Los medios corporativos se unen a la cruzada contra los trabajadores
La Radio del Sur/Prensa Latina
La directiva de la
Federación de Profesores de Enseñanza Media (OLME) de Grecia se reunió
ayer para ratificar la decisión tomada en decenas de asambleas por todo
el país y convocar una huelga a partir del viernes.
La decisión de los 88 mil docentes fue clara y valiente, un 90 por ciento de ellos apoyó el paro pese a las amenazas y la prohibición preventiva del gobierno, que dictó el lunes una orden de movilización civil, lo que significa arrestos y despidos para quienes secunden la protesta. La convocatoria se hizo coincidir con los exámenes nacionales de acceso a la universidad para estudiantes de bachillerato como medida de fuerza ante la negativa del ejecutivo de negociar los términos de su plan de recortes previsto para la educación pública.
El consejo de OLME se reunió el martes con el líder del principal opositor (Syriza), Alexis Tsipras, quien al término del encuentro pidió una vez más al primer ministro, Antonis Samarás, “la retirada del decreto gubernamental, el compromiso de no llevar a cabo más recortes en educación ni despedir a profesores y recurrir al diálogo”, tal y como demandan estos.
Los docentes están firmemente opuestos a la aplicación de medidas de austeridad que solo buscan el desmantelamiento de la enseñanza pública y piden que la reforma de la educación se lleve a cabo de manera consensuada, algo a lo que se niega el ejecutivo.
El proyecto contempla el despido de profesores, el aumento de las horas lectivas y de alumnos por clase, la movilidad obligatoria a cualquier parte del país y un recorte de beneficios laborales, entre otras medidas.
Por otra parte los grandes medios de prensa griegos, afines a las tesis neoliberales y a las políticas de austeridad, se movilizaron de nuevo para atacar y desprestigiar públicamente la lucha laboral que llevan a cabo los profesores de secundaria.
Debates, editoriales, columnistas… todo es poco por parte de las corporaciones mediáticas para tratar de doblegar la determinación de los docentes que pretenden llevar a cabo una huelga, prohibida por el gobierno, durante las fechas de los exámenes nacionales de acceso a la universidad.
Punta de lanza de esta ofensiva conservadora es el diario To Vima que el martes arremetió contra las demandas del colectivo de profesores con una sondeo de opinión, realizado en pocas horas, que le servía para aseverar que la mayoría de los griegos rechazaban la posible huelga.
Otros medios repicaron estos datos e incluso ofrecieron sus propias encuestas para corroborar con premura la falta de legitimidad de la protesta.
To Vima volvió ayer de nuevo a la carga publicando un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con datos de 2010, para demostrar que los profesores griegos trabajan menos que la media de países analizados y ganan más que muchos de ellos.
El periódico ocultó que desde 2010 las condiciones laborales y económicas de los profesores, y de los griegos en general, empeoraron drásticamente merced a esas políticas de austeridad que están llevando al país al desastre con un 27 por ciento de desempleo, un importante aumento de la pobreza y una contracción de la economía que supera el 25 por ciento.
Su apuesta por el fracasado modelo neoliberal se recogía en su editorial, de título “Finalmente, algo de luz al final del túnel…”, donde afirmaba, sin aportar dato alguno y recurriendo a vagas referencias de analistas internacionales, que “la economía griega ha comenzado a crecer” pues los tres años de austeridad “están empezando a dar sus frutos, aunque no podamos verlo”.
Mientras tanto los 88 mil maestros convocados a la huelga decidieron, en centenares de asambleas por todo el país, llevarla a cabo a partir del viernes pese a que la ley marcial del gobierno amenaza con arrestos de hasta 3 meses y despidos a quien la secunde.
Antonio Cuesta es corresponsal en Grecia de la agencia Prensa Latina
La decisión de los 88 mil docentes fue clara y valiente, un 90 por ciento de ellos apoyó el paro pese a las amenazas y la prohibición preventiva del gobierno, que dictó el lunes una orden de movilización civil, lo que significa arrestos y despidos para quienes secunden la protesta. La convocatoria se hizo coincidir con los exámenes nacionales de acceso a la universidad para estudiantes de bachillerato como medida de fuerza ante la negativa del ejecutivo de negociar los términos de su plan de recortes previsto para la educación pública.
El consejo de OLME se reunió el martes con el líder del principal opositor (Syriza), Alexis Tsipras, quien al término del encuentro pidió una vez más al primer ministro, Antonis Samarás, “la retirada del decreto gubernamental, el compromiso de no llevar a cabo más recortes en educación ni despedir a profesores y recurrir al diálogo”, tal y como demandan estos.
Los docentes están firmemente opuestos a la aplicación de medidas de austeridad que solo buscan el desmantelamiento de la enseñanza pública y piden que la reforma de la educación se lleve a cabo de manera consensuada, algo a lo que se niega el ejecutivo.
El proyecto contempla el despido de profesores, el aumento de las horas lectivas y de alumnos por clase, la movilidad obligatoria a cualquier parte del país y un recorte de beneficios laborales, entre otras medidas.
Por otra parte los grandes medios de prensa griegos, afines a las tesis neoliberales y a las políticas de austeridad, se movilizaron de nuevo para atacar y desprestigiar públicamente la lucha laboral que llevan a cabo los profesores de secundaria.
Debates, editoriales, columnistas… todo es poco por parte de las corporaciones mediáticas para tratar de doblegar la determinación de los docentes que pretenden llevar a cabo una huelga, prohibida por el gobierno, durante las fechas de los exámenes nacionales de acceso a la universidad.
Punta de lanza de esta ofensiva conservadora es el diario To Vima que el martes arremetió contra las demandas del colectivo de profesores con una sondeo de opinión, realizado en pocas horas, que le servía para aseverar que la mayoría de los griegos rechazaban la posible huelga.
Otros medios repicaron estos datos e incluso ofrecieron sus propias encuestas para corroborar con premura la falta de legitimidad de la protesta.
To Vima volvió ayer de nuevo a la carga publicando un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con datos de 2010, para demostrar que los profesores griegos trabajan menos que la media de países analizados y ganan más que muchos de ellos.
El periódico ocultó que desde 2010 las condiciones laborales y económicas de los profesores, y de los griegos en general, empeoraron drásticamente merced a esas políticas de austeridad que están llevando al país al desastre con un 27 por ciento de desempleo, un importante aumento de la pobreza y una contracción de la economía que supera el 25 por ciento.
Su apuesta por el fracasado modelo neoliberal se recogía en su editorial, de título “Finalmente, algo de luz al final del túnel…”, donde afirmaba, sin aportar dato alguno y recurriendo a vagas referencias de analistas internacionales, que “la economía griega ha comenzado a crecer” pues los tres años de austeridad “están empezando a dar sus frutos, aunque no podamos verlo”.
Mientras tanto los 88 mil maestros convocados a la huelga decidieron, en centenares de asambleas por todo el país, llevarla a cabo a partir del viernes pese a que la ley marcial del gobierno amenaza con arrestos de hasta 3 meses y despidos a quien la secunde.
Antonio Cuesta es corresponsal en Grecia de la agencia Prensa Latina
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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