Los ricos y los búfalos
El carácter del nuevo Consejo de Ministros puede ser definido en pocas palabras: es el gobierno de los ricos, por los búfalos, para los ricos. Continúa y acentúa la línea antipopular, antinacional y represiva de los anteriores gabinetes. El presidente García se ha encargado de prevenirnos: “El país espera orden e inclusión”.
Quienes hemos vivido y estudiado la experiencia política del Perú en el siglo XX sabemos lo que eso significa acá. “Orden” prometió Luis M. Sánchez Cerro, y aportó desorden, violencia y matanzas. Óscar R. Benavides anunció “orden, paz y trabajo”. Generó desorden y guerra civil.
Lo que García quiere es robustecer el orden de la injusticia, lo que él llama “el sistema”.
Tres de los ministros flamantes bastan para definir ese carácter. Uno es Adolfo de Córdova, ministro de Agricultura. Es un aprista de viejo cuño, cuyo rasgo principal es que nunca ha tenido nada que ver con el agro. Vinculado, igual que García Pérez, al Grupo Gloria, el orden que buscará imponer es el que intenta vender a precio de ganga las acciones del Estado en las haciendas azucareras. ¿Venderlas a quién? ¡Adivinen!
Para Comercio Exterior y Turismo ha sido nombrado Martín Pérez, ex gerente de Minka, la gigante de la distribución de alimentos manejada por el Grupo Romero. Es congresista de Unidad Nacional, el bloque encabezado por Lourdes Flores. Es parte del cordón que une a la derecha económica con la alianza parlamentaria aprofloristafujimorista. No sé por qué, pero tengo el pálpito de que va a defender los intereses de Romero y el Banco de Crédito.
El otro rey de la baraja es Rafael Rey, personero del Opus Dei, la organización clerical que surgió y prosperó en España bajo la dictadura fascista de Francisco Franco. Haber puesto en sus manos la defensa nacional equivale a ponerla a merced del Pentágono, el cual está más cerca de Chile y de Colombia que del Perú.
Sobre el presidente del Consejo, Javier Velásquez, se ha pronunciado el país. Es el hombre por el cual el Congreso de la República tiene la nota diez: el diez por ciento de aprobación. El que provocó la ira de la Amazonía cuando maniobró para mantener, so capa de suspenderlos, los decretos legislativos que atentaban contra los intereses de los pueblos amazónicos. No se le conoce ninguna idea notable, ni un solo discurso de polendas. Ha sido uno de esos congresistas desteñidos que González Prada ubicaba en la mayordomía de Palacio.
Es un macarthista que ve comunistas hasta en la sopa de paiche. Está en el puesto que ocupa porque es funcional al ánimo represivo de su jefe y patrón, García.
Otrosí: el gabinete ministerial recién estrenado es el gobierno de los ricos antiguos, pero también de los búfalos que ahora son, sin trabajar, nuevos ricos.
César Lévano
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
Quienes hemos vivido y estudiado la experiencia política del Perú en el siglo XX sabemos lo que eso significa acá. “Orden” prometió Luis M. Sánchez Cerro, y aportó desorden, violencia y matanzas. Óscar R. Benavides anunció “orden, paz y trabajo”. Generó desorden y guerra civil.
Lo que García quiere es robustecer el orden de la injusticia, lo que él llama “el sistema”.
Tres de los ministros flamantes bastan para definir ese carácter. Uno es Adolfo de Córdova, ministro de Agricultura. Es un aprista de viejo cuño, cuyo rasgo principal es que nunca ha tenido nada que ver con el agro. Vinculado, igual que García Pérez, al Grupo Gloria, el orden que buscará imponer es el que intenta vender a precio de ganga las acciones del Estado en las haciendas azucareras. ¿Venderlas a quién? ¡Adivinen!
Para Comercio Exterior y Turismo ha sido nombrado Martín Pérez, ex gerente de Minka, la gigante de la distribución de alimentos manejada por el Grupo Romero. Es congresista de Unidad Nacional, el bloque encabezado por Lourdes Flores. Es parte del cordón que une a la derecha económica con la alianza parlamentaria aprofloristafujimorista. No sé por qué, pero tengo el pálpito de que va a defender los intereses de Romero y el Banco de Crédito.
El otro rey de la baraja es Rafael Rey, personero del Opus Dei, la organización clerical que surgió y prosperó en España bajo la dictadura fascista de Francisco Franco. Haber puesto en sus manos la defensa nacional equivale a ponerla a merced del Pentágono, el cual está más cerca de Chile y de Colombia que del Perú.
Sobre el presidente del Consejo, Javier Velásquez, se ha pronunciado el país. Es el hombre por el cual el Congreso de la República tiene la nota diez: el diez por ciento de aprobación. El que provocó la ira de la Amazonía cuando maniobró para mantener, so capa de suspenderlos, los decretos legislativos que atentaban contra los intereses de los pueblos amazónicos. No se le conoce ninguna idea notable, ni un solo discurso de polendas. Ha sido uno de esos congresistas desteñidos que González Prada ubicaba en la mayordomía de Palacio.
Es un macarthista que ve comunistas hasta en la sopa de paiche. Está en el puesto que ocupa porque es funcional al ánimo represivo de su jefe y patrón, García.
Otrosí: el gabinete ministerial recién estrenado es el gobierno de los ricos antiguos, pero también de los búfalos que ahora son, sin trabajar, nuevos ricos.
César Lévano
cesar.levano@diariolaprimeraperu.com
1 comentario:
Rafael Rey serà un buen Ministro de Defensa. Hombre probo y con enorme capacidad de trabajo.
Eduardo
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