| Cosa de citas  | 
| El miércoles pasado el civilizado Carlos Tapia,  indignado, como casi todo el mundo, por la nueva masacre neonazi ocurrida en  Gaza acudió a Pablo Neruda para recordar el horror que las pandillas aéreas de  Franco produjeron en el Madrid de 1936. Y citó así al inmenso poeta  chileno: “Bandidos con aviones... venían por el cielo a matar niños y por las calles la sangre de los niños corría simplemente, como sangre de niños”. Si de algo me precio es de ser lector  nerudiano, perito en Pablo, tasador de Residencia en la tierra y zampón en la  Tercera Residencia. Leí a Neruda cuando no sabía leer y lo leí en voz alta,  paseándome por una habitación que era mi mundo, viajando con Neruda a los  infiernos –donde suele suceder lo mejor-, o al centro de una cebolla redomada, o  a los desmanes de la carne que le imponía Josie Bliss, su amante asiática en la  Birmania donde él fungía de cónsul. En fin, que soy nerudiano del mismo  modo que soy vallejiano y miguelhernandiano y casi se diría sorjuaniano. Así que  leí la cita que Tapia hacía de Neruda y salté hasta el techo porque esa poesía  es una de las que tengo en el disco duro y la podría decir sin  tropezarme. Y donde Tapia cita falsamente “Bandidos con aviones...” y  pone unos puntos suspensivos más espantosos que el franquismo y que Neruda jamás  habría puesto porque la poesía consiste, precisamente, en llenar los puntos  suspensivos, el párrafo ve-raz es como sigue: “Bandidos con aviones y con moros, bandidos con sortijas y duquesas, bandidos con frailes negros bendiciendo venían por el cielo a matar niños, y por las calles la sangre de los niños corría simplemente, como sangre de niños”. De  modo que don Carlos Tapia, que en este arte de la cita mutilatoria ya se parece  a Alan García, se cargó tres versos principales y omitió a los moros traidores  que lucharon por Franco y que eran herencia del apetito español en suelo  marroquí, omitió a las duquesas que rezaban por la derrota de la República  mientras se enredaban con un mozo de cuadra y omitió, de modo imperdonable, a  los frailes negros y aciprianados que se santiguaban cada vez que una bomba  franquista daba en el blanco de una casa. Don Carlos Tapia, mi estimado,  ¿con qué derecho hace usted eso con Neruda? ¿No se da cuenta de que no sólo se  violan los derechos humanos sino que también se pueden violar derechos  literarios y que puede haber delitos de lesa citación? Porque una cosa es  que vengan los bandidos con aviones a matar niños y otra cosa muy distinta es  que esos aviones vengan con bandidos, duquesas, sortijas, frailes negros y moros  monarquistas. Lo primero, don Carlos, es un parte de guerra. Lo segundo es  poesía. Y, además, don Carlos, no es posible ni siquiera remotamente  establecer algún vínculo entre la guerra civil española y la matanza que Israel  ha desatado otra vez en Gaza. En la guerra civil española hubo dos ejércitos,  dos países, dos mitades negadas y maldicientes. En Gaza ha habido un ejército  infinitamente cobarde y asesino y una población cautiva y, por lo general,  indefensa. En todo caso, agradezco a Tapia por haberme empujado a releer,  una vez más, una de las dos ediciones de “España en el Corazón”, de 1937, que  conservo en mi biblioteca. Y la estrofa que sigue a la cita maltrecha de  Carlos Tapia es una de las mejores cimas del desprecio literario y del odio  sentido como necesidad moral: “Chacales que el chacal rechazaría, piedras que el cardo seco mordería escupiendo, víboras que las víboras odiaran!” Eran esos tiempos en que la poesía se iba a la  guerra y compartía la sal de los vencidos y escupía en la copa de los canallas.  No habíamos llegado todavía a la poesía suiza y neutral, sueca y global,  antártica y correcta de estos días. cesar hildebrandt : diario la primera | 
Para tener Presente
"Los  Maestros, al ponernos al servicio del Estado, no hemos vendido nuestra  conciencia ni hipotecado nuestras opiniones, ni hemos perdido nuestra  ciudadanía. El hecho de recibir una suma mensual de dinero significa  sólo el pago de nuestros servicios profesionales, pero no el pago de un  silencio y de una conformidad que repugna. Quienes pretenden que el  maestro debe "callar, obedecer y trabajar", están en un error, y cometen  un insulto a la dignidad humana... ".                                                                             José Antonio Encinas 
¿REFORMA EDUCATIVA?
¿Reforma educativa para mejorar la calidad académica? Es posible esto sin atender el rezago educativo en materia de infraestructura en zonas marginales, con estudiantes mal alimentados y desnutridos, sin planes de estudio acorde a las necesidades de la población.
Evaluar a los maestros, ¿Quiénes, las instituciones corruptas del Estado? ¿La Ministra Bachiller que no sabe quien proclamó la independencia del Perú? ¿Los intelectuales “expertos” de la televisión? ¿Los periodistas mercenarios asalariados de la gran empresa?
ley de reforma magisterial y la destitucion por inasistencia y tardanza
24 enero 2009
Cosa de citas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario