¡INAPLICABILIDAD DE LEY Nº29944 LEY DE REFORMA MAGISTERIAL; PAGO INMEDIATO DEL 30% POR PREPARACION DE CLASES Y EVALUACION!

Para tener Presente

"Los Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen un insulto a la dignidad humana... ". José Antonio Encinas

¿REFORMA EDUCATIVA?

¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.

Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?


ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza

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13 octubre 2010

518 años de resistencia indígena, negra y popular… y seguimos en pie de lucha

Vigilia de protesta del Copinh frente a las embajadas de EEUU y España
518 años de resistencia indígena, negra y popular… y seguimos en pie de lucha

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El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, Copinh, realizó una vigilia en Tegucigalpa, Honduras, para conmemorar “518 años de la llegada de los invasores europeos a nuestro continente”. La vigilia de protesta se realizó en horas de la noche frente a las embajadas de Estados Unidos y España. Con mantas, pancartas, velas y consignas, hombres y mujeres de esta combativa organización condenaron “los genocidios, saqueos de nuestras riquezas naturales, explotación inmisericorde de nuestros pueblos por parte de los países colonialistas y las oligarquías locales”.

“Estamos aquí frente a la embajada norteamericana, para condenar el proyecto de muerte que este país ha desarrollado por décadas contra el pueblo hondureño, y contra todos los pueblos que queremos liberación y emancipación”, dijo Bertha Cáceres, coordinadora nacional del Copinh.

Según Cáceres, hay que seguir responsabilizando al imperio norteamericano y al europeo, porque como hace más de 500 años siguen desarrollando “el coloniaje, saqueando nuestros países a través de los tratados de libre comercio, golpes de Estado y la ocupación militar.

Además, con sus transnacionales siguen impulsando proyectos de muerte como la minería, la privatización del agua, la destrucción de los bosques y el robo de nuestra cultura, conocimientos y diversidad biológica.

Quieren impedir nuestro derecho –continuó la coordinadora del Copinh– a ser soberanos y soberanas, a tener autodeterminación. Ellos representan en el mundo el imperio de la muerte, de la codicia y del saqueo”.

De acuerdo con el Copinh, el 12 de octubre no es el Día de la Raza, ni mucho menos del Descubrimiento de América o del encuentro entre razas, sino que es un día de Resistencia.

“Conmemoramos el día de la resistencia indígena, negra, mestiza y popular en todo el continente. Seguimos luchando contra la ocupación y la intervención, como nos enseñaron Lempira, Mota, Barauda, Cincumba, Copan Calel, y todos nuestros libertadores y libertadoras”, aseveró Cáceres.

En un comunicado dado a conocer por el Copinh, se subraya que el proyecto de dominación es acompañado por golpes de Estado. “Lo intentaron en Venezuela, lo hicieron en Honduras y, hace poco, lo volvieron a intentar en Ecuador.

Lo dijimos desde un principio: Honduras es un guión para impulsar el proyecto de dominación y seguir adueñándose de nuestros recursos. Y ahora tratan de mostrarse disponibles a impulsar una Asamblea Constituyente, que nos es la que demanda el pueblo.

Más bien sirve para fortalecer el mismo proyecto de dominación y saqueo”, denunció la coordinadora del Copinh. Refundación es la vía

En el comunicado, la organización indígena y popular remarcó que los pueblos siguen en resistencia, “fortaleciendo la lucha por la construcción de sociedades más justas y más humanas”.

En el caso específico de Honduras, el Copinh, junto con un sinnúmero de organizaciones que integran la Resistencia, impulsan la refundación de un país que debe ser “pluricultural, multilingüe, en el que se dé pie a la democracia intercultural con ejercicio del derecho a la participación directa de nuestros pueblos, mediante una Asamblea Nacional Constituyente plenipotenciaria, refundacional, popular y democrática”.

El objetivo es crear una nueva Constitución de la República “que dé lugar a un pacto político que deje claro que las riquezas naturales son de nuestros pueblos y no de la oligarquía, ni de las transnacionales”.

Además, que permita “los referéndum revocatorios en los mandatos de los gobiernos en los diferentes niveles, que reconozca los derechos de las mujeres, los y las jóvenes, de los niños y las niñas, que redistribuya de manera equitativa las riqueza, terminando con los privilegios de los oligarcas que tanto daño han hecho a nuestros pueblos”.

