a la arrogancia nacional. Burgueses “nacionalistas” de Brasil, odian a los de Argentina y estos odian a los chilenos y aquellos son recíprocos con todos... cada cual quiere dominar el mercado de los otros. Quieren imponer su “nacionalismo” a todos los demás países. Los trabajadores no queremos asfixiarnos en ese ambiente de codicias y crímenes.
Nosotros creemos en la tarea de profundizar y ensanchar las alianzas fraternales, como el ALBA, y las políticas de unidad en lo concreto que vienen desarrollando los procesos hacia el socialismo: Bolivia, Venezuela. Cuba, Ecuador... a pesar de las bases capitalistas que América Latina ha heredado, con las rivalidades nacionales que existen en su seno, para mejor servir a los intereses del imperialismo. La pretensión nacionalista de una economía nacional “independiente” es una quimera. El mercado mundial capitalista unifica y esclaviza a la mayoría de las naciones. Todas son exportadoras e importadoras de mercancías y están sometidas a una división internacional del trabajo de la que no podremos escapar a menos que rompamos con semejantes “reglas” y avancemos hacia un estadio histórico en el que lo social, la justicia, la igualdad y la dignidad sean la jerarquía prioritaria: el socialismo.
Seguramente los compañeros que defienden las ideas nacionales de izquierda, aspiran a que sus países alcancen, al menos, un grado importante de “independencia” económica respecto del imperialismo. Pero esto sólo podría conseguirse desarrollando una política comercial agresiva que debilite la competencia extranjera en el mercado nacional y que organice empresas multinacionales que actúen en otros países y mercados para proveerse de materias primas y ofertar productos más baratos que los de la competencia. Es decir, la única vía, hipotética, para alcanzar cierto grado de “independencia” económica, bajo el capitalismo, no es otra que una política comercial agresiva, de carácter imperialista o subimperialista (imperialismo de segunda fila limitado al entorno regional) tal como hemos visto desarrollarse en China, Brasil o en algunos países del sudeste asiático, como Corea de Sur.
Dialécticamente, la demanda “antiimperialista” de una economía nacional “independiente” , como reclaman los compañeros con pensamiento nacional de izquierda, sólo puede tomar cuerpo en el capitalismo, hipotéticamente, con la conversión de su país en una nación imperialista o subimperialista respecto de los países de su entorno. Contradicción insoportable si realmente se pretende independencia económica, soberanía, igualdad, fraternidad y justicia social.

Nacionalizaciones y “proyecto nacional”
Aunque algunos consideran que las nacionalizaciones de empresas y sectores clave de la economía son la característica genuina de un gobierno “nacional y popular” es necesario precisar que, en realidad, la nacionalización de empresas es la característica, no del nacionalismo, sino del socialismo, al dirigirse, históricamente, contra la propiedad privada de los medios de producción bajo un programa de planificación económica y en el que el excedente no se quede en manos de un sector empresarial sino que vuelva, íntegramente, a la sociedad bajo el control de la clase trabajadora, que es realmente quien lo produce.
El modelo histórico del nacionalismo no es la economía estatizada, sino un país de pequeños y medianos propietarios independientes, felices y satisfechos; que no existe en lugar alguno. Hay nacionalizaciones dentro del modo de producción capitalista, y a su servicio, que reflejan la parálisis y la incapacidad de la burguesía nacional para desarrollar el país al nivel de las necesidades que demanda el desarrollo objetivo de la sociedad y que obliga al Estado capitalista a hacerse cargo deimportantes palancas de la economía nacional para suplir la insuficiencia de la propiedad privada.
Es totalmente distinto el caso de experiencias como la venezolana, donde el presidente Hugo Chávez, que no le rinde cuentas a ninguna oligarquía, decide tomar medidas expropiatorias y los trabajadores impulsan tomar la dirección de las empresas socialistas. Eso incluye casos de empresas como nuestros parásitos “connacionales” Pérez C0mpac, Techint, en el pasado propietarios en el país hermano de Sidor expropiada por Venezuela... donde, además, los trabajadores, que hoy las dirigen, no reparan en problemas de “nacionalidad”. Todo lo contrario ahora los trabadores, desde sus países cooperan sin importar donde nacieron.
La intervención del Estado en la economía, como vemos ahora generalizarse, refleja la necesidad de que la clase obrera tome la posesión del timón de la sociedad. La clase obrera es el producto genuino del sistema capitalista, sostiene todo el andamiaje económico y social del país. Trabaja, lucha y sufre colectivamente. El obrero es ajeno a la búsqueda mezquina y enajenante del interés individual por la ganancia, presente en todas las clases propietarias, grandes o pequeñas. Por lo tanto, la clase obrera es la clase más capacitada para velar por los intereses generales de la sociedad, por la conservación de un medio ambiente sano, por la reducción de la jornada laboral, por el incremento general del nivel de vida, por que haya escuelas y sistemas de salud públicos y de excelencia. Es decir, el socialismo se dibuja como el modelo de sociedad al que aspira de manera latente la conciencia política de cada trabajador. Nadie puede despreciar esta aspiración, más bien hay que trabajar unidos para impulsarla.

