Mientras se escribe este post, la manifestación aún continúa. 10 mil personas claman por sus derechos en el corazón de Miraflores y nos regalan la postal de la noche:
Desde la mañana pasaban las horas y la segunda parte de la marcha contra la promulgada Ley Pulpín (The Pulpines Strike Back) era inminente, el gobierno empezó a moverse incómodamente en su asiento.
Si la tarde estuvo movida, la noche fue un terremoto.
Las calles se desbordan
Si en la primera marcha los medios anunciaban que ‘centenares’ de personas reclamaban por sus derechos, esta vez la magnitud de la movilización no pudo ser desestimada.
Fueron dos los puntos de concentración: la Plaza San Martín y el Campo de Marte)
Luego todos enrumbaron por la Arequipa camino a Miraflores.
Pero claro, primero una parada histórica frente a la CONFIEP, como para dejar en claro que sabemos quién está detrás de todo esto:
Los manifestantes gritaban “hay oro, hay cobre, y el pueblo sigue pobre” en la puerta de la CONFIEP:
Y luego frente al Partido Nacionalista:
Si bien la marcha se desarrollaba con total calma, un grupo de manifestantes atacó a un periodista bañándolo con pintura:
Así terminó el reportero de ATV:
Y un grupo entró a la Vía Expresa:
Mientras tanto, un contingente policial hace guardia en el Parque Kennedy:
Y en Trujillo las voces también se hicieron escuchar:
Arequipa tampoco se quedó atrás:
Y la patinada de la noche se la lleva el congresista fujimorista Carlos Tubino con este tweet:
Toma nota, acá hay uno que ya no queremos en el Congreso.
Los requisitos para protestar
El ministro del Interior no tiene ningún problema con que defiendas tus derechos. Pero como eso de salir a marchar por las calles es para tirapiedras, decidió establecer una serie de reglas que todos los asistentes deben seguir. La lista completa de restricciones la puedes encontrar en esta nota de El Comercio.
No sabemos quién de los dos fue el que lo entendió todo mal, si el presidente Humala o el ministro Urresti. Lo cierto es que no es tan complicado hacer este ejercicio lógico:
- Si no quieres que haya gente con la cara tapada, no les tires gases
- Si no quieres que haya gente con mochila, hay que recordarte que la ciudad es un espacio público y no hay limitaciones para transitarla pacíficamente
- En esa misma línea, eso de que la gente debe llevar DNI para asegurarse que no hay infiltrados no tiene sentido porque no existe ningún documento emitido en este país donde se haya censado a los “infiltrados” (a menos que los policías estén llevando su base de datos
Quizás por eso Ana Jara se vio en la necesidad de desautorizar al ministro por Twitter
Qué roche
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