Para tener Presente
"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas
¿REFORMA EDUCATIVA?
¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.
Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?
ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza
27 mayo 2013
25 mayo 2013
Viejas y nuevas prácticas de la metodología represiva
No es un misterio que el Estado
despliega una serie de mecanismos represivos y de control social para mantener
el establishment. Una de sus formas es la Inteligencia, aspecto que en guerras
y conflictos modernos se vuelve clave para adelantarse a los movimientos y
planes del enemigo. Recopilan información y la evalúan. Sistematizan las
fuerzas y clasifican a los eventuales sujetos y/o grupos peligrosos, violando
“su” misma legalidad burguesa, derechos civiles y garantías individuales, del
mero seguimiento o monitoreo se llega al amedrentamiento. La Inteligencia
policial y militar trabaja 24 horas al día para garantizar la “democracia” que
“tanto les costó recuperar” en nuestro país, condición para que entre otras cosas, estas
tierras siga siendo fecunda para la inversión transnacional y la explotación
humana y de nuestros recursos naturales. Basados en el precepto del monopolio
de la violencia y del estado de derecho, el Estado a través de sus fuerzas vela
por contener la movilización social, ya que desde un paradigma neofascista se
observa como peligroso no sólo por las implicancias económicas, sino porque
revelaría las fisuras del ‘espíritu’ nacional, develando las diferencias de
clases y sus contradicciones. Esto último se derrumba como un castillo de arena
ya que la mera existencia de estas “fuerzas de Inteligencia” ratifica que el
Estado y su publicitario imaginario que repite desde el presidente hacia abajo,
que todos somos ciuddanos, como una
gran comunidad de “hermanos” y que resolvemos nuestras diferencias de manera
pacífica y democrática es una falacia. Ellos saben que esto es una guerra. ¿La
sociedad civil se percatará de esta guerra soterrada, donde ya existen muertos,
heridos torturados, infiltración, delación, ataque, defensa y repliegue?
Actualmente se está configurando un nuevo escenario represivo, donde si bien se
continúan con algunos rasgos de la metodología represiva del siglo XX, observamos
nuevas prácticas que violan derechos y evidencia la desesperación del Estado
por la progresiva y firme movilización social.
La contrainsurgencia mutara de las
antiguas golpizas a los viejos dirigentes sindicales en los años 20’ y 30’, propinadas
por matones a sueldo de los patrones, a una muy bien elaborada Doctrina de
Seguridad Nacional y al terrorismo de Estado, muy conocido en América Latina,
materializada por las fuerzas armadas, a sueldo eso sí, de naciones enteras. El
comunismo, en ese contexto, se visualizaba como desintegrador de los Estados
nacionales, por tanto todo individuo que adscribiera al marxismo, o fuera
cercano a las ideas de izquierda era visto como un enemigo interno, un traidor,
un antipatriota, un subversivo, por tanto, no era ni patriota, ni peruano, era
comunista, negándoles inclusive su humanidad, lo que a su vez permitía
justificar y extremar los mecanismos represivos, violando derechos humanos
recientemente establecidos en la comunidad internacional.
Recogiendo información de las
experiencias del imperialismo francés que tuvo que retirarse de la indochina y
de Argelia, y su posicionamiento geopolítico de “Defensa Hemisférica” frente a
la amenaza del “marxismo internacional”, Estados Unidos le dio cuerpo metodológico
a la represión y lo institucionalizó. Surgiendo incluso una escuela, la Escuela de las Américas, situada primero
en Panamá y actualmente en Estados Unidos, fue un lugar donde la oficialidad de
las fuerzas armadas del continente realizaba cursos donde se adiestraba a los
militares en tareas represivas, como la tortura, infiltración y asesinato.
Desde los 60’, con un cuerpo
teórico, con experiencias previas, una escuela y los ejecutores entrenados, una
trama de sangre y fuego teñirá de rojo nuestra región, con un final trágico y
archirreconocido: Terrorismo de Estado y Genocidio.
¿Cuál es el nuevo escenario? ¿Cuál
es la nueva metodología? En la actualidad ya no existen los importantes
aparatos o estructuras político-militares de Izquierda, esos cuadros
profesionales entrenados en algún país del bloque socialista y que se foguearon
en Centroamérica, es una imagen del pasado, un mito heroico que algunos miran
por el retrovisor de la historia y señalan que “todo tiempo pasado fue mejor”.