Qué entendemos por "soberanía nacional"
Uno no debe someterse a la ideología de la clase dominante. Hay un nacionalismo que se adecua completamente a la psicología de las clases propietarias y, particularmente, de la pequeña burguesía, cuyo sentimiento nacional no es más que la extensión de su ilusión de considerarse parte poseedora del país que habita y de las riquezas que contiene.
¡Y vaya ilusión!, porque sólo el 2% de los propietarios argentinos posee la mitad de la tierra cultivable del país. Y los recursos naturales y las principales fuentes de producción del país están en manos de un puñado de monopolios extranjeros y grandes familias y empresarios nacionales (Grupo Clarín, Eurnekian, Techint, Roggio, Eskenazi, Werthein, Pérez Companc, Urquía, Acevedo, Mastellone, Madanes, Cirigliano, Pescarmona, etc.).
La verdadera soberanía nacional pasa por recuperar Argentina para los argentinos y arrancarle a este puñado de oligarcas la propiedad de estos recursos para que sean nacionalizados y puestos a producir para atender las necesidades sociales de la población. Fuera de esto, hablar de soberanía nacional es un engaño y una estafa.
No somos indiferentes a los sentimientos nacionales de los trabajadores, de la juventud revolucionaria y de otras capas oprimidas de la sociedad. Denunciamos el nacionalismo de los ricos y empresarios, de las jerarquías eclesiásticas, de la banca usurera, que buscan desviar a los trabajadores, quitar de su cabeza su papel en la lucha de clases y adormecer su conciencia. Pero el nacionalismo de los obreros y campesinos pobres es honesto y contiene elementos progresistas. Refleja su instinto antiimperialista y está asociado al rechazo a la pobreza, la miseria y la explotación, causadas por la opresión imperialista y el sistema capitalista.
Pero debemos decir la verdad a los trabajadores y jóvenes revolucionarios de nuestro país. La única forma de resolver nuestros problemas es con la expropiación de la propiedad de los banqueros y capitalistas, nacionales y extranjeros, en unidad con los trabajadores y campesinos de América Latina en una federación socialista. La gran idea de la “Patria Grande” sólo puede concretarse en la realidad como una América Latina unida y socialista.

El futuro Socialista llegó hace rato

Brindemos por el futuro que es lo único que no tenemos... pero es lo único con lo que contamos. Afortunadamente, podemos recurrir a la experiencia viva del proceso revolucionario más avanzado que existe actualmente en América Latina y el mundo, la revolución bolivariana de Venezuela. La revolución venezolana proclamó su voluntad de avanzar hacia el socialismo para superar la vieja dicotomía entre revolución socialista y revolución “nacional y popular”. Aunque la Revolución Venezolana enfrenta tareas aun incompletas y su destino se decidirá por la lucha implacable de fuerzas vivas, el hecho de que haya fijado como objetivo el socialismo, abre un inestimable respaldo moral a los socialistas revolucionarios.
Hoy, como ayer, sólo la revolución socialista puede completar las tareas democrático-nacionales no resueltas aun (la emancipación frente al imperialismo, la reforma agraria, una economía moderna y desarrollada, la definitiva separación, económica y política, de las Iglesias y del Estado, etc.) y poner las bases para sacar a nuestros pueblos de la miseria y el atraso. Creemos que es necesario e impostergable, organizar y fortalecer una corriente marxista fuerte en el país, necesariamente antiimperialista e internacionalista, para llevar estas ideas al movimiento obrero y a la juventud.
Proponemos que todos los jóvenes y trabajadores, organizaciones sociales y políticas, dialoguemos, fraternalmente, hacia la unidad concreta en acciones concretas, hasta derrotar al capitalismo...
Proponer un diálogo implica asumir una responsabilidad respetuosa que, aunque no garantice la coincidencia, abra caminos que, tarde o temprano, nos permitan construir la unidad indispensable para superar al capitalismo. Sabemos que hemos tenido diferencias teóricas y prácticas, y que las tenemos aun respecto a la idea de lo “nacional”. Sabemos que hay demasiadas exageraciones y tergiversaciones respecto a las diferencias, pero sostenemos que las diferencias no implican incomunicación y que la unidad es una prioridad histórica que debemos atender de inmediato. Nosotros no queremos crear una emboscada disfrazada de diálogo, queremos un diálogo fraternal y honesto, que admita la crítica y la auto critica como herramientas del respeto y para el avance.
___________________________
*Corriente Marxista Internacional. Centro de Estudios Socialistas “Carlos Marx”
Agradecemos las sugerencias aportadas para la elaboración de este folleto de la Campaña “Manos Fuera de Venezuela”, del Comité de Redacción del periódico El Militante y de todos quienes leyeron el borrador y lo enriquecieron con sus valiosas contribuciones.

28 noviembre 2010

Bolivia se propone rebajar siete años la edad de jubilación

Medidas contra la crisis para que puedan cobrar los más pobres
Bolivia se propone rebajar siete años la edad de jubilación

La Vanguardia

La reforma legal impulsada por el presidente Evo Morales también prevé nacionalizar los planes de pensiones privados de bancos como BBVA y Zurich

Mientras los países ricos de Europa se aprestan a mantener su Estado del bienestar a cambio de realizar reformas como alargar la edad de jubilación, existen otras zonas en el mundo donde la preocupación no es trabajar más para poder garantizarse el cobro de una pensión. El problema viene cuando los ciudadanos no llegan a disfrutar de la jubilación pública porque han fallecido.

