Para tener Presente
¿REFORMA EDUCATIVA?
¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.
Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?
ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza
18 marzo 2009
Entrevista a la ex comandante de FMLN Nidia Díaz
La gran derrotada es la oligarquía
La gran derrotada es la oligarquía, afirman los expertos. | |||||
FMLN reestablecerá relaciones con Cuba | |||||
El gobierno del Frente Farabundo Martí (FMLN) restablecerá las relaciones diplomáticas con Cuba y acrecentará las relaciones con los países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), afirmaron voceros de la organización. "Para nosotros, el pueblo cubano es un hermano de sangre y, por tanto, lo primero que haremos será restablecer nuestras relaciones diplomáticas", declaró Alfredo Elías, representante del FMLN en la isla. El vocero señaló que les interesa acercar su gobierno a los países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que impulsa Venezuela y a la que pertenecen, además, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Honduras y Dominica, países que se prestan ayuda médica, energética y crediticia. De acuerdo a los analistas, los resultados de las elecciones de El Salvador provocarán un gran viraje frente a las políticas desarrolladas por el gobierno de Arena. “La oligarquía ha sido derrotada, su ideología ha sido derrotada; también, ha sido derrotado el mercado, que es el rey en este país”, afirmó el analista Ricardo Gutiérrez. En 20 años, el gobierno de Arena privatizó la electricidad, la banca y las telecomunicaciones y acentuó la pobreza, que alcanza al 40 por ciento de la población. Además, reemplazó la moneda nacional por el dólar, lo que provocó el encarecimiento del costo de vida. El Salvador, con apenas seis millones 800 mil habitantes, es uno de los países más violentos del mundo con una tasa de 12 muertos diarios. La delincuencia y la miseria lo han convertido en una expulsor neto de migrantes, al grado de que casi tres millones residen en el exterior. Entretanto, el electo presidente Mauricio Funes anunció su encuentro con el secretario adjunto de Estado para el Hemisferio Occidental de EE.UU., Thomas Shannon, quien viajará para entrevistarse con él. A su vez, Funes viajará el jueves a Brasilia para entrevistarse con el presidente Lula, en su primer viaje como mandatario electo al exterior. Como se sabe, el primero es gran admirador del segundo por su manejo económico y sus planes para combatir la pobreza. Funes también deberá asistir en abril a la Cumbre de las Américas. diario la primera |
17 marzo 2009
Pero ¿qué Marx?
Traducido para Rebelión por Liliana Piastra |
Con esta crisis tan profunda que estamos padeciendo se vuelve a hablar de Marx, pero muchos se van por las ramas, olvidándose de que su análisis denunciaba al capitalismo por negar de manera estructural la igualdad de los derechos humanos, afirmada por la Revolución francesa.
El pánico que ha seguido al crac de las finanzas ha sido breve: ¡cielos, vuelve Marx! ¿Y por qué? Porque los gobiernos han corrido a ayudar a los bancos, refinanciándolos. La intervención fatal del Estado, es decir, la reaparición de Marx... ¡Qué tontería! Después de todo, el susto no ha durado mucho. Los estados, o mejor dicho, los gobiernos, no parecen pedir nada a cambio. Se limitan a decir que no se puede dejar que quiebre un banco porque eso arrastraría también a los ahorradores y a las empresas. Dejar que quebrara Lehman Brothers ha sido un error; salvar a un banco es una acción de salud pública, como hacer frente a una inundación. Así pues, otras empresas piden ayuda, en primer lugar, los grandes fabricantes de automóviles, porque un porcentaje muy importante de su clientela ha dejado de cambiar de coche, con el consiguiente riesgo de despido para cientos de miles de trabajadores, que, estando en paro, le cuestan al Estado y causan tensiones sociales. Ya sólo en Europa se multiplica el número de parados a corto plazo, por no hablar del este que, habiéndose lanzado alegremente al libre mercado, está aún peor. Hasta los oligarcas que habían acumulado riquezas malvendiendo la propiedad pública están perdiendo parte de ellas.