La Izquierda atomizada y fragmentada se enfrenta a un contexto particular de
reactivación de algunos movimientos sociales, donde quizás en el más
significativo, el movimiento sindical de los maestros , en que poco y nada ha influido la
Izquierda de manera directa. Ante la debilidad se apuesta desde algunos sectores
a la movilización de masas; copando espacios públicos, paros y tomas, con
ocasionales enfrentamientos con la policia nacional ; son los focos de violencia
política más comunes. Los manifestantes dirigen su accionar hacia la estética
de la ciudad burguesa, los símbolos de poder económico y contra las fuerzas
especiales.
La represión masiva básicamente tiende
a ser de la siguiente manera: Limitar el avance de las marchas por las avenidas
principales, alejarlas de los edificios estatales y de los barrios
residenciales acomodados. Su mera presencia con todo el poder de fuego que eso
implica tiende a provocar, a intimidar, antes que disuadir. Mantienen una
distancia cercana, carros policiales, lanza aguas, lanza gases, fuerzas
especiales cada vez con mayores implementos técnicos pretenden intimidar y
provocar. Repetimos, una acción disuasiva enfocada a los grupos que
violentamente actúan está lejos de la realidad, los disparos con balines de
pintura o acero, el chorro del carro del guanaco
y el gaseo del zorrillo pueden ser
muchas cosas, pero focalizados en su accionar no lo son. Piedras y botellas no
se comparan con toda la caballería blindada y el poder represivo a cargo de las
fuerzas especiales, en suma, es totalmente desproporcionado. Más que de
defensa, pareciera de ataque. Casi las mismas formas represivas del pasado
revestidas de modernidad.
El marco donde se desarrolla esta
batalla desigual tiende a ser llevada en campos abiertos, en el centro
capitalino. Grandes avenidas y parques, donde la visión de las fuerzas
represivas es mayor, y donde el choque militarizado, al estilo hoplita tiene
mayor eficacia. Y si a eso le agregamos el carácter panóptico que está tomando
el centro de la capital, donde estamos rodeados de cámaras de seguridad, con
vigías en las alturas de los edificios que informan al comando central donde
dirigir o replegar las fuerzas, el panorama es bastante poco auspicioso. En las
encerronas fácilmente capturan a una gran cantidad de manifestantes, muchos de
los cuales se ven envueltos fortuitamente en ese escenario quijotesco y
terminan siendo subidos al bus policial, más conocido como ‘carnicero’, golpeados,
manoseados y gaseados a poca distancia.
Reglón aparte es la labor de la
Inteligencia, que no sólo graba y fotografía a los manifestantes sin criterio,
todos por igual terminan en los archivos policiales. Inserta miembros en las
marchas, en asambleas y como hace poco nos enteramos con estupor en colectivos
de fotógrafos. Miles de fojas policiales con fotografías tienen un denominador
común, todos son sospechosos de ser el enemigo. Buscando generar desconfianza y
desazón en diferentes espacios, y por sobre todo miedo. ¿Quién podría poner en
duda que esa primera piedra no la lanzó un infiltrado para justificar la
represión masiva?
En lo
individual, ¿A quién se reprime? Aquí nos encontramos con una particularidad de
estos tiempos, los muertos de nuestra democracia y los torturados no son los
grandes dirigentes del pasado. Son anónimos para la política nacional. Si vemos
uno de los casos más grotescos de esta última huelga donde maestros que se moviliza
decididamente por la demanda de ‘Educación Gratuita’, que no pertenece a
partidos políticos y que para las formas anquilosadas no es nadie importante,
pero en el nuevo escenario de reconfiguración, él es representativo de los
miles que salimos a las calles. Somos los mismos que estamos en esa primera
fila, de esa lucha desigual frente a un enemigo superior. Somos los que no tienemos
nada que perder, porque nuestro futuro depende de nuestra estabilidad laboral que hoy nos arrebatan prepotentemente.
Creo que es necesario hacer pública
y denunciar esta situación, el peligro que los cadáveres se comiencen a apilar
en las veredas como en comienzos de los 90’ no es una exageración.
Secuestrar a un menor de edad, torturarlo,
amenazarlo de muerte y obligarlo a abrir su Facebook para que señale a sus contactos
y compañeros es grave e impresentable. El método del SIN, que casualmente
rima con DINI, no está lejos de la ficción. Si antes en dictadura sacaban a los
prisioneros horas en automóvil para que delataran a sus compañeros, ahora lo
hacen adecuándose al mundo contemporáneo, donde como sabemos, las redes
sociales juegan un papel fundamental para convocar y aglutinar a los
manifestantes. Pareciera que la Inteligencia estuviese desesperada, que no
logra comprender que los maestros no tienen una estructura jerárquica, vertical,
que no es el centralismo democrático que prima en las relaciones orgánicas y
políticos, encolerizados no pueden entender que las lógicas de esta generación
es distinta. Mientras se esmeran en configurar asociaciones ilícitas,
organigramas, la movilización basada en la lateralidad política y la
horizontalidad orgánica, en diáspora por el territorio continúa brotando como
un germen.
