
Corporaciones agroquímicas transnacionales bilderberianas como
Monsanto, Bayer, Syngenta, Pioneer y Dow Agroscience, tratan de
controlar la agricultura del mundo, y en particular al maíz, y a través
de la promoción de variedades de semillas transgénicas, con la
complicidad de las organizaciones dedicadas a velar por nuestra salud.
Autor: Manu Escrig.
La
Monsanto del bilderberg
Bill Gates
se lleva la palma y vamos a recopilar información al respeto. Los
planes de Monsanto son monopolizar y convertir la producción agrícola y
alimentaria mundial en un gran experimento genético, totalmente
dependiente de sus semillas patentadas.
Económicamente,
Monsanto
sigue teniendo grandes éxitos, además, ha demandado a innumerables
agricultores que han sido contaminados con su semilla por apropiarse de
su patente.
Las cosechas transgénicas en todo el mundo contaminan a las naturales y encima demandan a sus dueños.
El 85 por ciento de los cultivos modificados genéticamente se concentra en tres países:
Estados Unidos,
Argentina y
Canadá. Hasta el momento solo se cultivan comercialmente cuatro productos: algodón, maíz, soja y canola.
Monsanto
se presenta a sí misma como una empresa visionaria, una corporación
mundial que trabaja para aportar ciencia de vanguardia y una actitud
ambientalmente responsable a la solución de los problemas más urgentes
de la humanidad.
Pero…, ¿qué es en realidad
Monsanto?
¿Cuál es su origen? ¿Cómo llegó a ser el segundo productor mundial de
agroquímicos y uno de los principales proveedores de semillas en el
planeta? ¿Es
Monsanto la compañía “limpia y verde” que proclaman
sus anuncios, o solo es una tapadera que oculta la naturaleza criminal
de la compañía?
Monsanto
es la compañía que introdujo al mercado la primera generación de
cultivos transgénicos, convirtiéndose en el líder mundial en la
promoción de biotecnología en la agricultura.
Actualmente, es el mayor vendedor mundial de semillas transgénicas en
Latinoamérica,
Estados Unidos y
Canadá. Sus cultivos representan más del 90 por ciento de todos los cultivos transgénicos del mundo.
Los cultivos resistentes a su herbicida “
glifosato“, como la “
soja RR” (
Roundup Ready) y el “
maíz RR“,
sólo promueven la agricultura industrial de insumodependencia. Una
mirada a su historia nos dará algunas claves reveladoras, y puede
ayudarnos a entender mejor las prácticas actuales de la compañía.
Monsanto Chemical Company fue fundada en 1901 por un estadounidense y Caballero de Malta,
John Francis Queeny, en la universidad jesuita de
San Louis,
Missouri,
EEUU, el mismo año que
J.P. Morgan, Caballero Papal de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, nombró a
John A. Farrel como su presidente.
Tres caballeros de
Malta jesuitas, unidos casualmente por un
Nuevo Orden Mundial.
Queeny
era un químico autodidacta que llevó la tecnología de la fabricación de
la venenosa sacarina, el primer edulcorante artificial, de
Alemania a
Estados Unidos.
En los años 20,
Monsanto se convirtió en uno de los principales fabricantes de
ácido sulfúrico y de
otros productos básicos de la industria química,
y desde la década del 40 hasta nuestros días, es una de las cuatro
únicas compañías que han estado siempre entre las 10 primeras empresas
químicas de
Estados Unidos.

En los años 40, el negocio de
Monsanto
giraba en torno a los plásticos y las fibras sintéticas. En 1947, un
carguero francés que transportaba nitrato de amonio (utilizado como
fertilizante) explotó en un muelle a unos 90 metros de la fábrica de
plásticos de
Monsanto en las afueras de
Galveston, en
Texas.
Más de 500 personas murieron en lo que llegó a ser considerado como uno de los más grandes desastres de la industria química.
La planta producía
estireno y
plásticos de poliestireno, que aún se usan para envases de alimentos y otros productos de consumo masivo.
En los años 80, la
Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (
EPA), colocó al
poliestireno
en el quinto lugar de la clasificación de productos químicos cuya
producción genera las mayores cantidades totales de residuos peligrosos.
En 1929, la
Swann Chemical Company, adquirida poco después por
Monsanto, desarrolló los
bifenilos policlorados (
PCBs por sus siglas en inglés), que fueron muy alabados por su estabilidad química y su ininflamabilidad.
Su uso más frecuente se dio en la industria de equipos eléctricos, que escogió a los
PCBs como refrigerantes incombustibles de una nueva generación de transformadores.
En el transcurso de los años 60, los compuestos de la cada vez más numerosa familia de los
PCBs de
Monsanto
fueron también usados como lubricantes, líquidos hidráulicos, aceites
lubricantes de herramientas, revestimientos impermeables y selladores
líquidos.
Las pruebas de los efectos tóxicos de los
PCBs vienen de los años 30, cuando científicos suecos que estudiaban los efectos biológicos del
DDT comenzaron a hallar concentraciones significativas de
PCBs en la sangre, pelo y tejidos grasos de los animales silvestres.

La investigación durante los años 60 y 70 reveló que los
PCBs y otros compuestos
organoclorados aromáticos
eran carcinógenos poderosos, y también los relacionaron con un amplio
conjunto de trastornos reproductivos, de desarrollo y del sistema
inmunológico.
La afinidad química de estos compuestos por las
grasas es responsable de sus enormes tasas de acumulación y
bioconcentración, así como de su expansión a través de la cadena
alimenticia marina en el mundo.
