Hamas los espera en cada esquina
Un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla. Pocas situaciones como la que se vive hoy en Gaza se acomodan tan bien a esta frase. El gobierno de Israel parece estar haciendo una “limpieza” en la zona palestina, ante el rechazo mundial por su accionar. Quizá hoy, los líderes judíos se han olvidado de lo que les tocó vivir durante el Holocausto nazi. Más de medio millar de muertos son testigos silenciosos de la masacre en el Medio Oriente.
El ataque de Israel a la zona palestina de la Franja de Gaza ha dejado ayer 28 muertos más, 13 de ellos niños. Los ataques a mezquitas (templos religiosos musulmanes) bajo el pretexto de que en ese lugar se escondían cohetes parece ser la gota que derramó el vaso. Si bien la milicia de Hamas ha respondido a los bombardeos también con fuego sobre objetivos israelíes, la magnitud en comparación es astronómica. Ahora han advertido que Hamas recibirá a los soldados de Israel, en cada calle y en cada esquina, con “fuego y hierro”.
La verdadera lucha
“Hemos preparado miles de bravos combatientes que los esperan en cada esquina y en cada calle, dispuestos a luchar contra el ejército de Israel en toda la Franja de Gaza, que los recibirán con fuego y hierro”, aseguró Abu Obeida, portavoz de las brigadas de Ezedine al Qasam a la cadena de televisión de Hamas, Al Aksa.
Otro grupo palestino, que se mantiene dentro del accionar radical, la “Jihad Islámica”, se pronunció sobre el demencial ataque de Israel para señalar que “la verdadera lucha aún no ha comenzado”, dando una advertencia de lo que sucedería si las tropas judías ingresan a suelo palestino.
“Miles de combatientes están en las calles y callejuelas listos para atacar y vencer a las fuerzas enemigas”, declaró un portavoz de Saraja al Quds, brazo militar de la Jihad. “La verdadera lucha va a empezar cuando los soldados israelíes entren en las ciudades”, agregó.
Mientras Hamas se alista para el enfrentamiento en las calles del territorio hoy dividido por el bombardeo que ha desatado la “Operación Plomo”, el gobierno de Israel hizo un llamado a sus ciudadanos que aún permanecen en la zona en conflicto para que abandonen sus hogares, ante la posibilidad de nuevos ataques, mensaje que para el resto del mundo significa una advertencia a los palestinos de que en breve se iniciaría una incursión militar judía con infantería y tanques.
Los portavoces israelíes han señalado además que han logrado detener a docenas de mi-litantes de Hamas, y que éstos serán interrogados luego de ser trasladados a Israel, a fin de obtener información sobre la posible existencia de escondites para armamento y de los puntos donde los demás milicianos estarían ocultos.
Caiga quien caiga
Al parecer, la escalada judía no conoce límites. No sólo el ataque a objetivos civiles (escuelas, hospitales, puentes, etc.) y la muerte de niños son puntos que han despertado el repudio generalizado del resto de países. Un grupo de activistas de derechos humanos informó que las fuerzas israelíes asesinaron a cinco médicos palestinos.
Los activistas narraron que a uno le dispararon en la locali-dad de Jabalia, a otro en Sheikh Ejleen. Y los otros tres fueron asesinados cuando un misil cayó directamente sobre una ambulancia.
“Israel dice que no está ocurriendo una crisis humanitaria porque no nos consideran humanos”, afirmó Natalie Abu Shakra, libanesa del Movimiento Internacional de Solidaridad.
Estas personas recuerdan que Israel ha venido violando paulatinamente normas fundamentales de distintos convenios internacionales al atacar a personal médico.
No es una guerra, es una matanza
No es una guerra, no hay ejércitos enfrentados. Es una matanza.
No es una represalia, no son los cohetes artesanales que han vuelto a caer sobre territorio israelí sino la proximidad de la campaña electoral lo que desencadena el ataque.
No es la respuesta al fin de la tregua, porque durante el tiempo en el que la tregua estuvo vigente el ejército israelí ha endurecido aún más el bloqueo sobre Gaza y no ha cesado de realizar mortíferas operaciones con la cínica justificación de que su objetivo eran miembros de Hamas. ¿Acaso ser miembro de Hamas despoja de condición humana al cuerpo desmembrado por el impacto del misil y al supuesto asesinato selectivo de su condición de asesinato sin más?
No es un estallido de violencia. Es una ofensiva planificada y anunciada hace tiempo por la potencia ocupante. Un paso más en la estrategia de aniquilación de la voluntad de resistencia de la población palestina sometida al infierno cotidiano de la ocupación en Cisjordania y en Gaza a un asedio por hambre cuyo último episodio es la carnicería.
No es un fracaso de la diplomacia internacional. Es una prueba más de complicidad con el ocupante. Y no se trata sólo de Estados Unidos que no es referencia moral ni política sino parte, la parte israelí, en el conflicto; se trata de Europa, de la decepcionante debilidad, ambigüedad, hipocresía, de la diplomacia europea.
Lo más escandaloso de lo que está pasando en Gaza es que puede pasar sin que pase nada. La impunidad de Israel no se cuestiona. La violación continuada de la legalidad internacional, los términos de la Convención de Ginebra y las mínimas normas de humanidad, no tienen consecuencias. Y qué obscenas resultan las frases de algunos políticos repartiendo responsabilidades a partes iguales entre el ocupante y el ocupado, entre el que asedia y el asediado, entre el verdugo y la víctima. Qué indecente la pretendida equidistancia que equipara al oprimido con su opresor. El lenguaje no es inocente. Las palabras no matan pero ayudan a justificar el crimen. Y a perpetuarlo.
En Gaza se está perpetrando un crimen. Lleva tiempo perpetrándose ante los ojos del mundo. Y nadie podrá decir, como en otro tiempo se dijo en Europa, que no sabíamos.
*Teresa Aranguren, Pedro Martínez Montávez, Rosa Regás, José Saramago, Pilar del Río, Carmen Ruiz Bravo, Belén Gopegui, Constantino Bértolo, Santiago Alba Rico, siguen firmas.
Omar Olivares
Redacción : DIARIO LA PRIMERA
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