La hija del ex dictador sigue mintiendo sobre cómo financió sus estudios. La venta de la casa de los Fujimori es falsa.
Mentiras de Keiko
El matrimonio Fujimori-Higuchi nunca tuvo un fondo de 400 mil dólares, supuestamente ahorrado desde antes que llegaran al poder y destinado a pagar los estudios de sus hijos en costosísimas universidades privadas de Estados Unidos, como ha argumentado Keiko Fujimori en su último intento de hacer creer que su educación superior fue costeada con dinero lícito.
Este diario tuvo acceso a una inédita lista de bienes de la pareja, escrita por Vladimiro Montesinos en 1993, año en que Higuchi le exigió a Fujimori la devolución del dinero que ella le prestó, en efectivo y producto de la venta de algunos inmuebles, desde el inicio de su matrimonio el 17 de julio de 1974, hasta algunos meses después de que Fujimori fuera elegido Presidente de la República. En aquella relación de bienes no aparece ningún fondo de dinero.
Según Alberto Bautista, ex abogado de Higuchi en el juicio que ella le hizo a Fujimori por la devolución de sus bienes, “tal fondo no existía, Fujimori no tenía dinero, todas las propiedades que poseían eran de Susana, él no pudo haber pagado los estudios de sus hijos”.
En total poseían siete propiedades ubicadas en los distritos de La Victoria y San Borja, todas eran de Susana. De ambos era el Fundo Pampa Bonita, ubicado en Sayán. Mientras Fujimori era dueño de la conocida casa de la calle Pinerolo 181, en el distrito de Surco.
Bautista hace otra precisión: “la adquisición de la casa de Pinerolo la inició Alberto cuando era soltero, pero cuando se casa, Susana termina de pagar el lote, incluso ella construye con su plata lo que hay allí”, es decir, el ex dictador nunca tuvo el dinero suficiente para pagar los estudios de sus hijos.
Casa lechera
Keiko Fujimori sostuvo también que la venta de esa casa en Pinerolo sirvió para pagar parte de sus estudios. Sobre este tema existen pruebas de que el ex dictador y su entonces asesor Montesinos tramaron en 1998 la venta ficticia de la propiedad con la finalidad de encubrir el verdadero origen del dinero con el cual pagó la educación de sus hijos.
Fujimori le vendió su casa supuestamente a la empresa Ingenieros Edificadores S.A. (Ingedsa), que pagó por el inmueble US$ 650 mil, pese a que su capital de conformación era de tan sólo 58 mil soles. Pero, según denunció el ex congresista Javier Diez Canseco el domingo último en el programa El Perro del Hortelano, el verdadero comprador de la casa era Vito Rodríguez Banda, titular de la empresa Jorge Rodríguez Banda S.A. (Jorbsa) y uno de los dueños del Grupo Gloria S. A.
De acuerdo al Informe final de la Comisión Parlamentaria Investigadora de los Delitos Económicos Cometidos entre los años 1990 al 2000, que presidió Diez Canseco, la empresa Ingedsa recurrió a Vito Rodríguez para pedirle un préstamo y Rodríguez les giró desde el BBVA del Gran Caimán dos avales por 650 mil dólares cada uno, con los que consiguieron el préstamo bancario por las mismas sumas, uno para comprar la casa y el otro para desarrollar allí un proyecto inmobiliario.
Luego, la empresa Ingedsa no pagó la deuda al banco y Rodríguez pagó el 50% de la misma y renegoció el resto de la deuda, con lo cual la casa de Fujimori pasó a ser enteramente de su propiedad.
Marcelo Puelles
Redacción
diario la primera
Este diario tuvo acceso a una inédita lista de bienes de la pareja, escrita por Vladimiro Montesinos en 1993, año en que Higuchi le exigió a Fujimori la devolución del dinero que ella le prestó, en efectivo y producto de la venta de algunos inmuebles, desde el inicio de su matrimonio el 17 de julio de 1974, hasta algunos meses después de que Fujimori fuera elegido Presidente de la República. En aquella relación de bienes no aparece ningún fondo de dinero.
Según Alberto Bautista, ex abogado de Higuchi en el juicio que ella le hizo a Fujimori por la devolución de sus bienes, “tal fondo no existía, Fujimori no tenía dinero, todas las propiedades que poseían eran de Susana, él no pudo haber pagado los estudios de sus hijos”.
En total poseían siete propiedades ubicadas en los distritos de La Victoria y San Borja, todas eran de Susana. De ambos era el Fundo Pampa Bonita, ubicado en Sayán. Mientras Fujimori era dueño de la conocida casa de la calle Pinerolo 181, en el distrito de Surco.
Bautista hace otra precisión: “la adquisición de la casa de Pinerolo la inició Alberto cuando era soltero, pero cuando se casa, Susana termina de pagar el lote, incluso ella construye con su plata lo que hay allí”, es decir, el ex dictador nunca tuvo el dinero suficiente para pagar los estudios de sus hijos.
Casa lechera
Keiko Fujimori sostuvo también que la venta de esa casa en Pinerolo sirvió para pagar parte de sus estudios. Sobre este tema existen pruebas de que el ex dictador y su entonces asesor Montesinos tramaron en 1998 la venta ficticia de la propiedad con la finalidad de encubrir el verdadero origen del dinero con el cual pagó la educación de sus hijos.
Fujimori le vendió su casa supuestamente a la empresa Ingenieros Edificadores S.A. (Ingedsa), que pagó por el inmueble US$ 650 mil, pese a que su capital de conformación era de tan sólo 58 mil soles. Pero, según denunció el ex congresista Javier Diez Canseco el domingo último en el programa El Perro del Hortelano, el verdadero comprador de la casa era Vito Rodríguez Banda, titular de la empresa Jorge Rodríguez Banda S.A. (Jorbsa) y uno de los dueños del Grupo Gloria S. A.
De acuerdo al Informe final de la Comisión Parlamentaria Investigadora de los Delitos Económicos Cometidos entre los años 1990 al 2000, que presidió Diez Canseco, la empresa Ingedsa recurrió a Vito Rodríguez para pedirle un préstamo y Rodríguez les giró desde el BBVA del Gran Caimán dos avales por 650 mil dólares cada uno, con los que consiguieron el préstamo bancario por las mismas sumas, uno para comprar la casa y el otro para desarrollar allí un proyecto inmobiliario.
Luego, la empresa Ingedsa no pagó la deuda al banco y Rodríguez pagó el 50% de la misma y renegoció el resto de la deuda, con lo cual la casa de Fujimori pasó a ser enteramente de su propiedad.
Marcelo Puelles
Redacción
diario la primera
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