Aunque la fabricación de
PCBs se prohibió en Estados Unidos en 1976, sus efectos tóxicos y perturbadores del sistema endocrino persisten en todo el mundo.
La relación de
Monsanto con la
dioxina se remonta a la fabricación del
herbicida 2, 4, 5-T, que comenzó a finales de la década de los 40.
Casi
inmediatamente, los trabajadores comenzaron a enfermar, con erupciones
en la piel, dolores inexplicables en las extremidades, articulaciones y
otras partes del cuerpo, debilidad, irritabilidad, nerviosismo y pérdida
del deseo sexual.
Documentos internos muestran que la compañía
sabía que aquellas personas estaban realmente tan enfermas como decían,
pero la empresa mantuvo todas las pruebas ocultas.
El contaminante responsable de las dolencias de los trabajadores no fue identificado como
dioxina hasta 1957, pero antes de esa fecha, los especialistas en guerra química del ejército de los
Estados Unidos se habían interesado por dicha sustancia como una posible arma química.

Monsanto envenenó
Vietnam con el herbicida conocido como
Agente Naranja, que fue usado por las fuerzas militares estadounidenses para defoliar los ecosistemas de selva tropical de
Vietnam durante los años 60, era una mezcla de
2,4,5-T y
2,4-D que provenía de varias fuentes, pero el
Agente Naranja de
Monsanto tenía concentraciones de
dioxina muchas veces superiores al producido por
Dow Chemical, el otro gran productor del defoliante.
Esto
convirtió a Monsanto en el principal acusado en la demanda interpuesta
por veteranos de la guerra del Vietnam, que experimentaron un conjunto
de síntomas de debilidad atribuibles a la exposición al Agente Naranja.
Cuando
en 1984 se alcanzó un acuerdo de indemnización por valor de 180
millones de dólares entre siete compañías químicas y los abogados de los
veteranos, la justicia ordenó a Monsanto pagar el 45,5 por ciento del
total.
Por cierto, a los tribunales de Estados Unidos no se les
ocurrió que la sociedad y el Estado de Vietnam tenían derecho a una
mayor indemnización.

El venenoso
Roundup Ready es el herbicida más vendido del mundo. Actualmente, los herbicidas de
glifosato, tales como el
Roundup, representan al menos una sexta parte de las ventas anuales totales de
Monsanto,
y la mitad de los ingresos por operaciones de la compañía, o quizá algo
más, desde que la misma delegó sus actividades en torno a productos
químicos industriales y tejidos sintéticos en una empresa aparte,
llamada Solutia (en septiembre de 1997).
Monsanto promociona
agresivamente el Roundup como un herbicida seguro y de uso general en
cualquier lugar, desde céspedes y huertas hasta grandes bosques.
En 1997,
Monsanto respondió a cinco años de quejas del fiscal general del estado de
Nueva York relativas a que sus anuncios del
Roundup
eran engañosos, cambiando sus anuncios en el sentido de borrar las
referencias a la “biodegradabilidad” y al carácter “ambientalmente
positivo” del herbicida.
La serie de grandes multas y decisiones judiciales contra
Monsanto en
Estados Unidos
incluyen responsabilidades en casos de muerte por leucemia, multas de
40 millones de dólares por el vertido de productos peligrosos al medio
ambiente, y muchos otros episodios.
En 1995,
Monsanto era la quinta empresa de
Estados Unidos en el inventario de vertidos tóxicos de la
EPA, con millones de kilogramos de productos químicos tóxicos descargados sobre la tierra, en el aire, en el agua y en el subsuelo.
Monsanto y la farmafia están estrechamente unidos. Los productos farmacéuticos de
Monsanto tienen también un historial inquietante.
El producto estrella de la compañía farmacéutica
Searle, subsidiaria de
Monsanto, es el edulcorante artificial “
aspartamo“, vendido bajo los nombres comerciales de
Nutrasweet y
Equal.
En 1981, cuatro años antes de que
Monsanto comprase
Searle, un comité consultivo de la
FDA (
Food and Drug Administration) compuesto por científicos independientes, confirmó informes que afirmaban que el aspartamo podría inducir tumores cerebrales.
La
FDA retiró a
Searle la licencia de venta del
aspartamo, pero esta decisión fue anulada por un nuevo comisionado nombrado por el entonces presidente bilderberiano
Ronald Reagan. En ese momento el actual
Secretario de Defensa de Estados Unidos,
Donald Rumsfeld, era el presidente de la compañía. Casualidades.
Un estudio de 1996 publicado en la revista científica
Journal of Neuropathology and Experimental Neurology ha suscitado de nuevo la preocupación, relacionando el
aspartamo con un incremento súbito de cánceres cerebrales a poco de introducirse la substancia.
La
Unidad de Investigación sobre Política Científica de la Universidad de Sussex,
Inglaterra,
cita una serie de informes de los años 80, que relacionan el aspartamo
con un conjunto amplio de reacciones adversas en consumidores sensibles,
incluyendo dolores de cabeza, visión borrosa, entumecimiento, pérdida
de audición, espasmos musculares y ataques inducidos de tipo epiléptico,
entre otras muchas dolencias.
Monsanto, las vacas y el
Posilac es otra historia de la leche.
Monsanto
fue una de las cuatro empresas que querían introducir en el mercado una
hormona sintética del crecimiento bovino, producida por la bacteria
E. coli, manipulada genéticamente para producir la proteína bovina.
El esfuerzo de
Monsanto, que duró 14 años, para lograr la aprobación de la
FDA a la comercialización de la
BGH
recombinante, estuvo lleno de controversias, llegándose a denunciar un
esfuerzo coordinado para suprimir información sobre los efectos
perjudiciales de la hormona.