Es lo que ocurre en Bolivia, donde la esperanza de vida no supera los 66 años en general y donde no es lo mismo jubilarse allí a los 65 años que en España o Francia a los 65 años.

Bolivia, además, es uno de los países con la renta per cápita más baja de Latinoamérica después de Haití, y donde ha puesto en marcha una reforma legal que va a contracorriente de las reformas emprendidas por los países ricos: el Gobierno del presidente socialista Evo Morales está dispuesto a reducir la edad legal de jubilación de los 65 años actuales hasta los 58 años. Habrá otros supuestos de casos que se accederá al derecho de cobro a partir de los 55 y 51 años.

Y eso no es todo. En determinados trabajos que desgastan el cuerpo humano por su enorme esfuerzo físico, como es el caso de la minería, la edad de jubilación podría reducirse hasta los 51 años.

La reforma de la edad de jubilación se produce después de dos años de duras negociaciones entre Morales y los principales sindicatos del país. "Esperamos que esta reforma sea un verdadero regalo de Navidad", ha asegurado el presidente Morales presionando al Parlamento para que apruebe la ley antes de finales del mes de diciembre.

Anular pensiones de empresas extranjeras

El proyecto de ley que presentó el Gobierno boliviano el pasado 16 de noviembre es ambicioso. No sólo incluye el retraso de la edad oficial de jubilación, sino que incorpora la nacionalización de los planes de pensiones aprobados por empresas privadas y el cierre de los planes privados de multinacionales extranjeras, entre las que destacan los planes de pensiones del banco español BBVA y de la entidad suiza Zurich, que entre los dos gestionan las pensiones de 1,3 millones de bolivianos.

Según el contenido del proyecto de ley consultado por La Vanguardia.es "los trabajadores independientes, como los comerciantes, choferes, sastres, mecánicos y otros que tienen aportes voluntarios, podrán recoger su dinero. Los empleados estacionales, como los castañeros y zafreros, que cumplen una actividad laboral en función del ciclo productivo de los sectores agrícola, pecuario y de silvicultura, también se beneficiarán con la medida".

Y añade: "En cambio, los empleados dependientes podrán acceder a esta ventaja siempre y cuando hagan contribuciones adicionales al descuento que mensualmente les aplican los dueños de las empresas en sus papeletas de pago, equivalente al 12,5 por ciento del total ganado", prosigue el proyecto de ley.

El sistema público de pensiones de Bolivia se sustenta sobre el pilar de la solidaridad. Quien más ingresos anuales dispone debe contribuir a quien menos tiene, y a los miles de bolivianos que ingresan menos de 1 dólar a la semana.

Con la reforma legal impulsada por Evo Morales, las cotizaciones empresariales aumentarán el 3%, el de los empleados públicos y privados, el 0,5% y habrá una "contribución especial" para aquellos bolivianos que ingresen 13.000 pesos al mes (alrededor de 1.320 euros), lo que supone 19 veces más que el salario mínimo interprofesional, que se sitúa en 70 euros mensuales.

El proyecto de ley incluye también rebajar hasta los 51 años la edad de jubilación para trabajos duros y penosos, como la minería, o hasta los 55 años para aquellas madres trabajadoras.

La presidencia de Evo Morales está marcada por la redistribución de la riqueza para que ésta pueda alcanzar las capas más pobres de la población, como son los descendientes de indios, trabajadores de sectores industriales que han sido nacionalizados y campesinos.

Las políticas de nacionalización de empresas extranjeras han ido en la línea de aumentar la riqueza para estos colectivos y ahora la reforma de las pensiones busca hacer más próximo el acceso a la jubilación pública para aquellos colectivos que no tienen una esperanza de vida tan elevada como en Europa.

De cualquier forma, la reforma de las pensiones en Bolivia significa una medida que va a contracorriente de las que están aplicando los gobiernos de los países ricos tanto en Europa, Asia o Estados Unidos.

En declaraciones del economista Guillermo Aponte, del Instituto Privado Fundación Milenio, a la agencia de noticias Reuters, la decisión de Bolivia es inédita y asegura que retrasar la edad de jubilación puede ser perjudicial a largo plazo porque no se incorporarán nuevos contribuyentes y sí habrá más perceptores con derecho al cobro de la pensión pública.

"La tendencia es planetaria. Japón, Francia, Singapur, Australia, Colombia y hasta 47 países están aplicando reformas con el objetivo de alargar la edad de jubilación, con lo que la decisión del Gobierno de Bolivia va en contra de una tendencia. Hay un dato claro: desde el primer año de la ley existirán 100.000 nuevos contribuyentes al sistema público que podrá cubrir las necesidades de tres millones de bolivianos, pero el problema es que la población es de 10 millones", asegura el economista.