Así es que los mismos que durante veinte años han gritado «menos estado y más mercado» ahora piden la intervención estatal. ¿Qué pinta en ello Marx? Nada. Ante todo, jamás fue partidario del estado, es más, pronosticaba su extinción a plazo fijo; en todo caso fue Lenin quien pensó que la propiedad estatal, pero de un estado proletario, era la última fase antes de la socialización de la propiedad. Ni a los gobiernos ni a las oposiciones actuales se les ha pasado por la cabeza nada parecido. Los primeros hasta tienen reticencias a la hora de definir la naturaleza de ese reparto de caudales. ¿Se trata de un préstamo, o bien de la compra de una parte de los bancos y empresas, cuya propiedad adquirirían en un porcentaje considerable? Sarkozy ha afirmado en fechas recientes, en cuanto a una operación de ese tipo, que se trata de un préstamo a un tipo de interés más bien alto, el 8 por ciento; en fin, que se trataría de una inversión un poco arriesgada. Si no he entendido mal, tan sólo Gordon Brown ha declarado en el Reino Unido que se trata de una participación en el capital accionario de los bancos rescatados, y alguien ha añadido «pro tempore», pero el Estado no meterá baza, no votará en función de las acciones que detente, sino que interviene como caja de emergencia, sin más.
Silencio sepulcral sobre los interrogantes que se plantea el ciudadano de a pie: ¿de dónde saca el Estado esos caudales que reparte en concepto de “ayudas”? ¿De la hacienda pública, es decir, de nosotros? ¿Mediante impuestos? ¿Cuáles y cuándo? Sólo Obama declara que subirá los impuestos a las rentas altas, pero con vistas a pagar la cobertura sanitaria para toda la ciudadanía. Los EE.UU. pueden acuñar moneda, aumentando así un déficit público que es cinco veces mayor que el nuestro; pero los estados europeos no pueden hacerlo, sólo podría hacerlo el Banco Central, que no parece tener ninguna intención. Y hasta ayer mismo declaraban estar tan mal de fondos que se veían obligados a hacer recortes drásticos en el gasto público – colegios, hospitales, corporaciones locales. En Francia hasta los tribunales.
Finalmente, ¿cómo quedarán reflejadas en los presupuestos del Estado las cantidades concedidas para las ayudas, si es que constan?
Las izquierdas, si es que se las puede llamar así, que representarían a los trabajadores, y los propios trabajadores que se echan a la calle gritan: los que han roto el juguete de las finanzas son los dueños de los bancos, ¡que paguen ellos! Onda* ha utilizado el mismo eslogan: no seremos nosotros los que paguemos vuestra crisis. Pero dudo mucho que unos y otros crean en ello. Las izquierdas no están yendo al asalto del crédito, ni siquiera reclaman que, habiéndolo salvado, se convierta en una participación de propiedad pública – lo cual no sería de ninguna forma socialismo sino en cierto modo una medida keynesiana – y que su uso se debata públicamente en los parlamentos y entre las partes sociales. Hasta hace poco pedían a gritos la privatización de todo lo público. ¿No hemos gritado también nosotros, desde Il Manifesto, contra la propiedad estatal y los boyardos del Estado? ¿No hemos escrito que es el ojo del amo el que engorda el caballo, mientras que las burocracias estatales son inertes y corrompidas? Por otro lado, no teníamos fuerza para proponer que la propiedad pública pasara a la autogestión, entre otras cosas por la duda (no expresada) sobre cómo funcionaría una autogestión como tal en un mundo globalizado. Faltó poco para que beneficiáramos a las privatizaciones de la sanidad y de la educación, en cuyo sentido se han movido alegremente los gobiernos de centroizquierda.
Así es que por nuestros pagos, por así decirlo, lo que hay es silencio o solicitud a los gobiernos para que salven a las empresas para que a su vez salven a los trabajadores, en primer lugar a los del sector del automóvil. De «nacionalización» se habla a tontas y a locas, quizás como propiedad estatal transeúnte, desde luego no sometida al control público, a su vez incontrolado (salvo quizás por el Tribunal de Cuentas). Pero nadie hace una reflexión autocrítica sobre el eslogan «menos estado y más mercado». ¿O se me ha pasado?
