La gente necesita ver la esperanza. Para involucrar a gente buena tienes que mostrarle que una actividad determinada llevará a buenos resultados, y para eso se requiere de motivaciones éticas, considera Assange
Foto Wikileaks
Pedro Miguel
Enviado
Periódico La Jornada
Jueves 13 de junio de 2013, p. 2
Jueves 13 de junio de 2013, p. 2
Londres.
El sol se ha resignado a entibiar la tarde londinense y Julian Assange parece tranquilo. En medio del acoso judicial, financiero y propagandístico; llevando a cuestas la hostilidad de tres gobiernos, entre ellos el más poderoso del planeta; satanizado por tirios y troyanos –las derechas occidentales lo acusan de terrorista y no faltan, desde las izquierdas, voces delirantes que ven en Wikileaks una fachada de la CIA–; puesto a competir en el terreno de la inteligencia con enormes instituciones de espionaje y represión; obligado a escoger entre una carambola de extradiciones que podría llevarlo a un juicio en Alexandria, Virginia, o la reclusión en la embajada de un país lejanísimo, pero amistoso, Julian Assange conserva la calma. No hay en él un optimismo desbordado. Por el contrario, su percepción del actual momento planetario tiene acentos sombríos:
“El fin de la guerra fría y de las disputas ideológicas clásicas nos llevó a una posición en la cual toda la Tierra se cocina simultáneamente en una misma ideología, la occidental, y no tenemos perspectiva. Varios pensadores creen que se mueven en una corriente diferente y que tienen alguna perspectiva, pero eso es imposible. Necesitas llegar del profundo pasado o del profundo futuro o de otro planeta para tener ahora un adecuado sentido de la perspectiva, porque la ideología occidental domina por completo y ha penetrado el sistema. Tal vez los budistas, en todo caso, tengan alguna perspectiva distinta. Pero para todos los que venimos de una cultura europea, y eso incluye a América Latina, no hay una perspectiva adecuada. Este cambio ideológico domina la Tierra.
“Luego, hay muy poco espacio para movimientos, porque vivimos en una mediocracia: los medios definen el marco en el cual ocurre toda la acción política. Si los medios facilitan que la gente diga una cosa a un grupo y otra a otro, entonces esa es la estrategia más exitosa y eso es lo que la gente hace. Cuando los medios han manufacturado el consenso, cuando meten miedo o bombardean con propaganda, corrompen la percepción de la realidad, y andamos por ahí, en la niebla, sin saber en verdad dónde existimos. Y, ¿cómo puede la gente apoyar a un grupo o un proyecto determinado si no puede ver el lugar en el que existe? Es imposible.
Mentir produce ganancias
“Voltea a las campañas de difamación emprendidas por la
Oficina Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés) en
contra de personas que hacían algo genuino, que promovían la justicia.
Esas campañas desalientan a la gente que busca orientar a la sociedad
hacia una situación de mayor justicia y le dificultan las cosas. Si esas
personas comienzan a tener éxito y la gente lo reconoce, y son apoyadas
y otros promueven ese proyecto, comienza a rendir frutos. Entonces las
atacan con rumores y difamaciones y mentiras, difundidos por los medios
del establishment y otros que actúan por mera inconciencia. Tal
vez eso no frene al proyecto pero reduce su posibilidad de éxito, y ese
es el ambiente político en el cual existimos.
Míralo desde otra perspectiva: ¿Por qué siempre son malos los vendedores de coches? ¿No debería haber unos buenos y otros no tan buenos? Pero ocurre que los que son honestos están en competencia con los que mienten y así no obtienen ganancias Y, ¿por qué mienten los que mienten? Porque la mayoría de la gente no sabe nada acerca de los coches. Así que es un ambiente en el cual mentir produce ganancias, lo cual implica que es peligroso comprar un auto usado.
–
Cambiar la vida, dice Rimbaud. Transformar el mundo, dice Marx. Para nosotros, ambas consignas son una sola. ¿En qué te hace pensar esta frase de André Breton?
–Estoy totalmente de acuerdo con ella. Cualquier cosa que podamos hacer, con el mínimo significado, debe ser hecha en el mundo en el que vivimos. Si no conocemos el mundo lo que hacemos no tiene significado. Así que para empezar tenemos que conocer. ¿Y cómo conocemos? A partir de nuestra propia experiencia, pero también a partir de la experiencia de otros. Otros tienen mucha más experiencia de la que nosotros podríamos tener. ¿Y cómo nos transmiten su experiencia? Por medio de las palabras.
