El desempleo mundial rompe cálculos y récords
Madrid Digital
El impacto de la crisis global no se atenúa y una de sus mayores consecuencias, del desempleo, ya rompe varios récords en diferentes países y cálculos oficiales sobre las cifras que puede alcanzar.
Recientes análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que la recesión barrió medio millón de puestos de trabajos en los últimos dos meses. En el sector financiero los despidos rondan ya los 155.000 y en el resto 360.000.
A ese ritmo la recuperación del empleo se dará entre cuatro y cinco años más después de que la economía mundial empiece a mostrar señales claras de mejoría.
De acuerdo con esas estimaciones de la OIT, el desempleo anual se ubicará en un rango del 6,7 al 7,1 por ciento a finales de 2009, frente al seis por ciento registrado el año pasado.
Por ese camino el número de afectados podrá llegar a los 52 millones de personas, mientras un centenar de países corren un riesgo muy alto de inestabilidad social por esa causa porque, incluso con una recuperación económica mundial, el empleo se mantendrá a la baja.
General Motors es un reflejo de esa tendencia al notificar la eliminación de 21.000 puestos de trabajo en Estados Unidos y el cierre de 13 de sus 47 fábricas en ese país. Este año, tiene previsto desaparecer 47.000 plazas en todo el mundo.
Le sigue Caterpillar, empresa de fabricación de equipos de construcción y minería y líder en su sector a nivel mundial, con un recorte de 23.610 empleos.
En Europa, la distribuidora alemana Metro AG, presente en 21 naciones, perdió en enero 15.000 puestos de trabajo. La empresa de aviación SAS, 8.600.
En Norteamérica, Alcoa prescindió de 15.000 trabajos y la farmacéutica Pfizer dejó a 19.500 personas desempleadas entre enero y febrero.
En Asia-Pacífico, la producción de coches por parte de Nissan se hará con 20.000 puestos menos. Pioneer, el fabricante de equipos de electrónica, despedirá a 10.000 de sus empleados.
África también tiene algo que mostrar en materia de despidos. La tercera productora de platino a nivel mundial, Lonmin, recortará 5.500 plazas, mientras la otra gran productora, Anglo Platinum, se cobrará 10.000.
Otros datos sintetizan la dramática situación laboral en Estados Unidos, donde el desempleo llega al 8,5 por ciento, la cifra más alta en 25 años. Desde que comenzó la recesión, en diciembre de 2007, ese país perdió 5,1 millones de puestos de trabajo, en todas las ramas.
El paro entre las 27 naciones que integran la Unión Europea (UE) afecta a unos 20 millones de personas, de las cuales poco más de 14 millones se ubican en los países del euro.
Tal situación refleja un incremento de cuatro millones de desempleados más que en marzo de 2008.
Las autoridades económicas pronosticaron que unos 3,5 millones de plazas laborales se perderán este año en la Unión Europea, aunque los patrones consideran que la cifra podría alcanzar los 4,5 millones.
España, afectada duramente por el derrumbe de su sector de vivienda y reducción del turismo, ahora tiene la tasa más alta de desempleo en la Unión Europea, al ubicarse en el 17,6 por ciento.
Más de una tercera parte de los empleados españoles menores de 25 años se encuentran sin trabajo.
Entre las grandes economías de la UE, el paro en Alemania está en el 7,6 por ciento y en el 8,8 en Francia.
En otras latitudes, como en Brasil, la tasa de desempleo en marzo fue del nueve por ciento de la población económicamente activa, la mayor desde agosto de 2007 cuando reportó 9,5 por ciento.
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), la cifra de parados en las seis mayores regiones metropolitanas se ubicaron en 2,1 millones, por la caída de la producción y las exportaciones. El índice de desempleo en Brasil mide el número de personas que busca trabajo en las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Recife, Porto Alegre y Salvador.
Para Argentina, la situación no es tan alarmante pero, pero ante el eventual impacto de la recesión, han comenzado los despidos y se calcula que ya superan los 50.000.