La hormona de
Monsanto se aprobó por la
FDA para su venta comercial a principios de 1994. El año siguiente, la
Unión de Agricultores de Wisconsin,
hizo público un estudio de las experiencias de los granjeros con la
droga. Sus hallazgos excedieron los 21 problemas potenciales de salud
que
Monsanto fue obligada a incluir en la etiqueta de advertencia de su marca
Posilac (nombre comercial de la
rBGH).
Se obtuvieron muchos informes de muertes espontáneas entre vacas tratadas con
rBGH,
alta incidencia de infecciones de ubres, graves dificultades
metabólicas y problemas en los partos y, en algunos casos, imposibilidad
de apartar a las vacas tratadas de la substancia, a la que se habían
habituado.

Muchos ganaderos experimentados que usaron la
rBGH tuvieron que reemplazar de repente una buena parte de sus rebaños.
En lugar de responder a las causas de las quejas de los ganaderos sobre la
rBGH,
Monsanto
emprendió la ofensiva, amenazando con demandas judiciales contra las
pequeñas empresas lecheras que anunciaban sus productos como libres de
la hormona artificial, y participando en una acción legal interpuesta
por varias asociaciones industriales de comercio contra la primera (y
única) ley de etiquetado obligatorio para la
rBGH en
Estados Unidos.
Todo ello mientras aumentaban las pruebas de los efectos perjudiciales de la
rBGH en la salud de las vacas y de las personas.
Los
esfuerzos para impedir el etiquetado de las exportaciones
estadounidenses de soja y maíz manipulados genéticamente, parecen
indicar que
Monsanto sigue aplicando las tácticas ingeniadas por la compañía para sofocar las quejas contra la hormona de la leche.
Monsanto sigue ganando terreno con “
Roundup Ready” y ha aumentado su producción en los últimos años. Habiendo expirado la patente de
Roundup en
Estados Unidos en el año 2000, y con una competencia de productos genéricos de
glifosato surgiendo en todo el mundo, el “paquete” de herbicida
Roundup y
semillas “Roundup Ready” se ha convertido en la piedra angular de la estrategia de
Monsanto para seguir aumentando sus ventas de herbicida.
Los posibles efectos ambientales y sanitarios de los cultivos tolerantes al
Roundup
no han sido investigados completamente; por ejemplo, los efectos
alergénicos, el caracter invasivo o de mala hierba de estos cultivos y
la posibilidad de que la resistencia al herbicida se transfiera vía
polen a otras semillas de
soja o a otras plantas emparentadas.
Mientras que los problemas con la
soja
resistente a herbicidas son despreciados como algo muy genérico y
especulativo, la experiencia de los algodoneros con las semillas
manipuladas genéticamente por
Monsanto constituye una historia muy diferente.

Desde 1996
Monsanto ha sacado dos variedades de
algodón manipulado genéticamente; una es una variedad resistente al
Roundup, y la otra, llamada “
BT“, segrega una toxina bacteriana para controlar los daños producidos por plagas del
algodón.
La toxina, derivada del
Bacillus thuringiensis (
B.t.), se ha utilizado por los agricultores ecológicos desde los primeros años 70 en forma de un aerosol natural bacteriano.
Pero a diferencia de las bacterias
B.t.,
que viven relativamente poco, y segregan su toxina en una forma que
sólo se activa en los sistemas digestivos de ciertos gusanos y orugas,
los cultivos “
BT” modificados genéticamente segregan una forma activa de la toxina a lo largo del ciclo vital de la planta.
Gran parte del
maíz
genéticamente manipulado del mercado es una variedad con capacidad de
segregar esta toxina bacteriana, ideada para repeler al gusano de la
raíz del
maíz y a otras plagas comunes.
El primer problema
de estos cultivos que segregan plaguicidas es que la presencia de la
toxina en todo el ciclo vital de la planta favorece la aparición de
cepas resistentes al
B.t. entre los insectos.
La
EPA ha determinado que una resistencia extendida al
B.t. puede convertir en inefectivas las aplicaciones naturales de la bacteria
B.t.
en apenas tres o cinco años, y pide a los agricultores que planten
hasta un 40 por ciento de sus cultivos con algodón no manipulado
genéticamente, para que sirva de “refugio” a los insectos y evitar la
aparición de resistencias al
B.t.
En segundo lugar, la
toxina segregada por estas plantas puede dañar a insectos beneficiosos,
además de aquellas otras especies que los agricultores quieren eliminar.
Los efectos nocivos del algodón “
BT”
han resultado ser mucho más rápidos de lo esperado, tanto que Monsanto y
sus socios han retirado del mercado más de 2 millones de kilos de
semillas de algodón manipuladas genéticamente, y han acordado pagar a
los cultivadores de
Estados Unidos una indemnización de muchos millones de dólares.
A pesar de estos problemas,
Monsanto
sigue fomentando el uso de la ingeniería genética en la agricultura al
tomar el control de muchas de las mayores y más establecidas empresas de
semillas en los
Estados Unidos, controlando el 85 por ciento del mercado estadounidense de semillas de algodón.
Monsanto tiene a favor, como no podría ser de otra manera, al poder mediático. Bajo la gestión de su presidente, el bilderberiano
Robert Shapiro,
Monsanto
ha apartado todos los obstáculos para transformar su imagen de un
suministrador de productos químicos peligrosos en una institución
ilustrada y con visión de futuro, que lucha para alimentar al mundo.
Shapiro
se describe a sí mismo como un visionario y un hombre renacentista,
encargado de la misión de usar los recursos de la compañía para cambiar
el mundo: “No es un problema de buenos y malos. No sirve para nada decir
si los malos se fueran, entonces el mundo iría bien, es el sistema
entero el que ha de cambiar, hay una gran oportunidad para
reinventarlo”, dice el ejecutivo de
Monsanto.
El sistema “reinventado” de
Shapiro
es tal que no sólo continúan existiendo las grandes empresas, sino que
además éstas ejercen cada vez un mayor control sobre nuestras vidas.
Pero últimamente se nos dice que
Monsanto
se ha reformado, que se ha desprendido con éxito de sus divisiones de
industria química y que se ha comprometido a reemplazar los productos
químicos con “información”, en forma de semillas manipuladas
genéticamente y otros productos de la biotecnología. Esto no deja de ser
una ironía viniendo de una compañía cuyo producto más rentable es un
herbicida.
Monsanto demuestra claramente que ha aprendido a utilizar la charlatanería adecuada. Así,
Roundup no es un herbicida, sino “una forma de minimizar las labores del suelo y reducir la erosión”.
Los cultivos de ingeniería genética no son simplemente fuentes de beneficio para
Monsanto,
“sino que surgen para resolver el problema inexorable del crecimiento
de la población”. Por último, se nos quiere hacer creer que la agresiva
promoción de la biotecnología que lleva a cabo
Monsanto no es fruto de la arrogancia empresarial, sino simplemente una “ley de la naturaleza”.
Pero
el crecimiento de cualquier tecnología no es simplemente una “ley de la
naturaleza”. Las tecnologías no son fuerzas sociales en sí mismas, ni
simples herramientas neutrales que se pueden utilizar para alcanzar
cualquier fin social, sino el producto de unas instituciones sociales y
de unos intereses económicos particulares.

El almacén de semillas de
Svalbard y
Monsanto, unidas por casualidad. Cuando la
Fundación Gates, la
Fundación Rockefeller,
Monsanto,
Dupont y otras oscuras empresas bilderberianas se juntan para financiar un proyecto, sin duda es muy inquietante.
El proyecto
Svalbard,
Noruega,
es una especie de Arca de Noé a 800 millas de distancia del Polo Norte
en la que se mantienen 250 millones de semillas para preservar el
material genético de las plantas en el caso de un posible evento
cataclísmico, esto sin duda genera preocupación. ¿Qué sabe
Bill Gates,
David Rockefeller y la gente de
Monsanto que nosotros no sabemos?
El proyecto, que ha recibido 30 millones de los
Gates más algo de apoyo del gobierno de
Noruega además del financiamiento de estas otras empresas, está siendo realizado pese a que ya existen bancos genéticos en
China,
Rusia,
Alemania,
Canadá y demás países. Uno supondría que estas semillas ya están bien protegidas.
F. William Engdahl, autor de “
Seeds of Destruction: The Hidden Agenda of Genetic Manipulation” cree que al mismo tiempo que financían la bóveda de Svalbard, los bilderberianos
Gates,
Rockefeller y
Monsanto
han unido fuerzas para promover la expansión de los alimentos
genéticamente modificados en África y en distintas partes del mundo.
En un artículo en la
Red Voltaire,
Engdahl apunta que la
Fundación Rockefeller ha financiado la llamada “
Revolución Verde”, cuyo supuesto fin era alimentar a los pobres del mundo y los alimentos genéticamente modificados desde su inicio.
Una
de las posibilidades funestas es que se ejecute un plan de control de
población, a través de alimentos genéticamente modificados, una forma de
bioterrorismo, como el “
Terminator” de
Monsanto y se preserven los alimentos no modificados para la élite.
Engdahl dice sin tapujos: “El tiempo dirá si la Bóveda de Semillas de
Svalbard del Fin del Mundo de
Bill Gates y de la
Fundación Rockefeller es parte de otra Solución Final, que involucra la extinción final del Gran Planeta Tierra”.
El irracional sistema de patentes de los transgénicos que tiene
Monsanto es espeluznante. Las leyes de patentes que rigen el uso de cultivos y semillas modificados genéticamente (
OGM) es una locura. Por un lado, los derechos sobre las semillas transgénicas no parecen terminar nunca.
Por
el contrario, el resto de productos se rigen por la “doctrina del
agotamiento”, lo que significa que los derechos del titular de la
patente de un producto determinado se acaba cuando el producto se vende
al usuario final.
Pero en el caso de las semillas transgénicas, de empresas como
Monsanto,
puede imponer su derecho de patente incluso en las semillas de la
tercera o cuarta generación. Es una situación irracional de los llamados
derechos de autor.
Se trata de un doble castigo para los agricultores, particularmente en los
Estados Unidos.
Los agricultores que no desean cultivar plantas transgénicas, optan por
comprar semillas convencionales o eligen la agricultura ecológica, pues
bien, son penalizados si sus cultivos se contaminan con los cultivos
transgénicos.
En lugar de sancionar al que contamina con este tipos de cultivos,
Monsanto ha desarrollado un irracional sistema de patentes de modo que quien sufre las consecuencias además se hace responsable y paga.
El caso
Vernon Bowman versus
Monsanto
de septiembre de 2011 es un ejemplo muy elocuente.En este caso, la
mayor compañía mundial de semillas transgénicas volvió a prevalecer. El
agricultor de Indiana fue multado con 84.456 dólares por haber plantado
semillas transgénicas que estaban mezcladas con las semillas
convencionales que compró, indistinguibles a simple vista unas de otras.
La Corte de Apelaciones de Washington confirmó la sentencia en primera instancia, siendo favorable a
Monsanto. Estas semillas transgénicas son empleadas en los cultivos de tecnología
Roundup Ready,
que no se distinguen de las otras. Los compradores deben firmar
acuerdos de licencia que no se requieren normalmente con las semillas
convencionales.