“Lo primero que hay que hacer es cambiar el sistema de conocimiento, el flujo de información y la educación. Me di cuenta de esto hace mucho, y por eso no me metí a la política sino que empecé con Wikileaks: porque dar a conocer información, sacar fuentes primarias y hacerle la vida difícil a las instituciones que se manejan con secretos, son cosas que cambian el entorno de los medios, el ambiente del conocimiento.”
“La gente necesita ver la esperanza. Para involucrar a gente buena tienes que mostrarle que una actividad determinada llevará a buenos resultados, y para eso se requiere de motivaciones éticas. Pero al final, todo se reduce a cuánto se puede conocer la circunstancia política. Si regresamos a la clásica descripción marxista, la gente debe reconocer su propia clase y posición. Si los individuos no reconocen que están juntos, bajo determinadas condiciones, todo lo demás no tiene esperanza. En un contexto moderno, debemos permitir que la gente reconozca sus condiciones y ello significa dificultarle la posibilidad de mentir pero, sobre todo, hacer que para los políticos sea difícil mentir.
“Uno de mis descubrimientos aquí en Londres es cuánto miente la gente y qué tan seguido, y cuán normal es que la gente del establishment mienta, ponga trampas. Es lo mismo en Suecia. De hecho, con todos los países con los que he tratado, que han sido imperios; también en España –que durante mucho tiempo fue la cabeza de un imperio–, ese parece ser el resultado cultural, porque cuando tienes un imperio necesitas decirle una cosa a los campesinos, otra a los trabajadores industriales, otra a las trabajadores en los medios, otra a los banqueros, otra a los que apoyan desde el exterior, y así reduces la oposición y maximizas el apoyo. Creo que ese es un resultado natural para los grandes partidos políticos, si quieren permanecer en el poder durante mucho tiempo. Pero estas promesas entran en conflicto, así que la única manera que tienes de resolver estos conflictos es mentir. Por eso siempre he pensado que la política, como se hace tradicionalmente, no genera esperanzas.”
–Y sin embargo, te has postulado como candidato al Senado australiano y estás formando un partido político en tu país...
–Y ahora según las encuestas en Australia, tenemos 40 por ciento del apoyo de la gente menor de 30 años, a pesar de ser la primera elección en la cual contendemos...
–Sea. Pero ahora estás en la lucha por el poder; un partido es un instrumento para luchar por el poder.
–Un tipo de poder, sí, pero en esencia es el mismo tipo de poder por el cual Wikileaks ha luchado: el poder de revelar, de sacar la verdad a la luz.
–Quieres ganar una elección.
–Sí, pero no para hacer gobierno. Contendemos por el Senado, que es la cámara que fiscaliza, su función es vigilar al gobierno y hacer comparecer a los funcionarios. En Australia no tenemos el cargo de presidente, así que no importa qué tan popular sea, no puedo ganar. Tenemos un primer ministro, pero es elegido por el Parlamento. Así que tenemos que llegar a una posición en la cual controlemos más de la mitad del Parlamento. Quizá en algunos años, pero no en este.
–Julian, cuando fundas un partido y contiendes en una elección, siempre corres el peligro de llegar al poder.
–Sí (risas). Pero en esta elección lograríamos una posición de poder relativo: de uno a tres senadores. Eso es relativamente poderoso, pero es un poder pequeño comparado con el que Wikileaks ya ostenta como organización.
El imperio de los países angloparlantes
“Muchas veces los australianos se llaman a sí mismos, con
desprecio, el estado 51. Pero es un hecho: Australia es un estado de
Estados Unidos que no tiene derecho al voto. Tenemos un presidente,
Obama, por el cual no votamos. Una vez que reconoces esto –yo me di
cuenta hace 10 años–, comprendes que tienes que interactuar directamente
con el imperio. Tienes que interactuar directamente con el gran centro
de poder. No puedes tener la actitud de
“Es una alianza que comparte inteligencia: muchos documentos oficiales estadunidenses están clasificados como “secreto/no forn”. ¿Qué significa este “no forn”? Significa me ocupo de lo mío. Pero lo importante es la alianza anglófona, a la que quizá deberíamos llamar el imperio occidental: la alianza de Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá, Australia, Nueva Zelanda.
no extranjeros(foreigners), es decir, que el documento está vetado para cualquier ciudadano de los socios aliados de Washington como Alemania o Italia, así se trate de un agente de seguridad o de un empleado de la OTAN.