A la movilización social
difícilmente la podrán detener estos nefastos mecanismos represivos, obsoletos
y bestiales. Generaran lo contrario, fortalecerá la convicción, se ampliará el respaldo
y posiblemente imprima mayor radicalidad. los sute bases de los maestros de la regiones, cada vez son más difíciles de amedrentar, ganan apoyo
y muchas de las articulaciones existentes comienzan solidarizando luego de una
arremetida represiva. Para que todo esto pare no sólo tendrán que apresar a los
dirigentes o voceros, tendrán que meternos a todos en las mazmorras. Estas
nuevas y viejas prácticas no develan nuestro miedo, sino el de ellos, los
poderosos, que no pueden comprender que somos la generación que lo perdió y que
vamos por todo.
24 mayo 2013
MODELO DE DENUNCIA PENAL CONTRA AQUELLOS DIRECTORES QUE SE QUIEREN ENVALENTONAR CONTRA LOS MAESTROS QUE EXIJEN LA INAPLICACION DE LA LEY 29944 DE REFORMA MAGISTERIAL
LLENAR LOS DATOS QUE CORRESPONDE LUEGO HACERLO FIRMAR CON
ABOGADO, ADJUNTAR LOS ANEXOS O MEDIOS PROBATORIOS EN COPIAS SIMPLES Y
PRESENTARLO A LA FISCALIA RESPECTIVA EN ORIGINAL Y DOS COPIAS, DE LAS CUALES
UNA COPIA ES PARA EL CARGO.
Sumilla: Interpongo denuncia penal
SEÑOR FISCAL PROVINCIAL PENAL DE TURNO DE…………………..
………………………………………………………………..,
identificada con DNI Nº ..........................., con domicilio real ……………………………………………………………… y
con domicilio legal en ………………………………………………….., a usted con respeto digo:
Que formulo DENUNCIA PENAL contra don…………………………………………………………………………….. en su
condición de Director de la Unidad de Gestión Educativa Local , a quien se le
deberá notificar en su domicilio real sito en …………………………………………………………………. por
haber incurrido en el delito contra la Administración Pública - ABUSO DE AUTORIDAD en actos preparatorios,
el cual se encuentra tipificado en el Art. 376º de nuestro Código Penal,
denuncia que sustento en los siguientes fundamentos de hecho y derecho que paso
a exponer:
Primero.- Que, con fecha…………………………. he interpuesto ante el Juzgado
Constitucional el proceso de amparo POR
INAPLICACION DE LA LEY Nº 29944 Ley de Reforma Magisterial, ingresando con
expediente Nº…………………….., por cuanto la cuestionada Ley lesiona mis derechos cambiando automática y perjudicialmente mi régimen laboral de estabilidad de la Ley
24029 Ley del Profesorado por otro de contrato temporal, Confisca mi derecho
patrimonial por remuneraciones ganadas mediante su derogatoria inmediata desde
la vigencia de la impugnada, efectiviza discriminación de Lesa Humanidad
prevista en el artículo 323º del Código Penal mediante el cese en la función
docente para aquellos procesados sin
sentencia o aquellos sentenciados que hubieran cumplido sus sentencias
penales y el plazo de inhabilitación por razones de persecución política y
perjudica mi derecho al nivel magisterial ganado en nuestro régimen
escalafonario por una escala menor en el nuevo escalafón, siendo discriminados
sin fundamento frente a los docentes de la Ley Nº 29062.
Segundo.- Que, con
solicitud escrita y amparado en
nuestra Constitución Política he puesto de conocimiento a la Autoridad de mi
sector, sobre la presentación del proceso de amparo por inaplicación de la Ley
29944 Ley de Reforma magisterial, para que se sirva tener presente que segun el inciso 2 del Art. 139ª de la Constitución, ninguna
Autoridad ni organismo puede avocarse a causas pendientes ni interferir en el
Ejercicio de sus funciones, tampoco puede cortar procedimientos en trámite
hasta que exista sentencia consentida y firme en ultima instancia en la vía
nacional y supranacional.
Tercero.- Sin embargo, el Denunciado, lejos de mantener independencia
y preservar lo ordenado por nuestra Constitución sobre la no interferencia
de causas pendientes de trámite, me ha
cursado el Oficio Nº …………………………………………………..su fecha ………………………, por el cual
determina la aplicación de la Ley de Reforma Magisterial, basándose en un
supuesto de no existencia de disposición sobre postergación de aplicación en la
misma Ley, descartando olímpicamente mi derecho constitucional, ignorando la diferencia entre vigencia con
inaplicación.