Y he aquí cómo se tuercen las cosas: Si bien el
Tribunal consideró que esos acuerdos no pueden extenderse a la segunda
generación de semillas, también dijo que los agricultores no pueden
utilizar una tecnología patentada por
Monsanto “infringiendo las restricciones sobre material genético, semillas y plantas”.
Los peligros de la
soja transgénica de
Monsanto son evidentes. En 2009, los sindicatos agrícolas del estado sureño de
Rio Grande do Sul
impugnaron la imposición de esos derechos, argumentando que era un
impuesto injusto y que era prácticamente imposible mantener la soja
Roundup Ready separada de las variedades convencionales de semillas.
La
soja transgénica
es muy contaminante y los agricultores estaban siendo castigados por
algo que está más allá de su control. Sin embargo, el gigante de las
semillas sostuvo que tenía el derecho a cobrar ese 2% de las ventas
totales de
soja del agricultor siempre y cuando se encontrasen semillas con alguno de los rasgos genéticos patentados.
Hay una interesante historia sobre la soja transgénica en
Brasil. Las semillas transgénicas de
soja fueron introducidas de contrabando desde la vecina
Argentina en la década de 1990, ya que el uso de esta tecnología estaba prohibida y castigada hasta la última década.
Desde su legalización,
Monsanto
ha acusado a los agricultores brasileños y exigido el 2% de sus ventas
de soja, una gran cantidad, ya que representa cerca del 85% de la
cosecha de
soja del país.
Monsanto tiene mucho cuidado en analizar la soja que se vende como no transgénica, y si aparecen semillas
Roundup Ready, cobra a los agricultores una tasa del 3% sobre sus ventas.
En abril, un juez de
Rio Grande do Sul falló a favor de los agricultores y ordenó a
Monsanto a devolver los derechos cobrados desde el año 2004, lo que supone un mínimo de 2 mil millones de dólares.
Monsanto apeló y un tribunal federal ordenó que el fallo se aplicara a nivel nacional.
Es decir, que ahora
Monsanto tendrá que devolver 7,5 mil millones de dólares. “
La ley otorga a los agricultores el derecho a utilizar las semillas que compran y no se les puede obligar a pagar (otra vez)”, argumentó el abogado de los agricultores.
La decisión sobre este proceso puede durar años y mientras tanto
Monsanto
puede seguir cobrando los derechos. Sin embargo, los agricultores
brasileños esperan que al final les den la razón. Si es así, podrían
desencadenarse otra serie de demandas legales en otros lugares.
En la
India,
Monsanto
también cobra derechos sobre sus semillas, estimándose que ha cobrado
una cantidad de 20000 millones de rupias desde el momento en el que el
algodón transgénico hizo su debut.
Se cobra una cantidad por adelantado de varios miles de rupias a cada uno de los titulares de licencias de la
India y recaba derechos por cada paquete de semillas
Bollgard Bt, lo que supone aproximadamente los dos tercios del coste de cada paquete. Esperemos a ver cómo se desarrollan las cosas en
Brasil.
Monsanto también quiere patentar los cerdos. La firma bilderberiana estadounidense de biotecnología,
Monsanto, ha solicitado una patente para la cría de cerdos en 160 países.
La patente es para partes específicas del material genético de los cerdos, que los investigadores de genética de
Monsanto han decodificado. Si esta patente es concedida, la cría de cerdos sólo sería posible con la aprobación de la empresa.
Los
agricultores y ganaderos deberían estar alarmados porque, naturalmente,
estos genes han existido por mucho tiempo en la gran mayoría de sus
cerdos.
Estos ganaderos deben usar pruebas de ADN para probar que
no hay nueva invención en las solicitudes de patente, porque, la
concesión de esta patente sería permitir que una parte de la naturaleza a
caer en manos de una sola empresa.
La influencia de
Monsanto en las oficinas de patentes es enorme. Si la patente se aprueba, los criadores de cerdos tendrán que pagar a
Monsanto por cada cerdo en el mundo que posea los marcadores genéticos que
Monsanto haya patentado. Este ha sido el caso de ciertos alimentos como el maíz genéticamente modificado.
Muchos agricultores en los
EE.UU.
se han convertido en esclavos dependientes de la empresa por cultivar
semillas de maíz con algún gen modificado por esta empresa. No es
simplemente una cuestión de dinero, sino también de riesgo para los
consumidores.
En
Estados Unidos, como en
Europa,
los casos de infertilidad en los animales alimentados con maíz
modificado genéticamente se están convirtiendo en algo común. Nadie sabe
a ciencia cierta cuáles son los efectos que estos productos están
teniendo en los seres humanos, aparte de los ya conocidos.
Bill Gates,
Monsanto y la eugenesia.
Gates está promoviendo activamente una toma de control corporativo de la agricultura mundial.
Después de haber sido expuesto que la
Fundación Bill & Melinda Gates, ideado por el filantrópico bilderberiano fundador de
Microsoft Bill Gates, comprara 500.000 acciones de
Monsanto
en el 2010 por valor de más de $23 millones, está suficientemente claro
que esta llamada caridad benevolente está haciendo algo que no es la
erradicación de la enfermedad y la alimentación de los pobres del mundo.
Resulta que el legado de la familia
Gates
ha sido el de tratar de dominar y controlar los sistemas del mundo,
incluyendo las áreas de tecnología, la medicina y ahora la agricultura.