Asimismo, una Constitución “que devuelva la soberanía a la patria, obligando la salida de la tropas extranjeras y que nos permita la integración regional con los pueblos y gobiernos democráticos y populares de nuestra América”.

El Copinh pide también que termine la impunidad de los violadores de los derechos humanos, de los corruptos, y de quienes han “propiciado golpes de Estado”, así como que la nueva Constitución “reconozca la propiedad comunitaria y los derechos de los trabajadores y trabajadoras, que proteja el medio ambiente y contribuya a revertir el cambio climático”, explica el documento.

“El fin de la lucha de resistencia es la refundación de Honduras y la Asamblea Constituyente un instrumento para alcanzar esta meta. En este sentido –concluyó Cáceres– es necesario que a este esfuerzo participen todos los sectores en resistencia, sin exclusiones.

Tenemos que desarrollar procesos participativos, horizontales, donde haya debate y crítica constructiva, porque son los elementos que nos hacen crecer”.

En el comunicado, el Copinh hizo también un llamado al coordinador del Frente nacional de resistencia popular, Fnrp, y ex presidente Manuel Zelaya Rosales, para que “a pesar de todos los riesgos y persecuciones judiciales, entre al país y contribuya desde adentro a la refundación de la patria, ya que el momento es crucial y urge de su presencia”.

Fuente: http://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2010/10/518-anos-de-resistencia-indigena-negra.html

Notas:

Fotos http://nicaraguaymasespanol.blogspot.com/2010/10/honduras-12-octubre-copinh-protesta.html

Comunicado Copinh: http://voselsoberano.com/v1/index.php?option=com_content&view=article&id=7857:copinh-518-anos-de-resistencia-indigena-negra-y-popular&catid=1:noticias-generales

05 noviembre 2009

Resistir, disentir, pensar con radicalidad en medio del caos

Resistir, disentir, pensar con radicalidad en medio del caos



Recientemente cayó en mis manos un libro cuyo título ya me impactó: La insurrección que viene. La autoría venía firmada por un tal Comité invisible. Pero más me sorprendió la contraportada que decía así: «El Comité invisible es una tendencia de subversión presente. Recientemente, varias personas fueron detenidas en Francia por el mero hecho de tener un ejemplar de este libro en su casa. Y lo más inaudito es que se les aplicó, en el país de los derechos del hombre y del ciudadano, la ley antiterrorista» Esta última frase la leí dos veces. Si aquello era cierto, allí dentro había un material altamente explosivo. Y vaya si lo había.

Yo no sé ustedes, pero les reconozco mi desconcierto y mi desfondamiento político e ideológico. Pese al entrenamiento que a diario nos obliga la vida. Y por más que intento ordenar mis prioridades, mis ideas, y mis deseos; por más que analizo, pienso y contrasto la realidad con los dispositivos de resistencia, opciones políticas y otros aparatos subversivos, si es que queda alguno no fagocitado por las estrategias del capitalismo de última generación, no consigo ubicarme en la tranquilidad –o intranquilidad- que proporciona el saber si uno está en la línea de combate adecuada. Porque les confieso: no sé cuál es la batalla a la que ahora mismo estamos llamados. Oigo ruido, mucho ruido a mi alrededor. Pero también sé que nada definitivamente importante está a punto de ocurrir. Sé que hemos llegado a un punto en que el sistema, sus máscaras de ficción, sus instituciones, sus burbujas individualizadas, sus marionetas corruptas y su tramoya mediática, sometida a una omertá autocomplaciente, han convertido el presente en un callejón sin salida.

Cada día leo y escucho recetas para salir de este atolladero, pero creo que este mundo en crisis ya no se deja pensar, que huye de todo intento de hacerlo creíble e incluso increíble. Pese a que está absolutamente iluminado. Pese a que no queda nada por ver que no hayamos visto ya : la desdicha, las mentiras, la explotación sistemática, la tortura, la corrupción sistémica, la humillación y la degradación más absoluta. Tal vez, este mundo no tenga ya otra forma de sostenerse que mediante la gestión infinita de su propia derrota. Y uno desearía saber qué hacer para enfrentarse radicalmente a él, si es viable y posible resistir y disentir sin sentirse arte y parte de las estrategias del nuevo capitalismo de ficción. El asunto pues, no es encontrar la palabra adecuada, ni el mensaje más certero, ni siquiera el análisis más objetivo. Quizá tampoco la organización más revolucionaria. El asunto hoy es cómo subvertir la propia vida para que el mundo ya no pueda ser el mismo. Insurrección de la propia vida a falta de una subversión colectiva incapaz de hablar el mismo idioma, subversión de la propia vida ante la esquizofrenia difusa, la depresión servil y la psiquiatrización del conflicto social.