Cuarto.- Señor Fiscal, el funcionario denunciado al intervenir
directamente sobre la aplicación de la ley sin tomar en cuenta que existe el
proceso por inaplicación, incurre en delito contra la Administración Pública - ABUSO DE AUTORIDAD en actos preparatorios,
el cual se encuentra tipificado en el Art. 376º de nuestro Código Penal
lesionando el Inc.) 2 del Art. 139ª de la Constitución sobre independencia de
la función jurisdiccional.
Adjunto como medios de prueba lo siguiente:
a. Copia simple de la solicitud presentada al UGEL ( la que comunica que el caso se ha judicializado via accion de amparo)
b. Copia simple de Oficio Nº (de invitacion de cese recibido de la ugel)
c. Copia simple de mi DNI
POR LO EXPUESTO:
Señor Fiscal Provincial, previos los trámites de Ley,
solicito se sirva formalizar denuncia penal al denunciado.
……………….., de Mayo de 2013.
………………………………….
Etiquetas:
denuncia penal contra directores de ugel
23 mayo 2013
Utilidad de la huelga
Cuantas veces se
convoca una huelga general una de las cuestiones más debatidas –en los
medios, las empresas, en la calle– suele ser la de su utilidad.
¿Realmente conseguirá esta huelga que los gobiernos se retracten de las
medidas contra las que se convoca? En un momento de crisis ¿convocar un
paro no es hacer un favor a las empresas en situación de producción
restringida? ¿Qué visibilización va a lograr la convocatoria si, en
algunos sectores, los servicios mínimos pueden llegar a ser del 90%? ¿No
va a recibir la rutinaria respuesta de los medios, dominados por el
capital o por los gobiernos, minimizando el impacto de la protesta?
Todos estos interrogantes están ahí y no se hacen siempre desde la mala
fe. Forman también parte de la reflexión de quienes se sienten
totalmente comprometidos con esa forma de protesta y con la lucha social
y sindical en general.
Tengo la suerte de poder debatir a menudo sobre esta cuestión con los militantes sindicales que hacen suya una de las tareas más difíciles y más meritoria de la lucha social, política y sindical: convocar las asambleas en sus centros de trabajo, preparar los argumentos, intervenir en público a pesar de sus sentidas limitaciones –no siempre ciertas-, empeñarse en mover la razón y sobre todo el corazón de sus compañeros y compañeras, tragar saliva en muchos recuentos de votos, comprometer a la gente a las movilizaciones… Debatir con ellos y ellas es un ejercicio exigente, porque sus dudas, interrogantes, percepciones, convicciones están fraguadas en una praxis comprometida. Y estas son algunas de las conclusiones a las que he llegado.
Creo que quienes se comprometen con el éxito de una huelga general saben que la realidad no cambia de un día para otro, que difícilmente un gobierno dará su brazo a torcer, más en los tiempos que corren, con la lucha de un solo día. Faltaría más. Pero consideran, sin embargo, que un día de huelga es un hito fundamental en unas luchas que son, necesariamente, a largo plazo. La huelga, sumada al resto de acciones de protesta y reivindicación van configurando una identidad colectiva, un “nosotros” frente a un “ellos”, sin el cual no podrá darse un escenario distinto al presente. Ven la huelga, por lo tanto, dentro de un proceso, y no como un ultimátum, un órdago o una traca final. Esos procesos lo alimentan, además, quienes tienen la plena conciencia de que todos nuestros logros han venido, a lo largo de la historia, como fruto de la movilización, del conflicto y de las huelgas.
Quienes se comprometen con la huelga general no hacen un cálculo coste-beneficio a corto plazo. Claro que un día de huelga puede ser costoso para quien tiene un salario de miseria; o que el sindicato puede estar llamándome a la huelga para protestar por algo que a mí quizá no me afecta directamente. Sin embargo, el cálculo del huelguista es totalmente otro: parte de la convicción profunda de que a nadie le puede ir, bien ahora o en el futuro, cuando muchos y muchas son empobrecidos. Por eso, quienes se comprometen con la huelga general, haciéndolo, se declaran competentes en política, y se consideran –lo son– tan legitimados como cualquier presunto experto para definir lo que conviene al conjunto de la sociedad. Y se sienten legitimados además en el aspecto más nuclear de esa legitimación: ya que en su alternativa de sociedad hay sitio para todos, que aquí no sobra nadie, ni nadie debe irse… que su alternativa es la única humanamente deseable. Con la huelga general los huelguistas toman las riendas de la política para decir claro y alto que si es cierto lo que los “otros” dicen – que “no hay alternativa”- entonces no tienen sentido ni los cambios de gobierno, ni los partidos, ni la propia democracia. El coste a pagar, en cualquier caso, es menor que el beneficio al que se aspira: una sociedad, más justa y democrática.