Fuente: http://www.lavanguardia.es/internacional/noticias/20101126/54077151206/bolivia-reducira-la-edad-de-jubilacion-de-65-a-58-anos-para-que-puedan-cobrar-los-mas-pobres.html

Irlanda se revuelve contra un rescate "demasiado caro"

Manifestación en Dublín contra el rescate del FMI y la UE
Irlanda se revuelve contra un rescate "demasiado caro"


Una parte del crédito de la UE y el FMI podría financiarse al 6,7% de interés

Esta misma pancarta me habría servido hace nueve años en Buenos Aires". Barry Finnegan, un joven profesor universitario, habla mientras sujeta con una mano un clásico cartel con las siglas del FMI rodeadas por el signo de prohibido, y con la otra mece un café caliente que una previsora compañera de protesta sirve con un termo en plena calle. Es el 27 de noviembre de 2010, y esto es Dublín, la capital de uno de los países más avanzados del mundo. 
 
Sin embargo, el acoso de los mercados no distingue acentos, razas ni modelos económicos y miles de irlandeses salieron a la calle para decir a su Gobierno que aún está a tiempo de no aceptar el rescate que le proponen el FMI y la Unión Europea.

Hasta 50.000 personas según la policía y 100.000 según los convocantes, salieron a la calle desafiando una insólita nevada que había cubierto la capital en pleno noviembre. La cifra de participación fue alta si se tiene en cuenta que muchas de las carreteras habían sido cortadas y apenas funcionaban los trenes y el transporte público.

El Congreso Internacional de Sindicatos, la confederación que engloba a las centrales de trabajadores irlandesas, había llamado a los ciudadanos a reclamar un camino "mejor y más justo" para la salida de la crisis. El movimiento sindical en Irlanda es muy distinto al de otros países europeos. Prácticamente todos los profesionales están afiliados a un sindicato, porque es una suerte de colegio gremial, pero sus reivindicaciones son muy tímidas y de escasa repercusión social. Bien es cierto que, en los últimos 15 años, el pleno empleo y la bonanza económica, han dado poco margen para la protesta laboral.

Pero las cosas en Irlanda han dado un giro de 180 grados y miles de trabajadores, en especial funcionarios, mostraron su frustración por la mala gestión que ha realizado de la crisis el Ejecutivo de Brian Cowen, del partido en el Gobierno desde 1997, Fianna Fail. Muchos participantes de la marcha, que discurrió con total tranquilidad, pedían prisión para Cowen y su ministro de Finanzas, Brian Lenihan. "La única solución para no equivocarnos definitivamente firmando el domingo ese acuerdo sería entrar en el Dáil y lograr que este Ejecutivo en pleno dimitiera antes de firmar ese rescate", se lamenta un joven manifestante, Kurt Nikolaison.
Lo irreversible del acuerdo y las consecuencias del crédito que se acordará previsiblemente esta tarde han encendido todas las alarmas en la clase política y los ciudadanos irlandeses. La televisión nacional RTE aseguraba que una parte del paquete que se está negociando tendrá un tipo de interés al 6,7%. El gran volumen de fondos que se va a transferir (85.000 millones de euros) y el largo periodo de reestructuración que necesita el sector financiero alargarán el crédito nueve años, más allá de los tres que contemplan los organismos internacionales para este tipo de operaciones.

La factura del préstamo
Aunque el Ejecutivo irlandés no quiso confirmar por la noche este extremo, la oposición descartó aceptar un rescate "tan oneroso", que podría tener a una generación entera de irlandeses pagando los intereses de esta deuda. Para 2014 las previsiones del Gobierno es que se paguen alrededor de 8.400 millones de euros en intereses, una quinta parte de los ingresos del Estado, sin contar con los préstamos que se contraerán para mejorar el capital de los bancos. En el rescate a Grecia, que se elevó hasta los 110.000 millones de euros, se impuso un tipo de interés del 5,2%. 

Precisamente el sábado, se dio a conocer que se puede extender el periodo de devolución del préstamo heleno a 11 años. El acuerdo con la UE se formalizará en una reunión en Bruselas de los ministros de Finanzas de la Unión Europea que arranca a mediodía. "Aún hay tiempo para arrepentirse, Irlanda tiene que quebrar", clama Frank Savino, un profesor de escuela ya retirado.

La crisis coreana made in USA

a provocación real han sido las desproporcionadas maniobras conjuntas sudcoreanas-estadounidenses
La crisis coreana made in USA