Tampoco se piden condenas para los responsables de la ruina. Ninguno de los que han dejado que su entidad se estampara está acusado de nada. Por lo general, se les ha confirmado en sus puestos. Tengo a la vista, es un decir, al consejero delegado de Fortis, al que han quitado de la dirección, sí, pero con un paracaídas de oro y con un cargo bien retribuido de asesor especial del mismo banco. Para que se trate de una estafa es realmente necesario que gente como Madoff o Stanford hayan engañado a todas luces al prójimo, ofreciendo, por depósitos realizados en bancos de su confianza, casi siempre en paraísos fiscales, intereses fabulosos pagados con los fondos de los nuevos incautos que iban cayendo. Pero hacer que nazcan nuevos títulos unos de otros, «derivarlos» con la esperanza de que el mercado especulativo los compre y revenda antes de que aterricen sobre un trozo de lo que se da en llamar «economía real»¿es o no es una estafa? Cuando los títulos emitidos por una empresa triplicaban su valor con respecto a la base productiva que respaldaba su emisión, en la bolsa explotaba la clásica burbuja. Esta vez no. Los famosos derivados se derivan de otros títulos, basándose en el principio de que, una vez colocado en el mercado, el dinero produce por sí mismo más dinero. ¿Es eso una estafa o hay que llamarlo cariñosamente «ingeniería fiscal», y funciona hasta que se descubre estrepitosamente que el título es incobrable?
Al ciudadano de a pie este tipo de operaciones le recuerda el timo aquel del listillo romano que, viendo cómo un campesino admiraba estupefacto el Coliseo, se lo ofrece en venta, el pobre simplón apoquina y el listo se larga con los cuartos. Los bancos han podido vender y revender un virtual, un derivado, un futuro - según Tremonti, los derivados equivalen a doce veces y media el producto industrial bruto ¡de todo el mundo! – sin que esto represente un delito. ¿Fue acaso delito que los holandeses, extasiados con los tulipanes, se disputaran, como si fuera oro, el bulbo de una flor hasta entonces desconocida? Esa fue la primera especulación, lo cuenta Galbraith, y duró hasta que, de repente, se dieron cuenta de que podían conseguir aquel rizoma por dos céntimos.
El verano pasado un trader de la Société Générale dejó encendido su ordenador un viernes, un colega le echó el ojo, se dio cuenta de que estaba realizando una concatenación de compras y de ventas de forma temeraria, y avisó a la dirección; ante todo, esta, por si acaso, le encasquetó a otros bancos los títulos jugados y luego lo denunció. Pero ¿de qué se le puede acusar? Ha obrado por amor al arte, no se ha echado nada al bolsillo, ningún superior podía ni debía controlarle, si no le hubiesen parado, el banco habría obtenido grandes ganancias. La Ingeniería financiera trabaja en el ámbito de lo virtual. Calcula en función del deseo.
El pobre de Marx no podía ni imaginárselo. Por el contrario, había previsto racionalmente el fin del rentista. Las célebres líneas de los Grundrisse en las que afirma que en un futuro el trabajo se convertiría en una base bien mísera para el incremento de la riqueza, también tomaban en cuenta el enorme cambio de las tecnologías, no el crecimiento parasitario de una especulación (también en cierto modo virtual), que al volverse desmesurada, desemboca en las burbujas y explota destruyendo riqueza, como está sucediendo ahora, tras haberse depositado de paso en este o aquel especulador. Es evidente que lo que hoy en día se llama capital cognitivo no se identifica en la capacidad de George Soros para prever los movimientos de las bolsas.
En realidad quien dice cualquier cosa sobre Marx suele olvidar que todo su análisis se basa en el hecho, intolerable para un nietecillo de la revolución francesa, de que el modo capitalista de producción elude la igualdad de derechos que sería propia de todo ser humano, ya que, por el contrario, se basa en la desigualdad entre quien posee los medios de producción y quien sólo posee su fuerza de trabajo, material o inmaterial. En la producción al primero le corresponden el capital, las máquinas (tecnología) y el producto; el segundo es un mero accesorio vivo (incluso puede que inteligentísimo) de la máquina (tecnología); él también es mercancía, puede que preciada a título individual, que se puede comprar y vender en el mercado de trabajo. En la especulación este molesto elemento desaparece, como tiende a desaparecer, hasta la rendición de cuentas, el molesto producto que produce la cotización en bolsa.
