No son los que más invierten en
educación (menos del 7% del PIB), ni los que imponen la mayor carga
horaria a los niños en las escuelas (608 horas lectivas en primaria en
comparación con 875 de España, por ejemplo).
Tampoco se inclinan por dar cantidades excesivas
de tarea para la casa; y, a la hora de evaluar formalmente el éxito del
proceso de aprendizaje, un par de exámenes nacionales cuando los
jóvenes dejan la escuela, a los 18 años, les basta.
Entonces, ¿cómo es posible que los alumnos finlandeses siempre ocupen los primeros puestos en las listas internacionales que evalúan los niveles educativos?
Mientras en América Latina las protestas estudiantiles -más recientemente las de Chile y Colombia- ocurren con frecuencia, Finlandia parece haber encontrado un modelo -de educación gratuita de principio a fin y donde las escuelas privadas casi no existen- que tiene a los maestros y a los estudiantes contentos por igual.
Entonces, ¿cómo es posible que los alumnos finlandeses siempre ocupen los primeros puestos en las listas internacionales que evalúan los niveles educativos?
Mientras en América Latina las protestas estudiantiles -más recientemente las de Chile y Colombia- ocurren con frecuencia, Finlandia parece haber encontrado un modelo -de educación gratuita de principio a fin y donde las escuelas privadas casi no existen- que tiene a los maestros y a los estudiantes contentos por igual.
PARA ENTENDER MEJOR ESTA SITUACION, DEMOS LECTURA A LOS SIGUIENTES POST.:
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