La
Fundación Gates,
familiarmente exenta de impuestos, se encuentra actualmente en el
proceso de gastar miles de millones de dólares en nombre del
humanitarismo para establecer un monopolio mundial de alimentos dominado
por los genéticamente modificados (
GM) y las semillas.
Y en base a la historia de la participación de la familia
Gates
en los asuntos mundiales, parece que uno de sus principales objetivos,
además de establecer un control corporativo de la oferta mundial de
alimentos es reducir la población mundial, por una cantidad
significativa en el proceso.
El padre del
Gates,
William H. Gates Sr. era el jefe del grupo eugenésico
Planned Parenthood una renombrada organización que nació de la Sociedad Americana de Eugenesia. En una entrevista en 2003 con
Bill PBS Moyers,
Bill Gates, admitió que su padre era el jefe de
Planned Parenthood,
que fue fundada con el concepto de que la mayoría de los seres humanos
son sólo criadores “imprudentes” y “malas hierbas humanas” en necesidad
de sacrificio.
Gates también admitió durante la entrevista
que la participación de su familia en temas reproductivos a lo largo de
los años ha sido extensa, haciendo referencia a su propia adhesión
antes de que las creencias de la eugenesia de
Thomas Robert Malthus, quien creía que las poblaciones del mundo necesitan ser controladas a través de restricciones de reproducción.
Aunque
Gates
afirma ahora que tiene una visión diferente, parece como si las
iniciativas de su fundación fuera sólo un método modificado del de
Malthus pero mucho más discreto para reducir la población a través de las
vacunas y los
organismos genéticamente modificados.

Gates ha invertido mucho en la conversión de los sistemas agrícolas de Asia y África a OGM. La asociación de
William Gates Sr. con
Planned Parenthood y la continua influencia en el ámbito de “población y salud reproductiva” es importante porque
Gates padre es copresidente de la
Fundación Bill & Melinda Gates.
Este
largo periodo eugenésico “guías de la visión y la dirección
estratégica” de la Fundación Gates, actualmente está muy centrado en
forzar los
OGM en
África a través de su financiación de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA).
La
Fundación Gates ha dado por lo menos $264,5 millones en compromisos de subvenciones a
Agra, y también habría contratado al
Dr. Robert Horsch, un ex-ejecutivo de
Monsanto durante 25 años que desarrolló
Roundup, para dirigir el
AGRA en el 2006.
De acuerdo con un informe publicado en La
Vía Campesina en el 2010, el 70 por ciento de los beneficiarios de
AGRA en
Kenia trabajan directamente con
Monsanto, y casi el 80 por ciento de la financiación de la
Fundación Gates se dedica a la biotecnología.
El mismo informe explica que la
Fundación Gates prometió $880 millones en abril de 2010 para crear el
Programa Mundial de Agricultura y Seguridad Alimentaria (
GAFSP),
que es un fuerte promotor de los OMG. GAFSP, por supuesto, fue
responsable de proveer $35 millones en “ayudas” en los terremotos de la
destrozada Haití y que será utilizado para la aplicación de los sistemas
agrícolas modificados genéticamente y tecnologías.
En 2003, la
Fundación Gates invirtió $25 millones en “
GM (
genéticamente modificados)
de investigación para desarrollar semillas enriquecidas con vitaminas y
proteínas para los pobres del mundo”, un movimiento al que muchas
organizaciones benéficas internacionales y grupos de agricultores se
opusieron con vehemencia.
Y en 2008, la
Fundación Gates otorgó $26,8 millones a la
Universidad de Cornell
para la investigación de trigo transgénico, que es el próximo principal
cultivo en la mira de canalización de cultivos de alimentos
transgénicos de
Monsanto.

Si controlas la agricultura, controlarás las poblaciones del mundo. Los lazos de la
Fundación Gates con
Monsanto y la agricultura empresarial en general, dicen mucho acerca de su agenda real del
Nuevo Orden Mundial, que consiste en crear un sistema monopólico de control del mundo en todos los ámbitos de la vida humana.
Las
vacunas,
productos farmacéuticos, los
organismos genéticamente modificados, control de
reproducción, la
manipulación del clima, el falso
calentamiento global, estos y otros muchos puntos de entrada son los medios por los que la
Fundación Gates está haciendo grandes esfuerzos para controlar el mundo fingiendo ayudar a mejorarlo y preservarlo.
Gates
y compañía han abrazado la promoción de paradigmas corporativamente
poseídos y controlados de agricultura y medicina que sólo contribuyen a
esclavizar y matar a los más pobres del mundo. Es muy evidente que los
transgénicos han arrebatado a los grupos de personas que ya empobrecidas
por la destrucción de sus sistemas agrícolas nativos, como se ha visto
en la
India.
Algunos pueden decir que los esfuerzos de
Gates
son sobre todo por el dinero, mientras que otros pueden decir que es
acerca del poder y el control. Tal vez sea una combinación de ambos,
donde
Gates se encuentra todavía en el negocio de promover sus propias inversiones comerciales, que incluyen la compra de acciones de
Monsanto, mientras que al mismo tiempo invierte en programas para promocionar a
Monsanto.
Cualquiera que sea el caso, simplemente no hay duda de que
Gates tiene ahora un interés directo en ver el éxito de
Monsanto en la difusión de los
OGM en todo el mundo. Y desde que
Gates abiértamente facilita el crecimiento de
Monsanto en nuevos mercados a través de sus “esfuerzos humanitarios”, resulta evidente que la familia
Gates “está en la cama” con
Monsanto.