Quienes se comprometen con la huelga general no se miran a sí mismos, o no sólo a sí mismos. Durante siglos la solidaridad con otros a nivel nacional e incluso internacional ha sido el desencadenante de muchas huelgas. Con la huelga general, acompañamos y damos oxígeno a todos y todas las que luchan por su dignidad cada día en cada centro de trabajo y en la sociedad. Son multitud los conflictos y las huelgas hoy abiertas en nuestro país, tanto en empresas como en sectores. Y quienes hacen huelga conocen bien el miedo, la incertidumbre, la fatiga, el violentamiento incluso que supone mantenerse en la lucha cada mañana. La huelga general es, en ese contexto, un mensaje contundente: “vosotros y vosotras que lucháis cada día tenéis razón y sois lo mejor de esta sociedad”. La huelga general apela así al miedo de muchos a las futuras represalias de sus empleadores. La huelga general construye el marco en el que los silenciados, los amedrentados del mundo del trabajo, pueden protestar por su situación de subordinación, dependencia y explotación. Es el día, también por ello, en el que los que tienen empleo gritan que no habrá paz en las empresas hasta que todos y todas lo tengan igualmente, hasta asegurar su sustento y el de los suyos.
Quienes se comprometen con la huelga general ponen la situación de las clases populares en el centro de la vida social. “Secuestran” por un día el poder de los medios de comunicación para construir el imaginario social, y gritan que lo más grave debe ser lo prioritario, que el empleo digno para todos y todas, y no la banca, debe estar en el centro del debate social este día y todos los días en adelante. Con la huelga general señalan las alternativas posibles, aquí y ahora, para una sociedad más justa, un trabajo más digno y un reparto más equitativo de la riqueza.
Quienes se comprometen con la huelga general, generando un “nosotros” apuntan también a un ellos, a los responsables de esta situación. Recuerdan al mundo que lo que nos pasa no es una fatalidad. Que las cosas pueden y deben ser de otra manera. Que lo nuestro no es sólo la otra sociedad posible, sino la única necesaria y deseable.
Creo también que quienes se comprometen con la huelga general, hoy, aquí, en 2013, hacen un ejercicio de desobediencia. Es bien cierto que la huelga sigue recogida en los ordenamientos jurídicos occidentales como libertad consustancial al derecho a la negociación colectiva. Eso explica que se la considere como un repertorio de acción convencional. Pero es igualmente cierto que esa libertad es sólo una formalidad cuando la inmensa mayoría de la clase trabajadora se debate entre el paro, la precariedad y la amenaza de despido cada día más fácil y barato. Hacer huelga hoy –sin demérito de quienes nos precedieron– no supone lo mismo que hacerla hace treinta años. Creo que ya no cabe hablar de la huelga como una forma de lucha convencional. Mucho me temo además, que esa libertad puede verse seriamente atacada en el contexto de esta crisis.
Quienes hacen suya la huelga general, se comprometen con un ejercicio de politización-concienciación difícilmente comparable. Como decía al principio, convocar la huelga es argumentar, formar, intervenir, convencer, movilizar … Los sindicalistas del SUTEP, junto al resto de sindicatos y movimientos sociales, están convocados a culminar con éxito sus asambleas durante las próximas semanas, para mover las piernas y los corazones de sus compañeros y compañeras. No conozco una experiencia de formación político-social más intensiva, más potente, y más atacada desde todos los resortes del poder. ¡Viva la Huelga General Indefinida!
Tengo la suerte de poder debatir a menudo sobre esta cuestión con los militantes sindicales que hacen suya una de las tareas más difíciles y más meritoria de la lucha social, política y sindical: convocar las asambleas en sus centros de trabajo, preparar los argumentos, intervenir en público a pesar de sus sentidas limitaciones –no siempre ciertas-, empeñarse en mover la razón y sobre todo el corazón de sus compañeros y compañeras, tragar saliva en muchos recuentos de votos, comprometer a la gente a las movilizaciones… Debatir con ellos y ellas es un ejercicio exigente, porque sus dudas, interrogantes, percepciones, convicciones están fraguadas en una praxis comprometida. Y estas son algunas de las conclusiones a las que he llegado.
