27 abril 2008

MARCHA POPULAR


Mujeres (y hombres) en marcha


El miércoles 30 a las 10:30 a.m. va a partir desde el Campo de Marte una marcha de mujeres de los comedores populares que protestarán contra los altos precios y la poca ayuda. Será una marcha del hambre.

Las organizadoras calculan que se movilizarán entre diez mil y quince mil señoras. Organizan la marcha la Confederación Nacional de Mujeres Organizadas por la Vida y el Desarrollo Integral, y la Federación de Mujeres Organizadas en Centrales de Comedores Populares Autogestionarios.

En sustantivo documento, ellas señalan por qué van a hacer sonar las ollas vacías.Precisan que la inflación de los últimos doce meses fue de 5.5 por ciento; pero el alza de los alimentos llegó a 9.6 por ciento. “Como mujeres”, expresan, “sabemos que este incremento afecta principalmente a los más pobres”. Asimismo señalan que los Comedores Autogestionarios aportan el 81 por ciento de cada ración. Debido a que el gobierno no ha incrementado el presupuesto para los programas de complementación alimentaria, se ha producido una crisis “en la precaria economía de los comedores populares”, añaden las organizaciones, las cuales, “con gran pesar”, están reduciendo su atención a la población en pobreza extrema.

Esta protesta, va a ocurrir al compás de manifestaciones que por el mismo motivo se realizan en todo el mundo.

Un informe indica que las naciones pobres siguen siendo las más expuestas a hambrunas; pero que en el primer mundo también hay protestas por las alzas. Recuérdese, por otra parte, que una marcha que la CGTP anuncia con motivo del Primero de Mayo tiene igualmente una motivación en la carestía de los alimentos.

La marcha de las mujeres me trae a la memoria otra que conmovió al país. Me refiero al mitin femenino que propuso Zoila Aurora Cáceres –hija del mariscal–, la noche del 22 de mayo de 1919, en asamblea de un Comité Pro Abaratamiento de las Subsistencias. La manifestación acordada se produjo el 25 de mayo. Su punto de partida fue el Parque Neptuno (el que está al costado del Sheraton). Fue enorme y colérica. Las mujeres emprendieron una marcha hacia el centro de la ciudad. Después, los trabajadores acordaron un paro general, ferozmente reprimido.

Un tío mío, el obrero Constantino La Rosa, murió a consecuencia de un balazo. Hubo muchos muertos y heridos.

El paro fue tempestuoso y total. Los rebeldes dominaron la capital. Décadas después, Carlos Barba, uno de los líderes del paro, me dijo: “César, tuvimos el poder en nuestras manos, y no supimos qué hacer con él”. Faltó un plan político.

En esos días, José Carlos Mariátegui habló por primera vez a una multitud proletaria. El hambre de las masas suele ser la partera de la historia.

FUENTE: DIARIO LA PRIMERA

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