“Aunque
Bill Gates
podría tratar de decir que la Fundación no está ligada a su negocio, lo
único que demuestra es lo contrario: la mayor parte de sus donaciones
terminan favoreciendo las inversiones comerciales del magnate, en
realidad no “dona” nada, en lugar de pagar los impuestos a las arcas del
Estado, invierte sus ganancias en donde le es favorable económicamente,
incluida la propaganda de sus supuestas buenas intenciones”, escribió
Silvia Ribeiro en la fuente de noticias mexicana
La Jornada en 2010.
“Por el contrario, con sus ‘donaciones’ financia proyectos tan destructivos como la geoingeniería (
Chemtrails) o la sustitución de medicina natural por medicamentos patentados de alta tecnología en las zonas más pobres del mundo.
Gates
también se dedica a intentar destruir la agricultura rural en todo el
mundo, principalmente a través de la “Alianza por una revolución verde
en
África” (
AGRA).
Funciona como un caballo de
Troya para privar a los pobres agricultores africanos de sus semillas
tradicionales, reemplazándolas con las semillas de sus principales
compañías,y finalmente por organismos genéticamente modificado (
GM).”
Monsanto en
España
tiene una importante misión. Nos venden que los cultivos transgénicos
no son peligrosos, pero son un gran experimento biológico. Cuando
introducimos genes de medusa, insectos o bacterias en una semilla,
estamos creando seres que nunca hubiera alumbrado la naturaleza.
En el año 2005 el
maíz bt176 fue prohibido por la
Unión Europea, pero para entonces
España ya se había convertido en el país con mayor cantidad de hectáreas cultivadas con maíz transgénico de
Europa,
y uno de los 14 países del mundo con más de 60.000 hectáreas dedicadas a
estos cultivos, según el Servicio Internacional para la
Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (
ISAAA).
En el mismo año 2005 sucedió algo muy extraño en la
Comunidad Europea, después de que en el mes de Febrero se prohibiese el
maíz tipo bt176, en Agosto se aprobó la importación de
maíz tipo MON863 para fabricación de piensos para alimentación animal, y aún más extraño fue la manera en que se aprobó.
De los 25 países que componían la
Unión Europea, solo 7 votaron a favor (
Alemania,
Estonia,
Francia,
Holanda,
Finlandia,
Reino Unido y
Suecia), 4 se abstuvieron (
España,
Bélgica,
República Checa e
Irlanda) y 14 se opusieron (
Polonia,
Portugal,
Dinamarca,
Grecia,
Italia,
Chipre,
Austria,
Malta,
Luxemburgo,
Hungría,
Lituania,
Letonia,
Eslovenia y
Eslovaquia).

Debido
a que los resultados de las votaciones se alcanzan por mayoría
cualificada (cada país tiene asignado un número de votos). En este caso
fueron 108 votos a favor y 182 en contra; el mismo sistema empleado
requiere 232 votos de al menos 13 Estados para alcanzar una decisión. En
el caso de no llegarse a ese número de votos, la
CE tiene potestad para tomar la decisión, e incomprensiblemente decidió aprobarlo.
De esta manera tan propia del estilo
Monsanto, es como empezó a meter su
maíz en
Europa. Un año mas tarde
Monsanto consiguió que varios países de
Europa, entre ellos
España, designasen campos de cultivo para experimentar con cultivos de
maíz Roundup Ready NK603 de
Monsanto. En
España se designaron los siguientes campos para ensayo.
- Castilla -León: dos localidades en Zamora (Fuentes de Ropel y Coreses), una en León (Toral de Guzmanes) y una en Salamanca (La Vellés).
- Aragón: dos localidades en Huesca (Almudévar y Grañén) y dos en Zaragoza (Torres de Berrellén y Tauste).
- Castilla La Mancha: una localidad en Toledo (Malpica de Tajo).
- Navarra: dos localidades (Ribaforada y Buñuel).
- Madrid: una localidad (Aranjuez).

Las
semillas transgénicas adquieren características nuevas para resistir a
determinadas plagas o agroquímicos. Algunas, podrán crecer casi sin agua
y otras, nos ayudarán a combatir supuestas enfermedades inexistentes.
El problema es que esas semillas no son de todos, ya no están en manos
de los agricultores. Ahora están patentadas y pertenecen a las
multinacionales. El
MON 810, es el transgénico que se cultiva en España.
Durante años sólo ha habido un cultivo modificado genéticamente autorizado en Europa. Es un maíz insecticida: el
MON 810, una patente de la multinacional bilderberiana
Monsanto.
España es el único país de la
Unión Europea
que lo cultiva a gran escala. Este maíz tiene incorporados genes de una
bacteria del suelo que para que genere una toxina que mata a los
gusanos de la plaga del taladro.
Para el vendido y corrupto
gobierno español de los sobres, un grupo muy importante de esbirros
científicos bilderberianos, y las multinacionales eugenésicas mafiosas
biotecnológicas, los transgénicos son seguros.
Todos sus ridículos estudios garantizan falsamente que no perjudican a la salud ni al medio ambiente.
Monsanto no aclara nada y su papanatas
Director de Biotecnología para
España y
Portugal de
Monsanto,
Carlos Vicente, hace el ridículo espantoso a lo
Simulaciones Cospedal SA, eso si, en diferido, en esta imprescindible entrevista de la SER:
http://www.cadenaser.com/actualidad/audios/seguros-transgenicos/csrcsrpor/20090306csrcsr_14/Aes/
Los grupos ecologistas, sin embargo, han pedido que se retire el
MON 810
de nuestros campos. Porque, según sus informes, también científicos,
puede afectar a la biodiversidad y, a largo plazo, a la salud. Piden que
en
España se aplique el principio de precaución siguiendo el ejemplo de
Francia,
Alemania o
Italia.