De la misma manera, mientras el trabajador introduce en el proceso una relativa autonomía de negociación del salario y de los derechos, modifica sus equilibrios. De ahí la furia destructiva de toda huella de su organización, incluso la más elemental, como es el sindicato. Sacconi y Marcegaglia son figuras clásicas del siglo XIX. Todo el movimiento obrero se ha basado en esta introducción en el proceso por parte de los trabajadores, con no pocas simplificaciones, pero con la fuerza de un consistente material humano. En el socialista se tuvo durante algún tiempo, y en el comunista se puede decir que siempre – por lo menos como principio – la convicción de que incluso el mejor de los sindicatos mejoraba pero no modificaba la relación de producción, cuya inexorable falta de libertad reside en que se usa al hombre como instrumento. De ahí la necesidad de un paso revolucionario. Las cosas no ha ido así y no hay ningún misterio en entender sus razones.
Ahora el capital ha ganado no sólo en las relaciones de fuerza, que desde siempre han sido desiguales, sino también en la cabeza, en la idea que tiene de sí el que trabaja, ya sin esperanza de lograr su propia emancipación, sino únicamente de salvar su puesto de trabajo, es decir, el salario, identificado con la salvación de la empresa que se lo da.
Esto heredamos del siglo XX. Y merece la pena no olvidarlo, en lugar de divagar sobre innovaciones extraordinarias que harían imposible, es más, inútil, cualquier lucha contra el capital justo en el momento en que se debate en unas tremendas contradicciones internas.
* El movimiento estidiantil italiano organizado en torno a las protestas contra la ley Gelmini: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=75219
http://www.ilmanifesto.it/
fuente: rebelion.org
El Salvador: voto salvador
El impulso viene de atrás, de los años en que Agustín Farabundo Martí inició su fulgurante carrera de revolucionario. Nacido el 5 de mayo de 1893, en un hogar de agricultores acomodados, pronto demostró el impulso de justicia y de odio a la explotación de los terratenientes y al gran amo extranjero.
A los 20 años, cuando estudiaba Jurisprudencia y Ciencias Sociales, empezaron sus vínculos con los trabajadores. Un acto de apoyo a estudiantes de Guatemala en El Salvador que luchaban contra el dictador títere de la United Fruit Estrada Cabrera, acto por él organizado, le valió su primera prisión y su destierro a Guatemala. En esa época se solidarizó con las comunidades quiche y aprendió su lengua. Después, fusil en mano, participó en el derrocamiento del sanguinario Estrada Cabrera.
Los hacendados cafeteros alemanes de Guatemala lo denuncian en esa época como agitador. Parte entonces para México.
En 1925 está de nuevo en Guatemala, donde funda el Partido Comunista de ese país. Otra vez lo deportan.
En 1928 volvió a El Salvador. Allí, una asamblea de trabajadores lo eligió responsable de una brigada de cinco obreros para ir a combatir bajo las órdenes de Sandino. Sus virtudes de escritor y su coraje de guerrillero lo elevaron a Coronel del Estado Mayor internacional de Sandino.
Los sandinistas de los años 20 lo recuerdan subido a un árbol para disparar contra los aviones del invasor yanqui.
En junio de 1930, retornó a El Salvador y fundó el PC. El país sufría la ruina causada por la gran crisis.
En ese marco, Farabundo Martí se puso a la cabeza del movimiento obrero y popular. Frente a la represión despiadada, el pueblo acudió a la insurrección.
El dictador de turno, Maximiliano Hernández Martínez, descargó su furia demencial (era, en efecto, loco) contra los descontentos. Más de 20 mil campesinos fueron masacrados. A Farabundo Martí lo fusilaron el 1 de febrero de 1932.
El FMLN se inspira en ese combate por la libertad, la justicia y el socialismo. Después de una guerra civil que duró 12 años y dejó 75 mil muertos, ha luchado por ingresar en la política legal. Durante años estuvo estragado por luchas internas de grupos, incluido uno que quería convertirlo en socialdemócrata.
En diciembre de 2000, el FMLN acudió a la fuente de su fuerza: la voluntad de las bases. En votación directa y secreta, sus militantes confirmaron el carácter revolucionario y socialista del partido.
Con firmeza, pero sin sectarismos, con su limpia historia de pensamiento y pelea, ha sabido elegir a un candidato carismático, que es hoy el presidente que consolida el avance de la izquierda latinoamericana.