www.workers.org

Traducido para Rebelión por Carlos Valladares

Cada vez que aparece en escena en los medios de comunicación estadounidenses una repentina “crisis” relacionada con Corea del Norte, su enfoque es siempre que la República Democrática de Corea (la socialista Corea del Norte) ha hecho algo totalmente irracional que la ha provocado. Desprecian completamente los hechos en cuanto a lo que ha sucedido y en cuanto a lo que ha llevado a dicha situación, lo cual tiene la misma importancia que lo anterior.
Sí, es verdad, la República Democrática de Corea disparó proyectiles sobre la isla de Yeonpyeong el 23 de noviembre. Según fuentes oficiales surcoreanas, dos de sus soldados murieron. Pero los disparos ocurrieron a las 14:34 hora coreana. ¿Qué había pasado antes?
70.000 soldados surcoreanos habían sido movilizados para hacer “ejercicios” militares justo en la frontera marítima entre el norte y el sur, que es territorio en disputa. Los surcoreanos admiten haber disparado proyectiles en aguas que la República Democrática de Corea considera territorio suyo a las 13:00 horas, más de una hora antes que se produjera la respuesta del norte.
¿Si Corea del Sur, y su poderoso aliado, los Estados Unidos, hubieran querido evitar la confrontación con la República Democrática de Corea habrían disparado proyectiles en una área en disputa? ¿En especial cuando ya la República Democrática de Corea había declarado que las maniobras militares estaban “simulando una invasión del norte?
La provocación proviene de los Estados Unidos y del sector derechista del régimen surcoreano, no de la República Democrática de Corea.
Este “ejercicio” militar con 70.000 soldados del régimen surcoreano está programado que continué hasta el 30 de noviembre. Aunque oficialmente los Estados Unidos niegan que estén participando en él, CNN.com ha informado de que el 23 de Noviembre “fuerzas estadounidenses habían estado proporcionando cobertura a los surcoreanos en el ejercicio militar, pero no estaban en el área de disparo”. Perfecto. Están formando parte de la provocación pero se colocan fuera de tiro.
De hecho, el estamento militar surcoreano está profundamente integrado con el Pentágono. En julio, los dos países hicieron unas “maniobras” conjuntas en las mismas aguas, en las cercanías de la costa occidental de la península coreana. En las maniobras participaron 200 aeronaves y 20 buques, entre ellos el portaaviones nuclear USS George Washington.
Los medios de comunicación imperialistas están diciendo ahora que la “beligerancia” de la República Democrática de Corea está colmando la paciencia de China. China ha sido aliada de Corea del Norte desde 1950, cuando fuerzas estadounidenses invadieron Corea del Norte, bombardearon todas sus ciudades, y amenazaron al nuevo gobierno revolucionario de China con una guerra nuclear.
Pero mientras China está buscando una solución pacífica a la presente crisis, no puede haber duda de que percibe la beligerancia de Estados Unidos hacia Corea del Norte como una amenaza para su propio desarrollo pacífico.
Li Jie, investigador de la academia militar naval china, escribía el 12 de julio en el China Daily acerca de los “ejercicios” surcoreano-estadounidenses programados para más adelante en ese mismo mes:
“Un ejercicio conjunto con la República de Corea (del Sur) en aguas clave cerca de sus bases asiáticas ayudará a los Estados Unidos a conseguir varios objetivos estratégicos en la región,” decía Li.
“Primero, los ejercicios ayudarán a los Estados Unidos a mantener la presión contra lo que ellos denominan el inestable régimen de la República Democrática de Corea. También puede ser una indicación explícita de la postura de EE.UU. de que la única superpotencia mundial respaldaría con firmeza a la República de Corea y Japón en caso de conflicto militar entre Pongyang y los dos tradicionales aliados asiáticos Washington.”
“Además, un ejercicio militar cuidadosamente planeado en el mar amarillo ayudará a los Estados Unidos a recoger información geográfica y militar de algunos paises asiáticos (especialmente de China) bordeando sus vastas aguas.”
“ El general Ma Xiaotian, segundo jefe de la plana mayor del Ejército Popular de Liberación, ha expresado su “firme oposición” a las maniobras programadas entre los Estados Unidos y la República de Corea.”
No obstante las maniobras se realizaron.
No hay nada de “irracional” ni en la respuesta de la República Popular de Corea ni en las preocupaciones de los militares Chinos. El imperialismo estadounidense libró una horrible guerra contra la revolución coreana de 1950 a 1953, de la que resultaron millones de muertos. Desde entonces ha ocupado Corea del Sur, con una fuerza que todavía cuenta con 30.000 efectivos. Ha rechazado siquiera discutir un tratado de paz que finalizara formalmente la guerra.
¿Debería ser una sorpresa, entonces, que la Republica Democrática de Corea sepa que tiene que estar preparada en todo momento para repeler otra invasión?
¿Es sorprendente que los líderes Chinos estén alarmados cuando el imperialismo estadounidense, a la vez que haciendo dinero allí con inversiones y relaciones comerciales, no obstante trata de rodearla militarmente?
En lugar de difundir propaganda antinorcoreana en forma de psicoanálisis a sus líderes, ¿Por qué no se preguntan los medios de comunicación por qué los líderes estadounidenses hacen lo que hacen? ¿Por qué han tenido una política hostil hacia Corea del Norte por más de 60 años, desde que se produjo su revolución anticolonial y anticapitalista? ¿Por qué no firman un tratado de paz con la República Democrática de Corea para que el pueblo coreano pueda trabajar por un desarme real y por su reunificación?
Pero eso sería un reconocimiento de que los Estados Unidos están dirigidos por una clase de multimillonarios que se han engordado a sí misma con la guerra y la explotación de cada una las zonas del mundo y que tiene una larga historia de creación de excusas para su sangrienta expansión imperial. Los medios han sido parte de esta vergonzosa historia desde que los periódicos de Hearst inventaron una excusa para invadir Cuba en 1898.
No caigamos en otro “Golfo de Tonkin” u otra mentira sobre “armas de destrucción masiva”. El enemigo de la clase trabajadora está ahí enfrente, en los consejos de administración y los bancos del capitalismo estadounidense, que están destruyendo todo lo que la gente ha ganado durante generaciones con lucha y trabajo duro.
¡No más agresiones contra la Corea socialista! ¡Levantad las sanciones y traed las tropas estadounidenses de vuelta a casa!
Fuente: http://www.workers.org/2010/world/korea_1202/
rCR

García cobró también en carretilla

García cobró también en carretilla

 

El presidente Alan García cobró una cuantiosa suma por los sueldos que no recibió como senador vitalicio y pensiones como ex presidente durante su autoexilio, una especie de reintegro gigante que incluyó devengados, sueldos de asesor, secretaria y chofer, así como movilidad y refrigerio a personal de seguridad y gasolina; todo por la friolera de 2 millones 750 mil 735 nuevos soles con 43 céntimos, cifra revelada en 2009 por el entonces presidente del Congreso, Luis Alva Castro.