Si
no somos agricultores o no ganamos dinero con la patente, lo lógico es
que no queramos transgénicos ni en nuestros campos ni en nuestro plato,
por si acaso.
El caso es que es lo que estás comiendo en miles de
productos y quizás tengas algún campo de cultivo cerca y te estén
fumigando cada día. Y para los que ven cirros y no se dan cuenta que
respiran aluminio y más porquerías de las
chemtrails que fumiga
Monsanto en sus narices, dejo este video: “¿Por qué están fumigando al mundo?”
http://www.youtube.com/watch?v=g-SwPkSkRHE
Al final de este post, dejo varios videos más y links que desmontan a esta corporación genocida bilderberiana.
Monsanto y los mercenarios de
Blackwater, también tienen cosas en común. En un reporte de
Jeremy Scahill publicado en
The Nation (
Blackwater’s Black Ops, 15/9/2010) reveló que el ejército mercenario más grande del mundo,
Blackwater (ahora llamado
Xe Services) le vendió servicios clandestinos de espionaje a la trasnacional
Monsanto.
Muchos militares y ex oficiales de la
CIA trabajan para
Blackwater
o alguna de las empresas vinculadas que creó para desviar la atención
de su mala fama y generar más lucros vendiendo sus nefastos servicios,
que van desde información y espionaje hasta infiltración, cabildeo
político y entrenamiento paramilitar, a otros gobiernos, bancos y
empresas trasnacionales.
Según
Scahill los negocios con las trasnacionales como
Monsanto,
Chevron, y gigantes financieros como
Barclays y
Deutsche Bank , todos bilderberianos, se canalizan a través de dos empresas que son propiedad de
Erik Prince, dueño de
Blackwater:
Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center. Éstas comparten oficiales y directivos de
Blackwater.
Los beneficios de
Monsanto en 2009 fueron 2.000.000.000$, cifra que se redujo en 2010 a 1.000.000.000$, después de que demandaran a
Monsanto
agricultores, activistas y diversas organizaciones por contaminación de
cultivos y tierras o por los productos alimenticios, como la inclusión
de uranio en productos para mujeres embarazadas.

Después
de dicho esto, como siempre, tú decides lo que comes y das de comer a
los tuyos. Mientras los corruptos medios de defecación masiva te marean
absurdamente con que si el
Pistorius mató a la novia con un bate o a tiros, o con las trazas de carne de caballo,
Monsanto te envenena por todos lados y
la2 hace hasta un programa a favor, para que comas más.
Ya sabes que una china vacunicida junto a un traficante de armas y un ghanés que rocía
DDT en
África están a la cabeza de la
OMS, que un jesuita maltés antiabortista y homófobo es el
Comisario Europeo de la Salud.
Son los que “cuidan” de nosotros. Aún así no me creas. Investiga todo
lo que has leído, vas a encontrar mucha información ahora que internet
aún es libre, y esto es sólo una pieza más de la enrevesada matrix en la
que vives. Y recuerda, la sinergia ha comenzado, debemos unirnos pués
somos uno. Syneidesis para todos.
Un abrazo y mucha fuerza.
Manu Escrig.
#Abrelosojos
#Eshoradedespertar #ApagalaTV #Investiga #Siguelosnombres
#Siguealdinero #RNWO #StopNWO #StopBilderberg #Miraloquecomes
#StopMonsanto
Videos que deberías ver:
El mundo según Monsanto.
http://www.youtube.com/watch?v=LdIkq6ecQGw
David contra Monsanto.
http://www.youtube.com/watch?v=Co5YshDpnrs
Monsanto patenta cerdos:
http://www.youtube.com/watch?v=1q1dKJ7dwAQ
Semillas esclavas transgénicas:
http://www.youtube.com/watch?v=J2NFbt6hVMQ
Jane Akre, manipulacion mediatica y Monsanto:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=3GH7-XIbVnk
Algunos links que deberías visitar:
http://www.monsanto.com/global/es/Pages/default.aspx
http://paper.li/AssholeBlogger/1328915461#
http://www.jornada.unam.mx/2010/10/09/opinion/024a1eco
http://www.elconfidencial.com/mercados/cotizacion/monsanto+co/nymon/sp
http://www.gastronomiaycia.com/2011/05/05/localizacion-de-cultivos-transgenicos-en-espana-2011/
http://ytumas.wordpress.com/2012/01/24/la-historia-oscura-de-la-corporacion-monsanto-10-hechos-que-usted-debe-saber-acerca-de-monsanto/
http://elnuevodespertar.wordpress.com/2012/04/13/las-semillas-transgenicas-de-monsanto-contribuyen-al-suicidio-de-un-agricultor-cada-30-minutos/
http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Salud/El_aspartamo_o_Nutrasweet_otro_ataque_a_la_salud._Amarga_dulzura
http://www.ojosparalapaz.org/2012/07/monsanto-quiere-reducir-la-poblacion.html
http://www.pbs.org/now/transcript/transcript_gates.html
http://en.wikipedia.org/wiki/Thomas_Robert_Malthus
http://www.gatesfoundation.org/leadership/Pages/william-gates-sr.aspx
http://www.gatesfoundation.org/about/Documents/BMGFFactSheet.pdf
http://www.organicconsumers.org/articles/article_21606.cfm
http://healthfreedoms.org/2011/10/03/who-put-bill-gates-in-charge-of-the-world/
http://www.organicconsumers.org/articles/article_21606.cfm
http://www.naturalnews.com/030913_Monsanto_suicides.html
http://www.naturalnews.com/030913_Monsanto_suicides.html
Fuente:
http://matrizur.org/index.php?option=com_content&view=article&id=25710