César Lévano
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
El Salvador: más que un triunfo electoral
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La importancia del triunfo del izquierdista Mauricio Funes en El Salvador no se reduce a una gesta electoral coyuntural, sino que adquiere la significación de una victoria histórica que tiene tras de sí una saga de organización y resistencia popular, decenas de miles de muertes, décadas de un sufrimiento social inconmensurable y el aprendizaje nacional de una civilidad democrática que, a la postre, ha rendido sus frutos, y por el cual cabe felicitar a la sociedad salvadoreña”, destacó el diario mexicano La Jornada.
“Se trata”, añadió, “de una larga lucha popular iniciada en los años 70 del siglo pasado, que se confrontó con las armas en la mano contra una oligarquía dictatorial y sanguinaria, apoyada en sus peores excesos por Estados Unidos; que transitó por la firma de la paz, la desmovilización y la construcción de instituciones democráticas y que, después de tres lustros de enfrentar en las urnas a la derecha neoliberal, logra arrebatarle la Presidencia”.
Incluso en una circunstancia mundial de crisis económica profunda, la llegada al poder de la izquierda en el país más pequeño de América representa una esperanza para la mayor parte de la población de dicha nación, sumida en la pobreza, y se abre, con ello, la posibilidad de empezar a saldar la enorme deuda social, la cual no fue tema de los acuerdos de paz firmados en México en 1992 entre la insurgencia popular y el gobierno, dice el comentario, repesentativo del impacto regional de los resultados de los comicios salvadoreños.
Vuelco Político
Según La Jornada, el vuelco político en El Salvador constituye en el contexto internacional un refrendo a la tendencia continental caracterizada por el surgimiento en las urnas de gobiernos progresistas, soberanos y no alineados con el llamado "consenso de Washington"; es decir, con las recetas económicas fraguadas por el pinochetismo y la Escuela de Chicago y luego impuestas a buena parte de la humanidad por los gobiernos de las naciones ricas.
Es previsible que el gobierno presidido por Mauricio Funes se sume a los procesos de integración regional en los que confluyen, con todo y sus diferencias, Brasil, Bolivia, Cuba, Venezuela, Ecuador, Argentina, Paraguay, Nicaragua e incluso Chile, pese a que en ese último país el neoliberalismo sigue siendo postura oficial.
Según el análisis, ese campo de gobiernos independientes y de clara vocación latinoamericanista ha debido ser reconocido incluso por el gobierno de Barack Obama, como quedó de manifiesto en su encuentro con el presidente brasileño, Luis Inazio Lula Da Silva, en quien el nuevo mandatario estadounidense reconoció la interlocución con otros gobiernos sudamericanos.
Con otros ojos
Además de ése, añade el periódico mexicano, otros sucesos recientes parecen indicar que Washington se dispone a rediseñar su política de alianzas hacia América Latina. Si hasta el último día del gobierno de Bush los pilares principales de esas alianzas fueron los regímenes de derecha de Álvaro Uribe (Colombia) y Felipe Calderón (México), en días pasados ambos gobiernos han verbalizado un distanciamiento ante Estados Unidos. Así lo hicieron el propio Calderón y algunos de sus colaboradores, la semana pasada, al rechazar con estruendo críticas al desempeño del gobierno mexicano, sobre todo en materia de seguridad, y ayer el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, hizo lo propio, al quejarse de que la administración de Uribe ha recibido un trato "indigno" de la potencia del norte en el contexto del Plan Colombia, e incluso puso en duda –cosa insólita– la vigencia de ese acuerdo bilateral de contrainsurgencia y combate al narcotráfico.
“En suma, el escenario continental se transforma con rapidez, y el triunfo electoral del FMLN no sólo corresponde a un proceso de cambio en El Salvador, sino que se inscribe también en una realineación regional sin precedente”, dice La Jornada, a tiempo de señalar que “si el colapso económico global representa una difícil situación de arranque para la izquierda que gobernará ese país, tal circunstancia puede ser atenuada por la existencia de administraciones progresistas que son, en principio, aliadas naturales de los vencedores en la elección de ayer”.
Periodista y luchador
Mauricio Funes, nacido en San Salvador, El Salvador, el 18 de octubre de 1959, es un periodista salvadoreño con una larga carrera en los medios de comunicación de su país. El 28 de septiembre del 2007 anunció que el FMLN lo había designado candidato presidencial, en la última presentación de su programa La Entrevista.