Así, el aumento del desempleo es considerado como uno de los mayores mazazos de la actual crisis económica, cuyos efectos se reflejan en la quiebra de empresas, despidos y reducción de jornada laboral, según estadísticas gremiales y gubernamentales.
Recientes análisis de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que la recesión barrió medio millón de puestos de trabajos en los últimos dos meses. En el sector financiero los despidos rondan ya los 155.000 y en el resto 360.000.
A ese ritmo la recuperación del empleo se dará entre cuatro y cinco años más después de que la economía mundial empiece a mostrar señales claras de mejoría.
De acuerdo con esas estimaciones de la OIT, el desempleo anual se ubicará en un rango del 6,7 al 7,1 por ciento a finales de 2009, frente al seis por ciento registrado el año pasado.
Por ese camino el número de afectados podrá llegar a los 52 millones de personas, mientras un centenar de países corren un riesgo muy alto de inestabilidad social por esa causa porque, incluso con una recuperación económica mundial, el empleo se mantendrá a la baja.
General Motors es un reflejo de esa tendencia al notificar la eliminación de 21.000 puestos de trabajo en Estados Unidos y el cierre de 13 de sus 47 fábricas en ese país. Este año, tiene previsto desaparecer 47.000 plazas en todo el mundo.
Le sigue Caterpillar, empresa de fabricación de equipos de construcción y minería y líder en su sector a nivel mundial, con un recorte de 23.610 empleos.
En Europa, la distribuidora alemana Metro AG, presente en 21 naciones, perdió en enero 15.000 puestos de trabajo. La empresa de aviación SAS, 8.600.
En Norteamérica, Alcoa prescindió de 15.000 trabajos y la farmacéutica Pfizer dejó a 19.500 personas desempleadas entre enero y febrero.
En Asia-Pacífico, la producción de coches por parte de Nissan se hará con 20.000 puestos menos. Pioneer, el fabricante de equipos de electrónica, despedirá a 10.000 de sus empleados.
África también tiene algo que mostrar en materia de despidos. La tercera productora de platino a nivel mundial, Lonmin, recortará 5.500 plazas, mientras la otra gran productora, Anglo Platinum, se cobrará 10.000.
Otros datos sintetizan la dramática situación laboral en Estados Unidos, donde el desempleo llega al 8,5 por ciento, la cifra más alta en 25 años. Desde que comenzó la recesión, en diciembre de 2007, ese país perdió 5,1 millones de puestos de trabajo, en todas las ramas.
El paro entre las 27 naciones que integran la Unión Europea (UE) afecta a unos 20 millones de personas, de las cuales poco más de 14 millones se ubican en los países del euro.
Tal situación refleja un incremento de cuatro millones de desempleados más que en marzo de 2008.
Las autoridades económicas pronosticaron que unos 3,5 millones de plazas laborales se perderán este año en la Unión Europea, aunque los patrones consideran que la cifra podría alcanzar los 4,5 millones.
España, afectada duramente por el derrumbe de su sector de vivienda y reducción del turismo, ahora tiene la tasa más alta de desempleo en la Unión Europea, al ubicarse en el 17,6 por ciento.
Más de una tercera parte de los empleados españoles menores de 25 años se encuentran sin trabajo.
Entre las grandes economías de la UE, el paro en Alemania está en el 7,6 por ciento y en el 8,8 en Francia.
En otras latitudes, como en Brasil, la tasa de desempleo en marzo fue del nueve por ciento de la población económicamente activa, la mayor desde agosto de 2007 cuando reportó 9,5 por ciento.
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE), la cifra de parados en las seis mayores regiones metropolitanas se ubicaron en 2,1 millones, por la caída de la producción y las exportaciones. El índice de desempleo en Brasil mide el número de personas que busca trabajo en las ciudades de Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Recife, Porto Alegre y Salvador.
Para Argentina, la situación no es tan alarmante pero, pero ante el eventual impacto de la recesión, han comenzado los despidos y se calcula que ya superan los 50.000.
Así, el aumento del desempleo es considerado como uno de los mayores mazazos de la actual crisis económica, cuyos efectos se reflejan en la quiebra de empresas, despidos y reducción de jornada laboral, según estadísticas gremiales y gubernamentales.
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