“Pero una regla recientemente aprobada por los servicios de inteligencia de Estados Unidos establece que ciudadanos de Gran Bretaña, Australia y Canadá pueden tener acceso a documentos “no forn”.
“En Wikileaks revelamos un enorme ejercicio conjunto
de inteligencia militar de alta tecnología que involucra a Estados
Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Gran Bretaña, que se lleva a
cabo anualmente: se llama Operación Reto del Imperio [http://goo.gl/cWaTc].
Si alguien hace algo molesto, todos los satélites espías se comunican
entre sí, además de los aviones y las tropas de esos cinco países, para
enfrentar la situación. Esa es la manera en que internamente se conciben
y se llaman a sí mismos
el imperio. Así que mover políticamente a Australia es una manera importante de mover políticamente al imperio, porque Australia es parte de él.”
–Es una perspectiva. Pero en lo inmediato, me parece que eres la
persona que ha sufrido la peor persecución política internacional desde
León Trotsky.
–No estoy seguro de que la comparación sea natural –rezonga Assange–.
En lo que probablemente tengas razón es en que la amenaza que el
Kremlin veía en Trotsky es similar a la amenaza que el imperio
occidental percibe en mí: tanto un símbolo como un liderazgo práctico. Y
en ambos casos se trata de percepciones.
“¿Qué amenaza real represento para el establishment occidental?
¿Y qué amenaza real representaba Trotsky para la Unión Soviética? Es
difícil de evaluar. Pero, finalmente, si hay una amplia percepción de
amenaza, entonces hay una amenaza. Un poco como en el futbol: ¿qué
importa si gana un equipo o el otro? Eso no cambia gran cosa. Pero para
que un balón sea relevante, basta con que mucha gente sienta que lo es.”
–En todo caso, eres un balón que vive bajo persecución. Y bajo amenaza.
–Hubo una amenaza de asalto a la representación de Ecuador por parte
del gobierno británico. Hubo policías bajando por cuerdas, esta embajada
rodeada de policía, temprano en la mañana, y una amenaza formal por
escrito. La indignación por el intento de violación a la soberanía de la
embajada llevó a que el gobierno británico se retirara, y no volverá a
intentarlo. Puede realizar otro tipo de ataques pero no va a intentar
asaltar la embajada. Pueden resoplar todo lo que quieran. La realidad es
que Ecuador evaluó la situación y me dio asilo político.
–Algunos, en los medios pro occidentales, y no digo que esté de
acuerdo con ellos, afirman que es paradójico que le hayas pedido asilo a
un gobierno acusado de reprimir la libertad de expresión.
–No hay paradoja. Sería una paradoja si pidiera asilo a un país que
no ofrece asilo. Nadie hace un juicio semejante acerca de alguien que
pide asilo a Estados Unidos; no dicen
cómo puedes pedir asilo allí en donde ha colapsado el imperio de la ley, etcétera. De hecho, no pocos de los ataques internacionales contra la reputación de Ecuador en materia de libertad de expresión son simplemente intentos por descalificarme, y en esos casos el gobierno ecuatoriano es sólo un blanco de proximidad. En lo que a mí respecta, son completamente irrelevantes. Mi asilo no tiene nada que ver con eso y, además, no soy vocero del gobierno de Quito. Por lo demás, esas afirmaciones de que Ecuador tiene a periodistas en prisión, de que Ecuador manda rutinariamente a periodistas a la cárcel, son falsas.
Organizaciones humanitarias, corruptas y con sesgo
“Toma el caso del Comité para la Protección de
Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), un grupo conservador
estadunidense, con sede en Nueva York, fundado por la prensa del
régimen, o el de Reporteros sin Fronteras: ellos tienen listas de
periodistas en prisión en muchos países, pero en Ecuador el número es de
cero. En Turquía hay 48. Veamos a la Freedom House, fundada por el
gobierno estadunidense; cada año saca listas relacionadas con la
libertad de la prensa. Tiene tres categorías: libre, parcialmente libre y
no libre. Por supuesto que clasifica a Estados Unidos como
libre, igual que a Gran Bretaña y a Suecia; así clasifica a la mayoría de los países occidentales. Antes de que yo entrara a esta embajada, la Freedom House ponía a Ecuador como
parcialmente libre; una vez que me dieron refugio, Ecuador fue reclasificado como
no libre.