Funes realizó sus estudios superiores de Licenciatura en Letras en la Universidad Centroamericana "José Simeón Cañas" (UCA). En 1986 comenzó su práctica periodística como reportero del Noticiario Tele 10, programa de la televisora estatal Canal 10. Desde 1987, y por un período de cuatro años, trabajó en "Al Día", espacio informativo de Canal 12, teniendo bajo su responsabilidad la fuente parlamentaria (cobertura de la Asamblea Legislativa).
En 1991 fue uno de los fundadores del Centro de Audiovisuales de la UCA y de la Radio YSUCA. En 1992, volvió a laborar en Canal 12 como conductor de la Entrevista "Al Día". Durante los siguientes trece años condujo ese espacio de entrevistas. En 1997 fue nombrado Director de Noticias de TV12. Como periodista, Funes ha sido crítico de la administración del Partido ARENA que gobierna El Salvador desde 1989. Entre 1997 y 2003, condujo el segmento editorial "Sin Censura" dentro del Noticiero Hechos de Canal 12, donde frecuentemente fustigó a la actuación gubernamental y sostuvo varias polémicas con funcionarios del gobierno. En 2001 hizo públicas las denuncias sobre la forma en que se manejó la ayuda internacional, luego de los terremotos de enero y febrero.
El 19 de febrero de 2005, fue despedido de Canal 12. Varias organizaciones sociales manifestaron su descontento ante ese hecho. El 20 de mayo de ese año, retornó a la televisión con el programa "La Entrevista" en los Canales 15 y 21 de la cadena Megavisión, de gran audiencia.
En agosto del 2007 la empresa televisiva grupo Megavisión, cerró el espacio "La Entrevista con Mauricio Funes", en uno de sus canales. Un mes más tarde, en la última presentación de su programa en el canal 15, agradeció a los televidentes y se despidió manifestando que era la última presentación de su programa, pues cerraba su carrera como comunicador, para dedicarse a la política.
En su carrera periodística ha entrevistado a personajes como João Baena Soares, Javier Pérez de Cuéllar, César Gaviria, Felipe González, Hugo Chávez, Fidel Castro (en 2000), o Luiz Inácio Lula da Silva. En 1988 entrevistó en Costa Rica al comandante del FMLN, Joaquín Villalobos, siendo la primera entrevista que un comandante de la guerrilla concedía a un medio de prensa nacional. Fue por muchos años corresponsal de CNN en El Salvador.
El miércoles 10 de octubre de 2007, Alejandro Funes, hijo primogénito de Mauricio Funes, falleció en Francia. Según partes policiales parisinos, el joven de 27 años fue atacado por un hombre de origen marroquí en las afueras del Museo de Louvre. Alejandro Funes estaba en París estudiando fotografía.
diario la primera
15 marzo 2009
El desafío de América Latina
Hace más de un milenio, mucho antes de la conquista europea, una civilización perdida floreció en un área que conocemos ahora como Bolivia.
Los arqueólogos están descubriendo que Bolivia tenía una sociedad muy sofisticada y compleja, o, para usar sus palabras, uno de los medios ambientes artificiales más grandes, extraños y ecológicamente más ricos del planeta... sus poblaciones y ciudades eran grandes y formales
, y eso creó un panorama que era una de las obras de arte más grandes de la humanidad
.
Ahora Bolivia, junto con buena parte de la región, desde Venezuela hasta Argentina, ha resurgido. La conquista y su eco de dominio imperial en Estados Unidos están cediendo el paso a la independencia y a la interdependencia que marcan una nueva dinámica en las relaciones entre el norte y el sur. Y todo eso tiene como telón de fondo la crisis económica en Estados Unidos y en el mundo.
Durante la pasada década, América Latina se ha convertido en la región más progresista del mundo. Las iniciativas a través del subcontinente han tenido un impacto significativo en países y en la lenta emergencia de instituciones regionales.
Entre ellas figuran el Banco del Sur, respaldado en 2007 por el economista y premio Nobel Joseph Stiglitz, en Caracas, Venezuela; y el Alba, la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe, que podría demostrar ser un verdadero amanecer si su promesa inicial puede concretarse.
El Alba suele ser descrito como una alternativa al Tratado de Libre Comercio de las Américas patrocinado por Estados Unidos, pero los términos son engañosos. Debe ser entendido como un desarrollo independiente, no como una alternativa. Y además, los llamados acuerdos de libre comercio
tienen sólo una limitada relación con el comercio libre, o inclusive con el comercio en cualquier sentido serio del término.