Y aquí empieza la dificultad. Porque si algo nos agujerea el alma, es la impotencia que sentimos frente a toda posibilidad de cambio. Lo anunciamos, lo teorizamos, pero dudamos de su viabilidad. Ni siquiera chutándonos con dosis de utopía realizable. Hubo un tiempo que estuvo claro, sí. Fuimos héroes y creímos en los sujetos históricos. Y también en las multitudes con rostro. Pero, ¿en qué sujeto confiar hoy como acompañante hacia la Tierra Prometida? Fuera, nadie nos ofrece la seguridad de protagonizar, de nuevo, una historia interminable. Y es que antes nos vinculábamos con el pueblo, la comunidad o la clase social. Había relaciones de pertenencia y con ellas nos sentíamos seguros. Hoy en la sociedad globalizada estamos solos con nosotros mismos. Porque la sociabilidad de hoy está expandida en miles de nichos, de refugios unipersonales aislados en los que ya ni siquiera se encuentra el fragor del lenguaje común. Afuera hace frío y todo es falso pese al intento de dotarlo de sentido. Por eso el nuevo contrato social ya no se basa en la sociabilidad, sino en la introspección, en la individualización de todos los escenarios, sean de vida, de trabajo, de dicha y de desdicha, de depresión o de euforia. El nuevo contrato social nos convierte en productores y reproductores de la realidad, en nudos que refuerzan la red auto obligándonos, autoinculpándonos y auto reprimiéndonos. Como dice López Petit: «esta movilización global de la vida -que te sujeta con más fuerza conforme más te abandona- ha generado un nuevo tipo de individuo: el ser precario, un sujeto frágil que por puro instinto de supervivencia -por puro deseo de querer vivir- se adapta a todo tipo de condiciones existenciales»

¿Es posible entonces ser crítico, radical, disidente y combativo hoy? Quizá sí, pero no a la vieja usanza. Personalmente creo que la crítica radical hoy tiene como principal desafío combatir la privatización de la existencia. Una existencia que ha convertido al viejo proletariado en un obrero hipotecado hasta las cejas, consumidor compulsivo y reproductor de todas las estrategias necesarias para que el capitalismo actual sobreviva hasta hartarse de satisfacción. Pero esta privatización de la existencia, esta suma de yoes en estado de ruina permanente e insuficiencia crónica, tiene gravísimas consecuencias: la creciente despolitización de la cuestión social, la desocialización del sufrimiento y la individualización del conflicto social. Y es que la gente hoy está solucionando en términos personales cuestiones públicas que solo deben ser abordadas a través de códigos de trascendencia impersonal. Más claro, asumimos como propios y personales, muchos problemas de orden social. Esto es lo que provoca el fascismo posmoderno al despolitizar y neutralizar el conflicto social.

¿Qué hacer entonces? Creo que politizar la palabra y la propia vida, repolitizarnos de nuevo desde la individualidad. Porque la política profesional, cada vez más cuestionada, se cierra sobre sí misma sin credibilidad representativa. ¿Quién, de verdad, confía en los políticos que dicen representarle? Con su silencio, la población aparece infinitamente más adulta que todos los títeres que se empeñan en representarla. Cualquier sin techo es más sabio con sus sangrantes palabras que muchos de nuestros dirigentes con sus altisonantes declaraciones. Politizar la propia vida, la propia existencia es hoy un acto de disidencia combativa, una resistencia activa. Porque la vida es nuestra verdadera cárcel, el instrumento que utiliza el poder para dominarnos y someternos. ¿Cómo se hace? Como dice Marina Garcés, encarar la crítica pasa por atacar ese yo con el que abordamos el mundo, atacar las opiniones con las que nos protegemos del mundo, atacar nuestro particular y precario bienestar. Porque el yo es el dispositivo que nos aísla y a la vez nos conecta en la sociedad-red impidiendo toda transgresión.

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