“En el caso de Human Rights Watch (HRW), si bien en ocasiones ha
hechos cosas buenas, como en el caso de Baréin, se excede en relación
con Rusia y se excede en los casos de Venezuela, Ecuador y otros países.
Y eso se refleja en su personal y su financiamiento. Echemos un vistazo
a su personal: su encargada de
Iniciativas Globales, Minky Worden [http://goo.gl/C0Gs3], trabajó escribiendo los discursos para el procurador general de Estados Unidos. Y hace tres meses, su marido, Gordon Crovitz, exhortó, en The Wall Street Journal, a que me acusaran por espionaje [http://goo.gl/XPTve]. El año pasado Amnistía Internacional (AI) contrató a Suzanne Nossel, funcionaria del Departamento de Estado durante mucho tiempo, la cual hizo publicar carteles de respaldo a la presencia de la OTAN en Afganistán [http://goo.gl/bo9t9].
“Tanto AI como HRW se han rehusado a reconocer a Bradley Manning como
prisionero de conciencia. La definición de prisionero político, según
las propias directrices internas de AI, es que la supuesta ofensa sea de
naturaleza política, o que la acción se llevó a cabo con una intención
política, o que la investigación se llevó a cabo por factores políticos,
o que la investigación se politizó, o que el encarcelamiento está
politizado. Es indiscutible que Bradley Manning cubre la mayoría de
estas condiciones y, sin embargo, AI nos ha dicho que no se va a tomar
la molestia de determinar si Bradley Manning puede ser declarado
prisionero de conciencia o prisionero político en tanto no sea
sentenciado. ¿De qué va a servir entonces? Cuando esas organizaciones
vean por dónde soplan los vientos políticos, y cuando Manning esté en
prisión enfrentando cadena perpetua o la pena de muerte, sólo entonces, y
si con ello pueden obtener un beneficio político, lo declararán
prisionero político. Pero no antes.
“Así que estas organizaciones están en bancarrota y en general no se
puede confiar en ellas. Si ves lo que dicen de un país que no está de
este lado ni de aquél, como Guinea Ecuatorial, entonces quizá se pueda
confiar en lo que dicen. Pero si hablan de Bradley Manning, Ecuador,
Rusia o Estados Unidos, sus agendas están demasiado sesgadas.
“Amnistía fue una organización popular; obtenía de la sociedad la
mayor parte de su financiamiento, pero eso ha cambiado. Cuando una
organización acepta ser financiada por los gobiernos, o por
organizaciones del establishment, como las fundaciones
Rockefeller o Ford, ¿quiénes son sus interlocutores reales? Cuando
Amnistía saca un comunicado de prensa, ¿se dirige al público o a quienes
la financian? En suma, se trata de organizaciones corruptas y hay que
ver de dónde sacan su dinero y cómo reclutan a su personal.”
Te habrían dicho que nuestras probabilidades eran cero...
–¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción en los anteriores tres años?
–Bueno, supongo que hay una diaria satisfacción política. El evento
aislado más satisfactorio fue cuando la gente tomó Alejandría (Egipto,
finales de enero de 2011), seguro, eso fue... A pesar de que, claro, la
revolución egipcia ha seguido teniendo algunas victorias y algunas
derrotas; pero en ese momento fue muy satisfactorio, porque estábamos
profundamente involucrados, monitoreando lo que pasaba, en relación con
la gente de allá, y publicando información.
“Una satisfacción más amplia ha sido la de impedir que nuestra gente
sea arrestada, detenida o encarcelada, mantener a la organización en
funcionamiento e impedir que quiebre. No hemos despedido a nadie del
equipo por razones financieras, aunque la gente haya tenido que
ajustarse a reducciones salariales de 40 por ciento, como resultado del
bloqueo financiero. No han desmantelado la organización, no han podido
meter en prisión a ningún miembro de nuestro personal, aún. Y yo estoy
en una posición difícil, pero puedo seguir trabajando.
Así que si alguien te dijera: una editorial pequeña y radical se enfrenta a la Casa Blanca, la CIA, el Departamento de Defensa, el Pentágono, la NSA, la FBI, ¿cuáles son sus posibilidades de seguir existiendo tres años después? Contestarías que cero. Pero aquí estamos, y eso es satisfactorio.
(Con colaboración e información de Tania Molina Ramírez)
fuente:
http://www.jornada.unam.mx/2013/06/13/politica/002n1pol
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