Y ciertamente no son acuerdos, al menos si las personas forman parte de sus países. Un término más preciso sería acuerdos para defender los derechos de los inversionistas
, diseñados por corporaciones multinacionales y bancos y estados poderosos para satisfacer sus intereses, establecidos en buena parte en secreto, sin la participación del público, o sin que tengan conciencia de lo que está ocurriendo.
Otra prometedora organización regional es Unasur, la Unión de Naciones de América del Sur. Modelada en base a la Unión Europea, Unasur se propone establecer un Parlamento sudamericano en Cochabamba, Bolivia. Se trata de un sitio adecuado. En 2000, el pueblo de Cochabamba inició una valiente y exitosa lucha contra la privatización del agua. Eso despertó la solidaridad internacional, pues demostró lo que puede conseguirse a través de un activismo comprometido.
La dinámica del Cono Sur proviene en parte de Venezuela, con la elección de Hugo Chávez, un presidente izquierdista cuya intención es usar los ricos recursos de Venezuela para beneficio del pueblo venezolano en lugar de entregarlos para la riqueza y el privilegio de aquellos en su país y el exterior. También tiene el propósito de promover la integración regional que se necesita de manera desesperada como prerequisito de la independencia, para la democracia, y para un desarrollo positivo.
Chávez no está solo en esos objetivos. Bolivia, el país más pobre del continente, es tal vez el ejemplo más dramático. Bolivia ha trazado un importante sendero para la verdadera democratización del hemisferio. En 2005, la mayoría indígena, la población que ha sufrido más represiones en el hemisferio, ingresó en la arena política y eligió a uno de sus propias filas, Evo Morales, para impulsar programas que derivaban de organizaciones populares.
La elección fue solamente una etapa en las luchas en curso. Los tópicos eran bien conocidos y graves: el control de los recursos, los derechos culturales y la justicia en una compleja sociedad multiétnica, y la gran brecha económica y social entre la gran mayoría y la elite acaudalada, los gobernantes tradicionales.
En consecuencia, Bolivia es también ahora el escenario de la confrontación más peligrosa entre la democracia popular y las privilegiadas elites europeizadas que resienten la pérdida de sus privilegios políticos y se oponen por lo tanto a la democracia y a la justicia social, a veces de manera violenta. De manera rutinaria, disfrutan del firme respaldo de Estados Unidos.
En septiembre pasado, durante una reunión de emergencia de Unasur en Santiago, Chile, líderes sudamericanos declararon su firme y pleno respaldo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, cuyo mandato fue ratificado por una gran mayoría
, aludiendo a su victoria en el reciente referéndum.
Morales agradeció a Unasur, señalando que por primera vez en la historia de América del Sur, los países de nuestra región están decidiendo cómo resolver sus problemas, sin la presencia de Estados Unidos
.
Estados Unidos ha dominado desde hace mucho la economía de Bolivia, especialmente mediante el procesamiento de sus exportaciones de estaño.
Como el experto en asuntos internacionales Stephen Zunes señala, a comienzos de la década de los años 50, en un momento crítico de los esfuerzos de la nación para convertirse en autosuficiente, el gobierno de Estados Unidos obligó a Bolivia a utilizar su escaso capital no para su propio desarrollo, sino para compensar a ex dueños de minas y repagar su deuda externa
.
La política económica que se impuso a Bolivia en esa época fue precursora de los programas de ajuste estructural implementados en el continente 30 años más tarde, bajo los términos del neoliberal Consenso de Washington
, que ha tenido por lo general efectos desastrosos.
Ahora, las víctimas del fundamentalismo del mercado neoliberal incluyen también a países ricos, donde la maldición de la liberalización financiera ha traído la peor crisis financiera desde la gran depresión.
Las modalidades tradicionales del control imperial –violencia y guerra económica– se han aflojado. América Latina tiene opciones reales. Washington entiende muy bien que esas opciones amenazan no sólo su dominación en el hemisferio, sino también su dominación global. El control de América Latina ha sido el objetivo de la política exterior de Estados Unidos desde los primeros días de la república.
Si Estados Unidos no puede controlar América Latina, no puede esperar concretar un orden exitoso en otras partes del mundo
, concluyó en 1971 el Consejo Nacional de Seguridad en la época de Richard Nixon. También consideraba de importancia primordial destruir la democracia chilena, algo que hizo.