Alan García huyó del país en 1992 y permaneció en el exterior hasta lograr la prescripción de los delitos de enriquecimiento ilícito y otros que se le imputaban por hechos ocurridos en su primer gobierno. Pasado ese tiempo, regresó al Perú y solicitó el pago íntegro de pensiones y devengados, para lo cual presentó un recurso de amparo en 1998, aún antes de su regreso, pese a que la pensión de ex presidente no le correspondía por haber tenido una acusación constitucional en su contra.

 

 DETALLE

El abogado y ex congresista Heriberto Benítez manifestó que si Alan García se considera inocente de los cargos de enriquecimiento ilícito y corrupción en su primer gobierno, debería renunciar a la prescripción de la acción penal, tal como lo permite el Artículo 91 del Código Penal, y someterse a un proceso judicial, a fin de esclarecer las graves acusaciones constitucionales en su contra. Y después, si es declarado inocente, podría cobrar sus devengados o legalizar el cobro ya hecho. 
 
fuente.
http://www.diariolaprimeraperu.com/online/politica/garcia-cobro-tambien-en-carretilla_75046.html

14 noviembre 2010

“Hoy la tierra vale más que la gente”

Entrevista a Saskia Sassen, investigadora social holandesa
“Hoy la tierra vale más que la gente”

Barómetro Internacional


– ¿Cómo se relacionan la crisis financiera global con la deuda y devastación en economías tradicionales de países pobres o periféricos?
 
Es posible que tu navegador no permita visualizar esta imagen. Creo que en ciertos casos hay relación. El vínculo más profundo tiene que ver con nuevos mecanismos de acumulación de capital. Los países ricos buscan una solución financiera a una crisis financiera, lo que implica usar los impuestos de la ciudadanía para darles dinero a los bancos, y eso empobrece al Estado y a la ciudadanía: los impuestos de los ciudadanos, en vez de usarse para el desarrollo social, económico, el medio ambiente, van a los bancos. El gobierno hace, lisa y llanamente, una extracción de impuestos de la ciudadanía para pagar a los bancos. En ese proceso, el Estado rico (Francia, Alemania, los Estados Unidos, España, etcétera) también se empobrece, y lo hace de manera gradual. Hoy emerge una dinámica nueva que tiene que ver con la expulsión de gente de sus tierras, de sus actividades económicas tradicionales. Las tierras adquieren más valor que la gente que está viviendo en ella. En la Argentina, por ejemplo, desde la época del imperio inglés, la Patagonia ha sido parcialmente comprada por intereses extranjeros, pero esta compra se intensificó muchísimo en los últimos diez años. Lo mismo sucede en otras partes de América Latina y en muchos lugares de África y ciertas partes de Asia. No es marginación ni exclusión social: es expulsión. De ahí sale una población hiperempobrecida de 2.000 millones. Antes, ser pobre significaba que el terrenito no te alcanzaba para alimentar a la familia. Ahora, ser pobre significa tener sólo el cuerpo. En la Argentina, ustedes están usando una cantidad enorme de terrenos para comercializar soja. Por eso, por primera vez en 20 años, aparece el hambre campesino, no pobreza, sino hambre. La tierra, con sus minerales, sus metales y su agua, vale más que la gente. Cuando los grandes inversores la compran, no se pueden equivocar: lo hacen como inversión, para la agricultura o por el agua. Empresas como Coca–Cola o Pepsi necesitan grandes cantidades de agua. El empobrecimiento de los Estados ricos por prestarles a los bancos y el encarecimiento de la tierra son dinámicas muy serias. 

–¿Estamos asistiendo a una economía extractiva?
– Creo que hay que encontrar un nombre distinto para esta economía. Lo queremos todo, la economía cuaternaria, la electrónica, pero queremos también mucha agua, muchos metales. Creo que estamos produciendo realidades muy complejas para, al fin y al cabo, ejecutar operaciones de extracción muy elementales. Por ejemplo, la batería del auto ecológico (el auto eléctrico) necesita 57 metales distintos. Conocemos 12 metales, pero sabemos que los otros están en la tierra. La telefonía celular también necesita tierra. Siempre se necesita la tierra. Eso es alarmante. Hay una desesperación por comprar tierra, tierra, tierra. No saben para qué la van a utilizar, pero saben que la van a necesitar. Tienes un montón de Estados comprando a otros Estados su tierra. El agua ya entra por otras rutas. La sociedad de consumo rica necesita una cantidad vastísima de agua: para producir un kilo de carne necesitas una vastísima cantidad de agua, y para producir un litro de Coca–Cola necesitas 15 litros de agua en la manufactura de la Coca–Cola. La sociedad rica de consumo tiene una conexión expandida con lo que son los recursos naturales, la materialidad de la bioesfera. Esta economía, y la sociedad de consumo que viene con ella, necesitan la materialidad de la bioesfera a una escala que no hemos visto jamás. ¿Cómo llamamos a esta economía que mezcla la inmaterialidad de estilos de vida, computadora, etcétera, con una materialidad expandida?

