Más de 5.000 trabajadores se manifestaron la tarde del 8 de junio entre Atocha y Jacinto Benavente de Madrid en la convocatoria de varias organizaciones sindicales, entre ellas la Coordinadora Sindical de Madrid, CGT, Cobas, Solidaridad Obrera, Sindicato Ferroviario-Intersindial... La marcha estuvo marcada por la lluvia, algo que no fue óbice para que un gran número de trabajadores con sus familias acudieran a esta nueva cita para protestar contra las medidas del gobierno de Zapatero y que suponen el mayor ataque a los derechos laborales y sociales desde el fin de la dictadura franquista.
Las organizaciones sindicales convocantes, así como las políticas y sociales que apoyaban esta movilización, critican el “tijeretazo” del gobierno socialista de Zapatero que reduce el salario de los funcionarios en un 5%, que congela las insuficientes pensiones de los mayores, que suprime la retroactividad en las prestaciones contempladas en la Ley de Dependencia o el cheque-bebé, que acepta nuevos recortes presupuestarios para Ayuntamientos o Comunidades Autónomas, que va a subir 2 puntos el IVA a partir de julio o que va a implantar una nueva reforma laboral para facilitar los despidos y desactivar las negociaciones colectivas.
La manifestación fue encabezada por una gran pancarta en la que se podía leer ¡Hay que pararles los pies! ¡Contra el Plan de ajuste y la Reforma Laboral! ¡A por la Huelga General Ya! Tras ella, representantes de todas las organizaciones sindicales, en un cortejo unitario, abrieron la marcha transmitiendo un claro mensaje de que es la hora de la unidad de acción de todas aquellas organizaciones que se oponen sin ambages a la política de un gobierno que pretende que sean los trabajadores quienes paguen la crisis económica que fue generada por un sistema financiero que no repara en estrangular las economías nacionales para conseguir sus objetivos.
Preguntados por las razones que les llevaron a no acudir a la convocatoria de CCOO y UGT, Juan Domingo Richart de Plataforma Sindical de la Empresa Municipal de Transporte de Madrid criticó sin tapujos a estas dos organizaciones que se presentan ante los trabajadores como el dique de contención contra la derecha apoyando al gobierno del PSOE pero que, en realidad, juegan el papel de porteros de un gobierno que realiza el trabajo sucio de la derecha. En este sentido, no entendía las razones por las que solo se convocaba una huelga sectorial y no una huelga general cuando el recorte de derechos y prestaciones se dirige a toda la clase trabajadora. Y, además, seguían inmersos en una negociación con la patronal para una nueva Reforma Laboral que pretende imponer nuevos recortes de derechos a los trabajadores, exigiendo su retirada de esa mesa de negociación, más todavía cuando estamos inmersos en esta situación.
Álvaro Barreiro, de Alternativa Sindical de Trabajadores, nos explicó que había otra manera de salir de la crisis y que pasaba por medidas como el reparto del trabajo reduciendo la jornada laboral a 35 horas sin la reducción del salario, que no se privaticen los servicios públicos, la creación de empleo público por parte de las administraciones, el adelanto de la edad de jubilación a los 60 años introduciendo los contratos de relevo, una ley que prohíba los despidos y los Expedientes de Regulación de Empleo, la nacionalización de la Banca o la financiación pública a bajo interés de las pequeñas y medianas empresas. Y que le resultaba indignante que la salida de la crisis se hiciera a costa de los trabajadores y no se tocara ni a los presupuestos del Ejército, ni los de la Iglesia, ni los de la Casa Real, ni los beneficios de los bancos por poner varios ejemplos.
Tras hora y media de marcha, la manifestación llegó a la plaza de Jacinto Benavente donde el mencionado Álvaro Barreiro, trabajador y delegado sindical despedido de Telefónica y Mar, trabajadora de UPS-Vallekas, empresa que sufre el tercer ERE en menos de dos años, leyeron un comunicado ante todos los convocados. En él destacaron la importancia de la unidad de acción frente a las agresiones del capital y la connivencia de los sindicatos subvencionados por el sistema para frenar la lucha de la clase trabajadora. Reiteraron que hay otra forma de salir de la crisis que pasa por que los trabajadores tomen la rienda de su destino y exigiendo la retirada de las medidas gubernamentales dictadas por el FMI y el BM ya que solo acarrearán más pobreza y más desigualdad social. Y anunciaron, finalmente, la convocatoria de nuevos actos de protesta para los próximos días con concentraciones, actos informativos, manifestaciones… todo ello encaminado a la convocatoria de una huelga general que haga sentir a las burocracias sindicales y del poder la fuerza de la clase trabajadora. Una huelga general que tenga una continuidad en la lucha ya que, según sus propias palabras, “una huelga general sin continuidad es apostar por su propio fracaso”.
“Hoy, concluyeron, la tarea de todos nosotros es fortalecer este movimiento unitario de lucha que estamos intentado poner en pie, porque la situación actual exige de todos los luchadores y luchadoras agrupar fuerzas, defender con empeño y generosidad iniciativas que hagan posible ir uniéndose, para que los trabajadores tengan un referente, aunque sea modesto, pero un referente de clase, combativo y alternativo al sindicalismo del sistema, y que sirva para llevar adelante un plan de lucha continuado hasta echar abajo los planes del gobierno y de la patronal.”
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