Expertos de la corriente tradicional reconocen que Washington sólo ha respaldado la democracia cuando contribuía a sus intereses económicos y estratégicos. Esa política ha continuado sin cambios, hasta el presente.
Esas preocupaciones antidemocráticas son la forma racional de la teoría del dominó, en ocasiones calificada, de manera precisa, como la amenaza del buen ejemplo
. Por tales razones, inclusive la menor desviación de la más estricta obediencia es considerada una amenaza existencial que es respondida de manera dura. Eso va desde la organización del campesinado en remotas comunidades del norte de Laos, hasta la creación de cooperativas de pescadores en Granada.
En una América Latina con una flamante autoconfianza, la integración tiene al menos tres dimensiones. Una es regional, un prerrequisito crucial para la independencia, que dificulta al amo del hemisferio escoger países, uno después de otro. Otra es global, al establecer relaciones entre sur y sur y diversificar mercados e inversiones. China se ha convertido en un socio cada vez más importante en los asuntos hemisféricos. Y la última es interna, tal vez la dimensión más vital de todas.
América Latina es famosa por la extrema concentración de riqueza y de poder, y por la falta de responsabilidad de las elites privilegiadas con respecto al bienestar de sus países.
América Latina tiene grandes problemas, pero hay también desarrollos prometedores que podrían anunciar una época de verdadera globalización. Se trata de una integración internacional en favor de los intereses de pueblo, no de inversionistas y de otras concentraciones del poder.
(Los ensayos de Noam Chomsky sobre lingüística y política acaban de ser recolectados en The Essential Chomsky, editados por Anthony Arnove y publicados por The New Press. Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts de Cambridge).
Cumbre Sindical Andina en Lima
Representantes de 20 millones de trabajadores se reunirán esta semana en Lima. Coordinarán acciones conjuntas en defensa de derechos laborales. | |||||||||||
Cumbre Sindical Andina en Lima | |||||||||||
Para coordinar acciones conjuntas que impidan la escalada antilaboral de ciertos gobiernos de la región, representantes de 20 millones de trabajadores de Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia se reunirán del 18 al 20 de marzo en la “Cumbre Sindical Andina” que tendrá como escenario la Comunidad Andina. Si bien, como afirma Juan José Gorriti, dirigente de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) y coordinador del Capítulo Perú del Consejo Consultivo Laboral Andino, los problemas que enfrentan -por ejemplo- los trabajadores de Bolivia y los del Perú son diferentes por la naturaleza de sus gobiernos, los une la solidaridad y el anhelo de luchar juntos por la justicia social para todos. Organizado por el Consejo Consultivo Laboral Andino - CCLA y bajo el lema “Que la crisis no la paguen los trabajadores” en el evento, donde también participará Venezuela, se tratarán temas como la repercusión de la crisis en el empleo y las migraciones laborales en el contexto de la Ley del Retorno de la Unión Europea. “Actualmente ya tenemos 60 mil despedidos, particularmente de los rubros de minería, textilería y agroexportación. Quisiera equivocarme, pero el panorama se muestra muy grave, las exportaciones tienden a bajar severamente y los mercados a reducirse y eso puede traer un mayor desempleo”, señaló. Sin embargo y como alternativa para paliar la crisis e impedir que caiga sobre los hombros de los más débiles, los trabajadores, cuadros de la CGTP, en colaboración con economistas y abogados como Humberto Campodónico, Alain Fairlie, Jorge Berneo y Javier Mujica, entre otros, tienen preparada la propuesta “Plan para la defensa de los derechos y la economía popular”, que plantea medidas para la generación de empleo y una nueva tributación. Será presentado al gobierno y a organismos internacionales para que sea tomado en cuenta. Otro punto a tratarse será el relacionado con las negociaciones comerciales entre los gobiernos andinos y la Unión Europea y que podrían resultar aún más perjudiciales que el TLC firmado con Estados Unidos. “Rechazamos los tratados de libre comercio porque en ellos no hay respeto a nuestros recursos naturales ni al medio ambiente ni a los derechos humanos y laborales de nuestra gente. Abogamos por un comercio justo con iguales derechos y obligaciones”, indicó el secretario de relaciones internacionales de la central sindical. diario la primera |