–¿Hay nuevos actores políticos y sociales a escala global? – Por un lado, el cuadro formal político que nos ofrece la democracia liberal, el sistema supranacional (Naciones Unidas y demás instituciones) puede cambiar. Pero, al fin de cuentas, no puede abarcar una creciente serie de procesos y de actores emergentes, buenos y malos. Los malos son los conflictos armados por drogas como en Río de Janeiro, Ciudad Juárez, el tráfico global de mujeres y niños para la industria del sexo, etcétera. La organización para alimentos de las Naciones Unidas (FAO) no logra tampoco parar la escalada de compra de tierra en el mundo, no es su proyecto. Y, por otro lado, hay nuevos actores muy interesantes: el tema de los derechos sociales (palabra amplia y ambigua) que abre mucho terreno para reconocer que hay proyectos políticos de reclamos y que hay actores emergentes que podemos llamar sociales, actores informales. Los aparatos formales no los manejan. Vamos a tener que encontrar nuevos marcos para encuadrar este tipo de lucha. 

Quienes están en la cordillera, con lo que sucede allí con la compra de tierra y la minería, generalmente pierden porque no hay una ley que se ocupe de eso. La ley deja afuera los ataques violentos, las formas económicas violentas que matan lenta e indirectamente. Debemos encontrar nuevos marcos para reconocer a nuevos actores sociales (como los pueblos indígenas que luchan en contra de eso, a veces resistiéndose claramente a recibir dinero por sus tierras). Muchos reclamos necesitan una plataforma formal para poder ganar legitimidad. Esta es una nueva globalidad que se da de manera horizontal y distribuida. Hay pequeños actores por todos lados, incluso dentro de un país como la Argentina. Nos toca a nosotros hacer puente entre lo se reconoce como actor o reclamo y este otro mundo que no tiene plataforma reconocida. ¿Cómo lo hacemos? Muchas de estas batallas se van a dar en un campo de acción directa, no armada, como ocupar una fábrica. En esos casos nadie está esperando que la Legislatura desarrolle una ley que permita ocupar una fábrica que tiene mercado pero que fue abandonada por el empresario porque no le convenía seguir produciendo.

–¿Cómo ayudamos en Latinoamérica a que comiencen a aparecer actores desde la política con dimensión continental y capacidad de incidencia?  

– Una cosa muy importante es recuperar la responsabilidad del Estado a distintas escalas (provincial, subprovincial) para asegurarse de que los medios mínimos estén a disposición de la ciudadanía, de los residentes. No es posible que les roben sus instrumentos de alimentación para sembrar soja. En Brasil, antes de Lula, era todo frijoles (porotos negros). Se exportaba, se vendía, pero era la alimentación del pueblo. El Estado debe intervenir. Ahora, formalmente se puede hacer. A Etiopía, la FAO le ha dado 100 millones de dólares en préstamo para alimentar a su gente. Hay casos tan extremos que el Estado debe intervenir. Y para eso, hay que desarrollar plataforma. Eso significa una nueva política de Estado, y es lo opuesto a lo que los Estados han estado haciendo. Bajo el gobierno de Menem se vendió muchísima tierra, minas o terrenos para abrir minas donde antes hubo un terreno de pequeña agricultura. Ahí, hay que hacer política. En el Poder Legislativo, en el Poder Judicial, hay que empezar a hacer reclamos. Lo que pasa ahora es extremo. Por eso vemos un aumento desmedido del hambre en países donde nunca hubo hambre. Incluso en la Argentina. Hay que empezar a pensar en cómo generar coaliciones entre los Estados y, para eso, hay que tener un Estado, una clase política que entienda el problema, de lo contrario, también se va a ver perjudicada la clase política. Va a perder los recursos naturales porque hay un sistema en pie que está interesado en comprar todos los recursos naturales que pueda tener un país.

Hay flujos migratorios, internos e internacionales. ¿Es factible pensar en soluciones globales que no sean sólo reflejo de las xenofobias domésticas?  

–Es la única manera de salir de la situación en la que estamos. En los Estados Unidos hemos generado un espacio activo de persecución, porque las políticas domésticas llevan a eso. Si dejamos el manejo de las migraciones internacionales al rol unilateral de cada Estado, no llegamos a nada. He trabajado este tema durante 30 años y no hay salida razonable ni para las clases políticas de esos Estados, ni para los migrantes ni para la ciudadanía. Estamos como en un embotellamiento: nadie se puede mover. Inmovilización total, en Europa, y en los Estados Unidos. Hacen falta sistemas en los que el Estado colabore. Hay una nueva migración: la migración de los profesionales. Ahí se han desarrollado los recursos formales a través del sistema internacional, con todos los tratados de libre comercio que tienen una especificación de derechos formales portátiles para esta nueva clase trasnacional de profesionales. Lo hicimos empezando con la OIT, pero en el Mercosur los viejos tratados de libre comercio entre países latinoamericanos que existieron, todos tenían una especie de política de migración para los profesionales. Lo hemos hecho, pero para clases privilegiadas. 