Creo que quienes se comprometen con el éxito de una huelga general saben que la realidad no cambia de un día para otro, que difícilmente un gobierno dará su brazo a torcer, más en los tiempos que corren, con la lucha de un solo día. Faltaría más. Pero consideran, sin embargo, que un día de huelga es un hito fundamental en unas luchas que son, necesariamente, a largo plazo. La huelga, sumada al resto de acciones de protesta y reivindicación van configurando una identidad colectiva, un “nosotros” frente a un “ellos”, sin el cual no podrá darse un escenario distinto al presente. Ven la huelga, por lo tanto, dentro de un proceso, y no como un ultimátum, un órdago o una traca final. Esos procesos lo alimentan, además, quienes tienen la plena conciencia de que todos nuestros logros han venido, a lo largo de la historia, como fruto de la movilización, del conflicto y de las huelgas.
Quienes se comprometen con la huelga general no hacen un cálculo coste-beneficio a corto plazo. Claro que un día de huelga puede ser costoso para quien tiene un salario de miseria; o que el sindicato puede estar llamándome a la huelga para protestar por algo que a mí quizá no me afecta directamente. Sin embargo, el cálculo del huelguista es totalmente otro: parte de la convicción profunda de que a nadie le puede ir, bien ahora o en el futuro, cuando muchos y muchas son empobrecidos. Por eso, quienes se comprometen con la huelga general, haciéndolo, se declaran competentes en política, y se consideran –lo son– tan legitimados como cualquier presunto experto para definir lo que conviene al conjunto de la sociedad. Y se sienten legitimados además en el aspecto más nuclear de esa legitimación: ya que en su alternativa de sociedad hay sitio para todos, que aquí no sobra nadie, ni nadie debe irse… que su alternativa es la única humanamente deseable. Con la huelga general los huelguistas toman las riendas de la política para decir claro y alto que si es cierto lo que los “otros” dicen – que “no hay alternativa”- entonces no tienen sentido ni los cambios de gobierno, ni los partidos, ni la propia democracia. El coste a pagar, en cualquier caso, es menor que el beneficio al que se aspira: una sociedad, más justa y democrática.
Quienes se comprometen con la huelga general no se miran a sí mismos, o no sólo a sí mismos. Durante siglos la solidaridad con otros a nivel nacional e incluso internacional ha sido el desencadenante de muchas huelgas. Con la huelga general, acompañamos y damos oxígeno a todos y todas las que luchan por su dignidad cada día en cada centro de trabajo y en la sociedad. Son multitud los conflictos y las huelgas hoy abiertas en nuestro país, tanto en empresas como en sectores. Y quienes hacen huelga conocen bien el miedo, la incertidumbre, la fatiga, el violentamiento incluso que supone mantenerse en la lucha cada mañana. La huelga general es, en ese contexto, un mensaje contundente: “vosotros y vosotras que lucháis cada día tenéis razón y sois lo mejor de esta sociedad”. La huelga general apela así al miedo de muchos a las futuras represalias de sus empleadores. La huelga general construye el marco en el que los silenciados, los amedrentados del mundo del trabajo, pueden protestar por su situación de subordinación, dependencia y explotación. Es el día, también por ello, en el que los que tienen empleo gritan que no habrá paz en las empresas hasta que todos y todas lo tengan igualmente, hasta asegurar su sustento y el de los suyos.
Quienes se comprometen con la huelga general ponen la situación de las clases populares en el centro de la vida social. “Secuestran” por un día el poder de los medios de comunicación para construir el imaginario social, y gritan que lo más grave debe ser lo prioritario, que el empleo digno para todos y todas, y no la banca, debe estar en el centro del debate social este día y todos los días en adelante. Con la huelga general señalan las alternativas posibles, aquí y ahora, para una sociedad más justa, un trabajo más digno y un reparto más equitativo de la riqueza.
Quienes se comprometen con la huelga general, generando un “nosotros” apuntan también a un ellos, a los responsables de esta situación. Recuerdan al mundo que lo que nos pasa no es una fatalidad. Que las cosas pueden y deben ser de otra manera. Que lo nuestro no es sólo la otra sociedad posible, sino la única necesaria y deseable.
Creo también que quienes se comprometen con la huelga general, hoy, aquí, en 2013, hacen un ejercicio de desobediencia. Es bien cierto que la huelga sigue recogida en los ordenamientos jurídicos occidentales como libertad consustancial al derecho a la negociación colectiva. Eso explica que se la considere como un repertorio de acción convencional. Pero es igualmente cierto que esa libertad es sólo una formalidad cuando la inmensa mayoría de la clase trabajadora se debate entre el paro, la precariedad y la amenaza de despido cada día más fácil y barato. Hacer huelga hoy –sin demérito de quienes nos precedieron– no supone lo mismo que hacerla hace treinta años. Creo que ya no cabe hablar de la huelga como una forma de lucha convencional. Mucho me temo además, que esa libertad puede verse seriamente atacada en el contexto de esta crisis.