La ciudad es, al mismo tiempo, un territorio de construcción de poder y de posibilidad de construcción ¿Cómo ves la posibilidad de que la ciudad sea una forma de contrapoder?

–Cuanto más se globalizan las grandes empresas del sistema financiero, más necesitan un espacio expandido muy territorial en estas ciudades. De esto surge una especie de desnacionalización del espacio de las ciudades que, en ciertas situaciones, permite a los excluidos, a los discriminados un espacio de reivindicación. Es un espacio desnacionalizado. En la ciudad global, los propietarios no son solamente los ricos de la ciudad. En esa desnacionalización puede haber también una militancia, un activismo de los actores más pobres, como las villas. Yo armé un nuevo curso en la Columbia University: Ciudades globales y villas (o favelas), que se vuelven lugares globales, como la Villa 31, la Rosihna de Río, y otras, que se vuelven actores. Enormes villas que están en la ciudad global de un país, se proyectan a nivel global. Hay activistas que viven en esas villas, no serán ricos, no tienen plataforma formal para hacer reclamos, pero tienen proyección global. Esas son las contradicciones básicas que hemos visto a través de los siglos con el capitalismo. Así surgieron los sindicatos, la gran mina, la gran fábrica de metal, que eran los mejores lugares para organizar a los trabajadores.

–En la Argentina, muchas organizaciones sociales han comenzado a trabajar incluso desde una perspectiva sindical vinculando los temas de la vivienda, el territorio y la organización espacial. 

– Es muy importante que esto pase: demuestra que podemos sobrevivir, pero sobre la base de nuestra propia concepción de cómo hacer alguna cosa económica sustentable, como cuando en fábricas ocupadas lograron sostener la ocupación. ¿Por qué tenemos que acatar una economía que más y más se va saliendo del nivel de la comunidad? 

Hay elementos que podemos ir relocalizando a nivel ciudad, vecindario, región. Relocalizar ciertos componentes de la economía. Y crear cooperativas de créditos: no recurrir siempre a los bancos donde se cae por necesidad.

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Viva el mercado libre

Analisis de la declaración final del G20 en Seúl
Viva el mercado libre

Attac France

Traducción Susana Merino
La guerra de las monedas arrecia y amenaza con degenerar en una crisis financiera y geopolítica. China protege sus gigantescos excedentes comerciales manteniendo una moneda subvaluada. Los EEUU emiten 600 mil millones de dólares para devaluar su divisa. Alemania ahoga la zona euro con su agresiva exportación basada en el dumping social. ¿Qué es lo que propone el G20 para disipar las nubes que se divisan en el horizonte? 
 
Palabras vacías  sobre “la recuperación del crecimiento” y “la economía post crisis”, Un “proceso de evaluación mutua” para definir “indicadores”  que permitirían “identificar los desequilibrios” comerciales y financieros. sin prever ningún mecanismo para corregirlos. El G20 no compromete ninguna acción contra la hegemonía financiera: nada sobre un impuesto a las transacciones financieras que tendría un efecto directo sobre la especulación. Ningún esfuerzo para evitar la evasión fiscal, ninguna propuesta para diferenciar las actividades relacionadas con los depósitos bancarios de las desarrolladas solo con propósitos especulativos, lo que sería la mejor solución para los bancos “ too big too fail”
 
Pero lo que más llama la atención es la preocupante determinación del G20 de encaminarse  hacia “un sistema monetario internacional en el que las tasas de cambio sean determinadas por el mercado”

Mientras que no ha sido tomada ninguna medida para limitar la especulación en los mercados de cambios que equivale a 3 mil millones de dólares diarios; mientras que esta especulación provoca incesantes movimientos de yo-yo entre las divisas, sin ninguna relación con las bases de las economías nacionales; mientras Grecia y Portugal y actualmente también Irlanda, se hallan a la cabeza de una especulación desenfrenada que amenaza a término la existencia misma del euro, esta reafirmación del fundamentalismo del mercado confirma la incapacidad del G20 de aprender lecciones del hundimiento financiero de 2008 y vuelve posible una nueva crisis en el corto plazo. 

La reforma del sistema monetario internacional es más que indispensable. Pero no puede consistir en dejar libradas cada vez más las monedas al capricho de las finanzas. Por el contrario es necesario poner un impuesto y reglamentar drásticamente y de inmediato la especulación con las divisas, pero también sobre las materias primas, las deudas soberanas… Es también necesario en el corto plazo reemplazar el dólar por una moneda mundial común, instrumento de reducción coordinada de los desequilibrios comerciales: los países excedentarios deberán re-evaluar su divisa con relación a la moneda mundial y los países deficitarios devaluar la suya.

La conclusión de Seúl, que Nicolás Sarkozy a endosado sin abrir la boca, reduce desde ahora a la nada sus fanfarronadas sobre la reforma del sistema monetario internacional. Se trataba sin embargo de la mayor ambición de su presidencia del G20 que comienza ahora.

Los movimientos sociales de Francia, junto a los movimientos sociales de todo el mundo, toman el relevo de la resistencia a G20 y no dejarán de encabezar la respuesta popular contra la ineficiencia y la ilegitimidad del G20, absolutamente incapaz de enfrentar  a la dictadura financiera.

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