Quienes hacen suya la huelga general, se comprometen con un ejercicio de politización-concienciación difícilmente comparable. Como decía al principio, convocar la huelga es argumentar, formar, intervenir, convencer, movilizar … Los sindicalistas del SUTEP, junto al resto de sindicatos y movimientos sociales, están convocados a culminar con éxito sus asambleas durante las próximas semanas, para mover las piernas y los corazones de sus compañeros y compañeras. No conozco una experiencia de formación político-social más intensiva, más potente, y más atacada desde todos los resortes del poder. ¡Viva la Huelga General Indefinida!
19 mayo 2013
Grupo armado legal en Tabasco exigiendo: buen gobierno, no corrupción y no Zetas
En nuestro pais, la cosa no es diferente, el estado esta lleno de corruptos, delincuentes que se llevan a montones la plata del pueblo, aqui algunos ejemplos:
- Dicen ganar 1,200 nuevos soles y envian a sus hijos a universidades extranjeras pagando millonadas de dolares. Vendieron todas la empresas y recursos del perú, pero no dicen donde esta el dinero del remate del perú (LOS FUJIMORI).
- Dicen ser demócratas y ser empresarios de éxito, pero cuando fueron ministros fueron los que privatizaron EL GAS NATURAL, luego aparecieron como dueños de la empresa beneficiada. ( P P KUSHINSKI)
- Dicen ser garantes de la democracia, pero luego de ser presidentes compran lujosas casas y oficinas a nombre de su suegra. (TOLEDO)
- Dicen ser el partido del pueblo, pero cual ratas solo asaltan el estado ·LA PLATA LLEGA SOLA" : ALAN GARCIA, CHANG ESCOBEDO, DEL CASTILLO, ARANA, PASTOR, ZUMAETA, CABANILLAS ( TODOS DEL APRA).
- Es esta clase politica la CULPABLE DE TODAS LAS DESGRACIAS DEL PUEBLO. Sin embargo, haciendo uso de su poder mediatico hacen creer al pueblo que los causantes de la crisis moral y economica del país son los sufridos maestros hijos del pueblo.
- ESTA DEMOCRACIA YA NO ES DEMOCRACIA, ES UNA FALSA DEMOCRACIA.
- URGENTE REFUNDACION DE LA NUEVA PATRIA, NUEVO CONTRATO SOCIAL.
- NUEVA CONSTITUCION AHORA...
Aqui, lo que podria pasar si la situacion sigue asi:
Grupo armado legal en Tabasco exigiendo: buen gobierno, no corrupción y no Zetas
Pedro Echeverría V.
1. Un grupo armado, autodenominado Pueblo Unido Contra la
Delincuencia (PUCD), pidió al gobernador Arturo Núñez Jiménez una
“limpia” de funcionarios de corporaciones estatales, a quienes acusó de
ser cómplices de la organización criminal de Los Zetas. Le dijo a Núñez:
“si usted no hace nada señor gobernador, nosotros lo haremos. En cinco
meses no hemos tocado un solo policía, pero todo tiene un límite”.
Amenazó que si hay un marino, soldado o fuerza federal “que la deba o
esté en contubernio con Los Zetas, los vamos a matar. El mensaje es
claro: no más corrupción, secuestros, violaciones, dejen en paz a
nuestro estado”. Al mencionarle al gobernador que “su casa está sucia,
pues la propia delincuencia empieza en el gobierno”, acusan a Audomaro
Martínez, secretario de Seguridad Pública de Tabasco (SSPT), de estar
coludido con un grupo criminal.
2. La realidad es que no sé cuantas protestas, levantamientos,
cambios políticos, pasarán frente a mis ojos en estas décadas de crisis
política y económica en México y en el mundo. No sé qué sorpresas nos
tiene reservada la desastrosa economía del neoliberalismo privatizador
que se inicia con los años ochenta, es decir, hace 33 años. No sólo en
los estados más miserables de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Chiapas,
Morelos, se registran levantamientos de grandes luchas y protestas, sino
que ahora en Tabasco –que dada su historia, no me explico por qué se
tardó tanto- han surgido grupos armados legales (no guerrilleros
clandestinos) que reclaman justicia al gobierno. Deseo que los
gobernantes los escuchen y no cometan la brutalidad de reprimirlos y
convertirlos en clandestinos; sería el reinicio de ese México bronco que
tanto teme la burguesía explotadora y su gobierno.
3. Mientras los políticos e intelectuales -hijos de papi gobierno-
ponen el grito al cielo exigiendo castigo a los llamados “violentos”, el
pueblo miserable empieza a encontrar el camino para liberarse de la
pesada carga que sufre hace siglos. A mí me encanta, aplaudo, que surjan
estos grupos armados de autodefensa (muchos injustamente encarcelados)
porque están demostrando que el pueblo ya no aguanta más y que tiene que
construir instrumentos para defenderse, tanto de la delincuencia
privada como pública, tanto de los llamados narcotraficantes como del
gobierno y los empresarios. Nunca he entendido el por qué los pueblos
son muy aguantadores a pesar del racismo y la explotación de la que han
sido víctimas. ¡Cuántas decenas de miles de luchadores sociales han sido
asesinados por luchar a favor del pueblo y cuántos políticos e
intelectuales han sido premiados por la burguesía por ser agachados y
disciplinados!
4. Pero, ¿qué es el estado de Tabasco? Es una entidad con 2 millones
300 mil habitantes situado y penetrado por dos culturas: la Maya y la
Olmeca. No solamente es vecino del estado Veracruz -permanentemente en
la historia nacional por sus batallas- sino además de Chiapas, Oaxaca,
Guerrero que en los últimos 50 años han estado en lucha permanente por
la justicia y la igualdad. Tabasco comienza a cambiar de cara cuando en
1970 Pemex anuncia el descubrimiento de yacimientos súper gigantes en
los municipios de Centro, Cunduacán, Nacajuca, Cárdenas, Huimanguillo,
Comalcalcoy Macuspana, lo que desata el llamado «boom petrolero» en la
entidad, con la llegada de miles de personas y cientos de empresas
relacionadas con la actividad petrolera. En 1979 se construye el
aeropuerto y con el presidente López Portillo viene el desarrollo de
Tabasco 2000.
5. Tabasco estuvo más integrado a los estados de la Península:
Campeche, Yucatán, Quintana Roo; pero a partir de los ochenta se une más
a los estados del sureste: Veracruz, Chiapas, Oaxaca. Históricamente es
un estado muy bravo, con carácter, muy luchador; aparte de
levantamientos indígenas en la época colonial, luchó por su
independencia, contra las invasiones yanqui y francesa. Además fue, como
se ha escrito, “Laboratorio de la Revolución” teniendo a la cabeza a
Garrido Canabal y otros batalladores que derrotaron a la reacción
derechista. Diferente a los estados de la península que permanecieron al
margen de aquellas grandes batallas liberadoras. Por eso afirmo que
Tabasco (aunque me surjan dudas por el intenso “brillo de los
uniformes” del PUCD) había tardado en manifestarse de manera
independiente.
6. Analicemos pues, con mucho detenimiento, lo que sucede en Tabasco,
Oaxaca, Guerrero, Michoacán, en todo el país donde han surgido
diferentes formas de lucha (como la de los bravos estudiantes de
Tiripetío). Malditas las acciones de represores y asesinos, así como las
voces que sin pensar exigen represión, “Estado de derecho” y todas esas
bobadas que en vez de resolver los problemas los agravan mucho más.
¿Deben morir de hambre esos pueblos? De ninguna manera. El pueblo tiene
todo el derecho humano de exigir justicia y pelear por ella después de
décadas de exigir respeto, diálogo, de suplicar y pedir favores. Es
tiempo que los gobernantes, al contrario, pidan perdón y sean
consecuentes en cumplir con el pueblo. ¿Cómo es posible que en México
haya mil y un “distinguidos” multimillonarios de Forbes y tengamos un 70
por ciento de pueblo miserable?
7. Espero que el gobernador Arturo Núñez, destacadísimo priísta y hoy
perredista y lópezobradorista, no salga con su “batea de babas” como lo
han hecho todos gobernadores cuya única misión ha sido cuidar el poder
que les dieron para hacer negocios. Si en los años veintes el estado de
Tabasco fue “laboratorio de la revolución”, espero que 90 años después
lo vuelva a ser con la fuerza de los pueblos del sureste que también
están al borde del estallido social. No hay ninguna amenaza de gran
violencia en el país; lo único que se está manifestando
–desafortunadamente sin coordinación- son reclamos del pueblo que ha
comenzado a despertar. Espero que las fuerzas de izquierda (no de centro
izquierda que tiene compromiso con el poder), la CNTE y demás, lo
entiendan para que les prestemos nuestra ayuda y solidaridad. Es un
compromiso de la gente que piensa. (18/V/13)
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